Mucha tela para cortar aún.
La promulgación de la ley 18 831 que restableció la pretensión punitiva del Estado y declaró como delitos de lesa humanidad las graves violaciones a los DDHH perpetradas por los servicios represivos es un hecho de enorme trascendencia.
La lucha por Verdad, por Justicia y por la erradicación de la Impunidad son objetivos válidos en sí mismos. Son también medios indispensables para logros más trascendentes: construir un país mejor, digno, justo, con plena vigencia de las normas democráticas, de las libertades públicas e individuales, de la institucionalidad democrática, de los Derechos Humanos. Fundamentalmente, para asegurar que en nuestro país, nunca más volvamos a vivir el horror de lo sucedido, para asegurar que realmente, en nuestro país, Nunca más haya terrorismo de Estado.
La Resolución 60/147 de las Naciones Unidas es el camino de la real democratización.
La superación de los resabios del pasado dictatorial aún presentes en el Uruguay supone la efectiva implementación de la Resolución 60/147 de la Organización de las Naciones Unidas. Es la hoja de ruta mínima que los países que han vivido experiencias como las que padecimos en el Cono Sur de América Latina deben recorrer para superar las heridas, los sufrimientos y las secuelas traumáticas del pasado terrorista.
La Resolución 60/147 de las Naciones Unidas es el instrumento internacional que recoge la experiencia de todas las naciones que han vivido experiencias trágicas como las que sufrió Uruguay y han comprometido sus sinceros esfuerzos para superarlas.
Sintetiza en un único documento la experiencia acumulada por las organizaciones de DDHH, instituciones religiosas, juristas y activistas internacionales, de grupos de trabajo y gobiernos comprometidos en lograr transiciones hacia la efectiva democratización. Recoge las lecciones aprendidas por la comunidad de naciones para evitar que ellas vuelvan a ocurrir con un enfoque orientado a dignificar a las víctimas al tiempo que se propone afirmar los principios esenciales para una convivencia pacífica y civilizada.
Los principios básicos y las directrices de la Resolución 60/147 de las Naciones Unidas definen los derechos irrenunciables de todas las personas que han sufrido graves violaciones a los Derechos Humanos. Al mismo tiempo detallan, pormenorizadamente, las obligaciones y compromisos que todos los Estados tienen que asumir para cumplir con sus responsabilidades. Se orientan a que haya Justicia, Verdad y también a superar o mitigar los dolores, los padecimientos, las secuelas siempre permanentes, afirmar la cultura de los DDHH, construir sociedades democráticas e impedir que los hechos vuelvan a repetirse.
Ese es el sentido de las disposiciones de la Resolución 60/147 de la Organización de las Naciones Unidas: resarcir dolores y sufrimientos, inmediatos y a largo plazo, hacer justicia, afirmar valores indispensables, construir sociedades plenamente democráticas y cimentar las condiciones para que nunca más haya detenidos desaparecidos, asesinados, torturas, presos por razones políticas, gremiales, culturales o ideológicas, niños secuestrados, niños nacidos en cautiverio político o niños y adolescentes sufriendo las consecuencias pavorosas de las persecuciones a que fueron sometidos sus padres.
A la luz de la Resolución 60/147 y de sus cinco principios básicos: restitución, rehabilitación, indemnización, satisfacción y garantías de no repetición, aún hay mucho camino a recorrer en el país. Los gobernantes, a todos los niveles, al igual que los integrantes del Poder Judicial y el sistema político en su conjunto, deberían releer dicho documento.
Demandar que el país transite la ruta especificada por la comunidad de naciones en la Convención Internacional contra la Tortura y en la Resolución 60/147 de la Organización de las Naciones Unidas, aplicadas a la especificidad de la realidad uruguaya, es y seguirá siendo una prioridad de todas y de todos los ex presos políticos para avanzar hacia la plena democratización.
Envío:Cecilio M. Salguero
EXCAVACIONES
Julio Castro fue ejecutado de un disparo
Confirmación. Los restos óseos del Batallón 14 pertenecían al maestro; sufrió apremios
El maestro Julio Castro fue ejecutado de un disparo en la cabeza, según se desprende de las observaciones realizadas por el equipo de antropología forense. La Justicia indaga a una decena de militares por este caso.
