COLOMBIA.

jueves 29 de marzo de 2012
El Tiempo regresa a casa
Por Octavio Quintero 
En el poderoso diario de Bogotá, “todo ha cambiado para que todo siga igual”.

Los más aclamados periodistas han echado su cuarto a espadas en torno a la compra de El Tiempo por parte del poderoso banquero Luis Carlos Sarmiento Angulo, especulando sobre la suerte que podría correr la libertad de información y de opinión en Colombia de ahora en adelante.

No se afanen: la libertad de información y de opinión en Colombia, a través de El Tiempo, seguirá siendo la misma porque en el gran diario siempre ha prevalecido una información comprometida con el interés del poder dominante y una opinión dirigida por la casta gobernante desde antes de, y seguramente después de Sarmiento.

Por una razón: el control de los medios de comunicación no se da por la propiedad accionaria sino por la publicidad. Quien la da, impone las condiciones. Sobran los ejemplos, como para votar más corriente sobre el asunto. Y los periodistas todos y de cualquier parte saben que es así. La historia en Colombia de El Espectador y el banquero Michelsen, bastaría para refrendar el aserto.

Otro poder que controla los medios, que a su vez es controlado también por el poder económico, es el político. Pero no a través de cualquier movimiento, sino del Partido de Gobierno. Y como este país siempre ha sido gobernado por un solo partido, aunque para la galería se haya expresado en dos vertientes (Liberal y Conservador, que se dicen democráticos), El Tiempo, que es del medio del que estamos hablando, siempre ha sido gobiernista. Por eso es que a lo largo de su existencia, siempre ha sido el elegido de la publicidad y de los favores políticos. Ejemplos de El Tiempo se dan también en las regiones: El Colombiano, de Medellín; El País, de Cali; La Patria, de Manizales y, sucesivamente…

El arribo de Sarmiento Angulo a la dominación accionaria, no cambiará nada de lo que siempre ha sido El Tiempo; como en nada cambió durante el dominio accionario del Grupo Editorial Planeta.

Por el contrario: antes que cruzar los dedos por el futuro de la libertad de información y de opinión en El Tiempo en esta era de Sarmiento, la noticia importante, ya que todo ha cambiado para que todo sigua igual, es que haya regresado a casa el principal medio de comunicación de Colombia.
Fuente:Argenpress