“Sería muy bueno que la farándula cuente lo que sabe de los militares”
Publicado el 28 de Agosto de 2011
Por Florencia Halfon-Laksman
El periodista Camilo García se cruzó en un áspero diálogo con Gerardo Sofovich en el programa de Viviana Canosa cuando le dijo al conductor que le parecía “extraño” que no supiera lo que pasaba en esa época y este lo descalificó.
El productor fue invitado por Canosa a partir de que en el programa Intrusos, Jorge Rial señalara a la actriz Graciela Alfano como “amante del ex dictador Eduardo Massera”, y comenzara a debatirse sobre la “complicidad civil” en esos años.
Alan Iud, abogado de Abuelas de Plaza de Mayo, aclaró en la última semana que la asociación no estaba planeando iniciar acciones legales contra la actriz, aunque advirtió que Alfano tal vez podría contribuir en los Juicios por la Memoria, si tuviera información sobre los manejos de esa época.
Alfano no quiso ni confirmar ni desmentir los dichos de Rial, pero sí se concentró en decir: “Si te acostás con un genocida, no salís con los 30 mil desaparecidos”, y se le ocurrió una comparación: “También hay 70 mil muertes por año por jueces que dejan libres a homicidas.”
El viernes, el fiscal federal Carlos Cearras impulsó una causa penal para determinar si la vedette recibió de Massera bienes robados a los detenidos-desaparecidos.
El miércoles, en su cuenta de Twitter, Camilo García escribió: “El tema Alfano-Massera se está tratando muy bien en todos lados y que haya salido a la luz es muy auspicioso para que se sepa la verdad.” En el programa de Canosa, Sofovich le contó que “el único contacto que tuvo” con Massera fue cuando se lo presentaron. Según relató, el productor le dio la mano, le preguntó: “¿Cuándo nos van a dar a manejar los barcos?”, y le explicó: “Claro, si ustedes manejan los canales, nosotros tenemos derecho a manejar los barcos.” En diálogo con Tiempo Argentino, Sofovich dijo: “Camilo hizo esa reflexión absurda de que como yo era el número uno de la televisión, no podía ignorar lo que pasaba. Parece que si yo hubiera sido un fracasado, sí podía ignorarlo.” Y señaló: “Todos conocemos la desgracia por la que pasó Camilo –cuya madre integra la lista de los 30 mil desaparecidos– pero eso no lo habilita a una caza de brujas.”
En diálogo con este diario, García dijo que no se arrepiente de nada, y respondió: “Yo sé que Sofovich vivió una infancia dura, pero la sociedad tiene ganas de saber lo que pasó en esa época con el ocultamiento que se hizo a través de la farándula de la masacre que se establecía desde el Estado. No digo que son responsables directos, pero sería bueno que los protagonistas nos cuenten realmente cómo era la situación.”
Fuente:TiempoArgentino
Opinión
“Que se discuta es positivo”
Publicado el 28 de Agosto de 2011
Por Victoria Donda
Diputada nacional por Libres del Sur.
A mí me parece que lo bueno de esta discusión es que hoy, evidentemente, la sociedad está madura para poder escuchar cuál fue el rol de aquellas personas que hoy continúan teniendo influencia y que durante la dictadura jugaron un rol creando consenso para que los dictadores avanzaran como lo hicieron. Esas figuras están en distintos ámbitos, no sólo en la farándula, sino también en el ambiente deportivo, en los sectores empresariales… Los Blaquier, por ejemplo, siguen figurando en las revistas tipo Gente y Caras; siguen siendo personas con mucha influencia y han tenido un rol en la dictadura que nunca se ha cuestionado. Como argentinos, tenemos que empezar a cuestionarnos cuáles son esos sectores que generan consenso y que también lo generaron durante la dictadura. Me parece que es bueno que se discuta en todos lados, porque la dictadura nos pasó a todos. Fui a lo de Rial porque el hecho de que se discuta ahí me parece positivo.
Fuente:TiempoArgentino
Opinión II
“No hay margen para untar de frivolidad la memoria de una generación arrasada”
Publicado el 28 de Agosto de 2011
Por Gustavo Cirelli
Subdirector.
