En un carro de cartonero, sobre la hora, y acompañado de decenas de militantes, de esa manera tan particular presentó Juan Grabois, precandidato a presidente por Unión por la Patria (UxP), sus correspondientes avales a una sede del PJ para participar de una elección interna en las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) del próximo 13 de agosto. 

El líder del Frente Patria Grande juntó los avales necesarios presentarse como precandidato presidencial y competir en la interna de Unión por la Patria frente a la fórmula conformada por el ministro de Economía, Sergio Massa y el jefe de Gabinete, Agustín Rossi.

Grabois, quien se mantiene dentro de la coalición oficialista, competirá en las PASO con la lista que conformó junto a Paula Abal Medina, a cual será una boleta corta por lo que habrá listas de unidad en la categoría de diputados nacionales.

Fuente:DiarioRegistrado



El impacto del consenso en la Unión por la Patria

Cómo le irá a la fórmula Massa - Rossi: el anticipo de los encuestadores

Los principales encuestadores coinciden en que la unidad potencia al oficialismo y que el ministro de Economía es el candidato del espacio con mayor intención de voto. El impacto en la oposición y la incógnita sobre la gestión económica.

Por Raul Kollmann
Sergio Massa, flamante candidato de Unión por la Patria.

La casi totalidad de los nueve encuestadores y asesores en campañas electorales, consultados por Página/12, coincidieron en que para Unidos por la Patria (UxP) la fórmula de consenso puesta en marcha el viernes es un nítido paso adelante. En primer lugar, porque se supone que tranquiliza la interna y permite pronosticar que el dúo del peronismo será seguramente el más votado en las PASO. En segundo lugar, porque Sergio Massa es el candidato con mayor intención de voto en ese espacio, frente a una fórmula anterior Wado De Pedro-Juan Manzur que tenía poco conocimiento, en especial en el interior del país. Y, en tercer lugar, porque Massa tiene mayores posibilidades de captación de votos moderados, algo que aumenta a raíz -señalan los consultores- del endurecimiento del discurso de Horacio Rodríguez Larreta, que compite con Patricia Bullrich. Los encuestadores también señalan que la mayor dificultad de Massa-Rossi proviene de las noticias que vengan de la economía. Ahí está el riesgo, pero también algunas oportunidades.

"El peronismo pudo llegar a un acuerdo"

Federico Aurelio, de ARESCO, sostiene que “la decisión de la fórmula de UxP representa, en primer lugar, la capacidad que ha tenido el peronismo de llegar a acuerdos, a pesar de las diferencias que venían teniendo. Un acuerdo que Cambiemos quedó muy lejos de lograr. La fórmula elegida sintetiza las intenciones de CFK y Alberto Fernández, pero sobre todo visibiliza la relevancia de la actuación política de los gobernadores del PJ. A partir de esta unidad, el peronismo va a encarar con más confianza ser uno de los dos espacios políticos que clasifiquen al ballotage. Massa es el dirigente del peronismo que mejor viene midiendo para los escenarios de ballotage. El peronismo tiene el desafío de sostener esta unidad en la difícil gestión de gobierno que se transitará hasta las elecciones y proponer la mejor forma de transitar los problemas del país”.

"Massa fue muy crítico del acuerdo con el FMI"

Artemio López, de Equis, sostiene que “este paso es adecuado en tres dimensiones. En primer lugar, la dimensión orgánica. Se trata de una decisión que involucra a Cristina, líder para un sector mayoritario de UxP. Esas determinaciones no se deliberan. Segundo, desde el punto de vista electoral, la fórmula Massa-Rossi atrapa bien los votos del espacio, más o menos el 35 por ciento, y Massa puede intervenir con eficacia en distritos hostiles como Córdoba. Tercero, la perspectiva programática. Massa fue muy crítico del acuerdo delictivo Macri-FMI y su convalidación parlamentaria. Impugnó junto a Máximo -que incluso renunció a la jefatura del bloque- el tipo de acuerdo, el gran cerrojo que significa para frenar el proceso inflacionario y el deterioro de los ingresos”.

