Lidia Stella Mercedes Uranga:
“Mi hijo Alejandro parió a Taty
Almeida”
La Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora dialogó con El Argentino en una
charla íntima y emotiva en la que transmitió su mensaje de amor y
lucha.
24.08.2023
Por Andrea Reyes
Taty Almeida, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, abrió las puertas de su
hogar en el barrio de Palermo y también su corazón. Fotos y más fotos en color y
blanco y negro, cuadros pintados y hasta una pared con los llaveros que colecciona.
La emoción interpela en todo momento, pero ella no pierde la sonrisa y la frescura.
Sin dudas es una mujer resiliente que, aún con sus 93 años, tiene un espíritu joven.
“Para mí la juventud es un estado. Obvio que con los años hay achaques, pero yo
tengo muchos nietos y doy charlas generalmente a jóvenes, entonces eso me ayuda.
No me he quedado en mi casa, en realidad, ninguna madre se quedó en su casa.
Soy docente y nunca me imaginé que después de tantos años de jubilada iba a seguir
ejerciendo la docencia por la vida con un pañuelo blanco en la cabeza”.
-Está contenida por los afectos
-Tengo tres hijos, Jorge, Alejandro y María Fabiana, y nunca les hice sentir que
Alejandro es el mejor porque es el que no está. Los tres están igual, pero el agujero
no me lo llena nadie. Mis hijos siempre están, lo mismo que mis nietos y ahora mis
bisnietas. La familia es grande y muy unida. Yo podía tener la marcha más importante,
pero si alguno de ellos decía algún versito en el colegio, llegaba tarde a la marcha,
pero yo estaba ahí. Por eso me dicen que estoy recogiendo lo que sembré.
-¿Cómo es un día en su vida?
-Yo tengo una consigna: militancia y joda, por supuesto no estoy para ir a un boliche,
pero me encanta ir al teatro, salir con amigas, nietos. Te puedo asegurar que en esos
momentos veo a mi hijo Alejandro muerto de risa, comentando: “Miren la gorila de
mierda en qué se convirtió”, y sé que él está muy orgulloso de mí.
-¿Cuándo lo detuvieron él estaba estudiando medicina?
-Sí, él tenía 20 años y estaba cursando el primer año de medicina y trabajaba en el
Instituto Geográfico Nacional y en Télam. Antes que nada Alejandro era un militante
político. Por eso cuando algún iluminado dice: “por algo será que se lo llevaron”, las
madres y las abuelas, con mucho orgullo decimos que claramente “fue por algo” que
se los llevaron. No fue ni por estúpidos, ni por perejiles.
-¿Cómo era su vida antes de la desaparición de Alejandro?
-Toda mi familia era militar. Cuando ese 17 de junio de 1975 Alejandro desaparece,
antes del golpe cívico-militar-clerical, él me dijo: “Mamá, mañana no voy a trabajar
porque tengo un parcial”. Fue lo último que escuché de mi hijo. Al otro día encuentro
una agenda y en las últimas 24 hojas, 24 poesías. Las leí una y otra vez; me dejó una
a mí, era una despedida, él sabía que iba a morir. Al leerlas, empecé a conocer la otra
faceta de Alejandro. Comencé a buscarlo por mi cuenta, no tenía idea a dónde ir,
entonces recurrí a mis conocidos.
-¿Cómo fue desconfiar de su propio entorno?
-Mi cabeza no podía concebir que mis conocidos ya eran los responsables. Después
de muchos años, un periodista me preguntó qué sentí ese 24 de marzo, y le contesté:
“Te lo voy a responder con la mente que tenía antes de ser parida por Alejandro,
porque mi hijo parió a Taty Almeida: ‘Al fin se van estos negros de mierda y vienen mis
conocidos y voy a recuperar a mi hijo’”.
-Y en el ’79 se acerca a Madres de Plaza de Mayo
-A finales de ese año fuimos con mi hija a la casa de Madres. Me atendió María Adela
Gard y me preguntó: “¿Quién te falta a vos?”. No importaba política, religión, por fin
hice mi catarsis. En un momento le dije, “ay María Adela, qué estúpida que he sido” y
me dijo: “Cada madre se acercó cuando fue su momento, y este es el tuyo”
.-¿Cómo vivieron el Juicio a las Juntas?
-“Dios mío, al fin empezamos a respirar otro aire”, pensábamos. Después, lamentablemente,
llegaron las leyes de impunidad, y más tarde le siguió el que no quiero nombrar, que
indultó a los pocos que habían sido condenados y quería tirar abajo la exESMA.
-¿Quién fue Néstor Kirchner para las Madres, las Abuelas?
-Como él mismo lo reconoció, es nuestro otro hijo. Fue el primer presidente que nos
escuchó y que tomó a los derechos humanos como política de Estado, no de un
gobierno. Se derogaron las leyes de impunidad y ahí pudimos seguir juzgando en la
Argentina a los genocidas y sus cómplices. Cristina lo continuó. Fueron 10 años de
tranquilidad hasta que llegó la primera pandemia, Macri. Y así llegamos hasta acá, y
que Dios nos ayude.
-¿Cómo ve el panorama actual?
-Estoy muy preocupada, pero también muy esperanzada que la gente reaccione. Creo
que sobre todo los jóvenes que lo han votado, vieron en Milei la novedad. Están
fascinados con este loco, que no es ningún loco.
-¿Qué es lo que más rescata de los 40 años de la vuelta a la democracia?
-Lo que más rescato y celebro es que estamos permanentemente eligiendo un
gobierno, que no haya más golpes militares. Por eso tenemos que cuidar y fortalecer
esta democracia, y también exigir.
–¿Qué les diría a los más jóvenes?
-En las charlas les decimos que lógicamente estamos pasando momentos difíciles,
pero que cuando estén un poco caídos, no abandonen la lucha, porque como hacemos
y decimos hace 47 años: la única lucha que se pierde es la que se abandona. Tienen
que seguir adelante y cuando estén medio desilusionados, decir bien fuerte: “Si las
Madres pudieron, por qué no nosotros”.
Fuente:ElArgentino
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