Por Claudio Socolsky
Tras la segunda reunión con concejales para consensuar acciones contra el narcotráfico, la intendenta anunció ayer la creación de una oficina de delitos complejos y el pedido conjunto de audiencias a distintas autoridades.
FEIN ACORDO CON LOS CONCEJALES UNA BATERIA DE MEDIDAS POR LA INSEGURIDAD
Golpear todas las puertas y algo más
La intendenta creará un área municipal de delitos complejos, al tiempo que pedirán audiencias con el gobernador, el jefe de Gabinete nacional, miembros de la justicia provincial y federal. Los ediles ponderaron la señal política.
Por Claudio Socolsky
Fein fue la vocera de los acuerdos alcanzados con los ediles para combatir el narcotráfico.
La creación de un área municipal de delitos complejos y varios pedidos de audiencias, entre ellas al gobernador Antonio Bonfatti, al jefe de Gabinete nacional, Juan Abal Medina, y a representantes de la justicia federal y provincial, fueron los temas acordados ayer durante la reunión que la intendenta Mónica Fein mantuvo con los representantes de los distintos bloques del Concejo Municipal para abordar la crisis en materia de seguridad en la ciudad. "Queremos trabajar junto a todos los sectores para avanzar en la lucha contra el delito. Estoy convencida que necesitamos sumarnos todos, lo que tenemos que lograr es una ciudad de la convivencia, por eso vamos a hacer todos los esfuerzos", resumió la intendenta al término del encuentro con los ediles. Si bien la mayoría de los participantes consideró que el cónclave fue positivo; la vicepresidenta del Concejo, Norma López (FpV), cuestionó que mientras se desarrollaba la reunión en el Palacio de los Leones, el gobernador Antonio Bonfatti y el titular del FAP, Hermes Binner, "montaban una operación política nacional para desestimar la grave situación de seguridad que se está viviendo en Rosario".
La intendenta Fein, acompañada por el secretario de Gobierno, Fernando Asegurado, y el Coordinador del Gabinete, Néstor Trigueros, encabezó la reunión con los concejales en el Palacio de los Leones. Luego de dos horas de debate, en los que trataron de buscar consensos para avanzar en acciones concretas por la escalada de violencia relacionada con el narcotráfico, la mandataria brindó detalles de los acuerdos.
"Hemos acordado generar un espacio, crear un área en la Municipalidad para trabajar sobre todo en lo que tenga que ver con un relevamiento de las economías delictivas, con un acompañamiento y simplificación de las denuncias de delitos complejos que puedan hacerse en la propia Municipalidad", adelantó Fein.
"En segundo lugar --continuó la intendenta-- pedir una reunión con el gobernador para trabajar el tema de seguridad. En tercer lugar, pedir una reunión con el jefe de Gabinete nacional, para tratar también las temáticas de seguridad, y pedir una reunión con la justicia federal y la justicia provincial. En estos días trabajaremos en el temario que les vamos a llevar, pero estos temas han quedado como desafíos a llevar adelante entre el Municipio y el Concejo Municipal".
Además, Fein señaló que plantearon realizar un relevamiento de las acciones que lleva adelante el Ejecutivo para el tema adicciones. "El municipio tiene una amplia tarea, pero queremos relevar lo que se hace desde el gobierno nacional y provincial para fortalecer las áreas de tratamiento de todas aquellas personas que se encuentren en esta situación".
Para el concejal Héctor Cavallero (PPS), la reunión fue "altamente positiva" porque se avanzó en un consenso generalizado acerca de algunos temas. "La Municipalidad asume su responsabilidad en el problema de la inseguridad y el narcotráfico creando un espacio, que va a dirigir la intendenta, para receptar denuncias que tengan que ver con los delitos complejos y lo haga en nombre de la comunidad en la justicia provincial y federal según corresponda, mientras que un grupo de profesionales va a realizar su seguimiento para que esos expedientes no duerman el sueño de los injustos", precisó Cavallero.
El ex intendente adelantó que en la reunión con el gobernador Bonfatti pedirá "mayor nivel de profesionalidad" en el Ministerio de Seguridad, y el relevo de todas las cúpulas policiales que "tengan olor a (Hugo) Tognolli". Además, solicitará al jefe de Gabinete de la Nación la creación de nuevo juzgados federales, ya que existen los mismos cuatro que en 1974. "Estamos dando un ejemplo de convivencia, y un mensaje único a pesar de las diferencias que tenemos, en la lucha contra el narcotráfico y la inseguridad", agregó el edil del PPS.
