08.06.2013
comunicado
Ecuador anuncia su retiro de la Junta Interamericana de Defensa
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Ecuador anuncia su retiro de la Junta Interamericana de Defensa
Ecuador anunció su próximo retiro de la Junta Interamericana de Defensa (JID) que comparte con Estados Unidos, y enfatizó en construir "un verdadero pensamiento suramericano en materia de defensa en funcion de los intereses de la región".
La ministra de ecuatoriana de Defensa, María Fernanda Espinosa, señaló que su país ha sido muy crítico de cómo ha venido funcionando la JID y que se están buscando alternativas que se adapten a las necesidades geopolíticas actuales de la región suramericana.
Destacó en un comunicado, citado por la agencia EFE, que es necesario dar respuestas regionales a los problemas de Suramérica.
"La integración permitirá generar una doctrina de defensa propia, con identidad sudamericana", señala el comunicado del Ministerio.
El pasado jueves, Espinosa y su colega de Brasil, Celso Amorin, destacaron en Quito la importancia de contar con una escuela de defensa suramericana que potencie las capacidades de la región en materia de formación y construcción de doctrina en el sector.
"La idea no es una monumental y gran sede sino tener un eje, un núcleo, que nos permita coordinar, optimizar y utilizar las capacidades que cada país tiene en materia de defensa", dijo entonces Espinosa en rueda de prensa.
Amorin apuntó que se pretende desarrollar un pensamiento suramericano y "quizá una doctrina en algún momento" que responda a las necesidades de la región.
"Lo esencial es una escuela que se concentre en problemas que son los nuestros, no condicionado por problemas que no son nuestros", dijo en la rueda de prensa el ministro brasileño.
Destacó en un comunicado, citado por la agencia EFE, que es necesario dar respuestas regionales a los problemas de Suramérica.
"La idea no es una monumental y gran sede sino tener un eje, un núcleo, que nos permita coordinar, optimizar y utilizar las capacidades que cada país tiene en materia de defensa"Espinosa enfatizó que a través de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y el Consejo de Defensa Suramericano, se está construyendo "un verdadero pensamiento suramericano en materia de defensa en función de los intereses de la región".
María Fernanda Espinosa
"La integración permitirá generar una doctrina de defensa propia, con identidad sudamericana", señala el comunicado del Ministerio.
El pasado jueves, Espinosa y su colega de Brasil, Celso Amorin, destacaron en Quito la importancia de contar con una escuela de defensa suramericana que potencie las capacidades de la región en materia de formación y construcción de doctrina en el sector.
"La idea no es una monumental y gran sede sino tener un eje, un núcleo, que nos permita coordinar, optimizar y utilizar las capacidades que cada país tiene en materia de defensa", dijo entonces Espinosa en rueda de prensa.
Amorin apuntó que se pretende desarrollar un pensamiento suramericano y "quizá una doctrina en algún momento" que responda a las necesidades de la región.
"Lo esencial es una escuela que se concentre en problemas que son los nuestros, no condicionado por problemas que no son nuestros", dijo en la rueda de prensa el ministro brasileño.
08.06.2013
entrevista
Galo Mora: La “Ley de Comunicación se aprobará en días en Ecuador"
entrevista
Galo Mora: La “Ley de Comunicación se aprobará en días en Ecuador"
El secretario ejecutivo de la Alianza Pais recordó que la Ley de Comunicación fue decida por el pueblo, apunta a“democratizar un derecho social”, y confirmó que será aprobada en menos de 15 días ".
“La Ley de Comunicación fue decidida por el pueblo ecuatoriano en consulta popular, sin embargo estaba sumida en un limbo jurídico porque no teníamos los votos necesarios para aprobarla dentro de la Asamblea Nacional”, explicó Mora en una entrevista con Télam.
Subrayó que “hoy esta cincunstancia política ha cambiado absolutamente, nosotros hemos logrado 100 de los 137 asambleístas, la ley se va a aprobar en los próximos 15 días y el núcleo central del debate está en el tema de las frecuencias".