"En las PASO tendrán mejor desempeño que JxC"

Para Eduardo Fidanza, de Poliarquía, “la decisión de conformar una fórmula única, encabezada por Massa, admite, en principio, dos lecturas. La primera es que, independientemente de quién fuera el candidato, no tener PASO le puede permitir a UxP un buen desempeño respecto de JxC, que repartirá sus votos, y de Milei, que probablemente haya alcanzado su techo. Segundo, no queda claro, sin embargo, cuál será la capacidad de Massa para consolidar un electorado competitivo, considerando dos factores. Uno, si el voto duro de CFK lo acompañará, habida cuenta de las diferencias ideológicas, y dos, si con la actual situación económica (básicamente el índice de inflación) conseguirá votos independientes. Pronto lo iremos sabiendo, con los primeros sondeos y la evolución de los indicadores económicos”.

"Cristina ayudara a que no triunfe la derecha"

Roberto Bacman, del CEOP, afirma que “ante el actual escenario, la unidad es la única fórmula que le garantiza a UxP un mejor posicionamiento electoral. Es cierto que el contexto que se presenta es difícil. Nadie tiene con esta decisión el triunfo asegurado. En el mundo entero, los oficialismos pasan por un momento complicado. Pero también es cierto que la unidad cierra la interna a cielo abierto, le encuentra y potencia un rol mucho más específico y productivo para cada uno de los líderes de UxlP. Alberto Fernández puede concentrarse en el rumbo a su gestión para llegar al fin de su mandato. Cristina ayudará a que la derecha no triunfe en estas elecciones. No hay que olvidarse que ahí está el principal objetivo, que no triunfe la derecha como pasó en el año 2015. Sergio Massa muy probablemente no deje su ministerio durante la campaña, claro. Su desafío siempre será mejorar la economía. Inflación, renegociación con el FMI, esa monstruosa deuda heredada que es la principal fuente de contaminación económica a la Argentina con respecto a la inflación, y por supuesto mejorar salarios, mejorar ingresos".

"Se pelea más allás del voto kirchnerista"

Raúl Timerman, de Grupo de Opinión, está convencido: “es posiblemente lo más próximo al mejor paso que podía haber dado UxP. Desde hace mucho tiempo, una vez que se bajó Cristina de la fórmula y que Axel manifestó tantas veces que no quería ser candidato a presidente, vengo insistiendo que la mejor fórmula presidencial del espacio era Sergio Massa-Wado de Pedro. Ante la presencia de Daniel Scioli para disputar la interna, era probable que Wado ganara, con la transferencia de los votos de Cristina. Pero, después, Wado representaría lo que el 65 por ciento de los encuestados quiere cambiar. En esa situación, me animaría a decir que si Milei sigue deshilachándose, hasta estaba la posibilidad de que JxC gane en primera vuelta, sin ballotage. Ahora, con la fórmula que encabeza Massa se pelea no sólo el voto kirchnerista, sino también se buscarán apoyos en la franja de la ancha avenida del medio. Es la forma de ampliar y tratar de llegar con posibilidades al ballotage. Se aprovecha también el hecho de que Larreta se ha mimetizado bastante con el discurso de Bullrich".  

"Acerca votos de sectores medios"

Analía Del Franco, de Del Franco Consultores "Sí, yo creo que es una fórmula adecuada. Para adentro del UxP que vivía una situación de tensión importante. Es una fórmula que genera cierto consenso entre CFK, Alberto y los gobernadores. Creo que también Agustín Rossi tranquiliza, porque siempre fue cercano a Cristina. Y en lo que tiene que ver con el electorado, Massa siempre fue el mejor posicionado de todos los precandidatos que se medían, siendo obviamente también el más conocido, el más instalado. Uno puede decir, bueno, tiene el flanco de la situación económica, la inflación. Pero también puede exhibir la negociación con el Fondo, en la que puede tener un as en la manga. Desde la intención de voto, Massa aparece con niveles parejos en Provincia de Buenos Aires y el interior. Eso ayuda bastante y podría acercar el voto de sectores medios que hoy no votan a UxP".

