20 de septiembre de 2012

CÓRDOBA - DIFUSIÓN.


RAMIRO MENNA HERMANO QUE BUSCA HERMANA/O REIVINDICA LA LUCHA DE SUS PADRES 

RAMIRO MENNA

HERMANO QUE BUSCA HERMANA/O REIVINDICA LA LUCHA DE SUS PADRES


Ramiro Menna Lanzillotto, un joven docente de 38 años, hijo de padres desaparecidos hace 36 años, que busca a su hermana/o nacida/o en cautiverio en el Hospital Militar del campo de concentración en Campo de Mayo, al declarar en el juicio a genocidas por el secuestro de embarazadas y el robo de bebés, reivindicó expresamente la lucha de sus progenitores – Ana María Lanzillotto y Domingo Menna – miembros del desaparecido Partido Revolucionario de los Trabajadores, capturados en Villa Martelli, provincia de Buenos Aires, el 19 de julio de 1976. 
Ramiro declaró el martes 18 de septiembre en el Juzgado Federal N° 1 de San Martín (provincia de Buenos Aires) ante los jueces Héctor Sagretti, Daniel Cisneros y Daniel Petrone en la causa que están procesados los genocidas de Santiago Omar Riveros (ex comandante de Institutos Militares), Reynaldo Bignone (segundo de Riveros y después presidente de facto), Luis Sadí Pepa, Eugenio Guarañabens Perelló, Julio San Román, Hugo Castagno Monge, Carlos Eduardo Somoza, Carlos del Señor Garzón y María Francisca Morillo, estos últimos además imputados por la apropiación de Laura Catalina de Sanctis Ovando, nieta restituída en 2008. 

Ramiro tenía apenas dos años cuando se llevaron con vida a su madre embarazada y a su padre. Domingo Menna era el secretario de organización del PRT y cuatro años antes había sido uno de los principales protagonistas de la fuga de presos políticos de la cárcel de Rawson el 15 de agosto de 1972. Ramiro fue recuperado unos 20 días después por la familia materna y criado por una hermana de su madre. 

A los 13 años, por orientación de psicólogos, su familia le reveló la verdad. Desde su adolescencia, al mismo tiempo que comenzó la búsqueda de su hermana/o, fue conociendo por familiares, amigos y compañeros de sus padres, los ideales de su lucha.

“Ellos dieron la vida por mi y por todos los niños” dijo en su alegato final. Denunció al sistema económico-social de entonces que motivó la lucha y resaltó que la persistencia de la injusticia y la desigualdad motivan que si a sus padres los genocidas los calificaban de “subversivos”, él se asume como tal en la actualidad. Relató circunstancias de injusticia y explotación en la provincia de La Rioja donde vive (acaba de ser padre de un tercer hijo) y trabaja. 

Ramiro relató cómo sus abuelos paternos, Irma Ferrara y Pánfilo Menna (italianos de origen, al igual que su padre desaparecido), durante la dictadura realizaron gestiones en El Vaticano para que intercediera por la aparición de Domingo y Ana María y que la máxima autoridad de la Iglesia Católica les cerró la puerta. Habló de esto con dolor, ya que, relató, en su juventud se inició en el sacerdocio. Ramiro contó cómo ha sido su búsqueda de su hermana/o, hasta ahora infructuosa, ya que los genocidas se niegan a brindar la información que tienen. 

También declaró la médica Dora Genaro, sobreviviente de dos campos de concentración (la sección Cuatrerismo de la Policía bonaerense y el propio Campo de Mayo) que era amiga y compañera de militancia de Ana María y Domingo. La Dra. Genaro pudo escuchar en Campo de Mayo la voz de Menna (a quien conocía mucho lo mismo que a su esposa) en un cuarto contiguo en agosto de 1976 y su presencia se la corroboró un enfermero. También relató cómo uno de los genocidas le afirmó que robar a los hijos de dirigentes revolucionarios constituía para ellos “un trofeo”. 

Aseguró que otras detenidas secuestradas le informaron que sabían que Ana María había dado a luz en el Hospital de Campo de Mayo. Testimoniaron también dos hermanas de Ana María, Alba y María Lanzillotto quienes ratificaron el embarazo avanzado de la secuestrada y relataron la persecución de que fueron objeto. Alba perdió su trabajo y tuvo que exiliarse. Una hermana melliza de Ana María, también militante del PRT fue secuestrada y desaparecida y lo mismo ocurrió con la hermana de Menna, Raquel. En la casa de Domingo y Ana María fueron abatidos Mario Roberto Santucho, secretario general del PRT y jefe del Ejército Revolucionario del Pueblo, y Benito Urteaga, también miembro de su dirección política. 

Otro testigo, Arnold Kremer, relató que el día anterior estuvo en la casa de los Menna y aseguró que Santucho se encontraba allí en calidad de huésped, en espera de un viaje próximo. Otra testimoniante fue Diana Cruces, quien relató que el mismo día y casi a la misma hora, su marido, Fernando Gertel, también integrante del PRT, fue secuestrado en Santos Lugares, cuando conversaba en un bar con un amigo o compañero, mientras ella realizaba compras en un mercado de enfrente. 

Cruces relató que era muy amiga de Ana María y Domingo, que se veían con frecuencia, que compartían el pediatra de sus hijos y que estaba muy al tanto de su embarazo. Un cuñado suyo, Angel Gertel, ya había sido secuestrado en noviembre de 1975. Al finalizar, reclamó a los jueces unificar las causas, ya que eso evitaría las sucesivas declaraciones, un trámite muy difícil y doloroso para todos los sobrevivientes. 

Los testigos relataron que gracias a información brindada por conscriptos y un suboficial, se tiene certeza que Domingo Menna estaba con vida en noviembre de 1976 y que bajo torturas le exigían que brinde datos sobre su organización, cosa que nunca ocurrió, y aseguran que los jefes militares dieron la orden de asesinarlo, cosa que hicieron anestesiándolo y después, arrojándolo desde un avión al mar. Nada se sabe de Ana María y su hija/o que sigue privada/o de su identidad. 

En la causa también se investigan las desapariciones de las embarazadas Marta Graciela González, María Eva Duarte, Isabel Acuña, Miryam Ovando, Susana Srtritzler y Beatriz Recchia. 
Periódico El Mortero
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