10 de mayo de 2022

TROPEL DEL 10.05.2022.

 

Adelantan cuotas del salario mínimo y ya planean otro aumento más cercano al 60%

El piso formal es en la actualidad de 38.940 pesos y en el equipo económico esperan agilizar el proceso para llevarlo a $ 47.850 en lo inmediato y, eventualmente, estirarlo a $ 53 mil antes de fin de año.

Adelantan cuotas del salario mínimo y ya planean otro aumento más cercano al 60%

Por Mariano Martín

El Gobierno tiene decidido adelantar las cuotas de aumento del sueldo mínimo de modo tal de acelerar el impacto de bolsillo del 45% acordado en marzo último, mientras analiza una convocatoria exprés del Consejo del Salario para estirar el ajuste anual hasta un valor más cercano al 60 por ciento de cierre de las últimas paritarias. Del acuerdo de marzo se ejecutó hasta ahora el primer aumento de 18% y restan hasta fin de año tres tramos más por un total de 27 por ciento. La definición se precipitó luego de que Máximo Kirchner presentara un proyecto de ley para agilizar los tramos del salario mínimo con adhesiones de ese sector del oficialismo, en crisis con el Ejecutivo.

Los detalles comenzarán a definirse entre los ministros de Economía, Martín Guzmán, y de Trabajo, Claudio Moroni. De concretarse el plan, el piso salarial que impacta en unos 300 mil trabajadores formales sin convenios colectivos, así como en la prestación por desempleo pero, sobre todo, en el valor de los planes sociales, llegaría en lo inmediato a su meta de 47.850 pesos que por ahora está prevista para diciembre. Y el incremento adicional podría llevarlo a cerca de 53 mil pesos. En Economía ratificaron anoche que la variable, así como los ingresos de trabajadores y jubilados, deberá imponerse a la inflación y actualizarse de inmediato en caso contrario.

En varias áreas del gabinete económico confirmaron que estaba virtualmente resuelto y que sólo restaba el detalle de la medida y sus alcances. Por lo pronto, si en una primera instancia sólo se anunciaría el acortamiento de los pagos -un resolución que ya se había adoptado el año pasado en similares circunstancias e incluso con menor presión inflacionaria- y se dejaría para más adelante el posible refuerzo o bien si se dará a conocer el paquete completo. Para la primera medida basta con una resolución simple del Ejecutivo mientras que actualizar los valores del Consejo del Salario demandaría una nueva convocatoria para alcanzar un número de consenso o bien, habilitar una decisión unilateral de la cartera laboral como capitana del órgano.

En marzo pasado la primera llamada del año del Consejo del Salario fijó una suba para 2022 de 45 por ciento en cuatro etapas: de 33 mil pesos de piso pactados el año pasado en abril subió a 38.940 pesos; para junio estaba previsto un segundo tramo hasta $ 42.240; en agosto, otro a $ 45.540, y el último en diciembre para llevarlo a 47.850 pesos. La dinámica es similar a la de 2021. En aquella oportunidad se pactó en marzo un aumento del salario mínimo de 35 por ciento en siete cuotas. La aceleración inflacionaria obligó a precipitar esos tramos en julio, por decisión unilateral del Ejecutivo, y en septiembre se convocó a una segunda reunión del Consejo para determinar la suba final del año en 52,7 por ciento.

El piso formal de ingresos en la Argentina impacta de lleno en la definición del “salario social complementario”, es decir el valor de los planes sociales que equivalen a la mitad de un sueldo mínimo. Históricamente también se lo consideró como valor de referencia para contratos privados y, en particular, como guía para los sueldos de los trabajadores informales. Las últimas convocatorias del Consejo del Salario finalizaron con acuerdos con un alto nivel de adhesión: la de marzo pasado logró el voto favorable de 31 de los miembros entre representantes de cámaras patronales y centrales obreras, y con la única abstención de la CTA Autónoma.

.

.

Encuentro de comunicadores y comunicadoras del mundo gremial en la 46° Feria Internacional del Libro

Foto: ANRed.

Este jueves 5 de mayo comunicadores y comunicadoras especializadas en el mundo gremial se encontraron en la charla-debate «Estrategias de comunicación para el movimiento obrero», convocada por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) en el espacio que tiene Radar – Intersindical de Cultura en la 46° Feria Internacional del Libro en Buenos Aires. En la actividad se discutió sobre los alcances y desafíos de la prensa sindical, los obstáculos diarios que encuentra, sus debilidades y fortalezas, su vinculación con el mundo de la militancia sindical y el rol de los medios comunitarios, alternativos y populares. De la actividad participaron integrantes de InfoGremiales, Mundo Gremial, Radio Gráfica, Barricada TV, Canal Abierto, ANRed, La Izquierda Diario, y personas encargadas de las prensas de la CGT, ATE y la CTA Autónoma, la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines (FTCYODARA) y de la Unión Obrera Ladrillera de la República Argentina (UOLRA). Compartimos una crónica con algunas de las intervenciones. Por ANRed.


La charla-debate, titulada «Estrategias de comunicación para el movimiento obrero» y organizada por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), tuvo lugar este jueves 5 de mayo a las 14.30, en el espacio que tiene en la 46° Feria Internacional del Libro en Buenos Aires (Stand 3213 del Pabellón Ocre) Radar – Intersindical de Cultura, que se autodefine como «un espacio de intercambio y articulación que pone en valor la producción cultural del movimiento obrero argentino».

Contó con la presencia de 15 integrantes de medios comunitarios, alternativos y populares especializados o que toquen asiduamente los conflictos y luchas sindicales, y con personas encargadas de las prensas sindicales de varios gremios. Específicamente, participaron integrantes de InfoGremiales, Mundo Gremial, Radio Gráfica, Barricada TV, Canal Abierto, Agencia de Noticias Red-Acción (ANRed), La Izquierda Diario, y personas encargadas de las prensas de la CGT, ATE y la CTA Autónoma, la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines (FTCYODARA) y de la Unión Obrera Ladrillera de la República Argentina (UOLRA).

Una vez presentada la charla por parte de Martina Noailles (Secretaria de Medios Autogestivos del SiPreba) y Agustín Lecchi (Secretario General del SiPreBA), comenzó la ronda de intervenciones.

Federico Chechele, Director de Prensa de ATE Nacional y de la CTA Autónoma, señaló: «todos los que estamos acá nos vemos en las calles. Acá hay compañeros del campo popular», expresó con gratificación. Sobre su rol como prensa gremial, destacó: «nosotros no dependemos de los grandes medios para revolver cómo le informamos lo que se se resuelve en las paritarias a nuestros compañeros y compañeras. Tenemos un circuito tan aceitado que no es necesario depender de lo que diga Clarín o cualquiera».

