Es la parroquia donde se reunían las primeras madres de plaza de mayo
La Iglesia de la Santa Cruz desmintió una nota de Clarín
Publicado el 12 de Noviembre de 2010
Los curas Saracini y Rosasco negaron haber participado de un encuentro de “reconciliación” entre familiares de víctimas de la guerrilla y la represión, como señaló el matutino.
Los responsables de la Iglesia de la Santa Cruz, vinculada históricamente con organismos de Derechos Humanos, desmintieron ayer haber participado de un encuentro de “reconciliación” entre “víctimas de la guerrilla y la represión ilegal”, que fue convocado a fines de octubre por un grupo católico, el Proyecto 70 veces 7, que obtiene su nombre de una cita bíblica.
En un comunicado, los curas párrocos Carlos Saracini, Juan María Rosasco y la apoderada legal Sabina D'Urbano, responsables de la Manzana Santa Cruz (parroquia, colegio y Casa de Nazaret), aseguraron no formar parte de ese proyecto y aclararon: “No hemos solicitado ninguna representación en dicho encuentro.”
La reunión fue publicada en una nota del diario Clarín del 4 de noviembre, titulada “La Iglesia reunió a víctimas de la guerrilla y la represión ilegal” y firmada por Sergio Rubín, el biógrafo oficial del cardenal Jorge Bergoglio. En el artículo, Rubín menciona entre los integrantes del proyecto a “José María Sacheri −hijo del dirigente católico nacionalista Carlos Sacheri, asesinado en 1974 por el ERP−, Cristina Cacabelos −hermana de una militante de Montoneros muerta en un enfrentamiento y de dos desaparecidos que tenían 16 y 17 años−, y Beatriz Fernández, de la iglesia porteña de la Santa Cruz, donde empezaron a reunirse las Madres de Plaza de Mayo y fueron secuestradas las monjas francesas”.
Desde la Iglesia de la Santa Cruz, ubicada en el barrio porteño de San Cristóbal, aclararon que, si bien Beatriz Fernández es parte de la comunidad, no fue a ese retiro espiritual en representación de la parroquia sino a título personal.
“Los que formamos parte de esta comunidad, nos sentimos herederos de una historia de dolor y de amor. Nuestra parroquia fue refugio de resistencia para quienes, durante la última dictadura, eran perseguidos, abandonados y desamparados”, aclararon en el comunicado. Ante este encuentro donde se intenta reeditar la teoría de los dos demonios, poniendo en el mismo lugar a las víctimas del terrorismo de Estado y a las de la guerrilla, los responsables de la Iglesia Santa Cruz aseguraron: “Las Madres de Plaza de Mayo y familiares de desaparecidos encontraron en nuestra comunidad un espacio donde seguir fortaleciendo el reclamo de la Verdad y la Justicia. Desde siempre nos sumamos a ese reclamo porque creímos y creemos que los crímenes cometidos bajo la tutela del Estado no son equiparables con ningún otro accionar. Son considerados delitos de lesa humanidad, por lo tanto imprescriptibles y deben ser juzgados por la justicia.”
Más adelante opinaron que “la voluntad de perdón es un acto que por su naturaleza y esencia es personal y libre, por eso es lo más ajeno al mundo de lo institucional, de lo impersonal, de lo masivo y de lo impuesto. El perdón no puede ser decretado ni impuesto por ningún ‘colectivo social’.”
Según el blog del Proyecto 70 veces 7, el encuentro fue “acompañado por la sabiduría y el generoso compromiso de Monseñor Carmelo Giaquinta, arzobispo emérito de Resistencia”. En la nota de Clarín, Rubín le atribuye al prelado haber realizado la prédica espiritual del retiro. Allí aseguró: “si los argentinos nos perdonásemos de corazón, nos desataríamos las ataduras que nos tienen prisioneros del pasado y volveríamos a caminar como Nación”.
FuentedeOrigen:TiempoArgentino
Fuente:Agndh

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