LUNES, 1 DE OCTUBRE DE 2012
Cuba enfrenta el desafío de envejecimiento poblacional
XINHUA
Cuba enfrenta hoy el desafío de un acelerado envejecimiento poblacional mientras celebra el Día Internacional del Adulto Mayor.
Al cierre de 2011, las últimas cifras oficiales disponibles indicaron que el 18,1 por ciento de los 11,2 millones de cubanos tiene más de 60 años, una situación que los demógrafos atribuyen a los altos índices de salud, la baja natalidad y las migraciones.
En la isla, la esperanza de vida al nacer es de 78 años como promedio, aunque por sexos se detalla en 76 para los hombres y 80,02 para las mujeres.
La doctora en Ciencias Económicas, María Elena Benítez, investigadora del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM), de la Universidad de La Habana, pronosticó en fecha reciente que para 2025 en Cuba habrá menos niños y más personas ancianas.
En esa fecha, uno de cada cuatro cubanos tendrá más de 60 años, o sea, el 25 por ciento de la población estará integrada por ancianos, pues en la isla menos personas nacerán, y también morirán menos, una característica de las sociedades más desarrolladas.
Los retos de los años venideros conducen, inexorablemente, a un cambio en las necesidades y las obligaciones de los miembros de la familia en cuanto a los cuidados de la tercera edad, dijo Benítez.
El gobierno aumentó la edad de jubilación de 55 a 60 años para las mujeres y de 60 a 65 años para los hombres, decisión que en opinión del director del Centro de Estudios de Población y Desarrollo (CEPDE), Juan Carlos Alfonso, retrasó en cinco años el punto crítico en que los jubilados sean más que los jóvenes que ingresan al mercado laboral.
Alfonso explicó que se esperaba que ello ocurriera para 2015, y luego de la entrada en vigor de esa medida el punto de ruptura tendría lugar aproximadamente en 2020, mientras se garantiza la presencia de casi 800.000 personas más en edad laboral para el propio año.
De manera paralela, el gobierno también impulsa un programa dirigido a garantizar el reemplazo generacional, a estimular la fecundidad, y a su vez a crear las condiciones idóneas para la atención de los ancianos por la familia y la sociedad.
En Cuba, de acuerdo con investigaciones, se estiman en alrededor de 130.000 las personas que padecen Alzheimer o una demencia relacionada, número que se incrementará en 2,3 veces para el 2040, es decir a 300.000, lo que representará para esa fecha el 2,7 por ciento de la población.
El presidente de la Sección Cubana de Alzheimer, doctor en Ciencias Médicas, Juan de Jesús Llibre, dijo que la demencia es la primera causa de discapacidad en personas ancianas, y la mayor contribuyente de dependencia, necesidad de cuidado, sobrecarga económica y estrés psicológico en el cuidador.
La enfermedad de Alzheimer, que lleva el nombre del médico alemán que la describió en 1906, es un trastorno degenerativo del cerebro, que se desarrolla durante varios años y es la causa más común de demencia.
Todos esos problemas asociados al envejecimiento constituyen un reto para el sistema de seguridad social, los servicios de salud pública y la disponibilidad de fuerza laboral, por lo que Cuba requerirá de esfuerzos ingentes para asumir la situación de forma satisfactoria, señaló una reciente publicación de la estatal Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).
El estado deberá ofrecer una atención y servicios de salud que garanticen una mayor y mejor calidad de vida a los ancianos, que propicien su participación integral en la sociedad, advirtieron a mediados de la pasada década las investigadoras Aida Rodríguez y Luisa Álvarez, en un artículo de la Revista Cubana de Salud Pública.
En la actualidad, Cuba, Uruguay y Argentina son los países más envejecidos de América Latina, pero de acuerdo con proyecciones estadísticas para 2030 la isla ocupará el primer lugar en ese acápite en la región, con poco más del 30 por ciento de la población por encima de los 60 años.
Instituida en 1990 por Naciones Unidas como Día Internacional del Adulto Mayor, la fecha del primero de octubre tiene como objetivo hacer conciencia sobre cómo vivir más y de qué manera.
Fuente:Argenpress
LUNES, 1 DE OCTUBRE DE 2012
Pese al bloqueo, los turistas apuestan por el destino Cuba
Por Luz Marina Fornieles Sánchez (AIN)
Luego de más de media centuria de existencia, el criminal bloqueo de Estados Unidos contra Cuba permanece vigente, inamovible, y por sobradas razones se le reconoce como el principal obstáculo para el desarrollo a plenitud de las potencialidades nacionales, entre ellas el auge del turismo para el cual el territorio insular exhibe un grupo de bondades competitivas.