"Individualmente alcanza hasta el 36%"

Santiago Giorgetta, de Proyección, diagnostica: "Sí, sin duda el paso adecuado era la lista de unidad. Eso no cabe ninguna duda. Que el candidato sea Massa tiene la fortaleza de que es, individualmente, el candidato que mayor intención de voto tiene en el espacio. Eso se desprende de nuestro último estudio de opinión pública donde vemos que de forma individual tiene un alcance de hasta 36 por ciento de intención de voto".

"Las PASO se pasarán con tranquilidad"

Carlos De Angelis, profesor de Opinión Pública. "Primó el hiperpragmatismo. En el acto de 25 de mayo, con Cristina al frente, los que la rodeaban eran la lista corta: Wado, Máximo Alicia Kirchner y Massa. Sin embargo, aparecieron situaciones como la del cambio de nombre y el surgimiento de Daniel Scioli, con cierta estructura de Hugo Moyano. Esto obviamente hizo correr alarma en los gobernadores con el resultado que conocemos. Ahora Massa plantea la apuesta de volver al centro, una promesa que el FdT había perdido, con la ventaja de que Larreta abandona ese centro para confrontar con Bullrich. Por lo tanto, está la posibilidad de llegar hasta el votante moderado, que no quiere un cambio al estilo de la violencia jujeña. Por eso, las PASO se van a pasar con cierta tranquilidad, probablemente ganarle a Milei y luego pelear mano a mano con JxC".

"Es también un mensaje para el poder real"

Marina Acosta, de Analogías. "La llegada de la coalición a una fórmula de unidad es adecuada en el contexto de la situación actual donde la ciudadanía viene percibiendo desde hace mucho tiempo un gran desorden en el sistema político en general y particularmente dentro de la coalición de gobierno. Por lo tanto, esta fórmula lo que hace de alguna forma es enviar un mensaje a la ciudadanía de orden interno. En este sentido también nos parece que puede ser un mensaje para el poder real, esto es el FMI, que muestra de alguna forma la cohesión interna del peronismo. Massa tiene un alto índice de conocimiento, es decir, casi del 100 por ciento, por lo tanto eso es un plus en la construcción de su candidatura y a partir de ahora lo que tendrá que hacer la coalición será ofrecer una base programática que permita movilizar al electorado".


El búnker, la mesa chica, la campaña y el programa económico

Qué hizo Sergio Massa en su primer día como candidato: entre Cristina, los cierres y el FMI

Se encargó, en persona, de girar articulando las listas. Su círculo íntimo, el acuerdo con el FMI y por qué el superministerio da pistas del armado del modelo. 

Por Leandro Renou
El ministro entrando a la camioneta que lo llevó de reunión en reunión

Luego de pasar toda la mañana del sábado en su casa de Tigre junto a su esposa y titular de AYSA, Malena Galmarini, el ministro de Economía y pre candidato presidencial de Unión por la Patria (UP), Sergio Massa, partió hacia la Capital Federal para encargarse, en persona, de articular los cierres de listas de cara a las elecciones PASO de agosto. Según explicaron a Página I12 desde su entorno, se movió en su histórica camioneta gris entre tres locaciones: pasó casi todo el día en el Ministerio de Economía, recalando de manera alternada entre la Cámara de Diputados y su oficina en Avenida Libertador al 850. Los que lo ladean y lo conocen de años cuentan que los cierres suelen ser su momento más activo. El otro activo que le reconocen como una virtud es "hacer campaña", donde "mejor se siente", describen. 

Lo cierto es que las horas de Massa en los armados terminaron anoche a las 24, luego de las rúbricas pertinentes y tras tiempos de misterio, idas y vueltas sobre la fórmula que, finalmente, compartirá con el santafecino Agustín Rossi. Pero el partido real del ministro empieza ahora. Es que la candidatura y su decisión de ser presidente y, a la vez, seguir siendo la cabeza de Hacienda, abre un escenario de preguntas más que válidas: cómo reaccionarán los mercados el lunes ante la nueva fórmula; cómo seguirá el nexo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), clave para que el Gobierno llegue con chances a los comicios de octubre; y, sobre todo, cómo se plasmará en la cancha la alquimia que lo llevó a Massa a ser candidato. En pocas palabras, cómo conjugará en Hacienda, en campaña y en una futura presidencia su impronta natural con las necesidades que la vicepresidenta Cristina Kirchner le ha planteado al gobierno de Alberto Férnandez. Un discusión sobre el modelo que viene. 