Desde 2007, año en que llegó al poder, el presidente Rafael Correa tuvo duros enfrentamientos con un sector de la prensa privada, al que calificó como "poder fáctico y corrupto" por tergiversar información para desprestigiarlo.
Si bien la nueva Constitución de 2008 ordenó la aprobación de la Ley de Comunicación en un año, varias postergaciones legislativas impidieron cumplir con ese mandato, pese ser ratificado en una consulta popular celebrada el 7 de mayo de 2011.
"La ley permite definir a quién corresponde el espacio radioeléctrico, que es del Estado, y esa definición comprende afectar intereses", reconoció el político.
“Se va a encontrar resistencias pero, afortunadamente, hoy con un voto mayoritario tenemos la posibilidad real y las condiciones objetivas para que esa ley sea expedida”, completó.
Sobre las repercusiones de su promulgación señaló que “el enemigo" va a pelear en "defensa de sus intereses, que se contraponen desde su capital financiero y bancario a los intereses que el pueblo ecuatoriano ha decidido”.
Explicó que el fin de la ley es “democratizar un derecho social” y que no hay "censura previa pero si responsabilidad ulterior, como consta en las constituciones más avanzadas del mundo”.
Entre otros puntos la iniciativa plantea que 34 por ciento de las frecuencias sean concedidas a medios comunitarios, 33 por ciento para públicos y 33 por ciento para privados con fines de lucro.
Además, el proyecto incluye la regulación de contenidos violentos o explícitamente sexuales, y la obligación que tendrán radios y canales de televisión de difundir contenidos nacionales.
"El problema fundamental es que se suplantó la condición de ser beneficiario de intereses del Estado a través de publicidad, para ser chantajista de los gobiernos que representan a los Estados, y esta situación se da en toda América Latina. En Ecuador, quizás, se tocan los puntos más álgidos de esa controversia”, reflexionó.
De paso por Buenos Aires para participar de un ciclo de conferencias llamado La Patria Grande, Mora consideró que ante el panorama actual es clave la presencia de liderazgos en la región.
"La realidad política de cada pueblo exige determinado liderazgo, lo que sucede en Venezuela y en Bolivia es una conspiración, y viene a través de medios que han usurpado su rol de derecho social de la comunicación para convertirse en actores políticos", dijo, al analizar lo ocurrido en Venezuela luego de las elecciones presidenciales.
Respecto a Bolivia, se refirió a la Central Obrera Boliviana (COB) que realizó un reciente paro general indefinido, considerado con fines golpistas por el presidente Evo Morales.
"Frente a eso hay una vanguardia política, medios de comunicación, que suplantan a la oposición o que hacen a veces de ella", definió.
Para Mora, la figura del presidente Hugo Chávez era "enormemente fuerte" en ese sentido, y su muerte "esta siendo aprovechada por estos sectores". Sin embargo no se arriesgó a hablar de herencias. "No creo que se trate de herederos, creo que es una consecuencia de lealtad con los procesos".
Entre otros temas, el exsecretario privado de Correa insitió en la necesidad de cambios en la estructura de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos), tema que se trató esta semana en la 43 Asamblea General de la OEA, en Guatemala.
“La Comisión se autoatribuye la condición de juzgar; esa Comisión, que en el pasado nos ayudó mucho con las dictaduras para el reestablecimiento de las democracias, ha sido cooptada al igual que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP)", denunció.
Sobre el tema, insistió en que la sede de la CIDH debe ser Buenos Aires porque es donde se centra un "debate fundamental para el futuro de América Latina" que "no es un tema casual del Estado argentino ni circunstancial del gobierno ecuatoriano".
También se refirió a la actualidad de los bloques regionales, como la Alianza del Pacífico, -México, Colombia, Perú y Chile- que está por sumar a Costa Rica, Guatemala y Estados Unidos.