Matías, encargado de prensa del Sindicato del Seguro e integrante de la Secretaría de Prensa de la CGT, continuó con el «elogio del papel» en la prensa sindical, asegurando que al repartirlo en las marchas «uno se encuentra con el compañero cara a cara» y que, «por más Instagram y big data que haya, eso es fundamental», destacó.

Por su parte, Santiago Menconi, integrante de la Agencia de Noticias Red-Acción (ANRed) y delegado de la Línea 60 de colectivos, recordó sus primeros pasos en el mundo de la prensa sindical: «como trabajadores de la Línea 60 estábamos comunicando mal. Y gracias al apoyo del SiPreBA aprendimos a hacer un comunicado y a tener una lista de contactos que nos llevó a ganar nuestra lucha de ese momento. Una herramienta que nos sirvió pero que no nos las quedamos como propia, sino que salimos a otras líneas de colectivo donde no tenían acceso a una agenda de prensa, para enseñarles cómo se escribe un comunicado de prensa, la lista de contactos de prensa y qué se puede hacer. Y por eso también me sumé a ANRed, porque ahí vi que había muchas líneas de colectivos o de trabajadores de base en la misma situación que nosotros, en la misma situación de lucha, que no se estaban difundiendo o se estaban difundiendo mal. También, gracias a ANRed y al SiPreBA pudimos, mínimamente, instalar dentro de la opinión pública nuestra versión sobre la muerte laboral de David Ramallo», rememora.

En la rueda de la conversación también se destacó el rol de la comunicación comunitaria, alternativa  y popular en el marco de la defensa de las luchas populares, de la clase trabajadora y de la desestigmatización de la función de los sindicalistas, de poner en debate el rol de los portales digitales: «¿cómo puede ser que las plataformas no estén reguladas? No hay una pauta publicitaria para los medios comunitarios», se apuntó. También se habló sobre la complejidad de la cobertura de la información sindical.

En tanto, Lucas Molinari, comunicador de Radio Gráfica insistió en «la necesidad de que se pongan a escribir los compañeros, que puedan contar, como por ejemplo, un delegado de fábrica, y no sólo hacerle la entrevista al delegado gremial».

Jorge Pisani, Secretario de Cultura de Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP) explicó que «con 40 sindicatos unidos más armamos este stand», en referencia al espacio en la Feria del Libro de Radar – Intersindical de Cultura. Y remarcó: «las patronales odian a los sindicatos. Pero también hay un éxito en la lucha sindical: tenemos los mejores salarios de Latinoamérica y no es casualidad. Tenemos un poder que muchas veces los trabajadores no nos damos cuenta».

Iara López, de Enfoque Sindical y una de las pocas mujeres participantes en la charla-debate, recalcó que «nuestro trabajo no se puede escindir de la lucha del movimiento obrero» y destacó que el rol de la prensa gremial es «relegitimar al movimiento obrero». También expresó que «las mujeres tenemos un rol ahí, cuando los compañeros presentan reticencias a la hora de incorporar compañeras», porque, consideró, «incorporar a las mujeres contribuye a legitimar al movimiento obrero, porque se cae esto de que el sindicalismo es alfo de varones feos, sucios y malos. Si nos quieren meter en el colectivo de corrupción van a tener que pensar otras categorías». Y redondeó su idea: «si cambian las caras, y si esas caras también cambian de género, entonces van a tener que repensar la demonización hacia el sindicalismo».

Luciano Aguilar, de La Izquierda Diario, contó que son un medio militante digital, que hace ocho años existe y que su objetivo es «usar las redes para llegar cada vez más a los trabajadores y trabajadoras». También, señaló que reflejan «lo que pasa en los grandes sindicatos», y se preguntó: «¿cómo llegar a la juventud, que por ahí se informa de otra manera y que hoy es gran parte de la clase trabajadora?».

Por su parte, Marcelo Ibarra, de Barricada TV, puso énfasis en la importancia de devolverle al pueblo «el derecho a la comunicación» porque, denunció, «le ha sido robada». Y expresó que para él la comunicación alternativa y la comunicación sindical «somos lo mismo». Además, señaló: «nosotros ponemos la cámara delante de los escudos de la policía, nunca detrás. La comunicación es una comunicación solidaria y que se construye», argumentó.

Ernesto Torres, de la prensa del gremio aceitero, expresó: «lo que está ocurriendo es una batalla cultural y la sensación de que lo que estamos haciendo no alcanza, que los medios hegemónicos entran en la cabeza todos los días. Tenemos que hacer algo más, algo que discuta agenda a nivel nacional». A lo que el representante de Canal Abierto aportó que «un medio alternativo debe insertar su propia mirada en la agenda general».

.

Agustín Lecchi sobre pauta publicitaria: «hay muchos pretextos y pocas soluciones»

El secretario general del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), remarcó que el gremio busca que “además de la democratización y de la asignación con criterio, los medios que reciban pauta cumplan las mínimas obligaciones, como el pago de salario en tiempo y forma”. Agustín Lecchi, secretario general del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), habló en Radio Gráfica sobre los desafíos del sector y de la coyuntura política nacional. Por Lucas Molinari y Leila Bitar («Punto de Partida» – Radio Gráfica).


“La situación de los trabajadores y trabajadoras de prensa es terrible. Se firmó para mayo de este año un 12% de aumento sobre la base de los salarios de agosto del año pasado, es decir prácticamente no hay ningún tipo de recomposición salarial e incluso hay empresas que pagan en cuotas y no cumplen con sus obligaciones salariales”, explicó el dirigente.

“Hace 20 días tuvimos una asamblea general del sindicato donde iniciamos un plan de lucha, fuimos la semana pasada a las puertas de Página 12, este miércoles vamos a Perfil y la semana que viene a Clarín. Estamos con cese de tareas y medidas en todas las empresas de prensa escrita de la Ciudad de Buenos Aires”, agregó.

Por otra parte, criticó el rol de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA): “Discute sin ningún tipo de representatividad, no consulta, ni participa de la vida gremial, ni tiene interlocución con las empresas, es una paritaria renga porque no tiene a los trabajadores y trabajadoras en la mesa”.

Consultado por la pauta publicitaria, el sindicalista sostuvo: “No fueron escuchados los medios autogestivos ni los sindicatos. Ya es el tercer secretario de medios que está asumiendo ahora (Juan Ross) y no es un tema personal, pero tienen que jugar un rol y hacerse cargo del lugar en el que están y la sensación es que hay muchos pretextos y pocas soluciones. No hay ningún tipo de política con tema pauta, y cuando pasa eso, se perpetúa el status quo, continuamos con lo que heredamos del macrismo. Además de la democratización y de la asignación con criterio, desde lo sindical planteamos que los medios que reciban pauta cumplan las mínimas obligaciones, como el pago de salario en tiempo y forma”.

