8 de febrero de 2014

LAS ABUELAS DE PLAZA DE MAYO ENCONTRARON A LA NIETA 110.

Las Abuelas de la plaza de Mayo encontraron a la Nieta 110
 

 nieta110
La organización de Derechos Humanos anunció la recuperación, a través de una conferencia de prensa, de la nieta robada de Vilma Delinda Sesarego de Gutierrez, una de las fundadoras de Abuelas.

Otro logro para Abuelas. La organización recuperó a la nieta número 110, hija de Oscar Guitiérrez y Liliana Isabel Acuña, como lo afirmó Estela de Carlotto.

Carlotto, acompañada de otros nietos, funcionarios y hasta el juez español Baltasar Garzón, anunció la restitución de identidad de la joven y y subrayó que es la nieta de una de las doce fundadoras del organismo, Vilma Sesarego.

“Se acercó incentivada por unas amigas y por su entorno; la recibió un equipo que verificó que los datos concordaban con el de una de las familias por lo que el caso fue enviado a la CONADI, donde se pudo hacer un examen rápido”, expresó la titular de Abuelas.

“Ayer el banco de datos genéticos informó la identidad real de esta joven que ahora está procesando esta información”, afirmó y agregó: “Cuando ella quiera en Abuelas se hará el encuentro con los tíos, primos, sobrinos, nietos y ella”.

En tanto, el tío de la joven, Rodolfo Gutiérrez, marcó: “Soy un convencido de que la vida siempre le gana a la muerte y esta es la muestra. Fue un embarazo de 36 años”.

Además, Abuelas de Plaza de Mayo emitió un emotivo comunicado que inició: “Las Abuelas de Plaza de Mayo tenemos la enorme alegría de informar que hemos encontrado a la hija de Oscar Rómulo Gutiérrez y 
Liliana Isabel Acuña, desaparecidos el 26 de agosto de 1976. Liliana cursaba entonces el quinto mes de embarazo”.

Este es el comunicado de las Abuelas Plaza de Mayo .:
Las Abuelas de Plaza de Mayo tenemos la enorme alegría de informar que hemos encontrado a la hija de Oscar Rómulo Gutiérrez y Liliana Isabel Acuña, desaparecidos el 26 de agosto de 1976. Liliana cursaba entonces el quinto mes de embarazo.

El 31 de octubre de 2013, una joven se acercó a Abuelas con dudas sobre su identidad y fue recibida por el equipo de Presentación Espontánea de nuestra institución. Ante los fuertes indicios de que podría tratarse de una hija de desaparecidos, fue derivada inmediatamente a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) para que se ordenara la realización del examen de ADN.

Felizmente, los resultados del análisis efectuado en el Banco Nacional de Datos Genéticos indicaron que la joven es la hija de Liliana y Oscar.

Sus padres

Liliana Acuña nació en la ciudad de Buenos Aires el 30 de mayo de 1952. Oscar Rómulo Gutiérrez nació el 17 de abril de 1951 en La Tablada, provincia de Buenos Aires. Ambos eran militantes de la organización Montoneros. Oscar era hincha de Independiente, sociólogo, se había inscripto en la carrera de Ciencias Económicas y trabajaba como empleado administrativo en una empresa metalúrgica. Liliana estudió algunos años la carrera de Veterinaria y luego se pasó a Agronomía. Trabajaba dando clases particulares de Matemáticas.

El 26 de agosto de 1976, aproximadamente a las 6.30 de la mañana, el matrimonio fue secuestrado en su domicilio de la localidad de San Justo, en el partido bonaerense de La Matanza. El operativo fue llevado a cabo por doce hombres vestidos de civil que portaban armas largas e irrumpieron bajo amenazas de muerte en la vivienda. Ese mismo día, en ese operativo, también 
secuestraron a la hermana de Liliana, Elba Eva Acuña, y su esposo Hugo Alberto Saez.
Oscar y Liliana, embarazada de cinco meses, fueron introducidos por la fuerza en un automóvil. 

