Video entrevista
Taty Almeida, a corazón abierto: su recuerdo de Cuyo, su lucha y el legado de esperanza en los jóvenes
La Madre de Plaza de Mayo estuvo en San Juan y compartió una charla con Tiempo de San Juan. Cómo fue su transformación tras la desaparición de su hijo Alejandro, su compromiso con los derechos humanos, lo que implicó el kirchnerismo y la memoria como eje de la historia.
Uno puede perderse en la mirada de Taty Almeida. En esos ojos encierra lucha, vitalidad y una fuerza arrasadora motorizada por el amor. En 1975 esta Madre de Plaza de Mayo sufrió el peor desgarro que puede padecer un ser humano: el terrorismo de Estado desapareció a su hijo Alejandro, que tenía 20 años por aquel entonces. En el camino de la búsqueda, de respuestas ante la indiferencia y la tortura estatal, conoció más en profundidad a su hijo a pesar de la ausencia. Llegó a lo profundo de Alejandro y como ella lo dice, “fue parida” por él en un doloroso proceso interno. Fue así como nació una nueva mujer. Hoy, con 92 años, es emblema de la lucha por los derechos humanos y por mantener la memoria en un país que muchas veces intentó mediante sus representantes esconder bajo la alfombra el plan sistemático de la dictadura militar.
Taty vino a San Juan a inaugurar un refugio para mujeres que lleva su nombre, espacio generado y creado por Patria Grande en el departamento Rawson. Durante su estadía, compartió una charla con Tiempo de San Juan en la que recordó su paso por Cuyo. Es que en su niñez y temprana adolescencia vivió en Mendoza y guarda en su corazón aquellos momentos amparados bajo el sol potente de la cuyanía.
Taty contó cómo se sumó a Madres de Plaza de Mayo línea fundadora, cómo fueron esos momentos en los que se “depiló los pelos del gorilismo”, según sus propia definición. También, como testimonio para aquellos que no saben el por qué del pañuelo, Taty lo volvió a contar, con mucho amor y sin cansarse de responder. Es que ella es el testimonio vivo de la lucha por la memoria, la verdad y la justicia y sabe que es la única forma de mantener la llama del nunca más en Argentina.
Cuando Taty describe a Alejandro, se nota que no cabe más orgullo en su cuerpo. Ale era militante, palabra que dejó de ser un prejuicio para ella en ese descubrir a su hijo que vivió en los '70. Ale era el hijo del medio, era un convencido militante por la igualdad, en la que el otro fuera el camino para el desarrollo social. También era un poeta, cuyas palabras fueron leídas en público por primera vez en un memorable acto encabezado por Néstor Kirchner. Taty imprimió un libro con los 24 poemas de su hijo, titulado “Alejandro, por siempre...amor”. ¿Qué otra palabra podría usar una madre para recordar a su hijo arrebatado más que amor y por siempre? ¿No es acaso la eternidad el lazo que une a los hijos con sus padres? La entrevista, en este video.
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