Respecto de la interna dentro del Frente de Todos, y la perspectivas electorales hacia 2023, Lecchi subrayó: “Somos optimistas porque confiamos siempre en la fuerza de la clase trabajadora y el pueblo organizado en la calle. El 1° de mayo hubo una movilización impresionante convocada por la UTEP, el sábado en Baradero un plenario donde 4 mil dirigentes sindicales discutieron. Yo creo que ahí está la fuerza, la pelea superestructural entre dirigentes no aporta. Está bien que haya discusión sobre el rumbo, pero siento que la dirigencia política a veces pierde de vista la gestión y las necesidades de las y los trabajadores”.

Y continuó: “Lo peor que le puede pasar al  Frente de Todos no es perder una elección sino adoptar el programa de la derecha, las políticas de aquellos que supuestamente vinieron a combatir, porque eso va a generar una derrota política mucho peor que la derrota electoral. No hay que tenerle miedo a las diferencias, pero sí tenemos que pensar cómo resolvemos los problemas más urgentes, porque todos los sectores del Frente de Todos tienen lugares de gestión importantes y no todos esos espacios funcionan como deberían. Si no se resuelve la caída del poder adquisitivo de la población no hay ninguna discusión de valga la pena”.

Por último, reivindicó el rol del sindicato durante el gobierno de Cambiemos: “Estuvimos en la calle durante todo el macrismo, desde el conflicto con Sergio Szpolski del Grupo 23, con Tiempo Argentino y Radio América, que fue en diciembre de 2015. No nos arrobamos otra cosa que lo hicimos, pero creo que la derrota del macrismo se empezó a gestar en esas jornadas donde repudiamos la reforma previsional, donde salimos a enfrentar el proyecto de reforma laboral”.

Fuente: https://radiografica.org.ar/2022/05/04/agustin-lecchi-sobre-pauta-publicitaria-hay-muchos-pretextos-y-pocas-soluciones/

.

.

«El sueldo no alcanza»

SiPreBA avanza con un plan de lucha en Clarín

Bajo la consigna «el sueldo no alcanza», desde el SiPreBA continúan con un plan de lucha salarial con diversas acciones gremiales en diferentes medios de prensa

Foto: SiPreBA

«Reclamamos recomposición salarial urgente en prensa escrita y radial, así como damos pasos en acuerdos a través de asambleas en prensa televisada», afirma el comunicado del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA). 

En este contexto y «con gran participación, la asamblea de Telefé Noticias cerró la Paritaria 22/23 y aprobó una recomposición del 54% en 3 cuotas (mayo, septiembre y enero), más $23mil en julio y revisión en diciembre». 

Durante la última semana y «con participación de trabajadores y delegades en representación del SiPreBA, las asambleas organizadas en diversos sindicatos de prensa en emisoras de todo el país, repudiaron por insuficiente ante la inflación lo definido en la audiencia paritaria del 6/5 en Radio Nacional». 

Además el gremio se movilizó «para exigir la regularización en el pago de los sueldos en Página 12 y reclamar una urgente recomposición salarial en el sector, luego de la asamblea del 28 de abril». El miércoles 4 de abril, el SiPreBA realizó un acto con choriceada frente a la redacciones del multimedio Perfil y exigieron junto a los y las trabajadoras: ¡Basta de violar la ley!

Para esta semana, y en apoyo a lo resuelto en asambleas, el plan de lucha continúa con una acción frente a las redacciones de Clarín, Olé y productos de AGEA. La misma se llevará a cabo el martes 10 de mayo a las 15 hs en la sede de Clarín, ubicada en Tacuarí al 1800, reclamando que «el sueldo no alcanza» y exigiendo que el SiPreBA participe de las paritarias del sector.

.

.

Wasiejko: «Llegó el momento de discutir la participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas»

Pedro Wasiejko, Secretario General de la FETIA y Presidente del Astillero Río Santiago habló en exclusiva con Enfoque Sindical y expresó su apoyo a la participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas citando como ejemplo lo que ocurrió en Firestone. Además afirmó: «Tenemos que apuntar a un país con salarios altos».

Wasiejko afirmó que: «»Las empresas deben cumplir con el art.14 bis de la constitución para que los trabajadores participen de la distribución de ganancias» al considerar que a este país «lo salvamos entre todos o no la salva nadie», y reflexiono sobre la situación salarial de los y las trabajadoras: «No se puede manejar la economía del Siglo XXI con parámetros del Siglo XX. Tenemos que apuntar a un país con salarios altos»

En ese sentido recordó: «El proceso de resistencia a la dictadura militar fue un proceso de reconstrucción de la militancia gremial, social, política y de derechos humanos» y expresó que hay que dar un debate sobre «qué tipo de modelo gremial queremos para nuestro movimiento».

Respecto a la situación política actual observó: «Hay que realizar una reformulación del FDT que vaya en sintonía, como decía Juan Perón «la única política real es la internacional» y debemos hacer todo lo posible para garantizar la efectividad y fortalecer la capacidad de gestión».

Al respecto, consideró: «La elección en Brasil importa mucho para poner en el escenario latinoamericano de nuevo el concepto de unidad».

.

.

Por su solidaridad con los trabajadores de la isla

Edgardo Llano fue condecorado por la Central de Trabajadores de Cuba

El Sindicato Nacional del Transporte y la Central de Trabajadores de Cuba (CCC) condecoraron en un acto realizado en La Habana al titular de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), Edgardo Llano, por «la solidaridad internacional» de ese gremio argentino «con la lucha de los trabajadores cubanos».

Foto: Radio Gráfica

El secretario adjunto de la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA) fue condecorado en Cuba por los dirigentes sindicales del transporte y de la CCC en el contexto de los actos y festejos organizados por el país caribeño para conmemorar el 1° de Mayo.

El dirigente argentino recibió la condecoración «José María Pérez Capote», ocasión en la cual expresó su «orgullo» y afirmó que «es un enorme reconocimiento personal y para los trabajadores aeronáuticos y argentinos en general», y reivindicó «la lucha diaria de cada cubano contra el bloqueo imperialista impuesto hace décadas por Estados Unidos».

«Este sentimiento de solidaridad con Cuba es compartido por todos los aeronáuticos argentinos y, la condecoración es consecuencia del trabajo realizado con los trabajadores del transporte desde hace 25 años, en esta isla y en el resto del mundo», enfatizó.

Llano aseguró que los aeronáuticos «siempre estuvieron y están del lado de los trabajadores oprimidos y de quienes levantan la voz por la dignidad y la defensa de los pueblos», y ratificó su «compromiso y militancia sindical internacional» para garantizar de manera solidaria «los derechos e intereses de los trabajadores», concluyó el dirigente.

.

.

Diputados del Frente de Todos toman la agenda sindical y presentan mañana un proyecto para establecer un salario básico universal

Diputados del Frente de Todos (FdT) presentarán mañana un proyecto para ampliar el sistema de seguridad social y establecer un Salario Básico Universal (SBU) para garantizar la protección social de todos los trabajadores y «dar una respuesta a la nueva realidad laboral argentina en la post pandemia».

