LA CONJURA DE LOS NECIOS
SEP 18, 2022
Cuántos más detalles se conocen sobre las personas involucradas en la tentativa de homicidio de la Vicepresidenta CFK, que investiga la jueza federal María Eugenia Capuchetti, mayor es el asombro por sus reflexiones lunáticas, la precariedad de sus medios, la ausencia de profesionalismo para llevar a cabo el crimen que los obsesionaba y la inverosimilitud de sus explicaciones una vez que se vieron forzados a darlas, tanto en entrevistas de prensa como ante la Justicia. Pero de ahí a descartar que exista conexión con poderosas personas y estructuras formales y legales hay una distancia que sólo puede recorrerse con la voluntad de minimizar el hecho y, sobre todo, proseguir con la demonización de Cristina, como causa y razón de todos los males que padece el país.
Los audios y chats en los teléfonos de los detenidos Brenda Uliarte, Fernando Sabag Montiel, Gabriel Carrizo y Agustina Díaz no dejan dudas sobre la programación del crimen en los tres meses previos a la tentativa, la misma época en la que se constituyeron los grupos de choque Nación de Desamparados y Revolución Federal. Los defensores de Carrizo son Gastón Marano, asesor del senador del PRO Ignacio Torres en la comisión bicameral de fiscalización de los organismos de inteligencia; Brenda Salva, asesora de la diputada PROcaz Karina Bachey, y Fernando Sicilia, defensor del grupo Super Mario Bros de la AFI de Macrì.
Las constancias contra Carrizo son tan contundentes (deplora que haya fracasado el magnicidio, dice que la fecha y el arma previstos eran otros, que él le había dado a Uliarte una pistola .22, por la que teme ser identificado hasta que se entera de que el arma secuestrada fue de otro calibre) que no encontró mejor defensa que decir que estaba hablando en broma con su hermana.
Conexiones
Hay otras puntas para investigar los vínculos entre el grupo visible de ejecutores y propagandistas del magnicidio y sectores del poder económico y político:
- Un contrato entre el revolúfederalista Jonathan Morel y una empresa “del grupo Caputo”. Revolución Federal colocó horcas, guillotinas y bolsas funerarias y atacó con bombas de estruendo y teas encendidas la Casa de Gobierno, y prometió balas o cárcel para la Vicepresidenta.
- La relación de los revolúfederalistas Gastón Guerra y Leonardo Sosa con la empresaria de bienes raíces Ximena de Tezanos Pinto, quien los recibió en su departamento, ubicado en el piso superior al que ocupaba Cristina en el edificio de Juncal y Uruguay. Tezanos Pinto niega ser revolúfederalista y declara militar con los Republicanos Unidos de Ricardo López Murphy.
- Un proyecto de Gerardo Milman, que dos semanas antes del hecho, vaticinaba “un falso ataque a la figura de Cristina”.
Gepetto y los Caputo
La relación con Caputo fue mencionada por primera vez en la revista Anfibia, por el periodista Nicolás Baintrub. En la nota titulada “Que tengan miedo de ser kirchneristas”, el reportero escribió:
“La mañana del 14 de septiembre, Jonathan dirá, en una entrevista telefónica con este cronista, lo siguiente:
—Uno de mis clientes es el grupo Caputo.
La empresa de Nicolás Caputo, ‘hermano del alma’ de Mauricio Macri, lo habría contactado en marzo a través de una decoradora y le encargó muebles para un edificio en Neuquén.
—Hice dos facturas. Una por un millón de pesos y otra por 760.000 —dirá Jonathan.
También dirá que su carpintería nunca había tenido un cliente tan grande.
El entorno del empresario Nicolás Caputo negó la información (el vínculo podría ser con una firma de los hermanos de Luis Caputo, ex ministro de Finanzas de Macri y primo de Nicolás)”.
