18 de diciembre de 2009

LOS JUZGA UN TRIBUNAL LOS CONDENAMOS TODOS.

EL MARTES, EL VEREDICTO
La última palabra
El presidente del Tribunal Oral, Roberto López Arango, que juzga al ex juez Víctor Brusa y a cinco policías acusados por violaciones a los derechos humanos, cerró ayer el debate y anunció el día y la hora del veredicto: el martes, a 18. Será la primera sentencia en un juicio por delitos de lesa humanidad en la provincia. Un rato antes, había concedido la última palabra a los imputados. Y Brusa rompió el silencio: se sentó frente a los jueces y soltó una ironía. "No ejercí mi defensa material porque comparto plenamente mi defensa técnica, a la que he tenido acceso permanente. En honor a la brevedad, coincidimos que así sea. Quiero además expresar mi agradecimiento a los señores empleados y defensores que me asisten, por la defensa irrestricta de las instituciones", dijo.
La audiencia comenzó con las réplicas y contrarréplicas de la defensa y la acusación, hasta que después de un cuarto intermedio, tres imputados aceptaron decir su última palabra. El primero fue el ex jefe de la comisaría 4ª, Mario Facino. Lo siguió, la ex carcelera, María Eva Aebi. Y cerró Brusa. Durante el debate, Perizzotti y Ramos ampliaron las indagatorias.
Facino volvió a descalificar a sus denunciantes. "Mienten", dijo. Y luego insistió en desligarse del terrorismo de Estado, a pesar de que la 4ª era un centro de interrogatorios y torturas del Area 212. "Yo nunca trabajé para el Ejército. Jamás fui a un operativo antisubversivo camuflado".
"Lamentablemente, el Ejército dispuso que en mi comisaría haya detenidos políticos, es decir de la subversión. Yo estuve un año y medio en la 4ª y en ese período me tocó bailar con la más fea. Sin embargo, no tuve un solo robo ni una sola muerte. Nosotros teníamos que garantizar la seguridad de muchas personas que concurrían al Mercado de Abasto que operaba en las cercanías , luego fui jefe de distintas unidades hasta que me retiré", afirmó Facino.
Lo siguió Aebi, que utilizó su tiempo para rebatir cuestiones personales que se ventilaron en la audiencia. "Quiero pedirle a Dios le dijo a los jueces que ilumine sus mentes y sus corazones para cuando tengan que dar su veredicto lo hagan correctamente".
El último fue Brusa, que nunca había hablado antes. Ayer, enfrentó a sus jueces. Y leyó un mensaje: "No he ejercido mi defensa material por el solo hecho de no ser reiterativo por lo esgrimido por mi defensa técnica que comparto plenamente y a la que he tenido acceso permanente. En honor a la brevedad, coincidimos que así sea. Quiero además expresar mi agradecimiento a los señores empleados y defensores que me asisten, por la defensa irrestricta de las instituciones". Después de escuchar a los imputados, López Arango cerró el debate.

CARLOS SENN, OFICIALISTA, ACUSADO POR LA REPRESION
Legislador sospechado en Córdoba
La Legislatura de Córdoba resolvió el miércoles investigar a uno de sus integrantes por su actuación durante la última dictadura. Se trata de Horacio Senn, que integra las filas de Unión por Córdoba, el partido del gobernador Juan Schiaretti. El legislador fue denunciado por un testigo que declaró en el juicio al ex juez federal Víctor Brusa y a cinco ex policías de Santa Fe, como “colaborador” de los grupos de tareas que actuaron en la ex Guardia de Infantería Reforzada (GIR) y en el Departamento de Informaciones (D2) de la policía santafesina. La investigación estará a cargo de la Comisión de Asuntos Institucionales.
El testigo que vinculó al legislador con los represores santafesinos es Carlos Chiarulli, quien en su juventud fue compañero de militancia de Senn. “Entraba y salía de la GIR como si nada. Entonces, nosotros creemos que era un colaborador de los grupos de tareas. Pero eso tendrá que investigarlo la Justicia”, explicó ante Rosario/12. En su testimonio ante el tribunal que juzga a Brusa, Chiarulli relató su secuestro en Esperanza, las torturas que sufrió en el centro clandestino La Casita, su paso por los calabozos de la Comisaría 4ª y su traslado a la Guardia de Infantería, donde reconoció a Senn.
“Había bastantes compañeros. Ahí apareció un personaje que estuvo tres o cuatro horas y se me arrimaba permanentemente. Era Horacio Senn. Yo lo conocía de Esperanza. Me llamó la atención porque no lo veía desde hacía dos años. Y ahí pude hilvanar las preguntas que me hicieron en el interrogatorio en La Casita con la presencia de este señor en la GIR”, relató Chiarulli ante el periodista Juan Carlos Tizziani. “No conversé con él por resguardo. No era uno de los detenidos, aunque diera esa sensación, y después se fue. Con el tiempo supe que participaba de los grupos de tareas y por la precisión de las preguntas que me hacía el que me torturaba o el que estaba al lado, puede ser que él haya estado ahí en ese momento”, denunció el sobreviviente. “Por un compañero me enteré también que entraba con frecuencia a San Martín y Obispo Gilabert”, donde operaba el Departamento de Informaciones de la policía, agregó. Tras el retorno de la democracia, Senn “desaparece de la provincia de Santa Fe, donde era conocido y tuvo su actividad supuesta de represor, y se va a Córdoba”, donde “inicia una nueva vida política, entre comillas, con (el ex gobernador José Manuel) De la Sota”, concluyó.
La denuncia tuvo inmediata repercusión en Córdoba. Ante consultas del diario La Voz del Interior, el ministro de Justicia, Luis Angulo, intentó bajarle el perfil. “Hay que dejar que actúe la Justicia”, dijo. Idéntica fue la posición del ex preso político y secretario de Derechos Humanos Raúl Sánchez. Distinta habría sido la reacción de Ricardo Sosa, secretario de Gobierno, quien según el diario cordobés “habría puesto el grito en el cielo” por la presunta colaboración de Senn en la represión ilegal.
El Tribunal Oral Federal que recibió el testimonio recién podrá ordenar que se investigue la posible vinculación de Senn con el terrorismo de Estado cuando dicte sentencia. El pedido ya habría sido formulado por el abogado Horacio Coutaz, que representa a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, y por el fiscal federal Martín Suárez Faisal. Mientras tanto, la Legislatura decidió no quedarse de brazos cruzados: el miércoles aprobó una cuestión de privilegio que habilita la investigación sobre el pasado de Senn, que por el momento continuará ocupando su cargo. El primer paso fue requerir antecedentes y documentos a organismos de derechos humanos y a juzgados de Santa Fe y Córdoba que instruyen causas por delitos de lesa humanidad.
(Fuente:Rdendh-Pagina12-Rosario12).

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