El juicio que se sigue en Argentina por los crímenes cometidos en la cárcel clandestina "Automotores Orletti", considerada una pieza clave de la represión coordinada en el Cono Sur durante los años 70, inició hoy su etapa final con miras a la sentencia, que se espera para marzo próximo.
3 de febrero de 2011 .
La querella comenzó este jueves con la exposición de los alegatos en el proceso que lleva adelante el Tribunal Oral Federal uno de Buenos Aires por delitos cometidos en perjuicio de 65 víctimas que pasaron por el centro clandestino de detención, enmarcado en el "Plan Cóndor", como se denomina a la represión de las dictaduras de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay y Perú.
La cárcel, que funcionó entre mayo y noviembre de 1976 bajo la fachada de un taller mecánico, escondió en su mayoría a uruguayos, aunque también pasaron por allí argentinos, chilenos, cubanos, bolivianos y paraguayos.
Las jornadas de alegatos, la última etapa antes del veredicto, se extenderán en principio hasta el próximo 18 de febrero, precisó el Centro de Información Judicial (CIJ).
Fuentes de la querella dijeron que está previsto que en marzo próximo se dicte la sentencia contra los cinco acusados del juicio, entre quienes se encuentra el ex agente de inteligencia Raúl Guglielminetti, quien posteriormente dirigió la custodia del fallecido expresidente Raúl Alfonsín (1983-1989).
También están sentados en el banquillo el excoronel Rubén Visuara, el exgeneral Eduardo Cabanillas y a los ex espías de inteligencia Honorio Martínez Ruiz y Eduardo Ruffo, todos acusados por los secuestros, torturas y homicidios cometidos en la cárcel clandestina que funcionó en el barrio porteño de Floresta, en plena dictadura militar argentina (1976-1983).
Entre los 200 detenidos que pasaron por aquel centro estuvieron Marcelo Gelman y María Claudia García Iruretagoyena, el hijo y la nuera del poeta argentino Juan Gelman, quien en 2000 recuperó a su nieta, Macarena, nacida en cautiverio en Uruguay y una de las testigos del juicio.
Desde el inicio del proceso oral, el pasado 3 de junio, más de 80 testigos expusieron su testimonio ante el tribunal, integrado por los jueces Adrián Grunberg, Oscar Amirante y Jorge Gettas, añadió el CIJ.
El antiguo centro de detención aún conserva aquella fachada de taller mecánico y mantiene incluso rastros de la represión, como agujeros de bala en las paredes y ganchos usados para las torturas.
Algunos de los detenidos permanecían en la planta baja, mientras otros eran conducidos por las escaleras a las salas de torturas e interrogatorios, donde colgaba un cuadro de Adolf Hitler.
Los militares que comandaban el centro decidieron "levantarlo" a comienzos de noviembre de 1976, después de que una pareja de secuestrados argentinos lograra escapar aprovechando una borrachera de los agentes a cargo de la custodia, contaron fuentes del Instituto Espacio para la Memoria, el ente formado por la Alcaldía de Buenos Aires y entidades humanitarias que gestiona el lugar.
Fuente:Ag.EFE-Que
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