La relación con Cristina Kirchner

La mayoría de los que sobrevuelan su entorno suelen decir que el superministerio de Economía que se creó tras la salida de Martín Guzmán, fue el laboratorios de testeos de las tensiones massismo-kirchnerismo. Esa amalgama de Hacienda, Agricultura, Banco Central, AFIP, Aduanas, YPF y Energía, con cuadros de ambos lados trabajando en conjunto, mostró que la alquimia funcionó. Pero todos coinciden en que la llave para que la relación de Massa y la vice fluya fue una charla sobre el acuerdo con el FMI. Cristina planteó, incluso en público, que había que renegociarlo cada vez que se pudiera. "Es lo que viene hacienda Sergio", admiten en su entorno. 

Los que conocen a ambos, apuntan que hay una diferencia en el nexo de CFK y Massa que para la vice es central. La dirigenta que articuló buena parte de la alquimia de la fórmula presidencial prefiere que, aún con diferencias, le cuenten la verdad. Esa es la premisa en la relación de ambos. Los conecta un dato: ambos entienden que Guzmán les mintió con el acuerdo con el FMI, algo que el ex ministro niega pero que ellos y otros dirigentes sostienen. Finalmente, el nexo se forjó, también, al calor de la unificación de enemigos políticos. También el ministro sabe que el ojo del kirchnerismo y de sus bases están puestos en que no se repitan los errores de concepto ocurridos en la gestión actual. 

Mesa chica, el FMI y los precios

El pre candidato se movió en las últimas horas en un círculo chico de confianza. Allí están Cecilia Moreau, su pata política, y buena parte de su equipo en Hacienda: Guillermo Michel, jefe de Aduanas; el secretario de Industria, José Ignacio De Mendiguren; el titular de INDEC, Marco Lavagna; el vice del BCRA, Lisandro Cleri y un cuadro clave, el jefe de Gabinete de Hacienda, Leonardo Madcur. El sanjuanino, de orígen lavagnista, es el negociador técnico con el FMI y uno de los que estuvo en los mitines del sábado en Hacienda. 

En esa línea, un rato después de ese encuentro en Hacienda, Massa habló con dos cuadros internacionales de relevancia para el caso FMI. Charló con Chris Dodd, ex senador demócrata y asesor especial de Joe Biden para las Américas. Y luego hizo lo propio con Carlos Cuerpo, el secretario del Tesoro de España. 

En principio, el pacto con el FMI de desembolsos anticipados se anunciará en el transcurso de esta semana. Massa prometió antes del 30, una definición que conecta los puntos de su designación como candidato. Naturalmente, la apuesta del hoy ministro es negociar con Estados Unidos ese punto y, como ya ha hecho, hacer política. Massa dice en la Casa Blanca que el escenario actual solo se ordena con el peronismo, una apuesta a futuro. 

La teoría que compartió en su último viaje la refuerza por estas horas. Unión por la Patria tiene dos rivales, Patricia Bullrich y Javier Milei. Y que la Unidad pone al oficialismo con chances de tener la fórmula más votada en las primarias. Para el ministro el dato es central: la estabilidad de los próximos días en los mercados y con los precios es de relevancia. De hecho, el establishment se pasó el fin de semana sorprendido por la decisión del Massa candidato y planeando reuniones urgentes con sus equipos. La más importante, la que tendrá la Coordinadora de Productores de Alimentos (Copal), que conduce Daniel Funes de Rioja. Asimismo, el primer acercamiento directo del pre candidato con el sector privado será el martes, en la Convención anual de la Cámara Argentina de la Construcción. 


