26 de enero de 2012

MÉXICO.

miércoles 25 de enero de 2012
Percepción, encuesta y realidad
Por Eduardo Ibarra Aguirre (FORUMENLINEA)
Si nos apegamos a la encuesta más reciente de BGC-Excélsior sobre la estrategia que desde hace más de cinco años sigue el general de cinco estrellas frente al narcotráfico y el crimen organizado, resulta que no sólo tiene una aceptación del 61 por ciento sino que la cifra “revela estabilidad” en la percepción ciudadana en comparación con los últimos meses de 2011. Además el 34 por ciento que la impugna es de los niveles más bajos en dos años.

Pero la observación de las respuestas procesadas por la casa encuestadora y el diario formalmente propiedad de Olegario Vázquez Raña, arrojan resultados que desmienten la conclusión principal del matutino, acaso para satisfacer las necesidades de los propagandistas y de sus jefes en Los Pinos.

Veamos. Como la misma encuesta telefónica lo pone en relieve y “El periódico de la vida nacional” no lo oculta, para 58 de cada 100 encuestados las autoridades tanto federal como estatales “han tenido poco o nada de éxito en la lucha contra el crimen organizado”.

Y la falta de éxito del señor que tanto gusta de portar el uniforme –o de una parte de él– de comandante supremo, pese a que los cartonistas lo hacen trazos y trizas, la atribuyen los encuestados “a la corrupción y una mala estrategia del gobierno”. Si el 58 por ciento de los encuestados lo juzgaron en tales términos, entonces sencillamente no se sostiene la aceptación de la estrategia de Felipe Calderón por el 61 por ciento.

Pareciera que estamos ante un caso muy parecido al de los ciudadanos que apoyan la gestión de Calderón y que ronda el 56-59 por ciento, el más bajo desde que el Estado Mayor Presidencial lo introdujo por la fuerza al Palacio Legislativo, pero a la hora de desglosar el presunto apoyo con los resultados en materia de empleo, salarios, política económica y otras más, el desplome porcentual es lo característico.

Desde otro ángulo también puede observarse la evidente inconsistencia del resultado principal de la muestra. 43 de cada 100 encuestados estimaron que el gobierno federal tiene la capacidad para mantener el control sobre el crimen organizado, mientras que 47 por ciento consideró que ya fue rebasado por éste. Por si no fuera suficiente, el mismo porcentaje estimó que “no se ve que la estrategia dé para más”. Y sólo 19 por ciento la considera “un gran acierto”.

Como bien concluye el matutino de Reforma y Bucareli: “Por los resultados percibidos, la opinión pública dista de creer que la estrategia seguida ha sido la más efectiva para enfrentar al crimen organizado”. Sin embargo, en su titular destacó: “El 61% de los mexicanos respaldan la lucha antinarco”. Seguramente se debe al afán de Vázquez Raña por granjearse a Calderón Hinojosa.

Por si lo anterior no bastara, predomina la creencia de que “la violencia del narcotráfico está generalizada en todo el país”, así lo estima 56 por ciento de los encuestados y ésta es la primera vez en lo que va del sexenio.

Amén de las mayoritarias voces ciudadanas que impugnan la estrategia antinarcóticos, punitiva y militarista, del señor que la impuso al país en forma autocrática, pero bien coordinado con la Casa Blanca y el Pentágono, la estadunidense organización Human Rights Watch volvió a postular “Parece que la estrategia actual no está funcionando”. Y sin el tacto que encierra el juicio anterior, llamó al próximo gobierno a que revise la estrategia anticrimen.