Posteriormente, un grupo de hombres de civil saqueó los bienes del matrimonio. Fueron trasladados a la Comisaría 4° del partido de San Isidro, denominada “Las Barrancas”, provenientes de otro sitio con evidentes signos de haber sido torturados.

La pareja fue alojada junto a otras doce personas en el sótano de esa comisaría, en un sector especial con acceso restringido al personal policial. Dependían directamente del Área 420 del Ejército Argentino, bajo jurisdicción de la Escuela de Comunicaciones de Campo de Mayo.
A través de un agente de esa comisaría, los familiares de Liliana y Oscar pudieron saber que los jóvenes estaban con vida, aunque en pésimas condiciones, y que el embarazo seguía adelante. El mismo agente, tiempo después, les contó que Liliana había dado a luz a una nena en San Martín, en diciembre de 1976 o enero de 1977.

Luego de que las autoridades de la Comisaría tomaran nota del contacto de este agente con los familiares de los detenidos, Oscar, Liliana, Elba, Hugo y el resto de sus compañeros de cautiverio fueron trasladados hacia un lugar desconocido. Toda la familia permanece desaparecida. Sin embargo, gracias a los avances de la justicia el caso de Oscar y Liliana permitió que Santiago Omar Riveros fuera condenado en 2013 durante el juicio por los crímenes de Campo de Mayo.
 Fuente: http://www.abuelas.org.ar/

Sus abuelos

La Abuela Vilma Delinda Sesarego de Gutiérrez nació en Arenasa, un pueblo cercano a Lincoln, provincia de Buenos Aires. Era maestra. Su marido, Oscar Rómulo Gutiérrez, era un médico de origen boliviano, nacido en Santa Cruz de la Sierra.

Ante la desaparición de su hijo y su nuera embarazada, Vilma salió a buscarlos. Junto a otras once mujeres fue una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo.

Sus compañeras la recuerdan como muy lúcida y suspicaz, dicen que era difícil engañarla con datos o denuncias falsas. Cuando las primeras reuniones de las Abuelas se realizaban en la provincia de Buenos Aires, muchas veces se hacían en su casa de San Justo.

Entre las innumerables gestiones que realizaron para intentar encontrar a sus familiares desaparecidos, el abuelo Oscar llegó a entrevistarse con el genocida Jorge Rafael Videla en Bolivia.

La Abuela Vilma falleció hace solo dos años sin poder abrazar a su nieta. Sin embargo, la nueva nieta tiene dos tíos que podrán contarle sobre su luchadora Abuela.

La Abuela Rosa González era cordobesa y su marido, Fredervindo Acuña, correntino. Ella era peluquera y modista y llegó a ser delegada gremial en una fábrica textil. Su esposo trabajaba en la Marina Mercante, en un puesto menor. La familia siempre vivió en el partido de San Martín.
Junto a Vilma, Rosa se sumó a la búsqueda de su nieta nacida en cautiverio, pero también falleció antes del encuentro.

El caso
El 31 de octubre de 2013, una joven se acercó a Abuelas de Plaza de Mayo con dudas sobre su identidad. Durante la entrevista con el equipo Presentación Espontánea, relató que quien figuraba como su madre en la partida de nacimiento le había contado que el 31 de diciembre de 1976 había sido entregada por personal de la Policía Bonaerense a quien figuraba como su padre, también miembro de esa fuerza. La historia que le narraban decía que había sido encontrada abandonada en la Ruta 2, en Florencio Varela, por policías que, como sabían que el matrimonio apropiador tenía otro hijo no biológico, le ofrecieron a la beba.

Por otra parte, desde 2011 existía también una denuncia, con sospechas de que podía ser hija de desaparecidos.

