Vuelven a acusar a Bergoglio por el secuestro de dos sacerdotes que estuvieron detenidos en la ESMA
18 de febrero de 2011
El hermano de un sacerdote fallecido, que fue secuestrado en una villa del Bajo Flores durante la dictadura, acusó al jefe de la Iglesia católica argentina, el cardenal Jorge Bergoglio, de haber tenido conocimiento de su cautiverio en la ESMA y de retacearle colaboración cuando intentaban dar con su paradero.
Rodolfo Daniel Yorio, hermano del fallecido sacerdote jesuita Orlando Yorio, entregó además al Tribunal Oral Federal 5 (TOF 5) un dosier redactado por su hermano antes de su secuestro en 1976, donde daba cuenta de la situación generada en la iglesia en torno a la situación dentro de la congregación "en particular respecto de las actitudes del Provincial", el actual cardenal y primado de la Argentina, Bergoglio.
Según explicó, Bergoglio le había exigido, como jefe superior de Yorio y de otro de los curas tercermundistas, Francisco Yanis, que abandonaran la congregación donde habían abrazado "la opción por los pobres" en el marco de la llamada Teología de la Liberación, o que se buscaran otro lugar donde hacerlo.
Fue así que se entrevistaron con el fallecido obispo de Santa Fe Jorge Zaspe y su par Raúl Pironio, pero no pudieron ubicarse en otro lugar donde trabajar.
Según dijo, en el documento de 17 carillas entregado hoy, el religioso cuenta que tras su liberación, Yorio viajó al Vaticano donde se enteró que en realidad habían sido expulsados de la Companía de Jesús, la congregación jesuitica, y se les prohibió oficiar misa.
Yorio y Yanis, quien también sobrevivió, fueron secuestrados de la villa que hoy se conoce como 1114 y permaneció alojado aparentemente en un casa operativa de Don Torcuato, donde fue torturado con sustancias químicas, luego de un fugaz paso por la ESMA, en dependencias del Servicio de Inteligencia Naval (SIN).
Su hermano recordó hoy que cuando los familiares comenzaron su búsqueda y recurrieron a Bergoglio, se entrevistaron con él en un colegio religioso de la zona oeste del Gran Buenos Aires.
Bergoglio habría dicho desconocer el paradero de los curas secuestrados y les habría pedido "que se retiren porque están viniendo militares", durante la entrevista "que duró 60 segundos".
Rodolfo Yorio relató que en ese momento simuló retirarse del edificio y se ocultó entre las plantas de un jardín, desde donde pudo ver la llegada de "un Ford Falcon verde con personal militar", hecho que a su entender le dejó en claro la relación entre Bergoglio y los militares.
Ya en su casa, se comunicó telefónicamente con el religioso, quien le reiteró que no podía hacer nada por su hermano, tras lo cual y ante la recriminación del familiar por su vínculo aparente con los represores, Bergoglio le habría respondido "No suelo descender a niveles tan bajos".
Meses después y cuando la presión se hizo intensa sobre las autoridades eclesiáticas, los religiosos fueron liberados y abandonados adormecidos en un descampado cercano a Cañuelas, con dinero para regresar a sus hogares en los bolsillos, el 23 de octubre de 1976.
El testigo recordó que su hermano siempre reeditaba con simpatía ese momento, debido a que había una densa niebla, y al salir del estado en que los habían dejado los somniferos que les aplicaron sus captores, "pensaron que habían llegado al Cielo".
Yorio intentó comunicarse de inmediato con Bergoglio para notificarlo de la novedad de su liberación, pero éste le habría respondido: "no puedo ayudarte".
La escena podría ser ratificada por quien por entonces era chofer del alto dignatario, quien tras cortarse la comunicación le preguntó de quién se trataba.
La respuesta de Bergoglio habría sido, según rememoró el testigo: "-Yorio, que lo liberaron de la ESMA, era un secreto, que se joda".
El testigo, concluyó su declaración recordando una frase del Dante, cuando en La Divina Comedia, se interroga "Dónde está dios", a lo que responde "donde está la verdad"; al reclamar que la Justicia revele "la verdad de lo que pasó con mi hermano!.
Fuente:Telam
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