El proyecto se presentará a las 11 en la Sala 2 del Anexo C de la Cámara baja, y contará con la presencia de los legisladores del FdT Itaí Hagman, Natalia Zaracho y Federico Fagioli.

Según el proyecto, el objetivo de la iniciativa es «dar una respuesta a la nueva realidad laboral argentina post pandemia a través de la ampliación de la seguridad social y la promoción del empleo».

El texto propone establecer un Salario Básico Universal «como una prestación monetaria mensual no contributiva y de alcance nacional destinada a trabajadores y trabajadoras de bajos ingresos».

De acuerdo a la iniciativa, el SBU «será otorgado a las personas que se encuentren desocupadas; se desempeñen en la economía informal; se encuentren inscriptas en la categoría ‘A’ del Régimen Simplificado de Pequeños Contribuyentes o se encuentren inscriptas en el Régimen de Inclusión Social y Promoción del Trabajo Independiente».

«Hay millones de personas que trabajan, sin tener un empleo formal, que no tienen garantizadas las condiciones más básicas de vida. Este fenómeno no pasa solo en Argentina, es mundial, y es consecuencia de las transformaciones en el mundo del trabajo y de la creciente concentración de la riqueza», sostuvo Hagman, referente del Frente Patria Grande que conduce Juan Grabois.

Para Hagman, «el Salario Básico Universal es una respuesta concreta que nos permite ser audaces para pensar el futuro».

Por su parte, Zaracho, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), afirmó que «hoy no se reconoce como debería el valor del esfuerzo de millones de trabajadores de la economía popular y de las tareas del cuidado. Esta medida podría eliminar la indigencia y garantizar que todo el mundo tenga, al menos, un plato de comida cada día. Sería un avance muy importante».

Finalmente, Fagioli, también del Frente Patria Grande, se preguntó «¿en qué momento naturalizamos tanta desigualdad?».

«Necesitamos políticas redistributivas. Un Salario Básico Universal que equivalga al valor de una Canasta Básica Alimentaria no sólo nos permitiría terminar con la indigencia, sino también avanzar hacia la justicia social», concluyó el legislador.

.

.

Las empresas amenazan con miles de despidos «con justa causa» y se espesa el conflicto salarial entre la UOM y las electrónicas fueguinas

Ante la llegada de telegramas de despidos, el Ministerio de Trabajo de la Nación resolvió dictar la conciliación obligatoria en el conflicto salarial entre la UOM y las electrónicas fueguinas. Para este lunes al mediodía está fijada una audiencia virtual entre las partes. A esa hora se levantará la medida de fuerza. Reclaman una paritaria 20 puntos superior a la firmada por Caló.

A raíz de la continuidad del paro y del envío de miles de telegramas de despido por parte de la patronal, la autoridad laboral fijó una nueva audiencia para este lunes instando a mantener la «paz social» y declaró la conciliación obligatoria.

La audiencia será entre los dirigentes de la UOM Río Grande y representantes de AFARTE. Las autoridades del Ministerio de Trabajo instaron a las partes a negociar y se evaluarían otras medidas, si la situación se prolonga en el tiempo.

Textualmente la resolución del Ministerio de Trabajo de la Nación, en su primera parte, expresa que teniendo en cuenta «Que la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (A.F.A.R.T.E.) ha manifestado, en la audiencia celebrada el 06 de mayo de 2022, que las empresas procederán a desvincular al personal con justa expresión de causa si, vencido el plazo estipulado en las intimaciones cursadas, continúa la abstención en la prestación de servicios».

Y que «por consiguiente, resulta necesario disponer las medidas pertinentes para promover una solución pacífica y legal al conflicto planteado, en el marco de las competencias de esta Autoridad. Encuadrar en el marco de la Ley N° 14.786, a partir de las 06:00 horas del día 09 de Mayo de 2022, el conflicto identificado en los considerandos de la presente, suscitado entre la Unión Obrera Metalúrgica de la República Argentina (U.O.M.R.A.) –Seccional Rio Grande- y las empresas adheridas a la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (A.F.A.R.T.E.)».

Por eso se resuelve «Dar por iniciado un período de conciliación obligatoria por el término de 15 días, de acuerdo a lo establecido en el Artículo 11° de la normativa preindicada, debiendo retrotraerse la situación a la existente con anterioridad al inicio del conflicto y por el plazo de duración del presente procedimiento conciliatorio».

Se intima a las partes a cesar con las medidas y termina la resolución haciendo saber «a las partes que deberán concurrir a la audiencia virtual a celebrarse el día lunes 09 de mayo de 2022 a las 12:00 horas».

Vale recordar que los empresarios ofrecieron, en primer término, un aumento escalonado del 45%, similar al aceptado por la UOM en otras jurisdicciones y pactado por Antonio Caló antes de caer en las elecciones a manos de Abel Furlán.

.

.

10 al 12 de Mayo.Marcha Federal: ocupados y desocupados, luchemos juntos por trabajo, salario y contra la pobreza

Este martes comienza, desde distintos puntos del país, la Marcha Federal convocada por Unidad Piquetera. Participarán sectores del sindicalismo combativo. Declaración del Movimiento de Agrupaciones Clasistas en el PTS-FITU, que participará de las jornadas.

Desde el Movimiento de Agrupaciones Clasistas y el PTS-Frente de Izquierda nos sumamos y nos hacemos parte de las jornadas de lucha y llamamos a apoyar y acompañar a todos y todas las compañeras que luchan por sus derechos.

Apoyamos las demandas de los y las compañeras desocupadas: por trabajo y salario, contra el hambre y la pobreza.

Y peleamos por la unidad de ocupados y desocupados. Una misma clase, una misma lucha:

Contra la desocupación y la sobre explotación que sufrimos: luchemos juntos por una Jornada legal de 6 horas, 5 días a la semana, sin rebaja salarial, y un mínimo que no puede estar debajo de la canasta familiar, para generar puestos de trabajo genuinos.

Los sindicatos anti burocráticos, los centros de estudiantes que conduce la izquierda, las agrupaciones sindicales, del movimiento estudiantil, de lucha de las mujeres, todas y todos debemos salir masivamente a las calles a apoyar. En los sindicatos donde las conducciones dicen oponerse al rumbo del gobierno o al acuerdo con el FMI, deben convocar a asambleas y votar el apoyo a la Marcha Federal Piquetera. Con declaraciones NO alcanza. Hay que poner la fuerza y el cuerpo.

Tenemos más de 17 millones de pobres en un país donde exporta alimentos para 400 millones de personas. Millones de desocupados por un lado y trabajadores que dejan la vida en las fábricas haciendo horas extras o dobles jornadas para poder llegar a fin de mes.

Más de la mitad de la juventud y las mujeres debajo del límite de la pobreza, mientras se le sigue pagando la fiesta a los ricos, al FMI y las grandes empresas se llenan los bolsillos.

