28 de enero de 2024

TROPEL del 28.01.2024.

 

Naciones Unidas le dijo a Patricia 

Bullrich que su protocolo anti-marchas 

es ilegal

Resumen Latinoamericano, 27 de enero de 2024.

Según el organismo internacional, ni el protocolo ni el capítulo de Seguridad de la ley Ómnibus son compatibles con los estándares internacionales. El pronunciamiento se conoció después de una denuncia que hicieron las centrales obreras, movimientos sociales y organismos de derechos humanos.

Patricia Bullrich arrancó envalentonada su segunda gestión al frente del Ministerio de Seguridad: protocolo anti-manifestaciones, una resolución para cobrarles “multas” a las organizaciones sociales y un proyecto de ley que busca criminalizar a quienes participen de protestas o las organicen. La batería de decisiones de la ministra no cayó bien en la Organización de Naciones Unidas (ONU), donde tres relatores especiales le reclamaron al gobierno de Javier Milei que revise las disposiciones porque no son compatibles con los estándares internacionales y le aconsejaron que “no imponga restricciones indebidas al derecho a la libertad de reunión pacífica”.

El martes, el mismo día en que había negociaciones frenéticas en la Cámara de Diputados para cerrar un dictamen que permitiera llevar al recinto la Ley Ómnibus, llegó una comunicación firmada por losrelatores Clement Nyaletsossi Voule (Libertad de reunión pacífica y de asociación), Irene Khan (Promoción y Protección del derecho a la libertad de opinión y expresión) y Mary Lawlor (Situación de los defensores de Derechos Humanos). El texto recién se hizo público este viernes a través de un tuit de Voule, el relator que ya había irritado a Bullrich cuando criticó el protocolo anti-manifestaciones.

Naciones Unidas desmenuzó artículo por artículo el protocolo que Bullrich puso en práctica por primera vez el 20 de diciembre pasado y que viene fallando porque no logra –a pesar de la saturación y de la parafernalia policial– impedir que los manifestantes corten las calles para hacerse escuchar. No hubo ni una sola ponderación positiva. En la cartera ubicada en la calle Gelly Obes optaron por el silencio frente a las consultas de este diario sobre cómo habían caído las consideraciones de la ONU.

“El derecho a la reunión pacífica, junto con otros derechos conexos, constituye el fundamento mínimo de un sistema de gobierno participativo basado en la democracia, los derechos humanos, el respeto de la ley y el pluralismo”, afirmaron los tres expertos que enviaron la comunicación al Estado argentino.

La criminalización

Los relatores le recordaron a Bullrich la Observación General 37 del Comité de Derechos Humanos de la ONU, que es el órgano que vigila la aplicación del Pacto de Derechos Civiles y Políticos. Ese pacto, en la Argentina, tiene rango constitucional. Ese documento sostiene, a contramano de lo que dice la ministra de Seguridad, que “las reuniones pacíficas pueden promover ideas u objetivos polémicos que pueden causar perturbaciones, por ejemplo, a la circulación de vehículos o peatones o la actividad económica”.

La interrupción del tráfico no constituye violencia –remarcan– y únicamente se habilita a las fuerzas de seguridad a dispersar a los manifestantes si hay una amenaza inminente de violencia grave. “Los estándares internacionales prevén que la sociedad toda pueda enterarse de las demandas de quienes ejercen este derecho, y subrayan que la libertad de reunión pacífica es un derecho, no un privilegio”, subrayaron.

Bullrich caracterizó las protestas y los cortes de calle como un delito flagrante, que permite la actuación de las fuerzas de seguridad sin que haya una orden judicial. Sin embargo, la ONU le respondió que podría “estar en presencia del fenómeno de criminalización de la protesta social a través del uso del derecho penal”. Para los expertos, “considerar toda reunión como violenta o delictiva ex ante es una decisión contraria al estándar internacional”.

A diferencia de lo que se vio el miércoles, cuando las fuerzas federales bloquearon toda la subida al Puente Pueyrredón en Avellaneda, los relatores de Naciones Unidas recordaron cuáles son las tareas que deberían desplegar los uniformados en manifestaciones. “La obligación de los agentes encargados de hacer cumplir la ley en una reunión no consiste primariamente en controlarla o restablecer el orden; su obligación inicial y principal es facilitar la protesta pacífica y el ejercicio de los derechos que en ella confluyen”, destacaron.

Desde la ONU también le dijeron a Bullrich que no debería usar en el protocolo expresiones como “armas no letales” porque, en realidad, la experiencia muestra que esos dispositivos también pueden matar si se usan de manera indebida.