Doctor Jekyll y Mr. Hyde
Morel asume en esa y en otras entrevistas una actitud calma y reflexiva, incompatible con la furiosa y virulenta que surge de los audios en la plataforma Twitter Space, de la que el propio pirómano era administrador. En cuanto se produjo el atentado, Baintrub llamó a Morel y su primera reacción fue lamentar que el asesino hubiera fallado, según le contó el periodista esta semana a Reynaldo Sietecase, en la radio Con Vos. En otra entrevista, no supo contestar con alguna precisión las preguntas de Gabriel Sued y Noe Barral Grigera acerca de qué equipamiento había entregado a Caputo.
Su perfil en las redes antisociales incluye la propuesta “Bala a los kirchneristas”. El soldado voluntario del Ejército Franco Castelli, que el día anterior al atentado fue detenido luego de agredir con una llave inglesa a los militantes que acompañaban a Cristina frente a su departamento, le cuenta que en Santa Cruz suele cruzarse con Máximo Kirchner.
—¿Cómo no lo mataste? —le pregunta Morel.
En el chat del sábado 27 de agosto titulado Amor en Recoleta, Morel también dice:
- “Cuando el pueblo de tibios se organice van a tener muertos de verdad, no van a tener uno (…). Tenemos que decir un ‘basta’ rotundo. Que los vecinos de Recoleta, por favor… uno, una vieja de 80 años, que no le va a pasar nada, ponga a calentar una olla, señora, haga patria. ¡Por favor, pelalo como un chancho!”
- “Hay que ir a buscarlo al hijo de puta de Larreta. Larreta preparate porque te vamos a ir a buscar, esto es culpa tuya”.
- “Hay que matarlos, por favor, hay que matarlos. Con esta gente no se puede convivir”.
- “Yo esperaría las elecciones si se presentara Videla, boludo. Si se presenta alguien que me lo resuelva, te espero a elecciones. Para votar a gente que es tibia, que nunca agarró una pala en su vida, que no saben lo que es defender lo suyo porque nunca tuvo miedo a que se lo choreen (…)»
- “Matarlos, hay que hacer algo, por favor. Pongan mano dura. Pónganlos contra una pared, no puede ser que hagan lo que quieran. Los ciudadanos de bien tenemos las bolas llenas”.
- “Provocalos, cagalos a palazos, dejalos a todos chorreando sangre. Vieja, joven, grande, mujer, hombre cagalo a palazos. Zurdo, peroncho, kirchnerista, ni idea, ni los mires. Que se joda por estar ahí haciendo quilombo. (…) Bajale la dentadura, rompele el comedor”.
- “¿Sabés cuál es la paz social? Que si me siguen rompiendo las pelotas (…) hacemos cuatro molotov cada uno, nos juntamos 20 patriotas y lo resolvemos. Es así de sencillo. Qué paz social, dejate de romper las pelotas, actuá, hacé algo”.
- “Dios mío, los milicos no pudieron con todos los montoneros, pero capaz nosotros podemos contra toda la resaca, ¿no? Con los nietos, con los hijos”.
- “¡Repriman! Ya está. ¿Vas a perder un voto por matar cuatro kirchneristas? Vas a ganar 10, boludo. Hoy por hoy, el que haga algo, o diga algo groso, va a ganar votantes.
- “El que salga ahora al Twitter diciendo que hay que hacer algo gana votantes. Dentro de Juntos por el Cambio, la que hoy por hoy más seguidores tiene es Patricia Bullrich”.
- “Le tiraron un avión al Pentágono, por favor, alguien que esté yendo para Aeroparque, desviate, son 20 metros desviate, te falló el radar, ¡hagan patria, carajo! No lo puedo creer. Un retirado de la Fuerza, alguien que haga algo, alguien. Necesitamos un hombre bomba, dios mío, la puta que los parió”.