"Habrá que ver si la mano izquierda puede ser tan fuerte y capaz de enraizarse con otras manos, capaces de asimilar estos embates que no son espontáneos y están teledirigidos, y Estados Unidos es responsable de todas las fracturas de América Latina", denunció, y agregó que es el culpable de "acciones de destabilización a través de invasiones, golpes de Estado, o de chantajes económicos".
En esa línea, abogó por fortalecer bloques como la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) e insistió con el deseo (de Ecuador) de formar parte del Mercosur, ya no en calidad de observador, sino como miembro pleno".
Subrayó que “hoy esta cincunstancia política ha cambiado absolutamente, nosotros hemos logrado 100 de los 137 asambleístas, la ley se va a aprobar en los próximos 15 días y el núcleo central del debate está en el tema de las frecuencias".
Desde 2007, año en que llegó al poder, el presidente Rafael Correa tuvo duros enfrentamientos con un sector de la prensa privada, al que calificó como "poder fáctico y corrupto" por tergiversar información para desprestigiarlo.
Si bien la nueva Constitución de 2008 ordenó la aprobación de la Ley de Comunicación en un año, varias postergaciones legislativas impidieron cumplir con ese mandato, pese ser ratificado en una consulta popular celebrada el 7 de mayo de 2011.
"La ley permite definir a quién corresponde el espacio radioeléctrico, que es del Estado, y esa definición comprende afectar intereses", reconoció el político.
“Se va a encontrar resistencias pero, afortunadamente, hoy con un voto mayoritario tenemos la posibilidad real y las condiciones objetivas para que esa ley sea expedida”, completó.
Sobre las repercusiones de su promulgación señaló que “el enemigo" va a pelear en "defensa de sus intereses, que se contraponen desde su capital financiero y bancario a los intereses que el pueblo ecuatoriano ha decidido”.
Explicó que el fin de la ley es “democratizar un derecho social” y que no hay "censura previa pero si responsabilidad ulterior, como consta en las constituciones más avanzadas del mundo”.
Entre otros puntos la iniciativa plantea que 34 por ciento de las frecuencias sean concedidas a medios comunitarios, 33 por ciento para públicos y 33 por ciento para privados con fines de lucro.
Además, el proyecto incluye la regulación de contenidos violentos o explícitamente sexuales, y la obligación que tendrán radios y canales de televisión de difundir contenidos nacionales.
"El problema fundamental es que se suplantó la condición de ser beneficiario de intereses del Estado a través de publicidad, para ser chantajista de los gobiernos que representan a los Estados, y esta situación se da en toda América Latina. En Ecuador, quizás, se tocan los puntos más álgidos de esa controversia”, reflexionó.
De paso por Buenos Aires para participar de un ciclo de conferencias llamado La Patria Grande, Mora consideró que ante el panorama actual es clave la presencia de liderazgos en la región.
"La realidad política de cada pueblo exige determinado liderazgo, lo que sucede en Venezuela y en Bolivia es una conspiración, y viene a través de medios que han usurpado su rol de derecho social de la comunicación para convertirse en actores políticos", dijo, al analizar lo ocurrido en Venezuela luego de las elecciones presidenciales.
Respecto a Bolivia, se refirió a la Central Obrera Boliviana (COB) que realizó un reciente paro general indefinido, considerado con fines golpistas por el presidente Evo Morales.
"Frente a eso hay una vanguardia política, medios de comunicación, que suplantan a la oposición o que hacen a veces de ella", definió.
Para Mora, la figura del presidente Hugo Chávez era "enormemente fuerte" en ese sentido, y su muerte "esta siendo aprovechada por estos sectores". Sin embargo no se arriesgó a hablar de herencias. "No creo que se trate de herederos, creo que es una consecuencia de lealtad con los procesos".
Entre otros temas, el exsecretario privado de Correa insitió en la necesidad de cambios en la estructura de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos), tema que se trató esta semana en la 43 Asamblea General de la OEA, en Guatemala.