En otro apartado, los relatores evaluaron que la decisión del Ministerio de Seguridad de identificar manifestantes, organizadores, transportes e incluso transportistas podría afectar la garantía procesal de presunción de inocencia. “Se debería permitir el anonimato de los participantes, a menos que su conducta ofrezca motivos razonables para su detención”, fundamentaron.

Los referentes de la ONU también repararon en dos de los ejes que más le interesan a Bullrich: la presencia de niñes y de migrantes. Según el protocolo, si una persona migrante es parte de una protesta, las autoridades pueden dar aviso a Migraciones. Para la ONU, es una medida discriminatoria. “Todos tienen el derecho de reunirse pacíficamente: tanto los ciudadanos como los no ciudadanos. Lo pueden ejercer, por ejemplo, los ciudadanos extranjeros, los migrantes (documentados o indocumentados), los solicitantes de asilo, los refugiados y los apátridas”, recordaron.

Sobre la presencia de niñes y adolescentes en manifestaciones, los expertos de la ONU enfatizaron que el Estado argentino debe permitir que puedan ejercer su derecho a reunirse pacificamente y tiene la obligación de concientizar a los funcionarios sobre las necesidades específicas de personas o grupos en situación de vulnerabilidad.

Advertencia al Gobierno y el Congreso

La comunicación de la ONU se produjo después de una denuncia que hicieron semanas atrás la CGT, las dos CTA, movimientos sociales y organismos de derechos humanos. “Es importantísimo que hayan tomado la denuncia que hicimos y muestren que no estábamos equivocados cuando veíamos que estas propuestas se alejan del marco de los derechos humanos y las libertades democráticas”, evaluó Manuel Tufró, director de Justicia y Seguridad del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).

“La respuesta es excelente por varias razones –apunta Luis Campos, integrante del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma–. En primer lugar, por la velocidad y, en segundo lugar, por la contundencia de las afirmaciones. Está muy claro en el análisis que todas las propuestas están reñidas con los estándares internacionales”.

Para Tufró, la comunicación no solo debe ser leída por Bullrich sino también por los diputados y las diputadas que están actualmente discutiendo la ley Bases, que tiene un capítulo de Seguridad que fue defendido por la propia ministra. “Esperamos que esto sea también un mensaje para los legisladores. En el juego de las negociaciones, ninguno de los que participan se pronunció sobre este tema que es gravísimo. Solo lo hicieron quienes ya anunciaron que rechazan el proyecto”.

Solo Unión por la Patria (UxP) y el Frente de Izquierda y de Trabajadores -Unidad (FIT-U) hicieron foco en que las propuestas de Bullrich buscan criminalizar la protesta al proponer penas de hasta seis años para quienes sean sindicados como organizadores de protestas. Incluso la ministra debió retirar el artículo que establecía que tres personas constituían una “manifestación” y, por ende, estaban sujetos a la obligación de avisar, por ejemplo, al Ministerio de Seguridad. Diputados como Leopoldo Moreau habían resaltado durante el debate que era un virtual estado de sitio.

Siempre dijimos que las medidas que estaban tomando desde el Ministerio de Seguridad son ilegales y que los diputados que voten el capítulo penal en la ley Ómnibus están poniéndole su voto algo absolutamente ilícito. Serán parte del ilícito cuando ya es de público y notorio que lo que están haciendo es ilegal”, afirma la diputada Myriam Bregman (FIT-U).

FUENTE: Pagina 12



Ley ómnibus: la Secretaría de Cultura 

absorberá las funciones del Instituto

Nacional del Teatro

Resumen Latinoamericano, 27 de enero de 2024.

Así quedó redactado en el dictamen de mayoría que se firmó el miércoles a la madrugada. De esta manera, los legisladores desoyeron el pedido de los actores.

El  dictamen de mayoría con disidencias para la ley ómnibus que el miércoles a la madrugada firmaron el oficialismo, el PRO, Hacemos Coalición Federal y parte de la UCR contempla que que la Secretaría de Cultura de la Nación absorba las funciones del Instituto Nacional del Teatro, pese al reclamo de los actores que habían pedido que el organismo no sufriera mofidificaciones ni fuera cerrado.

En la sección dedicada a las modificaciones en los organismos y entidades culturales se decidió finalmente no dar marcha atrás con la eliminación de la Ley N° 24.800, más conocida como la Ley Nacional del Teatro, lo que significaría que, de aprobarse el proyecto en el Congreso, el Instituto Nacional del Teatro habrá desaparecido.