Si se trabajara 6 hs por día, 5 días a la semana y con un salario igual a la canasta familiar como mínimo, se podrían generar de forma inmediata más de un millón de puestos de trabajo genuinos. Basta de salarios por debajo de la línea de pobreza ni precarización. Salario mínimo de 150 mil pesos y que suba según sea la inflación. Pase a planta permanente de los contratados, tercerizados e informales.

Luchando juntos tenemos que imponer el fin de la subordinación de la CGT y la CTA al gobierno, que destina miles de millones al pago de la deuda mientras se niega a dar lo mínimo a quienes lo necesitan con urgencia.

Tenemos que imponer un paro y plan de lucha peleando por la unidad de los y las trabajadoras ocupadas y desocupadas, por trabajo y por salario.

Las bancas de nuestros diputados nacionales Nicolas del Caño, Myriam Bregman y Alejandro Vilca, como así mismo cada lugar conquistado por el Frente de Izquierda, están a total disposición y al servicio de esta lucha.

Ante el rechazo de los dirigentes sindicales, la cámara mejoró la oferta, y la llevó a un incremento del 55% (30% retroactivo a abril, 15% en julio y 10% en octubre) más un bono de $25 mil en mayo y otro de $20 mil en junio, con una cláusula de revisión en noviembre.

«Si bien durante los últimos días, dentro de la comisión directiva y la comisión paritaria (del sindicato) se ha trabajado en busca de encontrar alternativas, y se logró que Afarte se flexibilizara y llevara adelante otra propuesta, ayer fue trasladada a las asambleas y hubo un rechazo absoluto en todos los turnos de todos los establecimientos, lo que toma como alternativa el inicio, a partir de hoy, de un paro por tiempo indeterminado», aseveró Martínez en diálogo con FM del Pueblo.

El secretario general de la UOM insistió en que la protesta fue adoptada «por el conjunto de los trabajadores y avalada por el congreso de delegados».

.

.

La UTA ratificó el paro de 72 horas desde el martes en todo el interior del país, pero este lunes irá a una audiencia decisiva para frenarlo

La UTA ratificó el paro de 72 horas desde el martes en todo el interior del país, pero este lunes irá a una audiencia decisiva para frenarlo

La UTA, el gremio que nuclea a los choferes de colectivos, tendrá este lunes una audiencia decisiva. reclaman que se equiparen los salarios con los de la zona metropolitana. Ya hay un paro de 72 horas definido que comenzaría este mismo martes.

Día D. Eso ocurrirá este lunes para el sector del transporte automotor. Es que la Unión Tranviarios Automotor (UTA), gremio que representa a los choferes de colectivos, tendrá la última audiencia antes de una potente huelga.

La de este lunes será la última mesa de conciliación obligatoria entre el sector empresario y el sindicato que comanda Roberto Fernández

En caso de no llegar a un acuerdo de partes, la UTA ya definió un paro total de 72 horas en todo el interior del país.

El pedido de los choferes está relacionado al salario y a la igualdad de condiciones. Concretamente reclaman que los choferes del interior tengan la misma remuneración que los trabajadores de la zona metropolitana del AMBA.

Es decir, piden un 50 por ciento de incremento anual y que los salarios básicos del sector sean de 150 mil pesos desde agosto, en sintonía con lo firmaba en Buenos Aires.

El gremio ya había hecho un paro el 25 de abril, que duró apenas unas horas y provocó serias complicaciones, pero fue interrumpido por una conciliación obligatoria.

.

.

Observatorio gremial

DECISIONES SOBRE EL SALARIO

El lamento del gobierno por la redistribución del crecimiento obvia su propio comportamiento

POR GUIDO ASCHIERI

Daniel Santoro, La Conversación, 2008.

Con el último dato disponible del índice de salarios, se supo que en los dos primeros meses del año acumula un 7% de aumento nominal. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumula para enero y febrero pasados un aumento del 8,8%. Cayó el salario real. Y el IPC tuvo el mal genio de convertirse en un 16,1% acumulado para marzo. Comienza a vislumbrarse la reversión del tenue proceso de recuperación del poder de compra de los trabajadores, un resultado previsible porque no mediaron políticas activas para recomponerlo en un contexto de aumento de precios internacionales. En esta situación, por si hicieran falta problemas, el dólar se devalúa leve, pero paulatinamente, desde hace dos años (y ahora se pactó con el FMI que se devalúe al ritmo de la inflación) y no se incrementan las retenciones en un país exportador de alimentos. Lamentarse de que se falló en redistribuir el crecimiento es curioso, porque nunca se puso en práctica un genuino intento de hacerlo. Más aún, ante las expresiones de protesta de una parte del sector agropecuario, se reacciona expresando lisonjas hacia “la gallina de los huevos de oro”, con un espíritu peculiar de simpatía por el ofendido.

El momento se presta para recordar la frase que la Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner pronunció en su discurso de inauguración de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (EuroLat) el pasado 14 de abril: “Las desigualdades no nacen por un orden natural e ineluctable. Las desigualdades no son un producto de la naturaleza, son un producto de decisiones políticas”. La afirmación provoca preguntarse qué decisiones van a tomarse con respecto al estado de los salarios, cuya participación en el PBI se redujo 4,86 puntos porcentuales en 2021 en comparación con 2020, según el último dato del INDEC de la cuenta de generación del ingreso.

Valor moral-histórico

En 2019, la inaceptabilidad para la sociedad argentina del gobierno que estaba pronto a finalizar su ejercicio fue producto de los estragos que le propinó en su nivel de vida. Más específicamente, sobre el poder de compra de los salarios. Por sus consecuencias políticas, eso lleva a hacer hincapié en dos consideraciones teóricas sobre la determinación del salario. La primera, de Karl Marx, que considera que el salario está dado por las necesidades determinadas por la cultura de los trabajadores en un país, sus hábitos y sus aspiraciones, lo que define como un valor moral-histórico. Arghiri Emmanuel, un teórico del marxismo que se hizo conocido por su trabajo El intercambio desigual, cuyo objeto de estudio es la incidencia de los salarios desiguales entre países en los términos de intercambio y la transferencia resultante de plusvalía por medio del comercio internacional, comenta en torno a este punto de vista que un cambio persistente en las costumbres vitales de los humanos solamente puede ser producto de una acción colectiva persistente que tienda a reivindicar a los trabajadores.

La recomposición del salario impulsada por el kirchnerismo fue una acción de este tipo, pero necesariamente –para sostenerse– requiere de un acompañamiento de las organizaciones interesadas y un trabajo para generar programas acordes y penetrar en la dirigencia política, que fue insuficiente entonces y sigue siéndolo hoy. Esta carencia se observa en que, simultáneamente, encontramos a un gobierno decidido a no avanzar en la dirección que le es demandada por sus electores, una dirigencia sindical heterogénea con definiciones desparejas y una base política que reacciona poniendo el grito en el cielo sobre los problemas que se anticipan, pero que no alcanza a constituirse como una alternativa con el volumen necesario para encauzar al país en el sentido de su propia volición.