También participan otros revolúfederales en la conversación:
- Gabriel Gomez (@gagomezar): “Votan peronismo porque cuando eran chicos les regalaron la bicicleta. (…) Compraron votos para toda la vida. (…) Esto no tiene que terminar bien. (…) Hoy el que no apoya al kirchnerismo ve que a estos los cagan a palos, con más razón van a votar contra Cristina en la próxima. Al fin uno que les pega, van a decir. (…) Bullrich va al frente, no está en esa tibieza”. (…) Las fuerzas de seguridad son las que tienen que resolver. Lamentablemente, las Fuerzas Armadas después del ’83, por ley, no pueden hacer nada con la seguridad interior. (…) Los militares hoy están cruzados de brazos mirando cómo se cagan a palos y diciendo que venga a pedir ayuda y los saco cagando. Dos veces no van a hacer lo mismo”. A lo que Morel le responde: “No, porque después la gente los deja tirados”, una interesante reflexión sobre el efecto estabilizador para la convivencia democrática que han tenido los juicios por Crímenes de Lesa Humanidad.
- Leo Sosa (@leobertario): No, con esta gente tampoco se soluciona por los medios democráticos. (…) Cuántas elecciones más quieren ganarles a estos para ver si cambia algo. No pasó en 2013, en 2015, 2021. (…) Para que termine bien esto tiene que pudrirse entera hoy a la noche. Si tienen que caer 20 policías, que caigan. Capaz que así las Fuerzas Armadas dicen ‘che, nos están tocando el culo y no hacemos nada’ (…) Bullrich es la rescatable. Porque en época de cuarentena se ponía las marchas al hombro, porque era la cara”.
Aquel día, efectivos de la policía porteña insultaron y agredieron a Máximo Kirchner, Luana Volnovich, Axel Kicillof y Andrés Larroque. Ante una consulta para esta nota, un asesor de Rodríguez Larreta dijo que fueron identificados y separados de la fuerza, pero que no se difunden sus nombres para evitar escraches. Agregó que el ministro de Seguridad Marcelo D’Alessandro se lo comunicó al propio Kirchner y al viceministro de Justicia Juan Martín Mena. Ambos confirmaron haber recibido ese mensaje. Pero no se informó cuántos son ni cuál fue el procedimiento para sancionarlos.
El artículo de Anfibia está ilustrado con fotos de Morel exhibiendo las teas que fabricó en su carpintería de Boulogne y con las que el 18 de agosto se intentó prender fuego a la Casa Rosada. De esa movilización participó Brenda Uliarte, quien se quejó de la tibieza y pasividad de los libertarios.
En las entrevistas posteriores, diversos medios le conceden amplio espacio para explayarse. El propio Morel y su abogado defensor, Nilo Medina, destacan que fueron los periodistas los que le dieron amplia difusión a sus posturas. Morel camina con astucia por un borde filoso: por un lado niega ser violento, por otro justifica la violencia por el hambre y la exclusión social. En un audio lamenta no tener una bazuca para voltear el helicóptero del Presidente Alberto Fernández, pero en las entrevistas dice que no es loco como para cometer un atentado que “me cagaría la vida”.
En varias de sus exposiciones tanto Morel como Gastón Guerra, así como Tezanos Pinto cuando habla de ellos, arguyen su carácter de jóvenes sin perspectivas de mejora en una situación socioeconómica hostil, lo cual explicaría su enojo contra los políticos. Es cierto que la desocupación y la precariedad del empleo son mayores entre los más jóvenes. En el último año este rasgo se ha acentuado. En el primer trimestre de 2021 tenían empleos informales el 65,68% de los jóvenes de 18 a 24 años, contra 54,4% de la población total, mientras que en el primer trimestre de este año, esa cifra se incrementó levemente, hasta el 66,4%, mientras en la población total se mantuvo en 54,6%.
En términos absolutos, la proyección interanual de precariedad en el empleo creció entre los primeros trimestres de 2021 y 2o22 en 110.000 jóvenes de 18 a 24 años y en 111.000 de entre 25 y 29 años.
Estos son datos incontrastables, pero de ninguna manera justifican la representación que estas agrupaciones liberales y fascistas neo se adjudican y que canalizan en contra de quienes reclaman cambios de política que reviertan esa situación. Esa es la paradoja de Cristina, cuya base de sustentación se debe al recuerdo de sus gobiernos, distinta a la que hoy debe consentir ante la ofensiva de las grandes patronales y la endeblez de la construcción política gobernante.