Según el concejal Osvaldo Miatello (Encuentro por Rosario) se pudo avanzar en algunos temas que se trataron la semana pasada. "Me interesaba mucho la reunión con el gobernador. La responsabilidad en el tema seguridad, incluso por mandato constitucional, es del gobierno provincial. Que el gobernador nos diga cuáles son sus planes, hacia dónde va orientada la política de seguridad, es vital para que podamos armonizar esa misma política", indicó el edil.
Miatello consideró que existe "voluntad de tratar de encontrarle una solución a este tema, dentro de las responsabilidades que pueda tener el Municipio, porque la responsabilidad prioritaria es del gobierno provincial que tiene 18 mil agentes de policías a su cargo".
El concejal Jorge Boasso (UCR) dijo que "cada uno tiene que asumir su responsabilidad, las mayores son del gobierno nacional y provincial. En segundo lugar, la justicia federal y provincial que tienen que trabajar coordinadamente. Estas son las instituciones responsables de combatir el narcotráfico y los delitos complejos". Para el edil radical, "el punto importante es que tanto la intendenta como los concejales tenemos que asumir un rol, dentro de nuestras competencias, para golpear las puertas que sean necesarias".
La concejala Daniela León (UCR) dijo que refrendaron los seis puntos acordados en la reunión anterior, aunque destacó como novedosa la creación de un área municipal de seguimiento de los delitos complejos, con la conformación de un cuerpo de abogados especializados en el tema. Para la edila radical, otros de los puntos importantes es el relacionado con el mejoramiento del programa de lucha contra las adicciones. "Es muy positivo en medio de la pirotecnia verbal de las distintas fuerzas políticas que hayamos refrendado estos puntos de acción", señaló León.
El edil Alberto Cortés (PSA-Proyecto Sur) también destacó el avance en algunos consensos entre "los sectores democráticos en la lucha contra el narcotráfico, aunque en un sentido más amplio, con la droga en general". De todos modos, el concejal dijo que tanto el gobierno nacional, provincial y municipal "tienen responsabilidades, pero dejan muchísimo que desear".
El concejal Alejandro Roselló (Pro) dijo que desde su bloque consideraban necesario entender que el problema abarcaba tanto a la Nación, provincia y municipio, y remarcaban que había cuestiones del Estado Municipal que tienen que ver con la seguridad, con "más presencia en los barrios para no dejar que eso que no ocupa el Estado lo ganen la delincuencia, la drogadicción y el narcotráfico".
KIRCHNERISTAS DISGUSTADOS
Al mismo tiempo
La vicepresidenta 1ª del Concejo Municipal, Norma López (FpV), cuestionó que "mientras a nivel nacional hay toda una operación política de Binner, Bonfatti, Lifschitz y los dirigentes del FAP para desestimar la grave situación de seguridad que estamos viviendo en la ciudad de Rosario, la intendenta se pone con los otros bloques políticos y el resto de los concejales a ocuparse de la situación". Según López, "lo peor que nos puede pasar es negar que los vecinos de Rosario están en este momento en un grado de desprotección como nunca antes se había visto". De todos modos, la edila kircherista afirmó que "es un hecho positivo que la intendenta reconozca la responsabilidad institucional que le cabe al municipio por los hechos de inseguridad y solicite ayuda a los distintos bloque políticos".
Junto con su compañero de bloque, Roberto Sukerman, solicitaron a la intendenta que "intensifique el poder de policía municipal fortaleciendo los controles sobre la economía del delito, en cuanto a los desarmaderos, trata, pensiones, venta callejera". La vicepresidenta del Palacio Vasallo remarcó que desde el FpV se seguirá reclamando para que "el gobernador de cuenta sobre el esclarecimiento de los 200 homicidios ocurridos en los últimos 13 meses y el desplazamiento inmediato de los jefes policiales investigados. Asimismo, seguiremos exigiendo la descentralización de fiscalías y defensorías barriales en cada uno de los distritos, la constitución de la policía municipal, la implementación de nuestro proyecto Rosario Alerta 2.0 y la confección de un mapa del delito que sea georeferenciado".