El líder de la ultraderecha fue utilizado y ahora descartado por el poder económico

La servilleta Milei sirvió para correr la agenda hacia la derecha

La irrupción mediática y política del líder de la ultraderecha, financiado por grupos económicos, movió el debate público hacia posiciones aún más conservadoras. Cumplida la misión, hoy es desechado por los mismos que lo promovieron. En un contexto local e internacional de crecimiento de propuestas de exclusión e individualistas, cuál es el desafío de una fuerza política autodefinida nacional y popular.

Por Alfredo Zaiat
 Javier Milei, líder de la ultraderecha, fue un oportuno instrumento del establishment para orientar hacia la derecha la agenda política, económica y social.. Imagen: Télam

El recorrido electoral de Javier Milei en las provincias que ya han convocado a la población a las urnas ha sido decepcionante para sus aspiraciones. Las elecciones PASO serán un test revelador si los encuestadores han fallado en los relevamientos realizados o si se verificará que el líder de la ultraderecha argentina no es sólo un fenómeno mediático y de redes sociales.

El saldo de la aventura política-electoral de Milei a nivel nacional es una incógnita pero, de acuerdo a cómo fueron integradas la mayoría de las fórmulas presidenciales que competirán en las PASO, queda claro que ha tenido éxito en correr aún más a la derecha el debate económico, además del político y social.

No es una particularidad de la realidad argentina, sino que es una tendencia regional y europea. Es cierto que en Latinoamérica existen varios presidentes identificados con lo que se denomina progresismo o centroizquierda. Pero ya sea por alianzas políticas para llegar al poder (el caso de Lula da Silva en Brasil) o por la elevada polarización de sus sociedades (Chile y Colombia), la agenda de gestión se ha corrido hacia el centro y la centroderecha en comparación al ciclo político anterior desarrollado en la región en los primeros quince años de este siglo.

¿Por qué avanzan y se consolidan las ideas de derecha?

El corrimiento hacia la derecha de las propuestas políticas puede ser interpretado como resultado de la mayor desigualdad económica, agudizada en estos años de pandemia, provocando una insatisfacción generalizada respecto a la gestión de gobierno de las fuerzas políticas tradicionales.

También es un fenómeno alimentado por la expansión de las redes sociales que fomenta el individualismo y la búsqueda de respuestas inmediatas a demandas económicas, que el actual sistema no está en condiciones de entregar.

El nuevo escenario se traduce en una mayoría de la sociedad corrida hacia posiciones conservadoras, en el mejor de los casos, o radicalizadas en las ideas de tratamiento del inmigrante, de las minorías y, en general, respecto a las políticas de género y de seguridad. En la cuestión económica, manifiestan un creciente malestar en relación a la provisión de bienes y servicios del cada vez más debilitado Estado del Bienestar, apostando a la ilusión del salvataje individual meritocrático.

En el caso argentino, la irrupción de la ultraderecha en el debate público tuvo a grupos económicos como responsables del impulso y financiamiento de la campaña de Milei, desde 2018 en televisión y radios y en los últimos dos años además en el escenario político-electoral.

Ahora, con el objetivo casi cumplido de orientar la forma de interpretar los próximos desafíos económicos y sociales, algunos han empezado a prescindir de él, más aún cuando ha exhibido cierto desorden emocional acumulando una serie de disparates que escandalizan a las almas bellas del establishment.

La frivolidad de la mayoría de los integrantes del poder económico

Como servilleta de papel, Milei fue descartado en la preferencia de muchos empresarios, de acuerdo a lo que dejan trascender voceros e incluso ellos mismos. El lugar de favorito está siendo ocupado por Patricia Bullrich, cuya característica principal de su discurso económico es el vacío conceptual, el cual completa con eslóganes que encantan en el mundo empresarial y mediático.

La superficialidad de esta adhesión no es responsabilidad de una persona con escasos recursos intelectuales quien se presenta como una dirigente política con ambiciones de poder, sino de la vulgaridad que manifiesta gran parte de los hombres de negocios para pensar la cuestión económica y sociolaboral.

