16 de octubre de 2012

VENEZUELA.

LUNES, 15 DE OCTUBRE DE 2012 
Venezuela después y el fracaso de los agoreros 
Por Hernán Uribe 
Durante por lo menos un mes anterior a las elecciones presidenciales en Venezuela la prensa comercial del continente lanzó cotidianamente gruesas falsedades acerca del presidente Hugo Chávez y de la política interna y exterior del gobierno de Caracas. 

Especialmente los periódicos miembros de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) practicaron en varios países una desinformación de suyo torpe pues, además ella no podía influir en los comicios presidenciales. Disfrazados de “demócratas” la mayor parte de eses medios son los mismos que en el siglo pasado respaldaron activamente los golpes de estado en Centro y Sur América. 

Tomemos como ejemplo la cadena de “El Mercurio” (EM) de Santiago de Chile compuesta por una veintena de diarios que cubren todo del país, para enterarnos de la ideología y métodos de la prensa de ese carácter.”Pan y circo caraqueño” es el título de un artículo de opinión del 2/10/12 firmado por Joaquin Fermandois y cuyo contenido es prototipo del pensamiento derechista y de una argumentación débil, carente ella de efectos de demostración. 
El autor se ostenta como historiador y “especialista” en las relaciones internacionales de Chile. 

El escrito reconoce, empero, la alta posibilidad de una victoria de Chávez y comenta que para el caso, “Habrá que convivir por largo tiempo con el populismo de América Latina” y agrega, en ideas desordenadas, que de “De ganar Capriles (…) se enfrentaría al tipo de situación demasiado típica de los sucesores de los populismos” (sic) 

Entre los enemigos de todos los regímenes progresistas que han surgido en Centro y Sur América es favorito el uso del término “populismo” pero nunca lo definen o explican y queda entonces la impresión de que no saben de qué hablan. ¿Será una absurda alusión al populismo que surgió en la Rusia zarista en el siglo XIX? Y además no aclaran porqué lo popular sería repudiable. 

Al margen de esas opiniones, la tarea de los medios de comunicación a los que aludimos se caracterizaron en la etapa pre eleccionaria de Venezuela por el lanzamiento de enormes falacias y la alusión a una enfermedad de Chávez utilizada de mala manera como elemento político 

Ejemplos. Es en EM del 29/9/12 donde aparece el titular “Fraude electoral en Venezuela” para insertar un despacho del mentiroso profesional Andrés Openheimer de nacionalidad argentino-israelí-estadounidense quien se contradice al agregar que “pese al enorme desequilibrio en las reglas del juego a favor del gobierno será difícil que se altere el recuento de votos”. Es claro, agregamos nosotros, que tal incoherencia perseguía el propósito de lanzar la “idea” del fraude elemento que eventualmente sería utilizado en la etapa post eleccionaria. 

De parecida naturaleza, el l/10/12, un despacho del enviado especial de EM a Caracas titula con destaque: “Carriles cierra campaña en Caracas y critica el despilfarro y promesas incumplidas”. En ninguna parte del extenso texto-que ocupa una página- se inserta alguna frase del entonces candidato que explicaría sus afirmaciones y tampoco el reportero aporta algo en ese sentido. Pero, si hay un dato anexo. Narra éste que Carriles hizo su estreno en Caracas el 4 de marzo, aunque, agrega, debió abortarlo cuando simpatizantes chavistas realizaron disparos y lanzaron bombas lacrimógenas contra su comitiva… 

Otra, ahora del 23/9/12. Epígrafe: “Diario ABC de España tuvo acceso a documentos internos de la chavista Red de Movilización Inmediata”. Título “Revelan supuestos planes de Hugo Chávez para movilizar a milicianos si pierde elección”. ¿Qué se perseguía? En primera instancia provocar desconcierto entre los electores y sugerir protestas anticipadas o algo semejante. 