De todos modos, la antipolítica más estridente, encarnada en Javier Milei, es desmentida por las alianzas políticas que sostienen al chico de la peluca. En Tucumán, por ejemplo, su principal apoyo es el partido del ex dictador Domingo Bussi.
Alquileres
Ximena Tezanos Pinto cuenta que le alquiló una habitación de su departamento en el 6° piso de Juncal y Uruguay a la abogada Gladys Egui, una mujer que, según le contó al periodista Gustavo Grabia, vivía en situación de calle. Allí duerme y atiende a sus clientes, entre ellos Leonardo Sosa, el @leobertario del chat anterior, y Gastón Guerra, quien golpeó y pateó la camioneta de Sergio Massa el día de su asunción ministerial e insultó, empujó y amenazó al periodista Lautaro Maislin, quien lo denunció. En esa causa, lo defiende Gladys Egui. Pero Egui la desmiente. Ante una consulta para esta nota, la abogada negó alquilar una habitación chez Tezanos, pero no explicitó más detalles porque dijo que rehúsa hablar de su vida privada.
Ayer Egui realizó una presentación ante la jueza Capuchetti, de cuyo contenido también se negó a hablar.
Tezanos Pinto también recibió en su vivienda a Guerra y Sosa, a quienes se refiere afectuosamente como dos buenos muchachos, humildes, que quieren progresar en la vida. Tezanos Pinto le dijo a La Nación que quien le presentó a Egui fue su amiga Cristina Luján Romero, del grupo Equipo Republicano, a quien conoció en una marcha en apoyo del policía Luis Chocobar, encomiado por Patricia Bullrich y Maurizio Macrì después de dispararle por la espalda a un ladrón desarmado que huía. Romero fue denunciada penalmente por dos legisladoras del FdT, a quienes insultó y amenazó con prender fuego el 4 de julio, cuando se dirigían al acto de asunción de Silvina Batakis. Equipo Republicano también participó en una agresión en Paraná a los abogados del ex gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri. Su referente político es Patricia Bullrich, a quien acompañó en la presentación de su libro Guerra sin cuartel.
Los chats entre Uliarte y Sabag mencionan el propósito de alquilar un departamento en Recoleta, desde el que un francotirador pudiera matar a la Vicepresidenta. “Hace falta un francotirador. Viste que la mina se pone en el balcón, pimba, un tiro en la cabeza, hacerla mierda”, dice el asesino en potencia. La página en la red profesional Linkedin de Tezanos Pinto, redactada en inglés y sin traducción al castellano, ofrece alquiler temporario de departamentos en Recoleta, con la denominación 1054 Apartments.
En otro de los audios, de un día previo al atentado, Sabag le dice a Uliarte que “cuando ella se metió, la siguieron y ahí tendría que haber sido”. Esto sugiere la existencia de un grupo criminal más grande. La pregunta inevitable es quiénes siguieron a Cristina.
El submundo
Hace más de medio siglo el psicopatólogo inglés Norman Cohn demostró cómo, dónde, cuándo y quiénes inventaron el fantástico plan que atribuye a los judíos la intención de dominar el mundo. En el prólogo de su libro El mito de los sabios de Sion Cohn escribió que “tal vez sea difícil admitir que se pueda dedicar un estudio científico y todo el tiempo y las energías que éste implica, a una ridícula fantasía como los Protocolos o a oscuras figuras como Hermann Goedsche, novelista de pacotilla; Osman Bey, estafador de poca monta; o Sergei Nilus, pseudo místico medio loco. Sin embargo, es erróneo suponer que los únicos escritores que cuentan son aquellos a los que los ilustrados pueden tomar en serio en sus momentos más lúcidos. Hay un mundo subterráneo en el que los ladrones y los fanáticos semianalfabetos agitan fantasías patológicas disfrazadas de ideas. En ciertas épocas ese submundo emerge de las profundidades y súbitamente fascina, captura y domina a multitudes habitualmente cuerdas y responsables que a partir de ese instante se despiden de la cordura y la responsabilidad. Y ocasionalmente ocurre que este submundo se convierte en una potencia política y modifica el curso de la historia”.