La Ley Nacional del Teatro fue creada en 1997 y este año se celebra su 25 aniversario. Gracias a la norma fue posible la creación del Instituto Nacional del Teatro, organismo que tiene como objetivo promover y apoyar la actividad teatral en todo el territorio del país, fomentando las actividades teatrales a través de concursos, certámenes, muestras y festivales; otorgando subsidios y becas a grupos, salas, artistas, eventos, proyectos; estimulando la conservación y creación de espacios teatrales y difundiendo el conocimiento del teatro, su enseñanza, su práctica y su historia.

En la Sección III del dictamen, el artículo 407 sostiene: “Derógase la Ley N° 24.800” y en el artículo siguiente explica cómo, en caso de que la ley ómnibus sea aprobada y entre en funcionamiento, será el futuro del INT: “Las funciones del Instituto Nacional del Teatro serán asumidas por la Secretaría de Cultura de la Nación o el organismo que lo reemplace en el futuro. El PODER EJECUTIVO NACIONAL procederá a la reasignación de los recursos humanos, presupuestarios y materiales con motivo de la derogación prevista en el artículo anterior. Los recursos asignados para dichas funciones en 2024 no podrán ser inferiores a los asignados a tal fin en el presupuesto del 2023″.

FUENTE: Noticias Argentinas



Caín

Por Sandra Russo, Resumen Latinoamericano, 27 de enero de 2024.

A veces hay que pellizcarse, porque todo el escenario macrimileísta es peor que una pesadilla: nos despertamos y sigue estando. Es como si en lugar de haber estrenado gobierno hace poco más de un mes, este país hubiese mutado de mariposa a larva. Todo para atrás. Y no porque hubiésemos sacado cabeza, qué va, pero militamos por un 2024 en el que el gasoducto Néstor Kirchner iba a ser clave, íbamos a entrar a los Brics, cuyo Banco ya nos había guiñado los dos ojos.

Militamos la salida colectiva. Geopolíticamente también, porque así como Tucumán no se va a salvar sola, la Argentina tampoco. Ni cada uno de nosotros. Militamos lo que creemos que es lo único efectivo para mejorar nuestras propias condiciones de vida, pero entendiendo que las vidas de todos mejoran al mismo tiempo o no mejoran más. Un Estado que cobije.

Pero ahora la orquesta toca otra melodía. No hay una sola vez que se escuche a un funcionario que no escupa bilis, que no extorsione o que no amenace. Los macrimileístas son gente profundamente agresiva. Es la única forma de comunicación que conocen. Pero todo es tan vertiginoso, que aun dentro de la distopía aparece también lo que parecía utópico: el primer acto de resistencia popular a un proyecto de desapoderamiento nacional como nunca se ha visto en la historia, convocado por la CGT y al que adhirieron las CTA. La manifestación popular más grande de los últimos tiempos, si sumamos las réplicas, algunas de decenas de miles, que hubo en todo el país y en todo el mundo. Un acto corto y al pie en el que no solo se habló de los trabajadores organizados, esa afrenta “colectivista” que la ultraderecha no tolera, sino de todos los sectores, y que culminó con Taty Almeida y las Madres Línea Fundadora pidiendo un minuto de aplausos por la muerte de Sara Rus.

Como una señal o una parábola, la vida de Sara Rus, que terminó el mismo miércoles 24 a los 96 años, había comenzado en Polonia con la persecución nazi y su confinamiento en Auschwitz a los catorce años, donde fue asesinada casi toda su familia. Sara logró sobrevivir con su madre y recaló en la Argentina, donde formó su propia familia. El pasado había quedado atrás pero el espanto volvió en la dictadura, en 1977, cuando desaparecieron a su hijo Daniel.

Hasta hace poco, ese trazo grueso de la vida de Sara, que la hizo vivir dos genocidios, era apenas un dato estremecedor. Pero el día de su muerte sonó a alerta. Porque esas cosas pasan. Esas cosas horribles, abominables, pasan. Ahora mismo están pasando en muchos lugares del mundo, como en Gaza. Cosas que no pueden ser narradas sin la sensación de que uno, al contarlo, está yendo demasiado lejos, que hay que ahorrar detalles, como el chirrido de miedo en los dientes de los niños que llegan heridos a una carpa de la Cruz Roja después de un bombardeo. Cuando se publicó la primera edición del Nunca Más, muchos lectores no pudieron terminar de leerlo, porque la náusea los interrumpía.

Preferimos creer que las grandes tragedias humanitarias quedan lejos o son excepcionales, pero basta que los grandes consensos de un pueblo que rompan, basta el aturdimiento de una crisis profunda o la incertidumbre generalizada reaparezcan, para que los motores del odio se enciendan, y las atrocidades más impensadas descompongan lo humano. Vivimos una época en la que ese instrumento de acción política totalitaria es fácilmente introyectable a través de la tecnología. Muchísimo más que en 1933.