Ella y otros se aprovechan de la frivolidad, alimentada por un ejército de consultores y economistas, de quienes financian campañas electorales con el inocultable propósito de obtener beneficios. Además de ratificar con estas figuras políticas prejuicios e ideas que sólo se sostienen por el poder del dinero y en no pocos casos con la soberbia de la ignorancia.

Puede parecer desconcertante este abordaje acerca de máximos ejecutivos y dueños de grandes empresas, pero una cosa es saber ganar muchísimo dinero, lograr estatus social y éxito empresarial, y otra muy diferente tener capacidades analíticas y reflexivas acerca de cómo funciona la macroeconomía y cuáles son las tendencias económicas mundiales.

Formación débil, habilidad en los negocios y rehenes de las consultoras

Esta debilidad consideran que la salvan contratando consultores y economistas que les entregan respuestas sencillas para entender una realidad compleja. Una forma de aproximarse a esta dinámica tóxica la ofrece el libro La gran estafa. Cómo la industria de la consultoría debilita las empresas, infantiliza a los gobiernos y distorsiona las economías, de las economistas Mariana Mazzucato y Rosie Collington.

La hipótesis que desarrollan estas investigadoras es que la consultoría es un truco de confianza. “El trabajo de un consultor es convencer a los clientes ansiosos de que tienen las respuestas, sean ciertas o no”, indican.

Con diversas evidencias demuestran que las consultorías han debilitado a las empresas y vaciado la capacidad del Estado“Cuanto más subcontratan los gobiernos y las empresas, menos saben cómo hacer”, señalan. Para interpelar porqué los consultores pueden saber más que los propios trabajadores acerca de que necesita una gran empresa. Destacan la siguiente afirmación del consultor de gestión Bruce Henderson: "¿Puede pensarse en algo más ridículo que las empresas más exitosas del mundo contraten personas que acaban de salir de la universidad que dicen cómo se debe administrar los negocios, y además pagarles millones por esos consejos?".

Un ejemplo ilustrativo de la repetición de eslóganes del mundo empresarial, convalidados por la secta de economistas con amplificación en medios de comunicación, es la recomendación de reducir la plantilla o flexibilizar la jornada laboral como receta para mejorar la productividad.

Sin embargo, investigaciones académicas han demostrado lo opuesto. Por caso, la OCDE ha estudiado las economías desarrolladas durante un período de 20 años revelando que el crecimiento de la productividad laboral fue mucho mayor en los países donde es más difícil despedir trabajadores.

El desafío del denominado campo nacional y popular es quebrar las lógicas de resignación fomentada desde las usinas de la derecha.

Clase dominante local subordinada al poder económico transnacional

Otra forma de interpretar la debilidad de este mundo empresarial para comprender e intervenir en un proceso de desarrollo nacional con ciertos márgenes de autonomía consiste en saber que sus miembros se perciben subalternos de las economías centrales. En otros términos, el economista Claudio Scaletta lo explicó de este modo: "Las clases dominantes de los países de la periferia capitalista, como la argentina, son auxiliares de las hegemónicas de los países centrales".

Se conoce que el poder económico local no es monolítico, que existen diferencias que derivan en disputas internas, pero en conjunto conforman lo que se denomina un bloque histórico. Este implica un conjunto de relaciones que, en determinado momento, se establecen entre las estructuras socioeconómicas y políticas.

Este bloque histórico por lo tanto rechaza cualquier propuesta política-electoral que proponga el desarrollo nacional, al que denomina "populismo". Por ese motivo ahora tiene preferencia por Patricia Bullrich, como antes lo tuvieron por Mauricio Macri, pese a que, con la experiencia reciente de 2015-2019, el industricidio y el conflicto social serán el resultado de una política económica inviable de sostener en el tiempo.

La represión de la protesta social, como desean y promueven varios de los protagonistas del bloque de poder, con el ensayo de estos días en el Jujuy del gobierno autoritario de Gerardo Morales, tiene límites de aplicación, lo que impide el triunfo hegemónico aunque en este intento genera elevados costos humanos y económicos.