El Poder Ejecutivo confirmó ayer que los restos óseos hallados el pasado 21 de octubre en el Batallón 14 de la localidad de Toledo pertenecen al maestro y periodista Julio Castro, desaparecido el 1° de agosto de 1977 a la edad de 68 años.
El jefe del equipo de antropología forense, José López Mazz, informó en una conferencia de prensa realizada en la Torre Ejecutiva junto al secretario de la Presidencia, Alberto Breccia, que los análisis "concluyeron con un grado de certeza de 99,9999994%" que el esqueleto pertenece a Castro.
Los restos fueron hallados en el marco de la investigación judicial por la desaparición de la joven argentina María Claudia García de Gelman, registrada en 1976. El juez Pedro Salazar y el fiscal Ariel Cancela, a cargo de ese expediente, notificaron ayer a los familiares de Castro sobre la confirmación de la identidad del cuerpo.
A su vez, otra investigación judicial a cargo del juez Juan Carlos Fernández Lecchini y la fiscal Mirtha Guianze, indaga lo ocurrido con Castro quien, hasta ayer, se consideraba desaparecido, pero ahora el expediente buscará determinar a los responsables de su homicidio, dijeron fuentes judiciales consultadas por El País.
López Mazz recordó ayer que su equipo está trabajando en el Batallón 14 desde 2005, pero en la zona donde tuvo lugar el hallazgo el pasado 21 de octubre (que antes fue un viñedo y que actualmente es un predio de maniobras militares) la tarea se viene centralizando desde febrero pasado.
¿EJECUCIÓN?. López Mazz dijo que tras estudiar los restos se determinó que hubo "apremios físicos" con una fractura de una de sus costillas. Además, se encontró un proyectil que generó "una desestructuración de la bóveda craneana provocada por el impacto de un arma de fuego", explicó.
Consultado sobre el punto, el experto dijo junto a su equipo que solamente pudo "reconocer los traumatismos", y su-brayó que la causa real de la muerte de Castro será establecida por una junta médica.
Ayer, un comunicado de prensa emitido por la Suprema Corte de Justicia, resumió la actuación del juez Salazar quien ha tenido hasta el momento competencia en relación a los restos, y señaló que "la causa más probable de muerte es el disparo de arma de fuego a nivel craneal".
El hecho de que Castro falleciera a causa de un disparo, también implica una novedad para el juez Fernández Lecchini y la fiscal Guianze, quienes hasta ahora estimaban que el maestro había perdido la vida con motivo de las torturas que recibió estando detenido en un centro clandestino de reclusión ubicado en Millán casi avenida Instrucciones.
Fernández Lecchini y Guianze, desde que el caso de Castro fue reabierto en agosto de 2010 tras ser excluido de la ley de Caducidad, han indagado a casi una decena de exmilitares del Servicio de Información y Defensa (SID), organismo que tuvo a su cargo la detención del maestro en la vía pública.
equivocados. Por otro lado, la confirmación de que los restos pertenecen a Castro también demuestra que la información que los militares entregaron a la Comisión para la Paz que funcionó en el gobierno de Jorge Batlle y que ratificaron luego a Tabaré Vázquez fue errónea.
Según la información recabada, el maestro había muerto en tortura, enterrado en el Batallón 14 y en 1984 sus restos habrían sido exhumados y arrojados al Río de la Plata.
"Estos datos eran absolutamente equivocados", dijo Breccia, e informó que el presidente José Mujica tomó la noticia con "profunda conmoción".