En la noche del miércoles, en una charla radial con Mauricio Kartun –en la que explicó que Argentores también está en peligro porque a Milei no le gustan las mutuales-, le dije: “Hay muchos Caínes ahora” y se rió. “Y sí, está lleno”. Vi muchas veces su obra Terrenal. Me marcó mucho más de lo que le conté. Porque es una síntesis perfecta de dos maneras de estar vivo. La de Caín y la de Abel. La de los traidores y la de los leales, en principio, en el principio de todo, a la palabra, al verbo. Están los que usan la palabra para comunicarse con el otro, y los que la usan para engañarlo. Pero sobre todo, por lo de siempre, por lo del Génesis: “¿Acaso soy yo el guardián de mi hermano?”, le dijo Caín al padre cuando le preguntó por Abel, a quien ya había asesinado, desentendiéndose.

Lo que se nos hace inconcebible de un totalitarismo como el que se propone el macrimileísmo, lo que nos provoca este azoramiento que está a punto de convertirse en furia, es la impunidad de su crueldad. Su soberbia al mismo tiempo que su ignorancia, su desparpajo para subvertir cualquier consenso. Lo que nos fuerza a rechazarlo es que todo el tiempo sin parar nos grita que somos una mierda y que tenemos la libertad de morirnos. ¿De dónde salió esta escena de brutos que trabajan para ricos y ricos brutos que a todas luces tienen en mente reventar este país para beneficio propio, y hacerlo todo muy rápido, como un golpe comando financiero?

Todo el enorme entramado político, social, sindical, sectorial, independiente que fue a la marcha del miércoles, y que está encontrando en su propia cohesión y su propia heterogeneidad su fuerza arma política, debe mantenerse articulado de ahora en adelante. Es la tarea. El pueblo unido. La sabemos.  

FUENTE: Pagina 12



El paro social argentino resultó una 

gran victoria porque hizo volver la 

efectiva solidaridad internacional 

contra el fascismo

Por José Yorg, Resumen Latinoamericano, 27 de enero de 2024.

“La economía del fascismo: una economía donde las grandes corporaciones se quedan con las ganancias, mientras los contribuyentes financian las pérdidas”. Murray Newton Rothbard.

“La primera verdad es que la libertad de una democracia no está a salvo si la gente tolera el crecimiento del poder en manos privadas hasta el punto de que se convierte en algo más fuerte que el propio Estado democrático. Eso, en esencia, es el fascismo la propiedad del Estado por parte de un individuo, de un grupo, o de cualquier otro que controle el poder privado”. Franklin Delano Roosevelt.

Luego del paro nacional de rechazo al Decreto de necesidad y urgencia-DNU-que pretende imponer el gobierno de Milei en Argentina y que tuvo repercusión internacional, pretendemos dar nuestro enfoque cooperativo aportando modestamente elementos de análisis de coyuntura para comprender entre todos/as mejor el origen real del conflicto puesto que debemos evitar caer en la simplicidad analítica, sino que debemos auscultar, develar y dar luz al acontecimiento a fin de ver más allá de la apariencia.
Justamente ese formidable apoyo internacional a la protesta social argentina-según nuestro juicio, según nuestros ojos-implica comprensión en cuanto a la necesidad global y humanitaria de detener el avance fascista y ultra-neoliberal donde quiera que sea para preservar la vida humana.

Seamos claros y firmes en nuestras formulaciones: El capitalismo está en crisis por agotamiento sistémico y como siempre, para rescatarse recurre al fascismo, indaguemos la historia para comprobarlo: El nazismo en Alemania y el fascismo en Italia explican cuanto señalamos.

Se movilizaron gremios, movimientos sociales, partidos políticos, realizando diversas actividades y expresiones de solidaridad internacional con el paro social argentino, desde argentinos residentes en el exterior participaron, como por ejemplo en Inglaterra donde se realizó una asamblea abierta en la sede de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte -ITF-, tomaron la palabra y compartieron sus opiniones.

En Latinoamérica hubo movilizaciones de respaldo en Paraguay, Uruguay, Brasil, México, Chile y Bolivia, entre otros.

Por tanto, el paro social argentino resultó una gran victoria porque fundamentalmente abrió la comprensión de la lucha social de los pueblos de buena voluntad contra el fascismo internacional y porque además se ha demostrado que es necesario la solidaridad y unidad internacional porque se está ante un problema internacional, puesto que la arremetida internacional fascista y ultra-neoliberal ha emprendido contra los pueblos del mundo.