Disparates como los que hemos mencionado fueron innúmeros y correspondieron a una planificación en la que participaron, tanto en su invención como en su distribución, tres conocidos intervencionistas de la desinformación: Agencia de Información de Estados Unidos (USIA), Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) 

La elaboración planificada tiene antigua data y según registro que hizo Eva Golinger (1 ) estuvo y está acompañada de ataques claramente políticos e intervencionistas al mejor estilo de Washington D.C. Ejemplos: Condoleeza Rice en enero de 2005: “Hugo Chávez es una fuerza negativa en la región”. El 16 de marzo de 2006 en boca de George W. Bush: “En Venezuela un demagogo repleto de dinero proveniente del petróleo está socavando la democracia e intentando desestabilizar la región”. La ingerencia violatoria del derecho internacional a cargo de Estados Unidos es, en los hechos, permanente, prosigue hoy y además de Venezuela se ha extendido desde antaño a Cuba y ahora asimismo a Ecuador, Nicaragua y Bolivia 

En clarísimo desmentido a los dichos incoherentes provenientes de USA el presidente Hugo Chávez ha triunfado en seis elecciones generales a partir de 1998, incluidas en ellas las votaciones para aprobar la nueva Constitución y el referendo sobre reelección ilimitada. Se trata, pues, de un poco usual fenómeno político pero que no requiere explicación salvo para aquellos como el ex presidente Bush quien en su oportunidad perdió la elección y llegó al alto cargo mediante chanchullos, posibles ellos en el marco de un sistema electoral de la época del Far West y Buffalo Bill, Il Manifesto (Italia) dixit. 

Recuérdese que en 2002, los escasos opositores a Chávez intentaron el sucio y fracasado expediente del golpe de estado. 

En febrero del 2002 escribimos el artículo “En busca de un Pinochet perdido” que sugería la posibilidad cierta de un putsch en Venezuela y nos basamos para ello en la experiencia de Chile con el presidente Salvador Allende cuyos adversarios practicaron la mentira informativa como norma y con cinismo se aliaron con el espionaje norteamericano para establecer una criminal tiranía. La primera gran medida de Allende fue la nacionalización del cobre, principal riqueza chilena que estaba en poder de consorcios estadounidenses. La histórica medida fue aprobada por unanimidad en el parlamento porque los pro yanquis no se atrevieron a dar la cara. El presidente mártir, Salvador Allende fue pues el precursor de los gobiernos progresistas que en estos años emergen en Latinoamérica. 

Afortunadamente, en Venezuela los políticos y escasos militares del golpe que se intentó en abril/02 fracasaron rotundamente. A finales de agosto pasado hablamos en Caracas con el notable colega y amigo Eleazar Díaz Rangel, director del vespertino capitalino “Ultimas Noticia” (UN) que con sus 300 mil ejemplares diarios es el de mayor tirada del país. 

En respuesta a la pregunta de rigor, me señaló que, a su juicio, y apoyándose en las encuestas y otras indicaciones, ganaría nuevamente Hugo Chávez. Dicho pronóstico lo reafirmó el 30/9/12 en su columna “Los domingos de Díaz Rangel. En su escrito titulado “Sólo dos razones” explicó, además, porqué él mismo votaría por Chávez. Mencionó, al respecto, la enorme millonada de dólares invertidos en el área social y cuyo efecto es que Venezuela es hoy el país latinoamericano con menor desigualdad de tipo social. 

La otra razón apuntó, es la política desarrollada para recuperar la independencia. Citamos: “Desde 1908, cuando Castro fue desplazado por Gómez, la política exterior venezolana ha estado de una u otra forma, con mayores o menores matices, sometida a los intereses de Washington. Desde 1998 comenzó a cambiar, simultáneamente se recuperaba el control de nuestra industria petrolera, sin lo cual habría sido imposible levantarle la voz”  

Aquel domingo siete de octubre, ese pronóstico basado en una realidad, se cumplió en tanto que los fracasados agoreros se hundían bajo el peso de sus irresponsables agüeros. A finales de agosto pasado hablamos en Caracas con el notable periodista Eleazar Díaz Rangel, actual director del vespertino capitalino “Ultimas Noticias” (UN) el cual, con sus 300 mil ejemplares diarios, es el de mayor tirada del país. En respuesta a la pregunta de rigor me expresó que, a su juicio y con base en las encuestas y en otras facetas, ganaría nuevamente Hugo Chávez. Dicho pronóstico le repitió y argumentó en su columna dominical del 30/9/12. “Sólo dos razones” tituló y explicó porque él mismo votaría por Chávez. Mencionó al efecto, la enorme millonada de dólares invertidos en el área social y cuyo efecto es que Venezuela es hoy el país latinoamericano con menor desigualdad social. 