Los ediles kirchneristas remarcaron que se exigió la inmediata implementación del Programa de Protección de Testigos, Víctimas y Denunciantes establecido en el nuevo Código Procesal Penal, "debido al miedo que padecen los rosarinos a la hora de denunciar y al temor de los testigos por su condición de tal". Además, pidieron que se haga un plan de contención a las víctimas porque "no están teniendo respuestas".
EL DIPUTADO NACIONAL CARLOS COMI PROPONE UNA ACCION PUBLICA
Veredazo para pedir seguridad
El legislador de la Coalición Cívica-ARI propone que mañana, feriado, los vecinos saquen sus reposeras para compartir el espacio común. Plantea que se construyan "puentes de solidaridad y confianza para que la vida sea más fácil".
Por Lorena Panzerini
La propuesta de ocupar el espacio público fue lanzada por Comi en facebook y tuvo repercusión.
"No nos escondamos; no nos encerremos más", propuso el diputado nacional por la Coalición Cívica-ARI, Carlos Comi, al convocar vía Facebook a los rosarinos a un "veredazo". La idea apunta a que mañana, a las 19.30, los vecinos saquen sus reposeras, el equipo de mate o algo fresco para tomar, y pasen la tarde, como antes, en la vereda. "En los últimos 20 años las costumbres urbanas cambiaron mucho. Los jóvenes y niños perdieron espacios, la gente se empezó a encerrar con rejas y alarmas y deconstruyó la confianza en el vecino porque no lo trata, porque no tiene diálogo y le provoca sospechas. La propuesta es construir esos puentes de solidaridad y confianza para que la vida sea más fácil", planteó Comi. La iniciativa llega a pocos días de haberse sucedido violentos incidentes en barrios de Rosario, que pusieron a la ciudad en el ojo de las noticias nacionales y que generaron climas de tensión y alto voltaje entre los gobiernos provincial y municipal con el justicialismo santafesino, relacionados con la problemática del narcotráfico. Para Comi, "sumarse a diagnósticos de catástrofe, aunque hay cifras que alarman a todos, no aporta".
"Por la seguridad ciudadana, la convivencia y la vida", expresa la convocatoria que se comparte hace unos días en la red social y propone además que los vecinos que se sumen, se tomen una fotografía para difundirla como el álbum del "veredazo, reposerazo o mateada colectiva". El legislador relató a Rosario/12 que la iniciativa, que busca ser "una manifestación mansa" contra la inseguridad, nació "como una reflexión después de haber visitado barrio Tablada una noche a mediados de enero, que es uno de los más difíciles hoy en día, y había gente en la calle. A la mañana siguiente lo compartí en Facebook con esto de que ante tanta locura la gente resista a su manera; y planteé que sería bueno que no nos encerremos más. Y me sorprendió la respuesta, el debate y hasta el pedido de fijar una fecha; que será este feriado. Pero fue espontáneo".
La idea es justamente "recuperar esa buena costumbre, ese ritual perdido en algunas partes de la ciudad"; y al mismo tiempo "hacerle frente a la inseguridad".
Comi recordó que la propuesta, que pretende recuperar el espacio público, comenzó en Buenos Aires en diciembre pasado, de la mano del fundador de la ONG Red Solidaria, Juan Carr. "Yo estuve de vacaciones y después de haber organizado la posibilidad de hacerlo en Rosario, me dijeron que ya se había hecho en Buenos Aires, y que allí le llamaron veredazo, así que será igual; incluso invitamos a Juan Carr, pero posiblemente venga en otra oportunidad", dijo Comi.
La primera publicación que hizo el diputado fue el 18 de enero, cuando habló de "sensación" que quería compartir sobre los vecinos de Tablada que matean a la noche en las veredas. "Algún día debiéramos ocupar todos las veredas, como forma de decir aquí estamos", había escrito en su muro de Facebook. El posteo reunía ayer más de 30 comentarios y cerca de doscientos "me gusta". Las respuestas fueron de celebración: "¡Qué lindo puertear la tardecita!", dijo Dina; también hubo recuerdos con "la nona en la vereda"; y hasta gente que buscará recuperar la actividad como "un derecho".