Andan por ahí, encaprichados en espesar los días, estos, nuestros días; empecinados en traer al presente el horror más siniestro del pasado, pero maquillado con purpurina. La morbosa insolencia de Alfano tendrá, por suerte, consecuencias judiciales. Y deberá explicar algo más que sus vínculos con el genocida de Massera; no hay margen para untar de frivolidad la memoria de una generación arrasada por el terrorismo de Estado. Nunca lo hubo. Pero la ofensa de Alfano abrió una caja de Pandora. Habrá que hurgar ahí para quitarles la máscara a los civiles que animaban orgías a metros de las catacumbas.
Y ahora, en el insólito carnaval mediático, irrumpió Gerardo Sofovich. Su presencia en el programa de Viviana Canosa quedará como uno de los momentos más fuleros de la tevé de la democracia. Insultó a Camilo García, panelista en ese ciclo. El insulto de Sofovich no fue un simple aderezo al rating del escándalo, al que acostumbró la televisión.
Camilo le preguntó por su relación con Massera, y repreguntó si no sabía nada de lo que ocurría en el país de la muerte cuando él, Sofovich, reinaba en la pantalla. Enfureció. Y entre insultos contó con naturalidad escalofriante que en aquellos años, lo llamó Galtieri para decirle que visitara a un empresario que le pagaría su fastuoso cachet por los meses en que estuvo ausente de la tevé. Confesión de parte. Quizá algún fiscal atento cite de oficio a Sofovich para desentrañar aun más la complicidad civil con los asesinos de uniforme. Está grabado.
Durante muchos años de trabajo en los medios, Camilo nunca hizo pública su condición de víctima del terrorismo de Estado. Su mamá fue asesinada. Tampoco lo recordó delante de Sofovich.
La reacción ante la pregunta de Camilo que irritó al señor que puede gritar hoy en democracia que tiene/tuvo (dice) “las bolas para mandar a la concha de su madre a un coronel”, dejó en evidencia, una vez más, la complicidad cívico-miliar.
Al dueño del rating durante la dictadura cuesta creerle que desconocía los vuelos de la muerte y las desapariciones. De lo que no hay dudas es de que el mayor insulto de Sofovich es minimizar hoy el plan sistemático de exterminio que impusieron Massera, Galtieri y demás canallas, al que calificó, al pasar, de “revolución militar”.
Sofovich no puede desconocer, en más de 27 años de democracia, que mientras él guionaba chistecitos olvidables, acá, en el país, había un genocidio; que cuando él facturaba millones en su banquete televisivo, Camilo y sus hermanos dormían sin su mamá en casa porque unos hijos de puta se la habían arrebatado para siempre. Como a tantos.
No sorprende que alguien que vivió arropado en la impunidad del poder insulte a una víctima. En este caso, la bofetada la recibió Camilo García. Pero no le dolió sólo a él.
Fuente:TiempoArgentino
Opinión III
“Banalizar es peligroso”
Publicado el 28 de Agosto de 2011
Por Estela de Carlotto
Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
Las Abuelas decidimos no hablar de este tema porque es muy duro. Si la justicia entiende que alguien tuvo connivencia con la dictadura, tiene que actuar. Hubo civiles cómplices pero cuando se señala a alguien, hay que aportar pruebas. Si se empieza a banalizar, se constituye en peligroso, desagradable e injusto, porque se pueden cometer errores por antinomias entre personas. Nosotras no nos metemos en la vida privada de nadie.
Fuente:TiempoArgentino
Opinión
Los estertores de un clima de impunidad
Publicado el 28 de Agosto de 2011
Por Federico Luppi
Actor
Los golpes militares fueron cívico-militares: había abogados, empresarios, sindicalistas, médicos, dirigentes políticos, que aportaban logística para sus negocios. Nuestro gremio no fue inmune a esa tendencia. Hubo gente que adhirió al golpe abiertamente y con entusiasmo, a la luz del día, y otros que se guardaron pero coquetearon, sonrieron, se mimaron, se pegotearon con el poder. Lo de ahora son los últimos estertores de un extendido “clima de impunidad”, que se estableció con el indulto de los comandantes. En esa vergonzosa decisión, la derecha, la reacción, vio que podía volver cuando quisiera. Se instaló una sensación de decir, hacer y pensar lo que se antojara. Como no son personas sensibles, no tienen la inteligencia de ser discretos. Se van de boca y aparecen estas cosas. Cada uno hace lo que quiere con el amor. Yo hablo de esta actitud casi distraídamente deportiva, donde hablan de cosas graves como si fueran juegos de visitas. Es lamentable pero fatalmente debía ocurrir. Se caen las máscaras. Tanta hipocresía no puede durar un siglo.
Fuente:TiempoArgentino
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