Luego de su acercamiento a Abuelas, la joven fue derivada prontamente a la Conadi y, el 8 de noviembre de 2013, el BNDG realizó el análisis de ADN. Ayer, ese organismo informó el resultado: es hija de Liliana Acuña y Oscar Gutiérrez.

Una vez más, a pesar del tiempo transcurrido y las huellas que intentaron borrar, la verdad triunfa sobre la mentira. Sin embargo, no deja de dolernos que las Abuelas Vilma y Rosa no hayan podido conocer a su nieta.

El tiempo corre, los familiares quisiéramos tener la posibilidad de abrazar a nuestros nietos y nietas que desde hace más de 36 años estamos buscando.

Ya son hombres y mujeres, muchos tienen hijos, trabajo, amigos. Las Abuelas deseamos con la urgencia del tiempo que corre que se animen a enfrentarse con su historia. Les ofrecemos certezas, respeto a sus necesidades. A ellos y ellas les repetimos que no están solos, que los espera la libertad.
Fuente:VozdelPuebloLatinoamericano 



Sonia Torres, titular de Abuelas Córdoba, se refirió a la restitución de la nieta 110 
Tras ser fuertemente aplaudida cuando ingresó a la sala de Tribunales Federales, durante el reinicio del emblemático juicio La Perla, la Presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo filial Córdoba, Sonia Torres, conversó ayer con El Argentino sobre su “alegría” por el encuentro de la nieta número 110 y la importancia “de continuar luchando para conquistar la restitución de los 400 que faltan”.


Por Mariano Pacheco


Vilma Delinda Sesarego, la nieta número 110, es hija de Liliana Acuña y Oscar Rómulo Gutiérrez, militantes montoneros secuestrados de la casa que habitaban en la localidad de San Justo (partido bonaerense de La Matanza), durante la madrugada del 26 de agosto de 1976. Ese día también fueron secuestrados Hugo Alberto Saez y su mujer Elba Eva Acuña, hermana de Liliana, entonces embarazada de cinco meses. Desde entonces, Vilma permaneció con su identidad robada. “Su encuentro es para nosotras una alegría enorme, porque estos chicos han vivido, se han criado en una mentira. Habitan una casa que ni es la suya; duermen en una cama que no es la suya; comen en una mesa que no es la suya”, afirmó Sonia Torres, quien agregó que “estos 37 años han sido como buscar una aguja en un pajar, pero sabemos que los chicos están, que los tienen escondidos, y estos casos muestran que la tarea realizada a diario da sus resultados”.

Desde lo personal, la abuela Sonia destacó que casos como estos la incentivan en la búsqueda por encontrar a su nieto. “Tengo la certeza de que mi hija tuvo un hijo varón y lo más importante para mi es poder recobrar su identidad”. En otra oportunidad, la titular de Abuelas declaró que Giselle, su hija menor, quien por esos años era voluntaria de la Casa Cuna, supo a través de una monja de la Inmaculada, Asunción Medrano, que su hermana había tenido un hijo varón en la cárcel de mujeres del Buen Pastor. Silvina Parodi, la hija de Sonia, fue secuestrada de su casa en el barrio Alta Córdoba, junto a su marido Daniel Orozco, el 26 de marzo de 1976. Tenía 20 años y estaba embarazada de seis meses. En la megacausa La Perla se ventila por primera vez en un juicio por delitos de Lesa Humanidad en Córdoba el tema de la sustracción ilegal de menores.

Por último, Sonia Torres hizo hincapié en las 22 mujeres que fueron secuestradas en Córdoba estando embarazadas y quiso dirigirse a los cordobeses, para solicitarles “que ayuden a las Abuelas en esta búsqueda, que no es nuestra sino de toda la sociedad”. La dirección de la filial es Duarte Quirós 545, piso 3, of. "C", Córdoba, teléfono 0351 421-4408 y correo cordoba@abuelas.org.ar.
Fuente:InfoNewsCdba.

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