29 de mayo de 2010

SANTIAGO DEL ESTERO: CARLOS SANTILLÁN YA ESTÁ EN SU PAGO NATAL.

REGRESO “Hoy he podido cerrar una etapa de mi vida”, dijo Jorge Santillán
Sepultaron los restos de otra víctima santiagueña de la dictadura militar
Su cuerpo fue identificado en un cementerio de Avellaneda, en Buenos Aires. Sus datos genéticos fueron cotejados con familiares.

El último adiós. La ceremonia estuvo cargada de emoción. Carlos Santillán fue despedido por amigos, familiares y viejos compañeros de militancia.

Carlos Benjamín Santillán.

Su cuerpo fue identificado en un cementerio de Avellaneda, en Buenos Aires. Sus datos genéticos fueron cotejados con familiares.
Después de 34 años Carlos Benjamín Santillán pudo regresar a su ciudad natal, La Banda. Lo hizo en una tarde gris, en manos de sus hijos María Lucila y Jorge Francisco, quienes trajeron sus restos desde la Capital Federal para ser sepultados cerca de sus seres queridos.
Emocionado, Jorge apenas dejó escapar algunas palabras, al finalizar la ceremonia realizada en un cementerio privado ubicado sobre ruta 51 cuando ya caía la tarde. “Hoy he podido cerrar una etapa de mi vida. Es una etapa que se ha cerrado en nuestra historia y ahora tenemos que continuar la vida”, dijo.
Junto con su hermana arribó al aeropuerto local pasadas las seis de la tarde, en un vuelo de línea que llegó con casi dos horas de retraso. En el cementerio lo esperaba un grupo de personas, entre familiares, amigos, militantes de organizadores defensoras de los derechos humanos y ex compañeros de causa, con quienes Carlos Santillán integró las filas del Ejército Revolucionario del Pueblo.
“Los restos de mi padre ya están descansando, y ahora quedamos a la espera de ver si encuentran a otras personas que faltan aparecer”, anheló Jorge, quien no tiene recuerdos de su padre en vida. Él tenía apenas un año cuando, junto con su madre, María Cristina Lanzilotto, fue secuestrado por miembros del Ejército en la ciudad de Pergamino, Buenos Aires.
Durante la ceremonia del entierro, amigos y miembros de la Asociación Por la Memoria, la Verdad y la Justicia de Víctimas de la Dictadura dedicaron palabras en memoria del recordado joven santiagueño.
En el lugar también se encontraba Julio Bentos Álvarez, la última persona que vio con vida a Carlos Santillán todavía en libertad.
Bentos Álvarez también militaba en el ERP y fue detenido horas después de que los militares irrumpieran en la casa de la familia Santillán. Ayer recordó que media hora antes del secuestro, Carlos había pasado por su casa para retirar a sus dos hijos, que tenían un año (Jorge) y meses de vida (María).
Él también es santiagueño y es uno de los sobrevivientes de la dictadura militar. Estuvo detenido entre 1976 y 1984. Pasó por varias cárceles hasta que ya durante la democracia fue liberado junto con otros setenta presos políticos, tras una huelga de hambre de casi cuarenta días.
Bentos Álvarez lamentó la muerte de su compañero, aunque reconoció que cualquiera de ellos podía haber corrido la misma suerte, ya que a diario eran sometidos a “terribles torturas, incluso a simulacros de fusilamiento”.
Pedro Ramírez es actualmente director de Cultura de la Municipalidad de La Banda. También fue un preso político y uno de los amigos de la infancia de Carlos Santillán. Ayer se mostró muy acongojado, pero satisfecho por haberse reencontrado con su compañero.
“Esto sirve para seguir adelante y para no olvidar que todavía quedan muchos sin aparecer, pero cuya búsqueda no termina. Esto tiene que servir de mensaje”, expresó.
El hallazgo de los restos de Santillán se produjo en el cementerio de Avellaneda, provincia de Buenos Aires, lugar en el que en el año 2006 había sido encontrado también el cuerpo de María Cristina Lanzilotto.
La familia Santillán Lanzilotto vivía en la ciudad de Pergamino, Buenos Aires. El 17 de noviembre los cuatro integrantes fueron secuestrados de su domicilio, de noche, por fuerzas del ejército y trasladados a la comisaría de San Nicolás, donde, según un testigo de la policía, marido y mujer fueron brutalmente picaneados.
Los niños, de dos y un año, fueron sacados de allí y los dejaron en el jardín de una iglesia y colegio de Fisherton, en Rosario. Una vecina los recogió y los tuvo hasta marzo de 1977 cuando buscó a la familia y los trajeron a Santiago, donde viven actualmente.
Aparentemente, tanto María Cristina como Carlos, fueron vistos posteriormente en otros centros clandestinos y finalmente por un día en El Vesubio. No se sabe cuándo los trasladaron y asesinaron, porque su inhumación como NN en el cementerio de Avellaneda, así como la de numerosos cadáveres, no estaba documentada.
La causa es investigada por el juez federal Carlos Villafuerte Ruzo, que acusa al ex comisario (r) Escande Lobos, por privación ilegítima de la libertad, tormentos y homicidio en perjuicio del matrimonio y de sus hijos de dos y cuatro años, María Lucila y Jorge Francisco Santillán, respectivamente.
Los familiares piden la restitución de la vivienda
El juez Federal Carlos Villafuerte Ruzo dio lugar al pedido del fiscal Juan Murray y decretó el auto de procesamiento sin prisión preventiva a Carlos Enrique Rocca, nacido en la ciudad de Colón el 14 de febrero de l950 y que prestó funciones en la Comisaría de Pergamino desde el 15 de abril de l976 hasta el 18 de julio de l977.
El magistrado lo consideró responsable del delito de privación ilegal de la libertad, agravada por mediar violencia respecto de Carlos Benjamín Santillán; María Cristina Lanzillotto de Santillán; María Lucila Santillán y Jorge Francisco Santillán.
La ex mujer de Rocca sigue viviendo en la casa usurpada y los familiares del matrimonio desaparecido piden su restitución para los dos hijos que sobrevivieron al secuestro.
FuentedeOrigen:ElLiberal
Fuente:Rdendh

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