A pesar de haber fracasado en la consecución de sus fines, el cerco de Washington versus La Habana resulta responsable de un daño económico ocasionado al pueblo cubano hasta diciembre de 2011, considerando la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional, ascendente a un billón 66 mil millones (1,066,000,000,000) de dólares.
Tal cifra ilustra la magnitud del enseñamiento imperial que no soslaya ningún ramo o actividad de la vida en la Isla, tras una abierta política de asfixia económica, que no en balde ha puesto sus ojos, bien enfocados, hacia la local industria del ocio en un ascenso en espiral, de seguro superior y más ágil, de no tener semejante enemigo al acecho constante para impedir negociaciones encaminadas a insuflar nuevo aires al determinante rubro.
Ese sector representa la segunda fuente de entrada de divisas para Cuba, con ingresos anuales de unos dos mil millones de dólares, después de la exportación de servicios técnicos y profesionales, fundamentalmente médicos.
Su necesaria expansión requiere continuar su avance con oportunidades de participación para los inversionistas extranjeros en la infraestructura hotelera y extra-hotelera, así como también la construcción de campos de golf, entre otras opciones.
A esas posibilidades no pueden acceder las empresas de Estados Unidos, con trayectoria en el giro de la hostelería y con fuertes inversiones en la región caribeña, debido a las referidas prohibiciones.
La esfera turística, en el período comprendido entre marzo de 2011 a marzo de 2012, continuó experimentando severas limitaciones, provocadas por esa arbitraria decisión de la Casa Blanca, en importantes direcciones relacionadas con servicios, operaciones y aseguramientos logísticos vitales para este campo, cuya afectación se estima en dos mil 068 millones 043 mil 657 dólares.
Sin embargo, frente a tales barreras conservadas por la Administración Obama, se han ido imponiendo los disímiles atractivos de un destino seguro y con un desarrollo sustentable.
Las estadísticas dan fe de tal realidad: Al cierre de 2011 llegaron a Cuba dos millones 708 mil 964 visitantes, cifra que superó en 7,3 por ciento a la del 2010. Y más recientemente, Xiomara Martínez, viceministra del sector y delegada a la 54 Comisión Regional de la Organización Mundial de Turismo para Las Américas, afirmó en Quito (Ecuador), que la ínsula espera recibir este año 2.9 millones de visitantes.
La vicetitular dijo entonces que se potencian los esfuerzos por diversificar el producto más allá del sol y la playa, a partir de alternativas como el llamado turismo de incentivos, de naturaleza, de eventos y de la práctica del multidestino.
Al país también se le conoce por sus programas de salud y culturales, entre otras modalidades que han corrido mejor suerte, por ejemplo, que el crucerismo.
Las agencias turísticas Cubatur y Viajes Cubanacán tienen entre sus objetivos la captación de los cruceros que navegan por el Caribe. Frente a La Habana y otras ciudades antillanas navegan 140 embarcaciones de esa índole que operan en el área.
Los grupos navieros estadounidenses, que dominan el mercado mundial, se muestran ansiosos de enviar sus naves al vecino territorio, vedado hasta ahora por la propia guerra sin cuartel mantenida por Washington contra la Isla. De no existir esa legislación, se calcula que de siete millones de norteños que compran vacaciones de cruceros en el mencionado entorno geográfico, al menos un millón visitaría anualmente las terminales cubanas.
El bloqueo continúa siendo una política absurda, obsoleta, ilegal y moralmente insostenible, que no ha cumplido, ni cumplirá el propósito de doblegar al pueblo cubano de preservar su soberanía, afirmó recientemente el canciller Bruno Rodríguez Parrilla durante la presentación del informe “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, que próximamente será puesto a consideración de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
De ese documentado texto se extrajeron un grupo de datos reflejados en este artículo, que en apretada síntesis ha pretendido exponer en qué difíciles condiciones la nación caribeña trabaja por su presente y futuro, con énfasis en las ramas que más rápidamente pueden generarle los recursos financieros para garantizar el sostenimiento de su modelo económico, sometido hoy día a una rigurosa actualización.
En tanto, tal medida injerencista y extraterritorial sigue siendo un fardo demasiado pesado, de cuyas consecuencias no escapa ninguna actividad. Y aunque se le reconoce como el principal freno para el desarrollo, el país no ceja en sus aspiraciones y marcha por el camino escogido, testigo en el caso del turismo de la recepción ya en el 2012, en tiempo récord, del turista dos millones, pese a no contar con su mercado natural, a solo 90 millas.
Haciendo caso omiso de tan encarnizada postura, los turistas siguen apostando por el Destino Cuba. Tantos no pueden estar equivocados, solo no lo admiten quienes desde Washington continúan apelando a estrategias que en 50 años únicamente han demostrado su inoperancia.