Ese submundo ha emergido varias veces en la Argentina e incluso llegó al gabinete nacional con el ex ministro de Bienestar Social José López Rega, y a los altos mandos del Ejército y la Fuerza Aérea con los generales Camps, Suárez Mason, Vilas, Mujica, Paladino o el brigadier Capellini. Durante el gobierno de Maurizio Macrì, Patricia Bullrich designó cómo subsecretario de articulación legislativa a Carlos Manfroni, el ex columnista de la revista Cabildo, donde escribió que
- El progresismo es un infeccioso mal.
- El materialista pueblo judío instruye a los hijos de Sión para conquistar el poder.
- La ‘filosofía’ del rock conduce al deseo desesperado de la muerte e induce al suicidio, como lo demuestran las letras de las canciones de Charly García, Luis Alberto Spinetta y Mauricio Moris.
- Ofrece la posibilidad de convertirse en un animal o un marica.
- La democracia y la libertad son productos de la hedionda Revolución Francesa, que para peor también fabricó el amor a la Humanidad, puro onanismo intelectual.
- Toda deformación de la cultura debe ser considerada subversiva y, como tal, erradicada.
Cuando lo publiqué, Manfroni le pidió disculpas a García y abjuró de esas ideas de sus veinte años. El gobierno ordenó ocultarlo, pero no por demasiado tiempo, porque el ex nacionalista ultramontano se metamorfoseó en un liberal con sello de calidad certificada: dirige una Fundación de Ética Pública y un curso en la Universidad Católica auspiciado por la embajada de Estados Unidos y es columnista del diario La Nación. Dos años después, el viceministro de Bullrich, Gerardo Milman, intentó designarlo en la Dirección de Inteligencia Criminal.
Milman es hoy uno de los edecanes de Patricia Bullrich en Cambiemos. El 18 de agosto presentó un proyecto de declaración. Lo acompañaron con su firma:
- Francisco Sánchez (el diputado cambiante que pidió la pena de muerte para Cristina),
- Pablo Torello (hermano del jefe de asesores de Macrì, José María Torello, en cuya oficina en la Casa Rosada atendía Fabián Rodríguez Simón)
- Ingrid Jetter (a quien su secretaria Andrea Cappa Piazza denunció por exigirle la entrega del 75% de su sueldo, bajo amenaza de despido),
- Héctor Stefani (autor de un proyecto que elimina las indemnizaciones por despido y las reemplaza por un seguro temporario; otro que elimina los aportes sindicales de trabajadores no afiliados y uno de proscripción a dirigentes sindicales condenados por algún tribunal); y
- Alberto Asseff (firmante de un proyecto que anula todas las leyes que permitieron juzgar a los autores de Crímenes de Lesa Humanidad, porque los considera actos de guerra cometidos en derecho de represalia).
En los considerandos del proyecto Milman y sus amigos expresan: “No vaya a ser que algún vanguardista iluminado pretenda favorecer el clima de violencia que se está armando, con un falso ataque a la figura de Cristina, para victimizarla, sacarla de entre las cuerdas judiciales en las que se halla y no puede salir, y recrear un nuevo 17 de octubre que la reivindique ante sus seguidores”.
Cristina tiene cura
En su primera aparición pública después del atentado, Cristina se rodeó de curas y monjas de la Iglesia Católica que viven y predican en barrios precarios del Conurbano bonaerense. Una parte era del grupo en opción por los pobres, en cuyo nombre el primero en tomar la palabra fue el quilmeño Ignacio Blanco. La otra la formaban los curas villeros de la escudería Bergoglio, en cuya representación habló el Padre Toto. Se llama Lorenzo de Vedia y es hijo de quien fuera crítico de cine y director de la página editorial de La Nación, Bartolo De Vedia. Familia numerosa, uno de sus hermanos es proveedor de guarradas contra Cristina en ese mismo diario y otro el fiscal que denunció la extorsión de Fabián Rodríguez Simón contra Alejandra Gils Carbó para que dejara su lugar en la Procuración General de la Nación. También habló la religiosa Ana María Donato, quien dijo que quienes hacen su misión en los barrios populares aman a Cristina, porque sus pobladores la aman, y que eso se debe a que durante sus gobiernos “comían bien y eran más felices. Hoy las cosas han cambiado”. Agregó que la persiguen porque es mujer, es inteligente y toma decisiones estructurales para el país, el continente y el mundo.