La otra razón, apuntó, es la política desarrollada para recuperar la independencia. Citamos: “Desde 1908, cuando Castro fue desplazado por Gómez, la política exterior venezolana ha estado de una u otra forma, con mayores o menores matices, sometida a los intereses de Washington. Desde 1998, comenzó a cambiar, simultáneamente se recuperaba el control de nuestra industria petrolera, sin lo cual habría sido imposible levantarle la voz”. (2) Aquel domingo siete de octubre, ese vaticinio basado en una realidad, se cumplió, en tanto que los fracasados agoreros se hundían bajo el pese de sus irresponsables agüeros. Hernán Uribe es periodista y escritor chileno. 
Notas: 1) Ver: Golinger, Eva Cronología de la guerra de cuarta Generación de EEUU contra Venezuela 2) Díaz Rangel, Eleazar Dos razones, Ultimas Noticias, Caracas 30/09/12. 

LUNES, 15 DE OCTUBRE DE 2012 
Venezuela, con la “V” de la victoria 
Por Gustavo Espinoza (NUESTRA BANDERA)
“Ninguna idea que fructifica, ninguna idea que se aclimata, es una idea exótica. La propagación de una idea no es culpa ni es mérito de sus asertores; es culpa o es mérito de la historia” 
José Carlos Mariátegui: “Lo nacional y lo exótico” 

Con una participación histórica de 80,94 por ciento de un padrón electoral que bordea los 19 millones de ciudadanos, y un millón seiscientos mil votos más que su adversario Henrique Capriles Radonsky; el Comandante Hugo Chávez Frías ganó su segunda reelección que se extenderá hasta el 2019, y obtuvo adicionalmente el triunfo en Caracas y en 22 de los 24 Estados de la Patria Bolivariana. 

Esta fue la quinta victoria personal del reelecto mandatario. Fue electo por primera vez en 1998, ganó en los comicios de 2000; fue ratificado en referendo revocatorio en 2004; y también reelecto en 2006 y ahora en 2012. Una serie sucesiva de victorias que dicen mucho del sentido de la democracia venezolana que ha registrado una quincena de procesos electorales en los últimos 12 años. 

Llegué a Caracas al caer la tarde del martes 2 de octubre luego de recibir una invitación de la dirección central del Partido Socialista Unido de Venezuela, la primera fuerza política de ese país. Había estado antes en esa ciudad, pero mi visita anterior no contaba: había ocurrido en épocas probablemente remotas, en 1979 cuando el escenario era diametralmente distinto y cuando los actores de la sociedad venezolana tenía una confrontación de otro carácter. Mucha agua ha corrido bajo los puentes desde entonces, y mucha sangre también. Pensaba en eso -en los tres mil muertos del Caracazo de 1989- cuando me trasladaba con otros compañeros al centro de la ciudad. 

Caracas es hoy una ciudad diferente. Ha crecido muchísimo, pero vive un ambiente de fervor que pude antes percibir en las calles de Santiago en los años de la Unidad Popular; pero dibuja ahora un perfil distinto porque alienta una confrontación que ha adquirido resonancia mundial. Se trata hoy, en efecto, de la más importante contienda electoral de América Latina y quizá una de las más trascendentes en el mundo en el que vivimos. 

La propaganda callejera y el vocerío de la gente que transita en las calles refleja una voluntad inequívoca: el apoyo al Comandante Hugo Chávez y su proyecto de transformación revolucionaria de la sociedad, es categórico. Se siente abrumador en las zonas populares de Caracas, y se muestra gélido en las silenciosas y solitarias de los barrios aristocráticos en los que penden discretas fotos de Henrique Capriles, el abanderado de la reacción. .Una tensa calma invade las grandes avenidas, mientras arrecia una campaña que asumirá connotaciones mayores en pocas horas. 

El jueves 4 de octubre tuvo lugar la concentración humana más grande que mis ojos han visto de manera directa. En la Avenida Bolívar, pero en otras 7 grandes avenidas caraqueñas se concentró un mar humano que podría calcularse en más de dos millones de personas venidas desde todos los rincones del país. En medio de un aguacero torrencial -“la lluvia trae la felicidad”, nos dijo sonriente una brasileña socialista que estaba cerca de nosotros- que sin embargo no hizo correr a nadie, Hugo Chávez habló 35 minutos a una masa enfervorizada que escuchó con vibrante atención cada una de sus palabras. Conceptos definidos, propósitos concretos, tareas articuladas en cada momento del proceso, referencias a la historia vivida por el pueblo de Venezuela y alusiones directas y claras al escenario internacional; fueron el marco de un discurso serio que puso a trasluz la fuerza de una verdadera Revolución en marcha. 