"Queremos que cada vecino salga, se siente en la puerta de su casa a disfrutar del aire un poco más fresco de las nochecitas de verano. Frente a la inseguridad, nos encerramos, ponemos una reja o una alarma y hay que recuperar el espacio público, a modo de reclamo manso de mayor seguridad", dijo Comi, y recordó: "Cuando yo era adolescente, en verano, andábamos todo el día en la calle y hoy los chicos tienen riesgos. Salir a jugar antes era otra cosa, en tiempos que no había ni celulares". Y se esperanzó: "Si la gente responde, la experiencia será buena y podemos repetir las jornadas de esta sana costumbre, que sirva como una movilización, porque es un reclamo de que queremos una vida tranquila".
De pibes, bandas y opciones
La concejala radical María Eugenia Schmuck habló de la situación en los barrios antes de participar ayer de la reunión con la intendenta Mónica Fein (ver página 3). La edila planteó que hay barrios que fueron "sitiados por los narcos" y agregó que los chicos de "siete años empiezan a ser parte de las organizaciones". Por su parte, el diputado nacional Carlos Comi disintió con Schmuck. "Puede haber situaciones puntuales o un adulto que se aproveche de un niño. La infinita mayoría de los chicos, como de los rosarinos adultos, son personas de bien y quieren que les vaya mejor, progresar; y el chico de siete años quiere jugar", objetó. La edila pidió además que el municipio "no se retire de los lugares donde el Estado tiene presencia" y "variar las políticas sociales para adaptarse a una nueva realidad: los pibes prefieren ser parte de las bandas antes que salir por las políticas sociales".
Fuente:Rosario12
Miércoles, 30 de enero de 2013
El temprano aviso de una mujer que ahora vive la peor tragedia
Hace casi cinco años Norma Bustos alertó en este diario de la violencia al sur de La Tablada. En esa zona del barrio, el domingo asesinaron a balazos a su único hijo.
En la casa. Norma oyó tiros y salió a la calle. Encontró a su hijo desvanecido, en Pavón y Santa Rosa de Lima.
Por Leo Graciarena
Una mañana de septiembre de 2008 una mujer llamó a LaCapital para contar sobre la espiral de violencia que imperaba en su zona. "Vengan al barrio. Queremos contarles que sólo queremos vivir en paz, pero no podemos más". Esa mujer se llamaba Norma y tenía un solo hijo. Un pibe grandote, veinteañero, de unos 130 kilos y más de un metro ochenta llamado Lucas Fabián Espina. Cuatro años y cuatro meses después ese muchacho fue asesinado a balazos de ametralladora en la esquina de Pavón y Santa Rosa de Lima, a 25 metros de su casa. Fue el fin de semana pasado. Dos pibes que estaban junto a él continúan internados en el Clemente Alvarez.
"El sábado mi hijo trabajó en el emprendimiento de prepizzas que tengo en casa, se bañó y me dijo «mamá, me voy a tomar una cerveza con los pibes a la esquina». A la 1.15 escuché la ráfaga de disparos y salté de la cama con mi marido. Pensé en Lucas y salí en bombacha y remera a buscarlo. Cuando llegué a la esquina (de Pavón y Santa Rosa de Lima) vi al auto plateado del que seguían disparando. Me puse un pantalón y volví a buscar a Lucas. Estaba tirado en el patio de la casa de una vecina. Cuando le corrí el cabello con mi mano le vi la herida en la cabeza. Uno de mis dedos entraba en el hueco que dejó el balazo", relató Norma.
Su voz era la de quien lo perdió todo. "Era mi único hijo. El sábado cuando este hijo de puta me lo mató, me mató a mí también. ¿Qué más me puede pasar?".
Ella conoce bien a los señalados como autores de su drama. "Los vecinos me dijeron que fueron Milton y José D.", relató. Los hermanos, de 24 y 25 años, tienen un rol activo en la historia de violencia reciente en los barrios La Tablada, la villa del Tanque, villa Manuelita, La Bajada y el Fonavi de Hipócrates y Lola Mora.
El pasado. "Yo leí el diario (en el que se consignó sin error que Lucas tenía prontuario) y parecía que Lucas era Al Capone. Como si hubiera sido Lucas el que le disparó a este Milton D. y no al revés. Mi hijo tuvo sus errores, pero pagó. No vendía droga, no era un delincuente. Tuvo una causa por un robo en un colectivo y fue sobreseído (se determinó que no tuvo participación). Tuvo una por portación de armas a raíz de que Milton D. vivía baleando el frente de nuestra casa y cumplió con los tres años de condena que le dieron. La única causa abierta que tenía es por una pelea callejera donde lo denunciaron por lesiones", sostuvo Norma.