“La Comisión se autoatribuye la condición de juzgar; esa Comisión, que en el pasado nos ayudó mucho con las dictaduras para el reestablecimiento de las democracias, ha sido cooptada al igual que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP)", denunció.
Sobre el tema, insistió en que la sede de la CIDH debe ser Buenos Aires porque es donde se centra un "debate fundamental para el futuro de América Latina" que "no es un tema casual del Estado argentino ni circunstancial del gobierno ecuatoriano".
También se refirió a la actualidad de los bloques regionales, como la Alianza del Pacífico, -México, Colombia, Perú y Chile- que está por sumar a Costa Rica, Guatemala y Estados Unidos.
"Habrá que ver si la mano izquierda puede ser tan fuerte y capaz de enraizarse con otras manos, capaces de asimilar estos embates que no son espontáneos y están teledirigidos, y Estados Unidos es responsable de todas las fracturas de América Latina", denunció, y agregó que es el culpable de "acciones de destabilización a través de invasiones, golpes de Estado, o de chantajes económicos".
En esa línea, abogó por fortalecer bloques como la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) e insistió con el deseo (de Ecuador) de formar parte del Mercosur, ya no en calidad de observador, sino como miembro pleno".
Fuente:Telam
Los fines y los medios según Correa
Año 6. Edición número 264. Domingo 9 de junio de 2013
Por Emiliano Guido
eguido@miradasalsur.com
Mesa redonda. Galo Mora, Juan Carlos Junio y Atilio Borón, durante la conferencia realizada en el centro cultural de la cooperación.
Ecuador. Vino al país invitado por el Centro Cultural de la Cooperación uno de los hombres más importantes del gobierno ecuatoriano. Ex ministro de Cultura, titular del partido oficialista Alianza País, mano derecha del presidente Rafael Correa, Galo Mora habló con Miradas al Sur sobre la nueva agenda de gobierno del Palacio Carondelet.
–Desde que Alianza País llegó al Palacio Carondelet, el presidente Rafael Correa emprendió reformas significativas en la economía, la Justicia y en el sistema de medios. ¿Cuáles son los objetivos planteados en la nueva agenda de gobierno?
–Ahora nos pusimos como ejes temas relevantes, la revolución cultural. Esta expresión es de por sí compleja por los antecedentes de la República Popular China pero se refiere, fundamentalmente, a lo que (el intelectual renovador de la teoría marxista y fundador del PC italiano) Antonio Gramsci denominó crítica de las costumbres, es decir, promover un cambio de la matriz cultural dominante. Lo que dice el presidente Correa es “hemos vencido en ocho elecciones consecutivas”; evidentemente, este proceso no va para atrás pero, igualmente, el reto sigue siendo trabajar en la conciencia colectiva. Y sí, esta revolución es irreversible, entonces hay que hacer nuevo sentido común que el poder popular establece las conquistas a través de la autocomprensión de que éste es su Estado. De que el Estado per se, como señalaba la tesis izquierdista de los setenta, no es dañino porque, en realidad, necesitamos contar con un Estado en el que se amparen las reivindicaciones y que permita la distribución de la riqueza. Y, así, de esta manera, se instala la cuestión del poder. Entonces, tenemos que buscar que la democratización no sea demagógica ni fetichista y, segundo, hacerlo sin capitular, aunque nos topemos con intereses monopólicos y corporativos, porque de lo contario no hay redistribución ni de la riqueza ni del poder. El otro eje de la revolución cultural pasa por revisar nuestra matriz productiva. Porque hemos vivido desde el año ’72 una era de exploración y explotación petrolera. Pero eso está cambiando, en el año 2016 estaremos exportando, por primera vez en nuestra historia, energía hidroeléctrica gracias a la construcción de ocho grandes represas.
–¿En esa área hay grandes acuerdos con Brasil?