Porque es eso lo que vive hoy Venezuela. No se trata de un profundo proceso de transformaciones sociales, ni siquiera de un cambio radical. Se trata de una verdadera revolución que asoma escrita por el accionar de un pueblo que levanta la mirada al horizonte seguro de poder cambiar su propio destino. 

Mucho se ha hablado y escrito acerca del papel de las masas y el de la personalidad en la historia. He aquí una lección práctica. Las masas hacen la historia cuando son conducidas por un líder que sale de sus propias entrañas. La conexión que existe entre el Comandante Chávez y su pueblo no tiene parangón en el escenario de América del Sur. Sólo Fidel, en el Caribe, logró un nivel de comunicación similar con el pueblo de Cuba; pero eso fue en otro contexto y también en otras condiciones. 

Hoy, el pueblo venezolano está armado. Pero armado de todo: de ideas, de propuestas, de iniciativas y luchas. También armado de esperanzas e ilusiones. Y dispuesto a dar su vida por una realidad que se muestra tangible ante sus ojos. El petróleo ese “minotauro devorador y trágico que hizo del país una nación fingida” al decir de Arturo Uslar Pietri, sirve como carburante ideal para encender las pasiones en la Venezuela de nuestro tiempo. Pero del petróleo surgen también las principales amenazas contra la estabilidad del país y la historia en marcha. 

Compartir la misma tribuna con el Presidente Hugo Chávez, y ver desde el entarimado a la fervorosa multitud que aplaudía cantando bajo la lluvia y sin cesar las consignas bolivarianas; es ciertamente una experiencia excepcional. Casi podría decirse inédita para millones de luchadores que en distintos países han ofrendado lo mejor de sus vidas en el combate por la liberación nacional y el socialismo. 

¿Qué puede explicar que la Venezuela de hoy sea una realidad y al mismo tiempo un faro que guía el sendero de una buena parte de América? Bien podríamos reseñar nuestra observación aludiendo a cuatro eslabones de innegable importancia: un objetivo claro, una línea de pensamiento y acción ciertamente definidos, un esfuerzo unitario constante y la confianza absoluta en la capacidad del pueblo de unir voluntades cuando se trata de emprender una tarea histórica.

Cuando señalamos la importancia de un objetivo claro debemos diferenciar las tareas tácticas de las metas de orden estratégico. Cuando el Comandante Hugo Chávez Frías inició la lucha contra los regímenes corruptos de su país, no aludió a la necesidad de construir el socialismo. Definió con precisión el modelo bolivariano, rescatando el mensaje de la más grande figura de la historia de su país y probablemente de América hace 200 años. En Venezuela la clase dominante había convertido a Bolívar en una suerte de ícono inofensivo al que le rendía homenajes formales ignorando la trascendencia de su obra y el sentido de su vida. 

Chávez hizo exactamente lo contrario. Dejó de lado los ritos tradicionales y puso en debate el contenido de sus mensajes fundamentales, aquellos que abrieron las puertas al primer proceso emancipador de América Latina. Un Bolívar real, henchido de historia y de leyenda, se dio la mano con un pueblo agobiado por una crisis artificialmente montada por el gran capital en el empeño por perpetuar los privilegios de la oligarquía dominante. La idea del Socialismo del siglo XXI, que adquiriera forma en el proceso de la lucha, fue el resultado de la experiencia concreta de un país que comprobó que en el mundo no hay “terceras vías” ni caminos intermedios. Como lo asumiera en sus tiempos Mariátegui: Capitalismo o Socialismo, esa es la cuestión. Así, el socialismo en Venezuela, dejó de ser una “idea exótica” y se convirtió en un verdadero imperativo de la historia. 

Como objetivo claro, el ideal socialista se nutre por cierto de las experiencias vividas en la historia humana, recogiendo las lecciones de todos, desde los años de la Comuna de París hasta nuestros días, transitando por las experiencias imborrables de la Revolución Rusa de 1917 y la Revolución China que triunfara en 1949, la victoria vietnamita, o la Cuba de Fidel que alumbra nuestro tiempo. 