LUNES, 1 DE OCTUBRE DE 2012
Expresión de amistad imposible de bloquear
Por Manuel E. Yepe
Un grupo de veinte estudiantes provenientes de diversos lugares de Estados Unidos llegó a inicios de septiembre a Cuba para realizar estudios en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) de La Habana, becados por el gobierno cubano.
El grupo se agregó a otros 104 estudiantes de Estados Unidos que ya estudiaban en esa escuela y a miles de estudiantes de todo el mundo que allí cursan estudios superiores.
Los recién llegados recibirán clases preliminares de español y cursos pre-médicos antes de comenzar un intensivo programa de seis años de la carrera de medicina. Cada estudiante recibirá entrenamiento práctico en cuidados primarios y preventivos, medicina familiar y cursarán todas las especialidades de la medicina.
Estas becas que otorga el gobierno de Cuba cubren educación, alojamiento y alimentación, además de los libros necesarios en idioma español. La única condición que ponen los anfitriones es que los estudiantes se comprometan moralmente a regresar, una vez graduados, a sus respectivos países a ejercer en comunidades necesitadas.
La ELAM ha entrenado a más de 24 mil doctores de 116 países desde su creación en 1999. En julio último se graduaron 16 estudiantes estadounidenses, lo que elevó a 68 el número de estudiantes de Estados Unidos que se han titulado en Cuba desde que la isla comenzó a recibir estudiantes de esta nación en 2001.
“Este programa es otra prueba del compromiso de Cuba con la salud, no solo la de su propio pueblo sino la de todos los pueblos del mundo. Mientras otros países envían soldados al exterior, Cuba envía un ejército de doctores para ayudar a crear sistemas sostenibles de salud en las naciones más pobres del mundo para asegurar que ellos sean capaces de mejorar la salud en sus comunidades”, ha dicho Gail Walker, quien encabeza la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria (IFCO, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
IFCO administra desde su creación en 2001el programa de becas que Cuba ofrece a estudiantes estadounidenses.
Cuba tiene amplios antecedentes de colaboración con muchos pueblos del tercer mundo en el sector de la salud. Pero es poco divulgada la colaboración en este terreno con Estados Unidos.
Cuando el ciclón Katrina azotó en 2005 a Nueva Orleans, Cuba ofreció asistencia médica para los damnificados de esa ciudad en donde habita un elevado número de afro-estadounidenses de bajos ingresos que reclamaban y merecían ayuda.
Para brindar esa asistencia se organizó una brigada a la que se dio el nombre de Henry Reeve en honor a un valiente y audaz revolucionario nacido en 1850 en Brooklyn, Nueva York, quien alcanzó el grado de brigadier general en las luchas de Cuba por su independencia.
Reeve, conocido por “El inglesito” o “Enrique el americano” se incorporó a la lucha cubana por la independencia en 1869 y cayó en combate en 1876, a la edad de 26 años, pero ya con un amplio historial de luchas y heridas recibidas en las filas del Ejército Mambí Libertador durante la primera etapa de las guerras revolucionarias cubanas.
Comoquiera que el entonces presidente de Estados Unidos George W. Bush rechazó la ayuda cubana, la brigada Henry Reeve fue ofrecida a Pakistan, donde por esos días un violento terremoto había creado una situación calamitosa a cientos de miles de personas en una región de difícil acceso. El gobierno de Pakistán, cuyas relaciones con el de Cuba no eran óptimas, aunque sí respetuosas, acogió agradecido la asistencia.
A 44 diferentes lugares afectados por el sismo en las montañas de Pakistán llegaron 2378 médicos, enfermeros y paramédicos del contingente Henry Reeve recién formado para atender casos de desastres naturales y epidemias en cualquier parte del mundo.
El contingente Henry Reeve se constituye, cada vez que se hace necesario prestar una ayuda de la escala para la que está diseñado, con médicos voluntarios cubanos y apoyo, también voluntario, de estudiantes suficientemente avanzados de la Escuela Latinoamericana de Medicina.
Su accionar humanitario salvando vidas se ha hecho sentir también en Haití y otros países azotados por grandes calamidades, contrastando con las intervenciones militares que decretan Estados Unidos y la OTAN con propósitos supuestamente “humanitarios” que se traducen en represión y muerte para el Tercer Mundo.
El contingente Henry Reeve se ha convertido en emblema de la solidaridad entre los pueblos cubano y estadounidense. Un símbolo de amistad y solidaridad que Washington se ha empeñado en obstaculizar desde aquellos años iniciales en que la revolución cubana luchaba contra el colonialismo español hasta hoy cuando la Isla hace paradigmática resistencia a la dominación imperialista.
Fuente:Argenpress
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