Cuál es el desafío de un proyecto nacional y popular

Como se mencionó, la ultraderecha se consolidó este año con triunfos en Europa e Israel y tiene un importante auge en Latinoamérica, una tendencia explicada en la profundización de la crisis de la democracia liberal y al aumento de las desigualdades socioeconómicas y la incertidumbre en un mundo cambiante.

En este contexto, las fuerzas políticas de la izquierda están concentradas en la imprescindible agenda ambiental y de derechos de las minorías, pero hoy esta línea es insuficiente para interpelar la demanda de mayorías, en especial la de los jóvenes, que encuentran la rebeldía en las propuestas de la derecha. Esto revela cómo se ha naturalizado en el espacio público un discurso de exclusión socioeconómico y de tono agresivo contra quienes piensan diferente.

El inmenso desafío de quienes quieren representar el progresismo o el amplio campo denominado nacional y popular es quebrar las lógicas de resignación fomentada desde las usinas de la derecha. No es una misión sencilla porque el inmenso dispositivo del poder económico está alertado de la necesidad de neutralizarlos luego de la experiencia distributiva del ciclo político de inicios de este siglo.

Revisada a los nuevos tiempos de un mundo multipolar con los cambios generacionales y de intereses de la sociedad, el punto inicial de una agenda política y económica que pueda disputar la hegemonía a la derecha consiste en diseñar como prioridad una política global de mejora de la distribución del ingreso con recuperación sostenida del salario real y de las condiciones materiales de la mayoría de la población. 



La negociación de Argentina con el FMI, en rango regional

Por qué le reclaman a Biden que fije posición 

La carta de seis presidentes latinoamericanos a su par de EE.UU. para que interceda contra la "inflexibilidad del FMI" en el caso argentino, podría cambiar el escenario político. 

Por Raul Dellatorre
Lula Da Silva y Alberto Fernández, en uno de sus encuentros de este año. Imagen: NA

"No resulta viable ni tampoco deseable que las exigencias que no consideran debidamente el cambio de las circunstancias, sumerjan a la Argentina en una crisis innecesaria que interrumpa la recuperación en curso. La inflexibilidad del FMI para revisar los parámetros del acuerdo en el contexto de la sequía descripta corre el riesgo de convertir un problema de liquidez en un problema de solvencia".

Este es quizás el párrafo más contundente de la carta que seis mandatarios latinoamericanos le hicieron llegar al presidente Joe Biden, esta semana, reclamando que interceda en las negociaciones entabladas entre el FMI y la Argentina, en favor de nuestro país.

El tono de "demanda urgente" y la caracterización política que la misiva le otorga a la situación entre el FMI y la Argentina habla a las claras que las negociaciones no se encuentran tan próximas a "un final feliz", tal como muchos comentarios oficiales lo dan a entender. 

La supuesta reunión entre los funcionarios más cercanos al ministro Sergio Massa (Gabriel Rubinstein, Leonardo Madcur y Marco Lavagna, principalmente) y el staff del Fondo, que debía realizarse en Washington para la firma de la revisión de metas del Acuerdo de Facilidades Extendidas, por lo menos desde hace un mes se anuncia como "hecho inminente" pero nunca se concretó. Supuestamente, tras este encuentro para cerrarel acuerdo, debía viajar Massa para la "foto de la firma", pero nunca llegó a suceder.

Son varios los elementos que abren interrogantes sobre el destino final de las negociaciones. 

Uno de estos elementos es esta misiva, promovida fundamentalmente por el mandatario brasileño Lula Da Silva. La carta, que logró la adhesión de otros cinco mandatarios, se dirige al presidente estadounidense, Joe Biden, en tono de reproche hacia el Fondo y de demanda de un accionar político de parte de su gobierno para evitar que el organismo de crédito empuje a la Argentina a una situación de insolvencia.

Ya desde el momento de las primeras negociaciones en la que Lula intrervino como mediador de la Argentina ante los BRICS, se verificó una postura primero de liderazgo regional que asumía el mandatario brasileño ante una inminente nueva crisis de la deuda, pero por otra parte de una caracterización más política en la relación entre el FMI y Argentina. Mucho más acentuada que la postura con la que Argentina asume su propia relación con el organismo.

