NO APTO PARA MILICOS
Por Raúl Kollmann
La ministra de Seguridad, Nilda Garré, decidió suspender todos los cursos de entrenamiento de las fuerzas de seguridad en el exterior para analizar caso por caso su pertinencia. De acuerdo con el criterio de no militarizar la seguridad interior, se descartarán los impartidos por las fuerzas armadas de otros países
LA MINISTRA DE SEGURIDAD SUSPENDIO LOS CURSOS DE CAPACITACION DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD EN EL EXTERIOR
Garré mira con lupa los viajes de los agentes
El entredicho con los Estados Unidos a raíz del material no declarado por los militares que venían a capacitar a policías federales decidió al Ejecutivo a revisar todos los convenios firmados y suspender, en consecuencia, su aplicación.
Por Raúl Kollmann
La ministra Garré ordenó suspender todos los viajes al exterior de fuerzas de seguridad para hacer cursos de capacitación hasta tanto sean revisados.Imagen: Télam
La ministra de Seguridad, Nilda Garré, ordenó ayer la suspensión de todos los viajes al exterior de fuerzas de seguridad para hacer cursos de capacitación hasta tanto sean revisados sus contenidos, los países y organismos que los dan y todos los detalles sobre el financiamiento. Garré les dio una semana a la Policía Federal, la Gendarmería, la Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) para que presenten el plan de cursos y está decidido que el ministerio suspenderá la participación argentina en cualquier capacitación en materia de seguridad en que los profesores sean militares. La medida de Garré está directamente relacionada con lo ocurrido con el avión de la Fuerza Aérea de Estados Unidos que traía a militares norteamericanos para instruir a integrantes del Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF) en casos de secuestros y toma de rehenes. El concepto del Poder Ejecutivo –y así está explicitado en las leyes– es que las actividades militares son muy distintas a las de seguridad, por lo cual no corresponde que las policías sean formadas por militares.
Como se sabe, el gigantesco C17 Boeing Globemaster III que aterrizó hace diez días en Ezeiza venía a un curso de capacitación que en su momento fue convenido por el ministro de Justicia, Julio Alak, y que por esa razón fue autorizado en enero por el Ministerio de Seguridad. Sin embargo, hubo una discrepancia entre los materiales declarados por los militares de Estados Unidos y los que realmente trajeron en el avión, lo que determinó la suspensión del curso, el regreso del gigantesco aparato a Estados Unidos y un expediente judicial por las irregularidades. A esto se suma la polémica decisión de la Policía Metropolitana de enviar a sus efectivos a cursos en la International Law Enforcement Academy (ILEA) en El Salvador, una especie de nueva Escuela de las Américas, célebre por haber formado a los militares golpistas de todo el continente. Costa Rica ya había negado el permiso a la ILEA para instalarse porque requería, entre otras cosas, el otorgamiento de inmunidad a los militares norteamericanos que son instructores de los cursos.
Garré decidió tomar las riendas de todo lo que tiene que ver con la capacitación de las fuerzas de seguridad en la Argentina y en el exterior y por lo pronto suspendió hasta tener analizados al detalle los cursos en los que pretenden participar los efectivos argentinos. La Policía Federal intervino en 112 cursos o congresos en el exterior durante 2010, la Prefectura en 360, la Gendarmería en 82 y la PSA en 33. Una desmesurada proporción de los seminarios de formación se hacen en Estados Unidos, aunque en los últimos años empieza a pesar el intercambio con Brasil.
El primer paso resuelto por el Ministerio de Seguridad es elaborar lo que se llama el PACE, Plan Anual de Comisiones al Exterior. Significa que Garré dio la orden de frenar cualquier participación en cursos, seminarios o formaciones en el exterior hasta tanto ella y su equipo analicen las características de esos eventos.
Algunos de los elementos determinantes del análisis y que llevarán a decidir si se aprueba la participación de efectivos de las fuerzas de seguridad argentinas en los cursos serán los siguientes:
- Que los instructores no sean militares. El Poder Ejecutivo rechaza en forma tajante la mezcla entre actividades de seguridad y actividades de defensa. La distinción será categórica y no concurrirán policías, gendarmes o prefectos argentinos a cursos dados por militares.
- Se buscará un nítido compromiso de las entidades que organizan esos cursos con el concepto de democratización y transparencia de la seguridad, además de respeto a los derechos de los ciudadanos.
- Tiene que haber cierta ecuanimidad en las proporciones de los destinos, esto es Estados Unidos, Europa y, desde ya, los países del Mercosur. En el Ministerio de Seguridad consideran vital la coordinación de los países del Mercosur en los temas de seguridad, en especial la trata de personas, el narcotráfico y el delito que, de hecho, más muertes produce: el robo de autos.
La idea de Garré no es limitar la concurrencia de los cuadros de las fuerzas de seguridad a los cursos y seminarios del exterior, sino más bien lo contrario. Uno de los acentos está puesto, justamente, en la profesionalización, en lograr bases teóricas y científicas para las tareas investigativas. Pero el punto clave es quién da los cursos, dónde y, sobre todo, cuál será el contenido. Como informó en este diario Horacio Verbitsky, el curso sobre crisis y toma de rehenes, en cuyo marco se produjo el incidente del avión norteamericano, iba a ser dado por doce expertos militares. Eso llevaba, casi en forma automática, a reforzar la idea de una militarización de la seguridad interior.