Disputa cultural y educativa.

Esta contienda de carácter cultural y educativo planteada por el gobierno ultra-neoliberal es, en realidad, una ofensiva contracultural, y por eso el triunfo del pueblo argentino es un triunfo internacional de los pueblos, es decir, el paro social argentino resultó una gran victoria porque hizo volver la efectiva solidaridad internacional contra el fascismo.

Para imponer en el seno del pueblo la cultura individualista y mezquina, los fascistas y ultra-neoliberales han desatado la disputa contracultural y educativa proclamada en Davos, específicamente contra la justicia social, pretenden alienar, idiotizar, y sacar de la cabeza la cultura social, cooperativa, destruir la relación política del compañerismo con el fin de desarmar ideológicamente al pueblo.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!



Por qué Caputo dice lo que dice


Por Ernesto Tiffenberg, 27 de enero de 2024.

El hilo invisible que une la protesta gremial con la precoz crisis desatada en el Gabinete de Javier Milei. El insólito lugar en que quedó el cada vez más cuestionado Luis Caputo y el disputado futuro de lo que queda de la Ley Ómnibus.

“Seamos la pesadilla de los que quieren robar nuestros sueños”. El cartel con la frase premonitoria estaba este miércoles al mediodía en las manos de un solo hombre a un costado de Plaza Congreso. Si esta nota fuera una película, la cámara se iría alejando y lo mostraría parado en medio de la calle Rivadavia (en abierta violación al protocolo de Patricia Bullrich) con algunas personas a su alrededor, después más pequeño en medio de miles y finalmente como un punto rodeado de decenas de miles. Al grito de “La patria no se vende”, esa inmensa multitud se convirtió en la peor pesadilla de un Gobierno que necesita que el más fulminante ajuste sobre los ingresos populares jamás intentado no desencadene pronto la previsible reacción de sus víctimas.

Fue notable el esfuerzo de funcionarios y medios afines por disminuir el impacto de la movilización popular, pero la tormenta que terminó enterrando todo el paquete fiscal de la Ley Ómnibus se generó en la exasperación oficial por conseguir que la “oposición amigable” cerrara filas con el Gobierno, para oponer esa foto a la del paro nacional. Primero fantasearon con lograr que se vote el sábado pasado y después presionaron por la firma de un dictamen “en blanco”, maniobra que derivó en un escándalo mayúsculo cuando trascendieron las irregularidades para conseguirlo.

En medio de tanto fracaso, estallaron las internas oficiales. Bullrich tuvo que ceder un alfil ante las tropas del Jefe de Gabinete Nicolás Posse, justamente en un área clave en la relación con los dirigentes sindicales, y un ministro presentado como fundamental hace un mes terminó eyectado por las filtraciones de frases del Presidente que evidenciaban la desesperación que la falta de éxitos va enquistando en el centro del Gobierno.

El anticipo de Milei

Un día antes de la convocatoria cegetista, el Presidente otorgó una entrevista virtual para el canal de Youtube de la ex periodista de CNN Patricia Janiot, un medio de comunicación marginal que insólitamente pasó la grabación dos días después generando involuntarios pasos de comedia, como Milei haciendo pronósticos sobre el paro que se conocieron después de que hubiese ocurrido. En todo momento se lo vio fastidiado, quizás porque estaba concentrado en la pantalla, pero más probablemente por la movilización que se venía y las crecientes resistencias de gobernadores y diputados a su Ley Ómnibus.

El creciente enojo se reflejó en sus declaraciones. Allí acusó de “corruptos y parásitos” a los opositores que se negaban a votar su proyecto a libro cerrado y aseguró que los denunciarían ante la sociedad como los defensores de la decadencia. “Si no la aprueban no pasa nada, algunas reformas pueden ir más tarde”, completó al mejor estilo Caputo antes de prometer que entonces iba a “arreciar el ajuste fiscal”.

El show de Caputo

Una vez que la intervención personal de su hermana Karina convenció a Milei de que los principales artículos de la ley no pasarían, el mismo ministro que amenazó a los gobernadores con rayos y centellas si no obligaban a sus diputados a votar el capítulo fiscal de la Ley Ómnibus fue obligado por el Presidente a ser la única cara del retroceso oficial en la materia. 

En un ¿involuntario? sketch humorístico aseguró que la retirada del corazón del proyecto era para que se aprobara el resto. “Compartimos buena parte de los reclamos y entendemos que los gobernadores cumplieron con la misión de defender a sus provincias”, terminó sobreactuando.