La carta a Biden

El texto fue difundido por la Cancillería argentina el día jueves, pero prácticamente pasó desapercibido en medio de los anuncios y contra anuncios referidos a las candidaturas de fórmulas presidenciales para las PASO. 

Sorprendió la carta porque no estaba en agenda ninguna reunión entre mandatarios para tratar el asunto. José Inácio Lula Da Slva (Brasil), Andrés Manuel López Obrador (México) y Luis Arce (Bolivia) encabezan las firmas, en una actitud de dureza ante el Fondo y de demanda frente a Washington que quizás no sorprenda. Menos esperable era que Gustavo Petro (Colombia), Gabriel Boric (Chile) y Mario Abdo Benítez (Paraguay) tomaran parte en el asunto poniendo la firma debajo de un documento tan contundente como condenatorio de ciertas prácticas del organismo internacional bajo tutela de Estados Unidos. 

"Los países de la región seguimos con atención la situación que atraviesa la Argentina, producto del efecto combinado del sobreendeudamiento de la anterior administración, la pandemia, el impacto de la guerra en Ucrania y las consecuebncias de la mayor sequía que el país haya padecido en el último siglo", apunta el documento desde su primeer párrafo, subrayando la responsabilidad de la administración anterior en el sobreendeudamiento.

El documento también cuestiona, de manera solapada, las prácticas y decisiones políticas tomadas por el FMI tradicionalmente en contra de los intereses y el crecimiento de los países miembro, cuando éstos pertenecen a la periferia. En el caso del préstamo al gobierno de Mauricio Macri en 2018, recuerda que: 

"Se trata del mayor crédito otorgado en la historia del organismo, que contó con el aval de sus principales accionistas, por un monto superior al 1000 por ciento" de la cuota correspondiente a la Argentina.

Luego repasa la manera en la que ha actuado el actual gobierno frente al crédito tomado por su antecesor. "Sin perjuicio de la excepcionalidad antes mencionada, la voluntad de la Argentina por honrar sus compromisos multilaterales ha sido indudable. Desde la aprobación del nuevo programa con el FMI que oportunamente fuera corroborado por el Congreso Nacional, la Argentina cumplió las metas acordadas y consolidó un proceso de crecimiento, generación de empleo y ordenamiento fiscal". 

Luego el documento de los seis presidentes se refiere al "choque exógeno que supone la sequía", con su impacto en materia de pérdida de divisas, para sentenciar que: 

"Circunstancias extraordinarias ameritan respuestas extraordinarias, tan extraordinarias como el sobreendeudamiento provocado por el préstamo del FMI, que es una de las principales causas de la situación actual. Buscamos una solución que permita el crecimiento de la Argentina, la generación de empleo y el aumento de sus exportaciones. Todas ellas condiciones necesarias para que el país, a su turno, pueda afrontar los vencimientos del mencionado préstamo". 

Y en sus párrafos finales, el documento sostiene que: 

"La Argentina ha solicitado al FMI una revisión que permita sortear las dificultades que presenta este año atípico y que sirva como puente hasta tanto maduren varios proyectos en curso, en particular los referidos a energía y minería, que tendrán un impacto significativo en la balanza de pagfos del país".

"Los mandatarios de la región creemos que es posible encontrar una salida consensuada que le permita a la Argentina transitar la coyuntura en la que se encuentra. No resulta viable ni tampoco deseable que las exigencias que no consideran debidamnte el cambio de las circunstancias, sumerjan a la Argentina en una crisis innecesaria que interrumpa la recuperación en curso. La inflexibilidad del FMI para revisar los parámetros del acuerdo en el contexto de la sequía descripta corre el riesgo de convertir un problema de liquidez en uno de solvencia".

"Por este motivo le solicitamos con respeto y afecto que apoye a la Argentina en las negociaciones que está llevando adelante con el mencionado organismo. Los principios comunes y compartidos en las Américas, en torno a la democracia, los derechos humanos y la inclusión social deben guiarnos al encuentro de una solución rápida y efectiva para la Argentina". 

Fuente:Pagina12