Se podría decir que, implícitamente, la principal promesa del gobierno actual es la de restaurar el nivel de vida de la sociedad que regía con anterioridad al proceso de deterioro de la economía que comenzó a mediados de 2018 y se acentuó en 2019. Qué tan cerca se está de ese objetivo se puede evaluar observando la variación del poder adquisitivo del salario. En el cuadro que sigue, utilizamos como base el salario promedio desde el último trimestre de 2017, año en el que el macrismo pausó el ajuste y les permitió a los salarios recuperar parte de lo perdido en el año anterior, además de haber sido el último en el que el nivel de vida alcanzado durante los gobiernos kirchneristas se sostuvo, dejando de lado descensos leves. Los datos disponibles llegan hasta el tercer trimestre de 2021.

Poniendo como intermedio el año 2019, en el que finalizó la administración anterior, vemos que en ese período el salario aumenta menos que la variación del IPC. Eso es sabido, pero lo que es más relevante es que la mejoría de fines de 2021 con respecto a fines de 2019 es ínfima, manteniéndose el poder de compra del salario prácticamente al mismo nivel. Este dato se complementa con otro: el peso que tiene la Canasta Básica Total (CBT) sobre el salario prácticamente no se altera (se mantiene entre 43 y 44 puntos porcentuales, contra el 34,65% que significaba en 2017). Pero la Canasta Básica Alimentaria (CBA) pasó a pesar más, incrementándose de un 17,54% del valor del salario en 2019 al 18,38% de su valor en 2021, frente a un 14,06% de 2017.

Este es el resultado de que el valor de la CBA haya aumentado en una proporción mayor que la CBT en estos últimos años por la modificación en el precio relativo de los alimentos frente a otros bienes, y corrobora la importancia de tomar decisiones para controlar el precio de los alimentos en lugar de acariciarle el plumaje a la gallina de los huevos de oro, que cada vez menos argentinos están en condiciones de comprar.

El desarrollo se hace con los trabajadores

Todo esto lleva a preguntarse cómo es probable que continúe la evolución del salario, su relación con el nivel de actividad de la economía y las reacciones que es lógico esperar en la política. Desde el gobierno se ha insistido en una hipótesis curiosa. Se sostiene que a medida que disminuya la tasa de desocupación por efecto de la recuperación de la actividad (un proceso cuya ocurrencia se constató el año pasado), se continuará con una tendencia al alza del salario. Lo que induce a preguntar: si al no ser el crecimiento del consumo –explicado por el salario– lo que impulsa la demanda que tracciona a las inversiones que incrementan el nivel de actividad, ¿qué es lo que alienta este crecimiento aparentemente a-causal? La única argumentación congruente estaría dada por los famosos argumentos “por el lado de la oferta”, que ponen el énfasis en la reducción de los costos, olvidando religiosamente que la ganancia se realiza vendiendo, no gastando menos en la producción.

En relación a esto, recientemente el ministro de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires, Andrés Larroque, se quejó de que este gobierno está adulterando el contrato electoral, entre otras cosas, manteniendo un “modelo (económico) de carácter sesgadamente productivo (…) y eso se complementa con una pérdida del poder adquisitivo, con salarios bajos”. Aunque esta sea la intención que el gobierno manifiesta en los actos más que en las palabras, no parece que sea posible. La consecuencia de ensayar ese camino es abandonar la lucha por los salarios a su suerte, y también al nivel de actividad. Como podemos ver en el siguiente gráfico, por más 10,2% de tasa de crecimiento y nivel de actividad alcanzado superior a la pre-pandemia que se intente festejar, el PBI de 2021 está mucho más cerca del nivel de 2019 que el de 2015 o 2017. Para ser exactos, el PBI de 2021 se reduce un 5,2% frente al de 2017. Comparando estos dos años, el consumo privado se reduce el 13,9%.

Estos hechos nos llevan a considerar cuáles son las verdaderas motivaciones del crecimiento de la actividad y de los salarios. El crecimiento sostenido solamente beneficia a clases que tienen una mejoría para transitar en su nivel de vida. El desarrollo capitalista no es de interés especial de los empresarios que alcanzaron una posición aventajada, puesto que ellos ya tienen su nivel de vida elevado al máximo que pueden obtener. Más aún, les trae problemas, porque tienen que negociar sus ingresos con los trabajadores y enfrentar conflictos. Sus márgenes de decisión se ven contraídos por la necesidad de acordar con el poder político, en función de intereses que perciben como ajenos. Los que se benefician con el desarrollo son los trabajadores, quienes –en cambio– pueden sostener una mejora del nivel de vida.

Por eso, la coalición que propugne un cambio en las condiciones materiales de vida en la Argentina debe estar encabezada por representantes políticos de sectores que entiendan que el objetivo directo es una mejoría en este sentido, y que no existe para ello otro medio que el de elevar los ingresos salariales y el de orientar capitales a la adecuación de una estructura productiva que permita sostenerlo.

El crecimiento no se produce por el azar. Se explica por la producción de una mayor cantidad de bienes y servicios que satisface una demanda creciente de diferentes consumidores y que obliga a los empresarios a invertir para capturar los mercados que se abren. A su vez, al tener un mayor poder adquisitivo, los trabajadores pueden mantener a sus hijos para que estudien y se califiquen para realizar trabajos de coordinación más exigentes. Todo esto debe ejecutarse en conjunto con una vigorosa sustitución de importaciones, que algunos tildan de arcaica sin ahondar en explicaciones ni debatir si existe otra manera concebible de que una sociedad que consume más energía y bienes de consumo durables se abastezca de manera autónoma e independiente. Aunque parezca una obviedad, se vuelve inevitable recordarlo en los tiempos que corren.

El camino seguido hasta el momento por el gobierno fue el de abrazarse a los favorecidos por el orden puesto en cuestionamiento por la sociedad argentina tanto en las elecciones de 2019 como en las de 2021 –sin que medie ninguna paradoja–, mientras se desentiende de los otros intereses que debe congeniar, ¡a la vez que dice estar encaminándose a cumplir con sus fines de origen! De seguir así, induce a reflexionar si su destino más probable como sujeto político es el de diluirse, por carecer de relevancia histórica y contradecir los intereses de quienes dice representar. En cualquier caso, eso es lo menos importante. Lo que realmente pesa en el porvenir es que estas características de la coyuntura argentina seguirán presentes, por lo que deben ser tenidas en cuenta por los interesados en conseguir un cambio de situación.

.

.