Desde hace años, se viene produciendo una fuerte presión de Estados Unidos para que las fuerzas militares intervengan en la lucha contra el narcotráfico. Tanto el gobierno de Néstor Kirchner como el de Cristina Fernández de Kirchner rechazaron esa concepción y hubo reclamos de fuerzas de la derecha argentina para que se convoque a militares, por ejemplo, para que patrullen el Gran Buenos Aires. Los distintos papeles de las Fuerzas Armadas y las fuerzas de seguridad quedaron establecidos en la Ley de Defensa de la época de Raúl Alfonsín, la Ley de Seguridad Interior, del gobierno de Menem, y la Ley de Inteligencia promulgada por De la Rúa. La orden taxativa de Garré será respetar esa distinción y ello lleva a que los efectivos no participen en los cursos dados por militares.
Cuando el lunes 28, las cuatro fuerzas de seguridad entreguen sus respectivas propuestas de comisiones al exterior, habrá una evaluación de cada uno de los cursos, congresos y seminarios, y recién después de ese paso la ministra emitirá las autorizaciones que correspondan.
Fuente:Pagina12
Testimonio sobre armas
Dos funcionarios del Registro Nacional de Armas confirmaron ante la Justicia que entre el material incautado del avión norteamericano la semana pasada, había armas no declaradas. Precisaron que seis cañones de fusil que integraban la carga no figuraban en el listado que pedía la “admisión temporal” del armamento a utilizar en un curso para agentes de la Federal. Tampoco coincidía el número de uno de los 24 fusiles con los que se habían consignado. Los especialistas, que presenciaron la verificación del material, sostuvieron que las armas no declaradas estaban mezcladas con el resto en cajas. No estaban en las valijas o los bolsos que traían consigo los marines. Si hubo o no ocultamiento es la clave para establecer si hubo o no delito. En un comienzo, la Aduana sostuvo que no había hecho denuncia judicial alguna porque creía que sólo había una infracción al régimen de equipaje. Pero el fiscal Roberto Leanza pidió una serie de medidas de prueba para despejar dudas. Si se probara “un engaño o un ardid”, podría haber un intento de contrabando. Los testigos no hicieron referencia a los medicamentos que venían en una caja y una valija, que sí fueron mencionados por los agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y de la Aduana que declararon el día anterior.
Fuente:Pagina12
UNA ENCUESTA MUESTRA APOYO A LO ACTUADO EN EZEIZA
Con soberanía y buenas relaciones
Por Raúl Kollmann
La mayoría de los argentinos están de acuerdo con las decisiones adoptadas por la Argentina ante el incidente con el avión norteamericano, mientras que sólo un 21 por ciento se manifestó en contra. El promedio de los ciudadanos cree que el haber secuestrado el material no declarado por los militares de Estados Unidos no alterará las relaciones con ese país y quienes evalúan como buena o muy buena la política exterior argentina duplican a los que la ven mal o muy mal. En el listado de cuáles deberían ser las prioridades de la Cancillería, el primer lugar lo ocupa el “preservar nuestra soberanía nacional”.
Las conclusiones surgen de una encuesta realizada en todo el país por la consultora Opinión Pública, Servicios y Mercados (OPSM), que lidera Enrique Zuleta Puceiro. En total se entrevistaron 1100 personas a nivel nacional, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social. La investigación fue dirigida por Gustavo Di Lorenzo.
El concepto que se trasluce en las respuestas de los encuestados es que las autoridades argentinas estuvieron bien en hacer respetar las leyes del país, que se debe preservar la soberanía nacional y también que es bueno mantener e incluso mejorar las relaciones con Estados Unidos. Un 44 por ciento opinó bien o muy bien de la actuación en el caso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, mientras que un 14 por ciento discrepa con lo hecho por la mandataria, lo que indica una voluntad de intervenir ante el hecho de que se estaba ingresando material no declarado.
La mitad de los consultados cree que las relaciones con EE.UU. seguirán igual que hasta ahora, frente a un 36 por ciento que está preocupado y piensa que el vínculo puede empeorar. Pero al mismo tiempo se considera que preservar la soberanía nacional es el primer punto de lo que debería ser la política exterior argentina. Esta última idea se manifiesta de distintas maneras: un 23 por ciento habla de cuidar la soberanía; un 17, de defender los intereses comerciales del país; un ocho, de defender nuestra identidad-país y otro ocho de preservar la economía argentina frente a la globalización. En los últimos años siempre se ha dicho que la Argentina es uno de los países en los que Estados Unidos tiene peor imagen y que hay un espíritu antiimperialista muy extendido. En el trabajo de OPSM sólo un 9 por ciento opina que hay que aumentar la distancia con ese país, aunque hay una mayoría que dice que la Argentina debe mantener la equidistancia.
Relaciones exteriores
¿Qué opinión tiene usted en general de la actitud argentina en este incidente?
Total
Muy buena
17,9
Buena
32,3
Regular
12,1
Mala
13,7
Muy mala
8,8
Ns/Nc
15,2
¿Y cómo evalúa usted la actuación de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en este incidente?
Total
Muy bien
15,6
Bien
28,5
Regular
24,8
Mal
5,0
Muy mala
9,9
Ns/Nc
16,1
¿Cómo evalúa usted el nivel de nuestra política exterior en estos últimos tiempos?
Total
Muy bien 10,7
Bien 37,8
Regular 30,6
Mal 5,8
Muy mala 12,9
Ns/Nc 2,1
Fuente:Pagina12
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