–Sí, pero también con Colombia y Perú. En ese sentido, algunas organizaciones ambientalistas minoritarias; pero, no por poco representavivos, despreciables, yo también he sido parte de proyectos políticos minoritarios, nos critican por esta política energética pero cualquier política de desarrollo tiene impacto sobre la naturaleza. Pero, el problema cuál es la tesis de los sectores ecologistas y cuáles son las alternativas concretas. Rafael Correa dice a mí no me gusta la minería pero mucho menos me gusta la pobreza.
–En ese sentido, la Conaie (la mayor organización indígena del Ecuador) critica los impactos ambientales y la criminalización de la protesta social (denuncian que hay más de 250 militantes procesados por la ley antiterrorista) que lleva adelante Quito con la megaminería. A su vez, su gobierno promocionó un proyecto revolucionario como el Yasuní– ITT (dejar el petróleo del Amazonas sin explotar a cambio de una compensación internacional). ¿Cuál es realmente el modelo productivo que defiende Correa?
–A ver, el acuerdo que alcanzamos en el área del crudo con las grandes petroleras va en el mismo camino que estamos transitando con las multinacionales que desean extraer commodities en nuestro suelo. En ese sentido, antes de Correa, las petroleras se llevaban el 82% de la renta. Supongamos que el barril estaba 100 dólares, en ese momento el Estado se quedaba sólo con 18 dólares. Cuando Alianza País gana el gobierno, Correa decreta que el acuerdo con las petroleras se invertía radicalmente 80 a 20, pero a favor del Estado. Por eso, la captura de la renta petrolera se multiplicó más de cuatro veces en los últimos años. Pero, no es sólo una cuestión de plata. También es saber que ese dinero proveniente del petróleo se invertirá a nivel territorial en los departamentos petroleros. Con la minería pasa algo igual. Teníamos un Código de Minería antinacional, pero eso lo revertimos. Ahora, muchas empresas canadienses mineras se han ido del país por no aceptar que la mayor parte de la renta ahora queda en manos del Estado. En definitiva, al redefinir el marco de asociación con las multinacionales petroleras y mineras nosotros elegimos de todos los mundos posibles el mundo más práctico, el mejor posible.
–¿En qué quedó, entonces, el proyecto Yasuní–ITT? ¿Consiguieron apoyo internacional para no lesionar la biodiversidad amazónica?
–Es lamentable pero no hay respuestas de la comunidad internacional para apoyar nuestra iniciativa. Creo que es una utopía, en realidad, porque el mundo necesita el petróleo y los grandes capitales y las grandes transnacionales se juegan su propia supervivencia a través de la extracción de las commodities como el crudo. Igualmente, el proyecto Yasuní sigue siendo, aunque sea inviable desde lo económico, una tesis defendida por nuestro gobierno. Pero, claro, estamos viendo una respuesta coherente de los países industrializados que no quieren apoyar el ITT porque no les gusta mucho la preservación ecológica, como tampoco les gusta mucho la poesía (risas).
–Ecuador atraviesa hoy una trampa geopolítica. Sus vecinos, y por lo tanto, sus mayores socios comerciales, apoyan la librecambista y pronorteamericana Alianza del Pacífico. A su vez, Quito pidió ingresar al Mercosur, un bloque con el que no están tan conectados en términos de infraestructura. ¿Cómo intentan sintetizar la contradicción entre los intereses políticos y económicos que les presenta la actual coyuntura regional?
–A ver, yo creo que los bloques comerciales monolíticos no existen. Cada asociación e, incluso, cada país presentan sus propias particularidades. En el ALBA (Alianza Bolivariana para las Américas) pasa lo que estoy comentando. Me pregunto qué temporalidad tendrá la alianza México-Colombia-Perú- Chile si el próximo año (Michelle) Bachelet gana en Chile. Y no es que aspiremos a que Michelle conforme un gobierno marxista pero creemos que su tendencia no es la de (Sebastián) Piñera, precisamente. En el caso de Perú se aproximan las elecciones presidenciales del 2015 y habría que ver si los discursos son coherentes con la acción. Pero, claro, en el caso de Colombia sí creemos que ha habido un avance inmenso con el presidente (Juan Manuel) Santos contra el virus anticomunista que esparció Álvaro Uribe en su país, porque Uribe representa la extrema derecha de Latinoamérica. A ver, con Santos se puede conversar. Igualmente, hay que entender que la interconexión comercial puede tener un color conservador pero, paralelamente, puede dar lugar a denominadores comunes en lo político. Cuando se intentó dar el golpe militar contra Correa en el 2010, los presidentes que lideraron el auxilio democrático del país en la región fueron Santos y el peruano Alan García.
