
30 de abril de 2009
La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo solicitó la indagatoria de 29 miembros de las fuerzas de seguridad que actuaron en los Centros Clandestinos de Detención conocidos como Pozo de Banfield y Pozo de Quilmes, ambos dependientes de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y piezas claves del Plan Cóndor, el aparato represivo coordinado por las dictaduras de los principales países del Cono Sur durante la década del ‘70.
La Asociación Abuelas de Plaza de Mayo solicitó la indagatoria de 29 miembros de las fuerzas de seguridad que actuaron en los Centros Clandestinos de Detención conocidos como Pozo de Banfield y Pozo de Quilmes, ambos dependientes de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y piezas claves del Plan Cóndor, el aparato represivo coordinado por las dictaduras de los principales países del Cono Sur durante la década del ‘70.
El pedido fue elevado hoy al magistrado de ambas causas, el juez federal Arnaldo Corazza, junto al Informe sobre Maternidades Clandestinas referido a estos CCD –otros ya fueron presentados anteriormente-, que desde hace más de cuatro años viene elaborando el equipo de investigación de Abuelas de Plaza de Mayo, Filial La Plata, para reconstruir las historias de las embarazadas detenidas-desaparecidas durante la última dictadura militar y de los niños que pasaron por los Centros Clandestinos de Detención (CCD) en el ámbito de la provincia de Buenos Aires.
Pozo de Banfield
Dentro del circuito represivo coordinado por Ramón Camps, jefe de la Policía Bonaerense durante la dictadura, el Pozo de Banfield se caracterizó por el gran número de embarazadas que permanecieron secuestradas allí, funcionando como una verdadera maternidad clandestina policial. De la investigación se desprende que 21 mujeres embarazadas fueron identificadas en este Centro, de las cuales 15 aún permanecen desaparecidas; de los niños nacidos en cautiverio y sustraídos, sólo 4 recuperaron su identidad.
Pozo de Banfield
Dentro del circuito represivo coordinado por Ramón Camps, jefe de la Policía Bonaerense durante la dictadura, el Pozo de Banfield se caracterizó por el gran número de embarazadas que permanecieron secuestradas allí, funcionando como una verdadera maternidad clandestina policial. De la investigación se desprende que 21 mujeres embarazadas fueron identificadas en este Centro, de las cuales 15 aún permanecen desaparecidas; de los niños nacidos en cautiverio y sustraídos, sólo 4 recuperaron su identidad.
En el marco de la causa judicial en la que se investigan estos hechos, Abuelas de Plaza de Mayo, solicitó la indagatoria para 18 miembros de las fuerzas de seguridad por su responsabilidad en la privación ilegal de la libertad, aplicación de torturas, sustracción, retención y ocultamiento de menores de 10 años y supresión de identidad. Para Abuelas la responsabilidad de estos miembros de las fuerzas de seguridad se da como plenamente acreditada, no siendo ello impedimento para que en el trámite de la causa se determinen nuevas responsabilidades penales y se dispongan otras detenciones.
En esta causa también figura un pedido a las autoridades judiciales uruguayas de prueba documental y testimonial, así como un listado de las fuerzas de seguridad de aquél país que participaron en la coordinación y represión en el marco del Plan Cóndor. Abuelas realizó esta presentación junto a Carlos D’Elía Casco, nacido en el Pozo de Banfield durante el cautiverio de su madre, Yolanda Iris Casco, vista en el Centro junto a su esposo, Julio César D’Elía, ambos uruguayos.
Pozo de Quilmes
En el caso del Pozo de Quilmes, si bien no funcionó como una maternidad clandestina donde las mujeres fueran llevadas a dar a luz, está plenamente acreditada la permanencia de mujeres detenidas desaparecidas en estado de gravidez, como así también de mujeres que fueron trasladadas allí después del parto. Existe además el caso paradigmático de Silvia Isabella Valenzi, que fue trasladada de urgencia al Hospital Municipal de Quilmes, ubicado a dos cuadras del CCD, y cuya hija nacida el 2 de abril de 1977 aún permanece desaparecida. Alrededor de 300 personas secuestradas fueron vistas en este CCD, de las cuales 205 fueron identificadas.
Pozo de Quilmes
En el caso del Pozo de Quilmes, si bien no funcionó como una maternidad clandestina donde las mujeres fueran llevadas a dar a luz, está plenamente acreditada la permanencia de mujeres detenidas desaparecidas en estado de gravidez, como así también de mujeres que fueron trasladadas allí después del parto. Existe además el caso paradigmático de Silvia Isabella Valenzi, que fue trasladada de urgencia al Hospital Municipal de Quilmes, ubicado a dos cuadras del CCD, y cuya hija nacida el 2 de abril de 1977 aún permanece desaparecida. Alrededor de 300 personas secuestradas fueron vistas en este CCD, de las cuales 205 fueron identificadas.
Abuelas solicitó la indagatoria para 20 miembros de las fuerzas de seguridad por su responsabilidad en la privación ilegal de la libertad, aplicación de torturas, sustracción, retención y ocultamiento de menores de 10 años y supresión de identidad. Con respecto al plan Cóndor es en esta causa donde se solicita la detención y declaración indagatoria de 5 oficiales de las FF AA Uruguayas. Para la Asociación la responsabilidad de estos miembros de las fuerzas de seguridad se da como plenamente acreditada, no siendo ello impedimento para que en el trámite de la causa se determinen nuevas responsabilidades penales y se dispongan otras detenciones.
(Fuente:Rdendh).
(Fuente:Rdendh).
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