De ahí la idea de una línea coherente de pensamiento y acción. Trazado el objetivo del proceso bolivariano, se sumó a él un comportamiento político definido enfrentando vigorosamente al Imperialismo -enemigo fundamental de la humanidad en nuestro tiempo- denunciando el papel traidor de una burguesía envilecida y en derrota, y acumulando fuerzas en el escenario del pueblo hasta construir un Poder Popular consistente e imbatible. Organizar al pueblo y dotarlo de una elevada conciencia patriótica y política, fueron tareas que el régimen bolivariano emprendiera con ahínco y constancia hasta ganar el corazón y la conciencia de millones de personas comprometiendo su participación en el proceso de cambio que se proyectara. 

Unir a las grandes masas en el cumplimiento de los objetivos planteados fue por cierto un tercer eslabón en la tarea. La unidad no es sólo expresión de fuerza. Es también garantía de victoria y herramienta eficaz que permitirá a los pueblos que la forjen avanzar en su derrotero hasta tornarlo irreversible. Unidad construida desde abajo y en la acción, con la participación de millones de personas y superando los viejos mecanismos de desmoralización y desgobierno impuestos tradicionalmente por la clase dominante: el sectarismo, el hegemonismo y la estrechez de pensamiento reducido a escasas formulaciones; quedó de lado para abrir cauce a un torrente popular de experiencias vivas de millones, aunque ciertamente nutrida del heroísmo y el combate de quienes libraron las acciones más aguerridas del pasado. 

Porque demostró en los hechos su capacidad creadora, y porque comprendió rápidamente la naturaleza del proceso que tenía por delante, el pueblo supo ganarse la confianza de los conductores de esta lucha, los mismos que afirmaron su ideal a partir de una consigna básica: confiar en él, y nunca esconderle la verdad. 

La gente sabe que su Comandante Hugo Chávez no miente, ni engaña, ni oculta las cosas. Desde el año de su derrota inicial - el fracaso de su insurgencia primera, el 4 de febrero de 1992- Chávez diseñó un estilo de comunicación que le dio carta de ciudadanía. Cuando admitió su derrota e instó a los suyos a deponer las armas, asumió la responsabilidad plena de los hechos, les confirmó que no habían logrado sus propósitos “por ahora”, y les reiteró el ideal bolivariano. Fueron esos los tres elementos de un exposición de escasas líneas pero que la gente retiene hoy en su memoria. 

La victoria del Presidente Chávez, el 7 de octubre, no fue entonces propiamente una victoria electoral. Fue, en lo esencial, una victoria política en la que se asienta lo mejor y más sentido de nuestra realidad continental: la urgencia de alcanzar una vía de desarrollo que responda a las necesidades de nuestros pueblos, que se afirme en la historia y que proyecte un porvenir libre y creador para todos. 

Cuando la noche del domingo 7 visitamos el Palacio de Miraflores y hallamos a una abigarrada multitud concentrada en su patio principal, los invitados sentimos el entusiasmo de los venezolanos como si fuese el nuestro. Y es que, realmente lo era. De todos los países de América Latina, pero también de otros continentes, se alzaron adhesiones que hicieron más viva la realidad de una victoria que confirma la voluntad de lucha de nuestros pueblos. 

Francesca Emanuele en Diario 16 de Lima insospechado de “izquierdismo”, escribe “La Venezuela de hoy no está dividida como dice la prensa desinformada, que aludiendo a los resultados de las elecciones apunta hacia una especie de cisma. La Venezuela de hoy permanece unida en la lucha por el mantenimiento y mejora del estado de bienestar alcanzado con el líder bolivariano. Y así seguirá” 

Como bien repite el estribillo de la consigna que corea la multitud, la espada de Bolívar ya camina por América Latina, Y los asistentes -“ese bravo pueblo que el yugo lanzó”- nos extienden las manos con la V de la victoria, que hoy es la V con la que se escribe la palabra Venezuela. 

LUNES, 15 DE OCTUBRE DE 2012 
El propagandista yanqui Otto Reich valora que las elecciones en Venezuela fueron “manipuladas” 
Por Jean-Guy Allard 
El Exsubsecretario de Estado norteamericano, famoso por su contribución al desarrollo de la desinformación y su apoyo precipitado al golpe de 2002, Otto Reich, valora en un análisis que acaba de publicar, que las elecciones en Venezuela “aparentemente” democráticas, no lo son. 