"Lo que le pasó a mi hijo fue un homicidio a sangre fría y queremos que el que lo mató pague", dijo Norma.
Según la versión oficial el domingo pasada la 1.30 Lucas Espina estaba en la esquina de Pavón y Santa Rosa de Lima, a 25 metros de su casa, junto a Gonzalo M., de 28 años, y Omar D., de 19. Por ese lugar pasaron dos autos, uno negro y otro plateado, que podría ser un VW Gol o un Peugeot 206, ambos con vidrios polarizados. Del auto plateado bajaron dos o tres personas y abrieron fuego contra los tres muchachos. Fue una cacería en la que los vecinos aseguran que se utilizó una ametralladora. "El ruido que produce la ráfaga da miedo", dijo Norma.
Los tres pibes trataron de escapar con suerte dispar. Lucas cayó agonizante dentro una casa. Tenía tres balazos: en la cabeza, la espalda con salida en el pecho y el pie izquierdo. Gonzalo M. corrió hasta desplomarse en la esquina de Benito Juárez con balazos en un pie, en el omóplato y el brazo derecho. "Uno se bajó del auto y le gatilló tres veces en la cabeza, pero las balas no salieron. Los buscaron para rematarlos", relató Norma. Omar D., por su parte, recibió un disparo en el glúteo y otro en el hombro derecho.
El final. "Con mi hijo herido le pedí a un policía que lo llevara en el patrullero, pero me ignoró y se puso a levantar las vainas. Fue un vecino que tiene una camioneta el que lo llevó a Lucas. A las 14 dijeron que tenía muerte cerebral y a la 1 del lunes murió. El pudo dar vida porque donamos sus órganos", relató la mujer flanqueada por Oscar, su marido.
En la escena del crimen los policías secuestraron entre 40 y 45 vainas servidas calibres 9 milímetros (que es la que carga la ametralladora) y 11.25.
¿Qué motivó esa ferocidad homicida? Los vecinos del barrio que se animaron a hablar dicen que Lucas y sus compañeros no eran el objetivo del ataque. El blanco escogido y errado sería un amigo de Lucas Espina y su familia que tiene una vieja disputa con Milton D. por haberlo baleado en enero de 2008. "Pasaron por la esquina porque lo andan buscando. Vieron que no estaba y tiraron igual porque ellos son así", contó una mujer del lugar. "Acá no hace falta ser narco o choro para que te maten a tiros. Con que te vinculen con alguien alcanza. Le puede pasar a cualquiera", afirmó otro vecino.
Lucas Espina fue sepultado ayer a la mañana en el cementerio de Ibarlucea. En la puerta de su casa quedó el santuario que Lucas le construyó al Gauchito Gil. Cuenta su madre: "Era muy devoto. Se había hecho un tatuaje del Gauchito en el antebrazo. Pero me lo dejó solo".
Miércoles, 30 de enero de 2013
"A esto lo dejamos llegar demasiado lejos"
Ayer hubo una reunión entre la intendente Mónica Fein y concejales para avanzar en la búsqueda de soluciones responsables para combatir la violencia en la ciudad. Hay espacios donde el delito es recurrente en zonas muy acotadas, donde los nombres de los actores de la violencia se reiteran y los vecinos hace mucho disponen de información que anuncian a viva voz sin que sea capitalizada por las políticas públicas. El caso de la protagonista de esta nota es un ejemplo notorio.
Ayer hubo una reunión entre la intendente Mónica Fein y concejales para avanzar en la búsqueda de soluciones responsables para combatir la violencia en la ciudad. Hay espacios donde el delito es recurrente en zonas muy acotadas, donde los nombres de los actores de la violencia se reiteran y los vecinos hace mucho disponen de información que anuncian a viva voz sin que sea capitalizada por las políticas públicas. El caso de la protagonista de esta nota es un ejemplo notorio.
