La democracia de Conan el Bárbaro
Por Marcelo Valko, Resumen Latinoamericano 4 de febrero de 2024
Si llega al consultorio de un psiquiatra una persona que asegura estar conectado
íntimamente con “las fuerzas del cielo” lo miraría con atención. Ahora, si luego agrega que
recibe mensajes sobre economía de su perro Conan con el que habla frecuentemente, que
encima está muerto, y añade que antes del fallecimiento del animal lo clonó y que sus
cuatro mastines actuales son producto de aquella clonación a quienes denomina “mis
hijitos” el profesional comenzaría a inquietarse.
Ahora bien, si ese individuo le anuncia que se presentará a las elecciones y uno de sus clichés de campaña publicitaria para algarabía de sus seguidores y asombro para la prensa extranjera consiste en agitar una motosierra de acá para allá afirmando que acabará con la casta política mientras mantiene una
relación de absoluta obediencia hacia su hermana a la que de hecho llama “la Jefa” ya
estaría comunicándose con un colega para una urgente interconsulta.
Si pese a todo esto, en las elecciones es votado por catorce millones y medio de argentinos convirtiéndolo en presidente explica la gran preocupación que tenemos otros muchos millones de
ciudadanos y también evidencia como un voto masivo o mayoritario no necesariamente es
una demostración de razonabilidad, muy por el contrario, si Kant se enterara de algo así
revolearía por el aire su Crítica a la Razón Pura y optaría por regresar a la tranquilidad de
su tumba en Königsberg.
A dos meses de la asunción de Milei, una situación económica que era mala, ahora se agudizó de manera nunca vista, y eso que nosotros sabemos de crisis y espirales inflacionarias. Por colmo, de sus promesas de acabar con la casta política, lo primero que hizo fue incorporarla a su gobierno, al punto que, a la persona que acusaba de haber sido “una terrorista que ponía bombas en jardines de infantes” la nombró
ministra del interior, en tanto que el resto de la casta política cambió tranquilamente de
vereda.
Es verdad aunque usted no lo crea. Y como frutilla del postre, reivindica a un general genocida como Julio Roca que apuntó contra indígenas y luego contra el movimiento obrero y que explica la furia en mi contra por alguno de sus seguidores por haber escrito “Fui Roca un bronce herido de muerte”.
Como si esto fuera poco, hace unas semanas en el Foro de Davos entre otros disparates para asombro de todo el mundo terminó afirmando que Argentina, o sea él que asegura ser un león acabó con el comunismo mundial, y ni bien finalizó su conferencia tuiteó la imagenque acompaña esta nota que si llegaran a verla los muchachos de la CIA o del MI5 se preguntarán en que plataforma puede verse esta película desopilante…
Continuando con un tema del todo alejado a la razón, les comento que de chico viví en la selva paraguaya a raíz del trabajo de mi papá en un aserradero, casi de inmediato experimenté la cercanía de la fauna mítica que todos los pueblos cargan en lo más profundo de su inconsciente colectivo. Al salir del colegio por la tarde, nos reuníamos en cercanías de un arroyito y mientras caía la tarde y comenzaban las sombras surgían experiencias vividas por distintas personas que pretendían ser protagonistas de eventos y apariciones que no se dejan ver tan fácilmente.
Todos los relatos que comentábamos con los chicos eran episodios memorables de Stephen King. Poco a poco, los sonidos del día cambiaban a otros ruidos propios del anochecer y la verosimilitud del lobizón cobraba una inquietante y absoluta realidad. En esa época, a mis 10 o 12 años, no imaginaba que un
señor llamado Borges había escrito en 1957 nada menos que un “Manual de zoología fantástica”.
Ya de grande, de la mano de mi amiga la arqueóloga Florencia Kusch brillante especialista en la Cultura Aguada del noroeste argentino me introdujo en su iconografía donde en particular sobresale el shamán-jaguar o la anfisbena, la víbora de dos cabezas, el mismo ser que aparece tempranamente mencionado en la crónica “Historia Natural” del romano Plinio.
Ya para terminar, Borges afirma que ignoramos el sentido de esta fauna mítica como
ignoramos el sentido del universo, pero en la imagen de estos seres fabulosos como un
lobizón, el unicornio, un dragón o en el perro Conan hay algo que concuerda con la
imaginación de la gente. Aunque sé que muy pocos coincidirán conmigo atados a distintas
variantes socioeconómicas, me permito agregar, que algo del todo irracional suscita la
imagen del perro fantástico que le habla a Javier Milei, imagen que tanto satirizamos, pero
es evidente que esa imagen que debería ingresar al Manual de animales fabulosos de
Borges hizo eco de modo subliminal en el inconciente de millones de argentinos y explica,
lo que la razón no puede hacer, para haberlo llevado a la Casa Rosada y para que allí
tenga mejor conexión con su mascota del más allá. http://marcelovalko.com Es lento, pero
viene…
Envio:RL
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