Revisión que más temprano que tarde será insoslayable, incluso en el hipotético caso de que inicie el ciclo de los 18 años del Partido Acción Nacional en la residencia presidencial, pues ninguno de sus tres precandidatos se atreve a realizar una defensa plena, puntual, de la fracasada estrategia de Felipe Calderón y de sus padrinos en Washington.
Fuente:Argenpress

miércoles 25 de enero de 2012
La tercera guerra
Por Lucía Lagunes Huerta (CIMAC)
En la historia moderna de nuestro México sólo en dos ocasiones se ha declarado abiertamente la guerra: la primera en 1994 cuando el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) declaró, desde Chiapas, la guerra contra el mal gobierno.

Después en 2007 Felipe Calderón declaró la guerra contra el crimen organizado, pero hay una tercera guerra que no es abierta ni se ha declarado públicamente, se maneja en la sombra y busca minar a las vigías de los Derechos Humanos (DH).

La escalada de violencia que en México se vive contra las personas, organizaciones y comunidades que se han propuesto, como forma de vida, la defensa, promoción y difusión de los DH, ha provocado que México sea considerado como uno de los países más peligrosos para quienes defienden las garantías humanitarias de cualquier lugar y desde cualquier rincón de este país; cualquier actividad que obstaculiza al poder es blanco de ataques.

Dos hechos muestran la dimensión de la tercera guerra: el primero, el diagnóstico 2010-2011 sobre las condiciones y riesgos que enfrentan en el ejercicio de su trabajo defensoras de DH en México, el cual da –con cifras– una radiografía de esta violencia; y el segundo, el diálogo internacional “La Violencia contra las mujeres en México”, realizado este domingo 22.

Defensoras de DH de 11 entidades federativas expusieron de viva voz ante la delegación de la iniciativa de Mujeres Nobel, el dolor, la rabia y la esperanza para seguir protegiendo los DH de la población, las voces de 30 valientes mujeres describieron lo que es ser mujer y defensora en este México violento.

Tras escucharlas, la imagen que se recrea es la de una situación de guerra, una guerra que no está declarada, que es subterránea y por ello mucho más difícil de mostrar, así como las consecuencias que ésta conlleva.

La guerra viene desde los poderes, institucionales o fácticos, desde cualquier nivel de gobierno y con todo un sistema que persigue y criminaliza la defensa de los derechos de las personas.

Yolanda, Marina, Valentina, Blanca, María, Nadin, Felícitas, Olga, Teresa, Alma, Luz, Martha, Valeria Martha, Inés, Trinidad, Valentina Sandra, Margarita, Laura, Nenentzi, Alejandra, Elga, Alicia, Lucía, Elia, Imelda y Dolores, son las voces que potencian otras voces, las voces de quienes defienden aun cuando ellas son perseguidas y en muchos casos, también, convertidas en víctimas.

En esta cruzada contra las defensoras un aliado fundamental es la impunidad de un sistema y un Estado que no investiga, que no sanciona y no protege a quienes están siendo amenazadas, hostigadas, violentadas en su derecho a defender los DH.

El país completo se ha convertido en un teatro montado donde la simulación es la actora principal, donde la víctima a quien se le han dado medidas cautelares recibe amenazas telefónicas en el mismo celular que la autoridad le proporcionó para “protegerla”; donde las hijas buscan hoy a su madre desaparecida en diciembre pasado por defender los derechos ambientales, y ellas hoy temen por su vida y la de su progenitora.

Defensoras de los derechos de personas migrantes, indígenas, mujeres, niñas, periodistas, trabajadoras, etcétera. Sus voces fueron escuchadas por una delegación internacional de Estados Unidos y Canadá, integrada por periodistas, actrices y activistas, encabezadas por la Premio Nobel de la Paz 1997, Jody Williams.

Sus voces serán potenciadas por estas voces femeninas que buscan mostrar al mundo el tamaño de esta ofensiva hacia las defensoras de DH, su visita concluirá esta semana luego de un viaje al estado de Guerrero. Los resultados de la misma están por verse, mientras la esperanza se sigue tejiendo por manos femeninas en este país.
Lucía Lagunes Huerta es Directora general de CIMAC.
Fuente:Argenpress

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