Él quién fue condenado por una comisión gubernamental en su propio país por sus mentiras, estima que las reglas de los comicios fueron “manipuladas”. Discípulo del propagandista nazi Goebbels (aunque nació en La Habana en 1945 de un padre judío-austriaco), Reich fue condenado por el General Accounting Office (Oficina General de Auditoría, GAO por su siglas en inglés) por haber “utilizado fondos federales para publicidad o propaganda no autorizada por el Congreso” durante las aventuras asesinas de Reagan en Nicaragua. 

En su texto publicado por el National Review, publicación conservadora alineada con el Partido Republicano, Reich afirma – sin atorarse con su whisky – que las elecciones venezolanas “fueron totalmente bajo el control” del Presidente Chávez y “totalmente en contra” de su adversario Capriles Radonski. “Podemos concluir que el proceso fue justo? Ni siquiera cerca”, afirma el personaje que CNN utiliza como “especialista de América Latina”. 

Seguimos leyendo: “Algunos han preguntado si hubo fraude en las elecciones. La respuesta inicial debe ser: ¿En qué aspecto de la elección? Las reglas de la campaña, el diseño de las papeletas, el escrutinio, la verificación, e incluso la decisión en cuanto a quién se le permitió ser candidato fueron establecidos por un Comisión Nacional Electoral (CNE en sus siglas en español) que tiene una mayoría pro-Chávez. 

Así que, según el “experto” Reich, “las reglas fueron manipuladas” y “mucho antes de la jornada electoral”. Hasta aquí las elucubraciones del ex funcionario, alter ego de Roger Noriega. En su carrera como jefe de la llamada Oficina de la diplomacia pública del régimen Reagan, dirigió campañas de intoxicación que alcanzaron un tal nivel que fueron hasta difundir en el mundo entero que los sandinistas nicaragüenses tenían unos Mig soviéticos de combate y que se alistaban para invadir a Texas; que “perseguían a los judíos”; y que habían cometido un “genocidio de los indios misquitos”. 

Denunciado y condenado, Reich fue alejado de Washington. Reagan lo nombró Embajador en… Caracas, donde tuvo el privilegio como máximo representante imperial y agente de la CIA, de orientar a CAP y Lusinchi. Reich se encargo entonces de organizar la liberación del terrorista cubanoamericano Orlando Bosch, capo de los capos de la CORU, la organización asesina que se alió a las dictaduras pro-USA del Plan Condor. Bosch fue quien, con Luis Posada Carriles, ordenó la destrucción de un avión civil cubano en 1976, provocando la muerte de 73 personas. 

Fiel cómplice de la mafia cubanoamericana de Miami, Reich colaboró en el curso de los años con el narco-contra Huber Matos, el terrorista prófugo Carlos Alberto Montaner, Jorge Mas Santos, de la FNCA, el terrorista José Basulto, el agente CIA Frank Calzón, el propagandista anticubano Armando Pérez Roura y otros individuos de similar perfil que hoy se pegan a los criminales venezolanos asilados por el Departamento de Estado. 

Sin hablar de sus amores con Ileana Ros-Lehtinen. En Abril del 2002, el subsecretario de Estado Reich supo mostrar sus cualidades de amante de la democracia. A penas el golpista Pedro Carmona había levantado la mano para autoproclamarse presidente, convocaba los embajadores latinoamericanos en Washington para reclamar aplausos. 

De forma algo prematura. Reich, que CNN considera un conocedor digno de orientar a su audiencia en materia de democracia se encontró detrás del golpe contra el presidente haitiano Aristide y la creación de la Comisión de Asistencia a una Cuba Libre que dará lugar al Plan Bush y sus anexos secretos de agresión contra la isla. 

Y para concluir esta nota sobre quién no tiene fe en la democracia venezolana. En el 2002, el mismo año del reino de Pedro el Breve, Reich fue nombrado miembro de la junta administrativa de la… Escuela de la Américas, la academia del terror del Ejercito norteamericano, que crió contingentes de militares golpistas de América Latina. 
Foto: El embajador USA y el agente de la CIA Otto Reich dando órdenes a CAP y a Lusinchi. / Fuente: ENSARTADOS.
Fuente:Argenpress

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