En la edición del domingo 21 de septiembre de 2008 el título principal del diario LaCapital fue: "En cuatro años hubo 13 muertes por disputas entre bandas en La Tablada". Diez vecinos, entre los que estaba Norma, relataron entonces que sólo querían volver a sentarse en la vereda para tomar unos mates, una gaseosa o ir a trabajar tranquilos. Dijeron tener miedo y explicaron con sus palabras la existencia de un círculo vicioso que les impedía creer en la policía y confiar en la Justicia. Dijeron sentirse rehenes de la cotidianas peleas a tiros. En esa lucha distinguían dos tipos de conflicto. Uno, la pelea por el mercado de la venta de drogas, el otro, los enfrentamientos por rivalidades de bandas como la de Centeno contra los de Ameghino.
Ayer la madre del chico asesinado le decía a este diario: "A esto lo dejamos llegar demasiado lejos. No podemos ni hacer una marcha por Lucas. ¿Quién te va a apoyar en el barrio? Acá están todos muertos de miedo", exclamó Norma.
Fuente:LaCapital
El temprano aviso de una mujer que ahora vive la peor tragedia
Hace casi cinco años Norma Bustos alertó en este diario de la violencia al sur de La Tablada. En esa zona del barrio, el domingo asesinaron a balazos a su único hijo.
En la casa. Norma oyó tiros y salió a la calle. Encontró a su hijo desvanecido, en Pavón y Santa Rosa de Lima.
Por Leo Graciarena
Una mañana de septiembre de 2008 una mujer llamó a LaCapital para contar sobre la espiral de violencia que imperaba en su zona. "Vengan al barrio. Queremos contarles que sólo queremos vivir en paz, pero no podemos más". Esa mujer se llamaba Norma y tenía un solo hijo. Un pibe grandote, veinteañero, de unos 130 kilos y más de un metro ochenta llamado Lucas Fabián Espina. Cuatro años y cuatro meses después ese muchacho fue asesinado a balazos de ametralladora en la esquina de Pavón y Santa Rosa de Lima, a 25 metros de su casa. Fue el fin de semana pasado. Dos pibes que estaban junto a él continúan internados en el Clemente Alvarez.
"El sábado mi hijo trabajó en el emprendimiento de prepizzas que tengo en casa, se bañó y me dijo «mamá, me voy a tomar una cerveza con los pibes a la esquina». A la 1.15 escuché la ráfaga de disparos y salté de la cama con mi marido. Pensé en Lucas y salí en bombacha y remera a buscarlo. Cuando llegué a la esquina (de Pavón y Santa Rosa de Lima) vi al auto plateado del que seguían disparando. Me puse un pantalón y volví a buscar a Lucas. Estaba tirado en el patio de la casa de una vecina. Cuando le corrí el cabello con mi mano le vi la herida en la cabeza. Uno de mis dedos entraba en el hueco que dejó el balazo", relató Norma.
Su voz era la de quien lo perdió todo. "Era mi único hijo. El sábado cuando este hijo de puta me lo mató, me mató a mí también. ¿Qué más me puede pasar?".
Ella conoce bien a los señalados como autores de su drama. "Los vecinos me dijeron que fueron Milton y José D.", relató. Los hermanos, de 24 y 25 años, tienen un rol activo en la historia de violencia reciente en los barrios La Tablada, la villa del Tanque, villa Manuelita, La Bajada y el Fonavi de Hipócrates y Lola Mora.
El pasado. "Yo leí el diario (en el que se consignó sin error que Lucas tenía prontuario) y parecía que Lucas era Al Capone. Como si hubiera sido Lucas el que le disparó a este Milton D. y no al revés. Mi hijo tuvo sus errores, pero pagó. No vendía droga, no era un delincuente. Tuvo una causa por un robo en un colectivo y fue sobreseído (se determinó que no tuvo participación). Tuvo una por portación de armas a raíz de que Milton D. vivía baleando el frente de nuestra casa y cumplió con los tres años de condena que le dieron. La única causa abierta que tenía es por una pelea callejera donde lo denunciaron por lesiones", sostuvo Norma.
"Lo que le pasó a mi hijo fue un homicidio a sangre fría y queremos que el que lo mató pague", dijo Norma.
Según la versión oficial el domingo pasada la 1.30 Lucas Espina estaba en la esquina de Pavón y Santa Rosa de Lima, a 25 metros de su casa, junto a Gonzalo M., de 28 años, y Omar D., de 19. Por ese lugar pasaron dos autos, uno negro y otro plateado, que podría ser un VW Gol o un Peugeot 206, ambos con vidrios polarizados. Del auto plateado bajaron dos o tres personas y abrieron fuego contra los tres muchachos. Fue una cacería en la que los vecinos aseguran que se utilizó una ametralladora. "El ruido que produce la ráfaga da miedo", dijo Norma.