Cristina les leyó la versión taquigráfica de un debate de enero de 1930 en el Senado de la Nación, a raíz del intento de asesinato del Presidente Hipólito Yrigoyen el 24 de diciembre de 1929, cuando se trasladaba desde su domicilio en la calle Brasil hasta la Casa de Gobierno. Dijo que las posiciones del oficialismo y la oposición de entonces eran idénticas a las del presente.
El senador radical Délfor Del Valle dijo que el atentado era consecuencia “de la actitud intemperante y desorbitada de la prensa, de partidos y aún del mismo honorable Senado». El autonomista correntino Juan Ramón Vidal repuso que el oficialismo intentaba «mezclar este hecho del atentado contra el Presidente con la política actual, relacionarlo con la acción benéfica de la oposición y con la justa y saludable crítica de la prensa independiente».
Quien se sentó al lado de Cristina fue Domingo Bresci, quien el sábado próximo celebrará los 60 años de su ordenación. Militante de una coherencia inflexible, es el eslabón entre el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, que integró junto con Carlos Mugica, y del que conservó una preciosa documentación, y el grupo de curas en opción por los pobres.
El populismo de derecha
La referencia de Cristina al atentado contra Yrigoyen confirma lo que Macrì dijo con todas las letras: el objetivo del liberalismo neo, fronterizo con el neofascismo, no es retrogradar hasta 1942, antes del surgimiento del peronismo y sus tres banderas, sino hasta 1915, cuando aún no gobernaba el radicalismo. Es decir, borrar la política económica independiente, la justicia social y la democracia representativa de la mayoría. La Vicepresidenta insistió también en la necesidad del diálogo entre fuerzas políticas que no piensan lo mismo. Horacio Rodríguez Larreta no puede permitírselo, porque se lo devorarían los caranchos de la ultraderecha cambiante. Y Gerardo Morales es el carcelero de Milagro Sala, precursor de la persecución contra Cristina.
Pero también es imprescindible tomar en cuenta la eclosión en todo el mundo de una nueva derecha que procura tomar el poder, o conservarlo, por medios violentos. El 6 de enero de 2021 una turba incitada por Donald Trump tomó el Congreso de los Estados Unidos, con la intención de colgar al Vicepresidente Mike Pence, porque seguía escrutando los votos electorales que consagrarían la victoria de Joe Biden. El ideólogo del trumpismo, Steve Bannon, dijo en un reportaje al diario pinochetista de Chile El Mercurio que la suya es la cruzada revolucionaria de un capitalismo popular. “El mundo se verá obligado a elegir entre dos formas de populismo: el de derecha o el de izquierda. El centro está desapareciendo, eso es un hecho. Entonces, si vas a tener que acomodar tu filosofía de inversiones al hecho de que hay que preocuparse de las personas comunes y corrientes, parece evidente qué camino se debe seguir”. Para Bannon «nosotros somos los antifascistas que buscan deconstruir el Estado administrativo. Además somos individualistas”. Es la misma fantasía que llevó a los publicistas argentinos como Pablo Avelluto y el hijo de León Rozitchner a presentar a Macrì como progresista.
El diario Tiempo Argentino reveló el domingo pasado que la rama argentina de la internacional neonazi Atom-Waffen anticipó el atentado a Cristina.
Uno de sus símbolos es el sol negro que Sabag Montiel hizo tatuar en uno de sus brazos.
Informe sobre redes antisociales y entrevista con Egui, Martina Sol Garbarz.
Fuente:ElCohetealaLuna
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