EL BLANCO SON LOS TRABAJADORES

Para ir contra los salarios, la derecha no necesita populistas confundidos y avergonzados

POR ENRIQUE ASCHIERI

La clase dirigente argentina manifiesta un comportamiento político ambivalente con respecto al nivel del salario. La derecha que extravió el sentido nacional cree que bajarlo es una especie de deber moral. Se respalda en recursos ideológicos tradicionales, tipo la meta de ser competitivos o que no se puede vivir por encima de los recursos de los que se dispone, puesto que el déficit comercial (importaciones mayores a exportaciones) pasa la factura. Enfrente, donde habita (o debería habitar) el otro lado del espectro político, el empeño es recuperar lo perdido por el poder de compra de las remuneraciones, estropeado por los antecesores de la derecha liberal, aunque el nivel a restablecer esté lejos de ser plausible, es decir: económicamente racional por lo bajo.

En ambos flancos se acepta —implícita o explícitamente— que el Estado puede demoler el poder de compra de los salarios, pero no que pueda impulsar al alza el poder de compra de los salarios. En el lado derecho, como su diagnóstico es que el populismo desaforado subió el nivel promedio de los salarios muy por encima de su valor de equilibrio, y ese es el origen de la crisis existencial argentina, el gran remedio para el gran mal es bajarlo (y si se puede bajar de una vez por todas al peronismo, óptimo). Así es que en el ámbito de esa postura política no tiene ni sentido postular semejante cosa como una estrategia para subir los salarios. En el otro lado del espectro político ni se lo plantean, en razón de que aumentar el poder de compra de los salarios bastante por encima del nivel que horadaron los liberales, va más allá de lo que creen es su competencia política y posibilidades. En el mejor de los casos, imaginan que su gran y único papel posible es el de la tarea reparadora. Devolverle a las remuneraciones lo que los derechistas hirsutos les arrebataron. No más.

Un diagnóstico muy alejado de la realidad —y por eso, con consecuencias políticas nada felices— es el medrado por ciertas voces del oficialismo al momento de aducir que el desempleo actual en el 7% de la población económicamente activa (la comprendida en la amplia franja etaria de 18 a 65 años de edad) manifiesta que el ejército de reserva de los trabajadores está reducido a su mínima expresión. A partir de allí, argumentando que la demanda laboral de los patrones supera largamente la oferta laboral de los trabajadores, no queda otra que transitar por un período de intenso aumento de salarios. Estas clases de diagnósticos e iniciativas vienen impulsados por las mejores intenciones de atenuar la pobreza sin encarar la causa principal que la genera: los salarios de morondanga. No caben dudas de que la muchachada tiene buen corazón, pero como quien dice, sin el cuore no se puede, con el cuore no alcanza.

Ejército de Reserva

El ejército de reserva es un categoría que Karl Marx creo y desenvolvió en El Capital, capítulo XXIII, titulado: “La ley general de la acumulación capitalista”, inserto en el libro uno, sección séptima titulada: “El proceso de acumulación del capital”. En ese capítulo también aparece el concepto de composición orgánica del capital (relación capital – trabajo). Afirma allí Marx que “al crecer el capital total crece también el capital variable [es decir la masa de salarios] , y por tanto la fuerza de trabajo absorbida por él, pero en una proporción constantemente decreciente”. (De aquí en más, cuando se cita a Marx las cursivas –si las hubier— son de él). “Por tanto —continúa Marx—, al producir la acumulación del capital, la población obrera produce también, en proporciones cada vez mayores, los medios para su propio exceso relativo”.

Sobre esa base infiere Marx que “si la existencia de una superpoblación obrera es producto necesario de la acumulación o del incremento de la riqueza dentro del régimen capitalista, esta superpoblación se convierte a su vez en palanca de la acumulación del capital, más aún, en una de las condiciones de vida del régimen capitalista de producción. Constituye un ejército industrial de reserva, un contingente disponible, que pertenece al capital de un modo tan absoluto como si se criase y mantuviese a sus expensas”. En consecuencia Marx describe que “a grandes rasgos, el movimiento general de los salarios se regula exclusivamente por las expansiones y contracciones del ejército industrial de reserva, que corresponden a las alternativas periódicas del ciclo industrial. No obedece, por tanto, a las oscilaciones de la cifra absoluta de la población obrera, sino a la proporción oscilante en que la clase obrera se divide en ejército en activo y ejército de reserva, al crecimiento y descenso del volumen relativo de la superpoblación, al grado en que ésta es absorbida o nuevamente desmovilizada”.

En principio esto le estaría dando la razón a las voces oficialistas que auguran un crecimiento del poder de compras de los salarios. Máxime teniendo en cuenta, además, que al principio del capítulo XXIII el filósofo y economista alemán puntualiza que “las necesidades de acumulación del capital pueden sobrepujar el incremento de la fuerza de trabajo o del número de obreros, la demanda de obreros puede preponderar sobre su oferta, haciendo con ello subir los salarios. Más aún; cuando los supuestos anteriores se mantengan invariables durante cierto tiempo, los salarios tienen necesariamente que subir. En estas circunstancias, como todos los años entran a trabajar más obreros que el año anterior, llega forzosamente, más temprano o más tarde, un momento en que las necesidades de la acumulación comienzan a exceder de la oferta normal de trabajo y en que, por tanto, los salarios suben”.

Desmentida congruente

Por la mitad de ese capítulo XXIII Marx subraya que “el mecanismo de la producción capitalista cuida de que el incremento absoluto del capital no vaya acompañado por el alza correspondiente en cuanto a la demanda general de trabajo (…) La demanda de trabajo no coincide con el crecimiento del capital, la oferta de trabajo no se identifica con el crecimiento de la clase obrera, como dos potencias independientes la una de la otra que se influyesen mutuamente. Les dés sont pipés [los dados están cargados]”. La observación lo haría entrar en una flagrante contradicción respecto de lo afirmado en los párrafos precedentes citados. Es sólo aparente. De acuerdo con su método habitual, Marx comienza su análisis asumiendo una situación que resulta muy poco probable que suceda, y justamente le dedica una primera sección de varias páginas bajo el título: “Siendo la misma la composición del capital, el progreso de la acumulación tiende a elevar la tasa de los salarios”. Allí dice: “Supongamos, entonces, que la composición del capital sigue siendo la misma». Luego viene una segunda sección bajo el título: “Cambios sucesivos de la composición del capital en el progreso de la acumulación y la disminución relativa de esta parte del capital que se intercambia contra la fuerza de trabajo”. En esta segunda sección se deshace de la situación apócrifa establecida en la primera y advierte que es menester “aclarar las condiciones en que se logra este progreso, del que hasta ahora hemos considerado como fase particular en el que el aumento de capital se combina con un estado estacionario de su composición técnica”. Entonces Marx contraría los supuestos del apartado anterior y explica que «en el progreso de la acumulación (…) No sólo hay aumento cuantitativo y simultáneo de los diversos elementos del capital real (sino) cambios cualitativos (…) en la composición técnica del capital (…) Es decir que la masa de los equipos y materiales aumenta cada vez más en comparación con la cantidad de mano de obra necesaria para ponerla a trabajar (…) A medida, entonces, que el crecimiento del capital vuelve más productivo al trabajo, disminuye la demanda en proporción a su propia magnitud (…) más el trabajo gana en recursos y en poder, más es la presión de los trabajadores sobre sus medios de empleo, más la condición de existencia del asalariado, la venta de su fuerza, se vuelve precaria (…) Más la reserva crece, más se acrecienta el pauperismo oficial. Esta es la ley general absoluta de la acumulación capitalista”.