Perfil
Nombre: Julio Castro
Nació: Florida
Desapareció: En 1977
Otros datos: Fue fundador del Frente Amplio
MAESTRO Y PERIODISTA
Nacido en pueblo La Cruz, ubicado a unos 20 kilómetros de la ciudad de Florida, Julio Castro estudió Derecho y Ciencias Sociales aunque no se recibió. Fue maestro y también se desempeñó como formador de docentes. Tuvo una amplia actividad gremial, ya que militó en la Unión Nacional de Magisterio, la Federación de Asociaciones Magisteriales y la Federación Uruguaya de Magisterio. Publicó varios libros y artículos sobre educación, fundamentalmente sobre historia y analfabetismo. También fue consultor de la Unesco en temas educativos. En 1939, junto a Carlos Quijano, fundó el semanario Marcha, del que fue redactor responsable y subdirector. En 1971 contribuyó a la fundación del Frente Amplio. El 1° de agosto de 1977 fue detenido en Francisco Llambí esquina Rivera por efectivos del Servicio de Información y Defensa (SID). Falleció por torturas dos días después, según lo que concluyó en 2003 el informe final de la Comisión para la Paz.
Fuente:ElPais
01/12/2011
Julio Castro había sido maestro de escuela del "Goyo" ÁlvarezLa esposa del militante le escribió al dictador sin ningún resultado. La crónica de la muerte y desaparición. La dictadura informó que se había ido del país "en Pluna"
El maestro y periodista Julio Castro fue secuestrado a los 68 años de edad, en la vía pública. Fue detenido en la mañana del 1º de agosto de 1977, cuando salía de la casa de un amigo, en la calle Francisco Llambí esquina Rivera.
En ese momento fue trasladado a un centro clandestino de detención ubicado en la Avenida Millán 4269, conocido como La Casona, donde falleció a consecuencia de las torturas sistemáticas.
De acuerdo a una investigación del periodista Roger Rodríguez, el ex agente del Servicio de Información y Defensa (SID) Julio César Barboza, confesó en 1985, a la salida de la dictadura, que él había sido uno de los que secuestró a Julio Castro. Barboza narró que el oficial principal Juan Ricardo Zabala, un policía en comisión, le ordenó acompañarlo en un operativo y fue entonces cuando secuestraron a Julio Castro.
Debido a la repercusión que tuvo la noticia a nivel nacional e internacional, la dictadura decidió orquestar una segunda desaparición. El 4 de octubre de 1977 se publicó un comunicado en El País que afirma que Julio Castro había abandonado el país en un vuelo de Pluna hacia Buenos Aires. Un periodista que viajaba en ese avión constató que Castro no iba a bordo y que también viajaban otras dos personas con ese mismo nombre.
La esposa de Julio Castro mandó una carta al Gral. Gregorio Álvarez, pidiendo por él pero no hubo respuesta. Castro había sido maestro de escuela del dictador en la Escuela Sanguinetti de la avenida 8 de octubre.
Con la asunción de Julio María Sanguinetti, la familia pudo presentar una denuncia penal por la desaparición el 28 de junio de 1985 pero no tuvo mayores repercusiones y con la aprobación de la Ley de Caducidad las actuaciones quedaron congeladas.
En 2003 la Comisión para la Paz consideró que los restos de Castro habían sido enterrados en el Batallón 14 y en 1984 fueron exhumados y tirados al Río de la Plata.
Fuente:Subrayado
Julio castro fue fundador del semanario marcha
Identificaron los restos de una mítica figura del Frente Amplio desaparecido en 1977
Publicado el 2 de Diciembre de 2011
Por Ernesto Tulbovitz Desde Montevideo/ Uruguay
Nacido en 1908, luchó por sus ideales desde la adolescencia. Fue un pedagogo de prestigio mundial. Participó en la creación del FA.
Periodista, maestro y fundador del Frente Amplio. Ese era Julio Castro, la tercera persona torturada, asesinada y desaparecida, cuyos restos fueron detectados por un grupo de antropólogos uruguayos luego de ser enterrado por las fuerzas de seguridad durante la dictadura uruguaya, en 1977, en un predio militar.
Durante el gobierno de Tabaré Vázquez (2005-2010) aparecieron los restos de los militantes comunistas Ubagesner Chávez Sosa y Fernando Miranda.
La certeza de que los restos pertenecen a Castro, quien fue redactor responsable y subdirector del prestigioso semanario de izquierda independiente Marcha, fue confirmada ayer al caer la tarde montevideana por el secretario de la Presidencia, Alberto Breccia.