Los tres pibes trataron de escapar con suerte dispar. Lucas cayó agonizante dentro una casa. Tenía tres balazos: en la cabeza, la espalda con salida en el pecho y el pie izquierdo. Gonzalo M. corrió hasta desplomarse en la esquina de Benito Juárez con balazos en un pie, en el omóplato y el brazo derecho. "Uno se bajó del auto y le gatilló tres veces en la cabeza, pero las balas no salieron. Los buscaron para rematarlos", relató Norma. Omar D., por su parte, recibió un disparo en el glúteo y otro en el hombro derecho.
El final. "Con mi hijo herido le pedí a un policía que lo llevara en el patrullero, pero me ignoró y se puso a levantar las vainas. Fue un vecino que tiene una camioneta el que lo llevó a Lucas. A las 14 dijeron que tenía muerte cerebral y a la 1 del lunes murió. El pudo dar vida porque donamos sus órganos", relató la mujer flanqueada por Oscar, su marido.
En la escena del crimen los policías secuestraron entre 40 y 45 vainas servidas calibres 9 milímetros (que es la que carga la ametralladora) y 11.25.
¿Qué motivó esa ferocidad homicida? Los vecinos del barrio que se animaron a hablar dicen que Lucas y sus compañeros no eran el objetivo del ataque. El blanco escogido y errado sería un amigo de Lucas Espina y su familia que tiene una vieja disputa con Milton D. por haberlo baleado en enero de 2008. "Pasaron por la esquina porque lo andan buscando. Vieron que no estaba y tiraron igual porque ellos son así", contó una mujer del lugar. "Acá no hace falta ser narco o choro para que te maten a tiros. Con que te vinculen con alguien alcanza. Le puede pasar a cualquiera", afirmó otro vecino.
Lucas Espina fue sepultado ayer a la mañana en el cementerio de Ibarlucea. En la puerta de su casa quedó el santuario que Lucas le construyó al Gauchito Gil. Cuenta su madre: "Era muy devoto. Se había hecho un tatuaje del Gauchito en el antebrazo. Pero me lo dejó solo".
Miércoles, 30 de enero de 2013
"A esto lo dejamos llegar demasiado lejos"
Ayer hubo una reunión entre la intendente Mónica Fein y concejales para avanzar en la búsqueda de soluciones responsables para combatir la violencia en la ciudad. Hay espacios donde el delito es recurrente en zonas muy acotadas, donde los nombres de los actores de la violencia se reiteran y los vecinos hace mucho disponen de información que anuncian a viva voz sin que sea capitalizada por las políticas públicas. El caso de la protagonista de esta nota es un ejemplo notorio.
Ayer hubo una reunión entre la intendente Mónica Fein y concejales para avanzar en la búsqueda de soluciones responsables para combatir la violencia en la ciudad. Hay espacios donde el delito es recurrente en zonas muy acotadas, donde los nombres de los actores de la violencia se reiteran y los vecinos hace mucho disponen de información que anuncian a viva voz sin que sea capitalizada por las políticas públicas. El caso de la protagonista de esta nota es un ejemplo notorio.
En la edición del domingo 21 de septiembre de 2008 el título principal del diario LaCapital fue: "En cuatro años hubo 13 muertes por disputas entre bandas en La Tablada". Diez vecinos, entre los que estaba Norma, relataron entonces que sólo querían volver a sentarse en la vereda para tomar unos mates, una gaseosa o ir a trabajar tranquilos. Dijeron tener miedo y explicaron con sus palabras la existencia de un círculo vicioso que les impedía creer en la policía y confiar en la Justicia. Dijeron sentirse rehenes de la cotidianas peleas a tiros. En esa lucha distinguían dos tipos de conflicto. Uno, la pelea por el mercado de la venta de drogas, el otro, los enfrentamientos por rivalidades de bandas como la de Centeno contra los de Ameghino.
Ayer la madre del chico asesinado le decía a este diario: "A esto lo dejamos llegar demasiado lejos. No podemos ni hacer una marcha por Lucas. ¿Quién te va a apoyar en el barrio? Acá están todos muertos de miedo", exclamó Norma.
Fuente:LaCapital




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