Decir tonterías es sencillo. Lo más complicado es que alguien se las crea. En aras de defender el núcleo fiscal de la megaley, el Gobierno ya había sacrificado buena parte de su contenido, seguramente sin percatarse de que eran “las verdaderas Bases del futuro desarrollo”, como explicó Caputo. Y ahora se enfrenta a la titánica tarea de convencer al FMI y al mundo financiero de que “el objetivo del déficit cero es inalterable”. En otras palabras, de que la famosa “ancla fiscal” sigue en su lugar.

En el Fondo dudan

Algún desconfiado podría preguntarse para qué intentaron subir impuestos por casi 2 puntos del PBI si era tan fácil lograr recortes en los gastos por esa suma.

El Fondo Monetario ya había dejado expresas sus dudas sobre la viabilidad política del ajuste tan alegremente ofrecido por Milei y también exigido que sean refrendadas por todas las fuerzas políticas en el Congreso. No pasó. Es difícil creer que eso ponga en riesgo esta semana la aprobación del desembolso ya acordado, pero no sería raro que termine plantando nubes en las negociaciones futuras.

“Los ojos del mundo están puestos en el país”, aseguró Caputo en una de sus pocas afirmaciones comprobables. El problema para Milei y Cía es lo que esos ojos vieron esta semana: un Gobierno que en apenas un mes ya enfrenta una sólida resistencia social y que ni siquiera consigue formar un bloque con sus potenciales aliados para garantizar un mínimo de gobernabilidad.

Facultades alteradas

“¿Quién dijo que todo está perdido?”, cantan ahora los funcionarios encargados de la negociación con los gobernadores. Entre tanta pesadilla, sueñan con que por lo menos se aprueben las inéditas facultades delegadas que encabezan la Ley Ómnibus y, con ellas, avanzar aún más sobre la población para extraerle sin incómodos límites parlamentarios el soñado déficit cero. Tendrían que conquistar la colina de Diputados y, una vez plantada allí su bandera, emprender la conquista del Senado.

El PRO ya se ofrece para colaborar. Después de todo, Mauricio Macri se ilusiona con que este equipo haga todo el trabajo sucio, termine obviamente enchastrado y Milei tenga que volver a recurrir a él para que lo rescate. Y es un misterio hasta dónde pueden llegar los radicales y los peronistas “presentables” para conformar el gorilismo que intuyen en sus votantes.

Pero el objetivo oficial no está garantizado. Los gobernadores no quieren aparecer “poniendo palos en la rueda” de una presidencia todavía flamante, pero tampoco inmolarse atados a una administración claramente incompetente. Y la aparición de la resistencia social en la escena también los interpela a ellos. El conflicto puede incendiar al gobierno nacional, pero asimismo chamuscar a los provinciales.

En el caso de que finalmente el Gobierno consiga su objetivo habrá que ver hasta dónde llegará su fantasía de alcanzar por decreto lo que no puede lograr por ley. Seguramente la delegación de facultades terminará judicializada y, como todo lo que llega a manos de los jueces, servirá sobre todo para acrecentar el poder de la Corte.

Entre tanta especulación política, la inflación desatada por la megadevaluación, que recogerá nuevos afluentes mensuales con los sucesivos tarifazos, va construyendo el escenario donde se juega realmente el futuro del Gobierno. “Este partido se define en la calle”, sintetiza un experimentado intendente del conurbano. Una pequeña muestra, pacífica y organizada. se vio el miércoles alrededor del Congreso. Otra ola mayor, quizás menos pacífica y sobre todo mucho menos organizada, aparece en el horizonte de las barriadas pobres de todo el país en un universo tan lejano como el que pueden traer marzo o abril.

fuente: Página 12


La conquistualidad permanente

Por Rita Segato, Resumen Latinoamericano, 27 de enero de 2024.

En Jujuy, ese insospechado margen lejano y periférico donde más de una vez se decidió la historia de la nación argentina, está ocurriendo nuevamente una batalla para cuidar que la República no perezca. Desde la Puna, los salares y la Quebrada de Humahuaca, las gentes defienden la tierra que habitan desde por lo menos 1.800 años. Saben que la conquista nunca se ha cerrado. Se levantan contra la intención apropiadora de “la política” y contra el poder totalitario que se avecina.

No has de olvidar, hijo mío,
jamás has de olvidarte:
vas …
como el gavilán que todo lo mira
y cuyo vuelo nadie alcanza.
… 
Aprende las mañas del blanco

Pero para volver

Es con estas palabras, canción pensada en quechua pero hablada en castellano, que José María Arguedas, en su novela Todas las Sangres, envía al adorable Demetrio Rendón Wilca a la escuela capitalina, limeña, para “aprender las mañas del blanco”, a entender sus políticas, argucias, falsedades y picardías, pero “para volver”. 

En esa misma obra, su penúltima novela, de 1964, la menos comprendida y en su momento mal recibida, el visionario José María, que no solo era un escritor de ficción sino también un antropólogo por formación, traza un tapiz en el que podemos ver el mapa del quién-es-quién en nuestro continente hasta el día de hoy. Lo que el autor nos dice en su genial relato, y lo que lo lleva al maltrato inmediato de los intelectuales progresistas de su tiempo, es que es en los pueblos -hoy llamados “originarios”- que reside la consciencia clara de la idea de “soberanía” sobre un territorio. Más aún, que los pueblos son los únicos capaces de ponerle el cuerpo a la defensa y preservación de la dignidad soberana, no solo local o regional sino también de la nación frente al mundo, confrontando y venciendo “las mañas del blanco”. En su novela, es la comunidad andina de Demetrio Wilca la que acude a proteger sin descanso el corazón de plata de la mina para que no sea comprada por una empresa norteamericana.

Hay muchos Vilcas en la Quebrada de Humahuaca y en la Puna jujeña. Son de El Moreno, Tres Pozos, Casabindo, Rinconada, Lagunillas, Cangrejillos, Cieneguillas, Caspalá, Santa Catalina, Coranzulí, Susques, Abra Pampa, Tres Cruces, Mina el Aguilar, Humahuaca, Tilcara, Purmamarca, Jujuy capital. Innumerables pueblos de Vilcas y sus parientes y hermanos de historia, coyas del Collasuyo, el Suyo del sur de la antigua organización incaica, están en este momento empeñados en lo mismo que Demetrio y los suyos defendían para siempre en el relato más antropológico que ficcional de Arguedas. 

Mucha de la gente que ha salido a cortar las rutas llegando desde rincones remotos de la Puna, los salares y la Quebrada de Humahuaca, proviene de una línea de ancestralidad continua de por lo menos 1.800 años en las tierras que habitan. Y si la sonda del arqueólogo hubiera avanzado más en las profundidades del terreno, esta antigüedad hubiera llegado a los 5.000 años y aún más, según me ha dicho sin dudarlo el Dr. Axel Nielsen, mayor experto en la arqueología de la zona y profesor de la Universidad Nacional de La Plata. Lo hacen porque su confianza en el Gobernador de la Provincia ha sido traicionada. Quien vive por allá, en las cercanías de los salares, una de las mayores reservas de litio del planeta, o en Juella, Yacoraite y Tilcara, a pocos kilómetros de los cerros amarillos porque son de Uranio, sabe muy bien que aquel proceso que llamamos “conquista” nunca se ha encerrado, y que así como hablamos de una “colonialidad del poder” como estructura permanente del mundo, también sería posible argumentar que lo que existe es una “conquistualidad permanente”, es decir, un despojo de los territorios que no se encierra, un permanente avance expropiador. Y eso es lo que está ocurriendo en la provincia de Jujuy. 

Suelo decir que debemos percibir la diferencia entre “la política ” y “lo político”. La política hace referencia a la estructura estatal, partidaria, electoral, con sus luchas intestinas, sus calendarios fijos y su foco en el poder como motivación central. Lo político es el movimiento de la gente, con ecos en la idea de “multitud” de Antonio Negri y Michael Hardt, del “habitar” como diferente del “gobernar” de Amador Fernández-Sabater o del énfasis que Aníbal Quijano colocaba en la necesidad de discriminar entre “los movimientos sociales” y “el movimiento de la sociedad”. Es evidente que en los autores del presente hay una intensa búsqueda de palabras para nombrar esa diferencia que, por mi parte, defino como el campo de la política y de lo político, para hacer notar el abismo que crece entre ellos y nos lleva a la claudicación paulatina de la fe estatal. Eso se debe a que la política, por sus características que acabo de mencionar, no parece llevarnos a encontrar caminos capaces de conducir a un horizonte más benigno para más gentes. La política y lo político se distancian hasta alcanzar una incongruencia extrema en la manera en que el Gobernador Gerardo Morales opera. Él ha abandonado y pretende hacer desaparecer el campo de lo político. Tal intento no tiene lugar en tiempos de democracia, y menos todavía cuando lo político es el resultado de otra historia, de otros pueblos, de otra relación con el cosmos y con la tierra, de otras genealogías y comunalidades todavía enteras, poco intervenidas por la intrusión de las ingenierías de estado, siempre derivativas del poder colonial.