Los restos óseos hallados el 21 de octubre en el Batallón de Infantería Nº 14 del Ejército en Toledo (Canelones), donde hoy tienen asiento los grupos de elite del Ejército, fueron estudiados y analizados científicamente, tras lo cual se comprobó que pertenecían a Julio Castro.
Aunque la razón de la muerte de Castro debe ser definida por una junta médica forense, el antropológo José López Mazz declaró ayer que, en el análisis de los restos, se pudo comprobar la bóveda craneana desestructurada por un proyectil y traumatismos en una costilla.
La investigación y la detección de los restos fue resultado de un largo trabajo de un equipo de antropólogos comandado por López Mazz, quien actuó en el marco de un convenio entre al Presidencia de la República y la Facultad de Humanidades de la estatal Universidad de la República. En la conferencia de prensa celebrada ayer, López Mazz agradeció a distintas reparticiones estatales por la colaboración y destacó también el respaldo brindado por el Equipo Argentino de Antropología Forense.
Inicialmente, en un informe redactado por la Comisión para la Paz, que funcionó durante el gobierno de Jorge Batlle (2000-2005), se escribió que los restos de Castro fueron arrojados al mar. Luego, durante el gobierno de Tabaré, un informe militar dio cuenta de que el cuerpo de Castro habría sido quemados y las cenizas desparramadas en el predio militar. Pero el hallazgo de los restos de Castro demostró que estos datos cuanto menos fueron erróneos, o en el peor de los casos un engaño de las fuentes de información.
Nacido en el departamento de Florida en 1908, Castro fue detenido en agosto de 1977 en el marco de un operativo del Servicio de Información de Defensa (SID). Docente y pedagogo, en 1952 la Unesco lo nombra director de la rama de Producción de Materiales del CREFAL (Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe)
FuentedeOrigen:TiempoArgentino
Fuente:Agndh
RESTOS SON DE JULIO CASTRO
En su nombre
01.12.2011
Los restos encontrados en el Batallón 14 en octubre de este año corresponden al maestro Julio Castro, confirmaron a Montevideo Portal fuentes cercanas a la investigación. Castro, maestro y periodista, había desaparecido en 1977. Su familia se presentará ante el juez Pedro Salazar el viernes.
Los restos encontrados en el Batallón Florida en octubre de este año corresponden al maestro y periodista Julio Castro, desaparecido en agosto de 1977, informó a Montevideo Portal Julio Arredondo, de la organización Educadores por la Paz.
"Esta confirmación lo único que nos aporta es la posibilidad de una vez más rescatar la figura de Julio en esos aspectos por su compromiso social, no sólo en el Uruguay sino en toda América Latina", señaló Arredondo quien recordó que el Movimiento Educadores por la Paz.
Además, agregó que aún queda por conocer quiénes son los responsables de la muerte: "Habrá que ver los responsables de esa unidad militar en el momento en que Julio fue enterrado allí, sumar responsabilidades porque aquí ha habido una tarea de ocultamiento".
La hija de Julio Castro fue citada para el viernes por el juez Pedro Salazar que investiga la causa de María Claudia García de Gelman, causa desde la que se realizó la excavación.
El caso Julio Castro está siendo investigado por el juez penal de 1º turno Juan Fernández Lecchini.
La causa fue incluida dentro del amparo de la Ley de Caducidad durante la presidencia de Julio María Sanguinetti hasta que el presidente José Mujica habilitó a la investigación judicial en 2010.
En mayo de este año, el juez Fernández Lecchini tomó declaraciones a varios testigos e indagados, entre estos últimos, los militares José Gavazzo, Gregorio Álvarez, Ricardo Arab y Luis Maurente.
Castro había nacido en Florida en 1908. Fue militante de distintas asociaciones gremiales de maestros, y tuvo una destacada labor como pedagogo y periodista, desempeñándose en el semanario Marcha.
Fue detenido el 1º de agosto de 1977 y trasladado al centro clandestino La Casona, de la Avenida Millán. Según el informe de la Comisión Para la Paz, falleció el 3 de agosto víctima de las torturas recibidas, y sus restos nunca aparecieron.
Envío:Agndh
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