28 de enero de 2024

ENTREVISTA con MIRIAM LEWIN.

 

Entrevista a Miriam Lewin, titular de 

la Defensoría del Público sobre la 

amenaza de la Ley Ómnibus al 

organismo que defiende a las 

audiencias

Por Ana Fornaro, Resumen Latinoamericano, 27 de enero de 2024.

El año pasado se hizo viral un video donde una movilera se burlaba, en vivo y en directo, de una pareja indígena en un subte de la Ciudad de Buenos Aires. El móvil generó un repudio masivo en las redes pero podría haber quedado así, como un acto de indignación virtual. Sin embargo, las audiencias reaccionaron y radicaron las denuncias en dos lugares: el INADI y la Defensoría del Público. De inmediato, la Defensoría brindó una capacitación a la casa productora en comunicación e identidades indígenas y la pareja obtuvo un pedido público de disculpas.

Con el nuevo gobierno, tanto el INADI como la Defensoría del Público están en peligro. «En un principio no estábamos incluidos en la ley ómnibus ni en el DNU. Por eso no fuimos a exponer al Congreso. Cuando se empieza a negociar la ley en Diputados nos enteramos de que nos usan como moneda de cambio. Es una maniobra dirigida a dividir a la cultura y a la comunicación. Dicen que si disuelven a la Defensoría esa plata iría a Cultura, y eso no es así«, dice en entrevista con Presentes la titular de la Defensoría, Miriam Lewin.

Lewin tiene una larguísima trayectoria como periodista y docente. Su trabajo tiene reconocimiento internacional y es autora de seis libros de ficción y no ficción. Escribió la investigación Putas y guerrilleras, crímenes sexuales en los centros clandestinos de detención (Editorial Planeta). Lewin es además sobreviviente de los centros clandestinos de detención y exterminio de Virrey Cevallos y la ESMA. Desde 2020 se desempeña como Defensora del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual por la Comisión Bicameral de Seguimiento la Ley de Medios (26.522). Su mandato termina en junio de este año, pero desde la semana pasada todo está en veremos. Un boceto del proyecto “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los argentinos» (ley ómnibus) que circuló la semana pasada dice: «Deróganse los artículos 19 y 20, Capítulo V de la Ley Nro 26522”. El artículo 19 crea a la Defensoría y se extiende sobre sus funciones.

Los ataques vienen desde antes

«Ni siquiera nos nombran en ese boceto. Esto igual tiene un antecedente. En diciembre la diputada Silvana Giudici (PRO) presentó un proyecto para eliminar a la Defensoría. La Defensoría viene sometida a ataques de algunos diputados y diputadas. Dicen que nos dedicamos a la persecución política y a la censura. Y eso no es así. Cumplimos un rol pedagógico y de defensa de los derechos humanos. A partir de esta persecución hicimos una presentación ante la Relatoría de Libertad de expresión de Naciones Unidas«.

La Defensoría es un ente que depende del Poder Legislativo. Se creó en 2012 en el marco de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y se financia con gravámenes a medios de comunicación privados. Tiene como misión defender los derechos de las audiencias de contenidos que atenten contra una comunicación democrática y de calidad para garantizar la libertad de expresión.

«Somos como una oficina de defensa del consumidor, si es posible hablar en esos términos. No dependemos de fondos públicos. Si un funcionario cree que un medio está difundiendo información falsa puede acudir a nosotros, en lugar de atacar periodistas mujeres en redes. Nosotros ofrecemos una solución mediante el diálogo y estamos en contra de toda violencia o censura».

– ¿Cambiaron los abordajes de los medios desde que existe la Defensoría?

– En las cuestiones de género hay una conciencia mucho mayor. Cómo cubrir casos de violencia y no generar más dolor. Para este tupo de coberturas siempre conviene ponerse en los zapatos del otro. En general las herramientas que proponemos son a partir de la reflexión: talleres y capacitaciones y material pedagógico. Hemos viajado por todo el país dando estos talleres y siempre hemos tenido buena recepción por parte de los canales, radios y periodistas. Lejos de tener oposición, hay una apertura a mejorar. Tenemos alianzas con Unicef para cuidar cómo los chicos y chicas aparecen representados en los medios. Muchas veces sólo aparecen como víctimas o presuntos victimarios. Igual las personas mayores: víctimas, desde el «viejismo», «la pobre abuela». También tenemos alianzas con universidades. Hemos tendido redes en escuelas, capacitamos a agencias de publicidad, trabajamos con radios comunitarias. Trabajamos en los debates presidenciales para temas de accesibilidad, lenguaje de señas. Todo ese trabajo se perdería.

– ¿Si se elimina la Defensoría dónde se podrá recurrir?

– Si cierra la Defensoría todo este material y trabajo se pierden. Y no tenés lugar dónde reclamar si hay un contenido en la televisión o la radio que resulta discriminatorio o que propaga discurso de odio. Podés ir por la vía legal, pero eso incluye contratar un abogado/a, entrar al camino de la justicia. Obtener una reparación te puede llevar al menos dos años y no tendrá el carácter pedagógico del que se ocupa la Defensoría. La Defensoría no busca sancionar ni penalizar sino brindar herramientas para una comunicación de calidad que respete los derechos humanos. Son caminos muy diferentes.

– ¿Es posible frenar el cierre de la Defensoría?

– Para empezar, tiene que darse a conocer que nos quieren cerrar, porque aparecer sólo como una derogación de un artículo es una forma de hacernos invisibles y de invisibilizar el trabajo que hacemos desde hace años. Es importante dar a conocer esta situación. Por eso queremos que nos escuchen en el Congreso. Hemos obtenido apoyo internacional, por ejemplo, de la ONO ( organización que nuclea a defensores y defensoras de medios de todo el mundo) y de la OID (Organización Interamericana de Defensores y Defensoras de las Audiencias). No se trata de un tema de presupuesto, hay un interés político en ir contra la comunicación responsable, en que no se pueda defender a las audiencias de los discursos violentos, de los discursos de odio, en un momento donde hay mucha circulación de información falsa.

FUENTE: Agencia Presentes

Envio:RL


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