–Ya que menciona el putsch castrense, ¿qué hizo Correa para reformar una institución policial evidentemente proclive a recibir auxilio financiero e ideológico de Washington?
–Es un tema muy sensible. La semana pasada se creó una nueva comisión parlamentaria para investigar el levantamiento policial del 2010 porque aún no se termina de revelar todo el entramado de responsabilidades políticas y policiales que participaron en el frustrado golpe. A ver, les voy a revelar una infidencia. Un empresario argentino, del que no puedo revelar el nombre, me contó que la noche anterior al alzamiento estaba en Guayaquil disfrutando de una cena con importantes ejecutivos y, en el momento en el que planteó que deseaba quedarse unos días más en Ecuador sus socios les recomendaron que no lo haga porque el aeropuerto iba a estar cerrado porque se venían días difíciles. ¿Increíble, no? Otro dato más público y menos secreto. Una semana antes de la rebelión policial se juntaron en Miami importantes banqueros con el (ex presidente) Lucio Gutiérrez y ahí la conclusión que sacaron fue una sola: “acabado Correa, se acaba el modelo”. El día de la revuelta, cuando me acerqué a dialogar con los policías, uno de los uniformados se sacó su pasamontaña y me gritó comunista hijo de puta, yo te conozco bien. Después Correa me bromeaba y me decía en todos lados te conocen. Esa protesta no fue por salario. Evo Morales lo dice de una forma más graciosa: saben porque no hay golpes en Estados Unidos, porque no hay embajada norteamericana.
–¿En qué instancia se encuentra la ley de medios?
–La ley fue ingresada hace más de tres años atrás en el Congreso pero, sin embargo, las fuerzas parlamentarias boicotearon sistemáticamente su tratamiento. Ahora, tras la última elección presidencial, Alianza País cuenta con una mayoría legislativa significativa (100 de 137 diputados responden al correísmo) y la vamos a utilizar para aprobar y reglamentar la nueva ley de comunicación audiovisual. ¿Qué plantea la ley? Primero, distribuir con un criterio más democrático las frecuencias radioeléctricas porque eso es democratizar el poder. Dos, establecer parámetros sobre la responsabilidad ulterior. No censura previa pero sí fijar límites al discurso mediático con sesgo racial o a los mensajes editoriales destituyentes. Y, por último, reglamentar que no pueden ser las corporaciones bancarias y financieras dueñas de plataformas mediáticas. Hoy, las principales cadenas de televisión y diarios son voceros de la banca y eso distorsiona e intoxica la agenda de discusión pública.
–Dice que Correa es invencible en las elecciones. Pero Correa no es inmortal. ¿Cómo piensa, no en términos constitucionales sino estratégicos, el correísmo la sucesión? ¿Se está dejando lugar a nuevos cuadros políticos?
–Él dijo que ésta es su última gestión presidencial, salvo que lo molesten mucho, aclaró, para tener a la derecha preocupada. En ese sentido, acabamos de realizar una Asamblea Legislativa histórica. Ahora, las tres principales líderes del Congreso son mujeres. La presidenta tiene 29 años y ha dado un discurso en su asunción que ha puesto a temblar a las huestes neoliberales porque entienden que ahí se está asegurando el futuro de Alianza País. Esto es muy simple, entre el pueblo ecuatoriano hay escondidos muchos Rafael Correa. Nosotros ya abrimos la puerta para que entren al gobierno y conduzcan el futuro del país.
Fuente:MiradasalSur
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