Lo político es el resultado de otras genealogías y comunalidades todavía enteras, poco intervenidas por la intrusión de las ingenierías de estado, siempre derivativas del poder colonial.

Cuarenta y cinco días antes de los acontecimientos que nos llevan a esta reflexión, Morales obtenía una victoria indiscutible en el campo de la política al conseguir la elección de su candidato como nuevo gobernador de la provincia con 49,50 % de los votos. Mientras,  aproximadamente un 30 % de los votantes se abstenía de acudir a las urnas. Pero una vez obtenida esta victoria, que también lo elige como futuro constituyente, con mucha picardía y poco pudor, llama de inmediato a votar una reforma de la constitución. En lo que hoy se califica en el medio provincial como una “votación exprés”, llega a la recién instaurada asamblea constituyente con la redacción concluida de un nuevo texto constitucional en manos, y sumariamente obtiene su aprobación. ¿Acaso no es éste el cabal retrato de los límites de la política, que se ampara en el calendario ya cerrado de las elecciones a cargos para, inmediatamente después, traicionar a la población con un carpetazo sobre la mesa? 

Con ese gesto traicionero pretende el gobernador criminalizar y reprimir a su voluntad y arbitrio la protesta de la gente, destituir el campo de lo político, comenzando precisamente en esos días por autorizar la represión a los docentes, que reclaman un sueldo que les permita vivir por encima del umbral de la pobreza. Se despierta entonces el clamor de lo político, cuando las gentes perciben lo sucedido como un insulto a su inteligencia, pues la nueva constitución permitirá expulsar sin consulta a las comunidades originarias de sus tierras de habitación ancestral. El texto votado dará acceso a la explotación de los recursos estratégicos localizados en sus territorios en detrimento de los recursos naturales, amenazando con la total desertificación. Cultivos y rebaños hoy mantenidos gracias a tecnologías locales, de largo arraigo y bien adaptadas a un terreno ya inhóspito serán desalojados. La gente entonces se levanta, baja de sus remotos parajes a las rutas e intercepta el acceso a la provincia. ¿No es esto sencillamente lógico, no es acaso esperable, no es completamente comprensible? 

Se instala entonces la lucha. Miles se enfrentan al gobernador, su intento de dar el zarpazo sobre la provincia sin disimulo alguno es desafiado. La intención apropiadora, conquistual, es evidente desde donde se la mire. No hay ambigüedad alguna: el gobernador -junto a los suyos- será el dueño. No hay escrúpulo alguno. La gente se da cuenta. Es por eso que, lejos de tratarse de una lucha sin dirigente, es una lucha en la que cada persona que se hace presente es cabeza, puede arengar y explicar con total claridad y abundancia de palabras lo que allí está haciendo: qué pretende y qué se debe defender. La mayor parte de las que hablan son mujeres, sus argumentos son convincentes, sensatos, y la lógica de la exposición de motivos es impecable. Hablan todas, y su discurso es deslumbrante en lucidez y clareza. Una vez más podemos decir que, en las comunidades, las mujeres son las sujetas del arraigo, las responsables por la continuidad de los pueblos sobre la faz del planeta.

Una vez más, en las comunidades, las mujeres son las sujetas del arraigo, las responsables por la continuidad de los pueblos sobre la faz del planeta.

Atención: un poder provincial totalitario se avecina y, no lo dudemos, afectará a la nación, se expandirá por el país como una epidemia de control político. Pero, no olvidemos: el escenario de estos hechos ha sido, a lo largo de los tiempos, periferia de cuatro grandes organizaciones territoriales con sus respectivos centros de gobierno: Tiahuanaco, Incanato, Imperio Colonial y Estado republicano. Y fue en ese insospechado margen lejano y periférico de cuatro civilizaciones con sus centros donde más de una vez se decidió la historia de la nación argentina, pues fue en dicha región escondida y remota que un día se dieron las batallas decisivas con que nació la República, y es allí que hoy están ocurriendo las batallas que cuidan que esa República no perezca. En los remotos parajes de los Andes jujeños la República obtiene hoy su custodia soberana a manos de las gentes: los Vilcas como Demetrio, los Mamanis, Colques, Choques, Sajamas, Alancays y tantos otros representantes de los linajes que siempre estuvieron allí han salido a cortarle el camino a la garra del conquistador que aún asola y amenaza con usurpar las tierras que siempre les han pertenecido. Tamaña es la incidencia del rincón andino de Jujuy y de la bravura de sus gentes en el entero destino de la nación. 

Arte: Carolina Heritier

FUENTE: Revista Anfibia

Envio:RL






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