Es aquí donde el concepto marxista de «ejército de reserva», en tanto elemento clave del sistema, cobra todo su sentido. La tesis de Marx es que si bien la situación parece ser más favorable para el trabajador, es decir, la acumulación de capital tiene una tasa superior al crecimiento de la población, resulta a fin de cuentas negativa, porque la abundancia de capital, en lugar de aumentar la demanda de fuerza de trabajo, induce, por el contrario, a un desarrollo de las fuerzas productivas materiales que finalmente desemboca en una eliminación del trabajo vivo (sustitución de trabajadores por máquinas, mano de obra calificada por trabajo no calificado, de hombres por mujeres, de adultos por niños, etc.). El principio subyacente de la tesis de Marx es el hecho evidente de que, para ser factible, según cualquier criterio, una máquina debe incorporar menos trabajo que el que desplaza. El aumento de la relación producto / trabajo, es decir: la productividad del trabajo, debido al progreso técnico, en lugar de traducirse en más producto para el mismo número de trabajadores (y por lo tanto, más chances que antes de aumentar la parte de cada uno), se traduce en un menor número de trabajadores para el mismo producto. Una parte de los trabajadores, necesarios anteriormente para producir un volumen determinado de producto, se convierte en excedentes y van a engrosar las filas del ejército de reserva. La competencia empleados-desempleados empuja sus salarios hacia abajo. En otras palabras, la tesis de Marx no es que la acumulación tiene un efecto positivo en los salarios salvo que ex post se tope con un ejército de reserva, como manifiestan ciertas voces del oficialismo, sino que tiene un efecto negativo a causa del ejército de reserva que la misma engendra ex ante. En rigor, esas voces del oficialismo subvirtieron el verdadero sentido del ejército de reserva.

Todo esto demuestra la vana ilusión de esperar que por la desmovilización del ejército de reserva suban los salarios. Aún si fuera el caso, el punto más acuciante es otro: el de que cómo se establece el nivel de salarios que siquiera aumentando, resulta bajo para reproducir la vida de una familia argentina. Las voces oficialistas no sólo invocando el ejército de reserva de Marx se colocan en sus antípodas, sino que también lo hacen cuando implícitamente conectan el nivel de salario con la productividad para establecer su nivel. Dado un “tiempo de trabajo necesario” (argot marxista que significa: el tiempo que el obrero debe trabajar para producir un valor igual al valor de los productos que debe consumir para vivir y reproducirse), el crecimiento de la productividad desde esa base se refleja en un aumento de la canasta de bienes y si el salario esta en proporción creciente al aumento de la productividad (por obra y gracia que se desmovilizó el ejército de reserva), el salario real aumenta. Eso no tiene que ver con la realidad, ni con el análisis de Marx.

Prima facie, el valor de la fuerza de trabajo no está establecido por determinada cantidad de horas, sino por la canasta de bienes que las fuerzas políticas en pugna determinaron que era aceptable para reproducir la vida del trabajador y su familia. El salario es un precio político. El crecimiento de la productividad no hace incrementar la canasta de bienes, lo que sí hace es acortar el tiempo necesario para producirla. Ese aumento de la productividad abre las puertas para que la canasta se agrande. No es automático, y para franquear el umbral debe mediar la disputa política cuyo eje son los sindicatos. Como observó ya hace más de un siglo Mijail Tugan-Baranovsky, un economista ucraniano que no era marxista pero hacía uso del herramental teórico provisto por Marx, a propósito del grado de sindicalización de la clase trabajadora inglesa a finales del siglo XIX. Ya en esa época Tugan constata que en la cuna del capitalismo los salarios aumentaban incluso en situaciones de crisis. Al respecto, observa Tugan que “el mercado de trabajo… ya no es un amasijo revuelto de trabajadores, entre los que no existe lazo alguno y compiten entre sí. Un grupo relativamente pequeño de sindicalistas, reglamenta las condiciones de trabajo de todos los obreros calificados y también de una parte de los demás, y las leyes sobre las fábricas reducen asimismo la competencia entre los obreros”.

Esta mala performance conceptual no deja de ser una petición de principios de una postura política a favor del supuesto espíritu de diálogo, búsqueda de acuerdo y prudente moderación. Se revela lo que realmente es: una coartada conservadora, cuando se cae en la cuenta de que estos rebatos al ejército de reserva y la productividad alientan la perspectiva de que la situación de los trabajadores es una función creciente de la acumulación de capital. De ahí a caer en alguna variante del TINA (There Is No Alternative: no hay alternativa) de Margaret Thatcher hay un solo paso, que todo parece indicar que han dado. Y colorín colorado, este cuento ha terminado cuando la realidad los trompea, porque sin un Estado que lauda a favor de los sindicatos, el aumento de la productividad acrecienta la ganancia, nunca los salarios, por la sencilla razón de que estos dependen de la lucha política. Esto no significa trocar el ánimo negociador por el belicoso. Todo lo contrario.

Al fin y al cabo, para ir contra los salarios está la derecha sin sentido integrador nacional. No les hace falta populistas, digamos, confundidos. La derecha que extravío el sentido nacional la tiene obsesivamente clara. Como si su comportamiento de Ahab contra los salarios lo hubiera escrito Herman Melville en la impresionante novela Moby Dick, más específicamente en el capítulo: “La blancura de la ballena”. Dice Ismael (el que vivió para contarla) que “era, sobre todo, la blancura de la ballena lo que me aterraba (…) la blancura es el símbolo más significativo de lo espiritual (…) y al mismo tiempo el factor que intensifica las cosas más terribles para el hombre (…) cuando meditamos acerca de todo esto, el universo paralizado surge ante nosotros como un leproso (…) La ballena era el símbolo de todas estas cosas. ¿Cómo puede asombrarte, lector, la ferocidad de la caza?” De corriente, el blanco son los trabajadores. Más blanco todavía cuando la inflación se desboca, porque como ciencia y experiencia demuestran, son los chivos expiatorios por excelencia sacrificados para conjurarla. La ferocidad de la caza debe alertarnos, no asombrarnos. A propósito, el cachalote venció a Ahab.

Gregory Peck, el Ahab de John Huston.
Envio:RL

No hay comentarios: