31 de agosto de 2014

EL SATELITE ARGENTINO SALIO AYER RUMBO A LA PLATAFORMA DE LANZAMIENTO.

EL SATELITE ARGENTINO SALIO AYER RUMBO A LA PLATAFORMA DE LANZAMIENTO
El Arsat-1 rumbo a Guayana
Hubo una fiesta en Bariloche para despedir al “orgullo nacional”, producido con tecnología y mano de obra argentina. La Presidenta destacó que “sólo ocho países” tienen la capacidad de producir satélites.
El masivo Antonov recibe el Arsat-1 para llevarlo a la base de cohetes de la Guayana francesa.

“La ciencia y la tecnología marcan el sendero del de-sarrollo autónomo y soberano del país”, afirmó el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, al hablar en San Carlos de Bariloche, en el acto realizado por la partida hacia la Guayana francesa, del Arsat-1, el primer satélite de comunicación argentino. “El Arsat I es un orgullo nacional y su lanzamiento será un acontecimiento mundial”, resaltó Capitanich, en referencia al despegue y puesta en órbita del satélite, que se producirán a mediados de octubre próximo. Por su parte, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner (ver nota aparte) destacó en su cuenta de Twitter “la capacidad de generar tecnología por la inversión del Estado y por los recursos humanos altamente calificados”. Al mismo tiempo, puntualizó que “no hay más de ocho países en el mundo con capacidad para fabricar satélites geoestacionarios del tamaño del Arsat-1”.

Las manifestaciones de Capitanich, en Bariloche, fueron realizadas durante el proceso de carga del Arsat-1 al enorme avión Antonomov, que lo llevará a su destino. Capitanich fue acompañado por el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao; el secretario de Comunicaciones, Norberto Berner; el presidente de Arsat, Matías Bianchi, y la intendenta de Bariloche, María Eugenia Martini, entre otras autoridades.

La carga del satélite en el aeropuerto fue acompañada por una fiesta popular en el Centro Cívico barilochense, que contó con la actuación de La Mancha de Rolando, Científicos del Palo y videos de Samba, el personaje de Pakapaka, entre otros. El jefe de Gabinete resaltó “la visión estratégica del ex presidente Néstor Kirchner y de la Presidenta” que “se materializan en logros como el de construir, poner en órbita y operar el primer satélite de comunicaciones del país, y contar con el Arsat-2, que ya está construido, y continuar con este plan de cinco satélites”.

Agregó que “sólo ocho países en el mundo cuentan con esta capacidad. El Arsat-1 orbitará con apenas 350 satélites. Es un logro que enorgullece a todo el país, y se suma al tendido en marcha de 50.000 kilómetros de fibra óptica, que junto al satélite “permitirán un salto extraordinario en materia de tecnología de las comunicaciones”.

Capitanich aseguró que tanto Arsat como Imvap, responsables de la construcción del satélite que viaja hacia la Guayana francesa, “son dos sociedades del Estado, y es bueno resaltar esto, porque el Estado siempre es denostado por su intervención en la actividad económica y de la misma manera las empresas del Estado no son consideradas para hacer esta tarea”. Explicó que el satélite orbitará a 36.000 kilómetros de distancia, desde donde prestará servicios “de excelencia” en todo el país, las islas Malvinas, Atlántico Sur y la Antártida, en tecnología IP, telefonía, transmisiones televisivas digitales y comunicaciones en general.

El proyecto demandó una inversión de 270 millones de dólares, monto que será recuperado en “tres o cuatro años”, cuando comenzará un proceso de reinversión en los próximos satélites. “Hay que prestar atención a que un kilo de auto cuesta de 10 a 15 dólares, cuando un kilo de satélite ronda los 100.000 dólares.” Resaltó que se trata de “un valor agregado de científicos y técnicos argentinos, cuya participación implica el 70 por ciento de la construcción. Este proyecto demandó 1.300.000 horas hombre a una empresa como Invap, que gracias a estas políticas hoy cuenta con 1200 trabajadores”.

Insistió en que estas son “las políticas de Estado que comenzaron en 2003, por las que Argentina da un salto cualitativo en tecnología de las comunicaciones y la sustitución de tecnología extranjera, ahorro de divisas e ingreso de divisas, y un aporte cada vez mayor al desarrollo del país”. En ese marco citó la importancia de la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología por parte de la Presidenta, con una fuerte inversión en otros desarrollos e infraestructura, y la repatriación de 1100 científicos y tecnólogos; al igual que el avance en el manejo del ciclo completo de combustible nuclear y el desarrollo de la tecnología atómica para la generación energética.

Recordó que en 2005 había “apenas cuatro” radares secundarios en Argentina y que hoy “está todo el territorio cubierto con 22, también fabricados por Invap”, y destacó que la calidad de todos los desarrollos es demostrada a cada paso: “En el caso de este satélite el grupo de 25 aseguradoras que garantizó la vida útil por 15 años verificó su excelencia para el financiamiento del seguro correspondiente”, dijo. Por último dijo que “sería muy bueno ver mañana en los medios, independientemente de su postura ideológica, esta noticia en tapa o en primer lugar” porque “hoy es el más trascendente hecho en la vida del país y una plataforma de despegue al futuro”. Por eso consideró que el de ayer fue “un día histórico, conmovedor, y es bueno que el pueblo argentino se sienta orgulloso de sus científicos y tecnólogos”.

El secretario de Comunicaciones de la Nación, Norberto Berner, destacó que haber logrado el primer satélite de comunicaciones se debe al ex “presidente Néstor Kirchner” porque “en lugar de pensar en las siguientes elecciones lo hizo en los futuros 15 o 20 años del país”. Berner consideró que este hito tecnológico “nunca hubiese sido posible sin un presidente como Néstor y una presidenta como Cristina Fernández de Kirchner, que apuestan a desarrollos para las próximas generaciones”. Concluyó que “nadie puede decir que la fabricación, lanzamiento y manejo de un satélite sea una cuestión electoral”.

Por su parte, el ministro de Planificación, Julio De Vido, afirmó que el lanzamiento del Asat-1 es “un gran logro y otra realidad concreta que deja este modelo de crecimiento, desarrollo, e inclusión social que lleva adelante la Presidenta”. De Vido recordó que “es producto de la decisión estratégica que trazó Néstor Kirchner en pos de implementar una política en comunicaciones y aeroespacial inclusiva, soberana y con fuerte impulso a la industria nacional y a las capacidades de los técnicos argentinos”.

También habló la intendenta de Bariloche, María Eugenia Martini, quien expresó su “orgullo enorme” porque es “la primera vez que la ciudad festeja un acontecimiento así con los vecinos. Es un aporte de Bariloche a la soberanía en comunicaciones del país”.



Los tuits presidenciales
La presidenta Cristina Kirchner destacó “la capacidad de generar tecnología por la inversión del Estado y por los recursos humanos altamente calificados”, al referirse a la partida del Arsat-1. A través de su cuenta de Twitter, la Presidenta aseguró que “no hay más de ocho países en el mundo con capacidad de fabricar satélites geoestacionarios del tamaño del Arsat 1”. Recalcó que esto sucede “después de ocho años de investigación y desarrollo”. Aclaró que no se trata “de un milagro ni de suerte, tampoco viento de cola. Es voluntad política, decisión de gobierno y política de Estado. No tengas dudas”.

Cristina Fernández aseguró que “antes de (Néstor) Kirchner, la empresa alemana Nahuelsat se encargaba de la administración de las órbitas; como esa firma privada empezó a tener problemas de sustentabilidad quedaron en riesgo de perderse esas dos posiciones orbitales” de entonces. Frente a esa situación “el Estado decidió tomar esos activos y así se creó la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (Arsat).

Néstor tomó la decisión estratégica de recuperar la gestión del espacio radioeléctrico –cedida en los noventa a la francesa Thales Spectrum– y anuló la concesión de la posición orbital 81 a la empresa Nahuelsat, frente al riesgo de perderla por falta de uso”.

Dijo que en 2003 era imposible pensar que el país “desarrollaría tecnología de punta de esta envergadura”. Y convocó a los que lean su mensaje, que lo piensen, aunque sea para sí mismos, y comentó que “siempre es un buen ejercicio para el alma y el corazón sentirte orgulloso de las cosas que va logrando Argentina”.

La mandataria sostuvo que “con estos satélites argentinos protegemos las dos órbitas geoestacionarias asignadas” al país por la Unión Internacional de Telecomunicaciones. Puntualizó que habla de soberanía satelital porque “Gran Bretaña estaba detrás de una de las dos posiciones que pudo retener la Argentina”. Con este paso, el país se aúna al “selecto grupo” que integran USA, Rusia, China, Japón, Israel, India y la Eurozona. También se alegró por “la fiesta barilochense de despedida del Arsat-1”.
Fuente:Pagina12





Un hito en la historia de la política aeroespacial de la Argentina
El satélite Arsat-1 comenzó su viaje hacia la Guayana francesa
el país. Será lanzado a mediados de octubre y brindará servicios de televisión, Internet
 y telefonía. "Sólo ocho países cuentan con esta capacidad", destacó Jorge Capitanich.
Una fiesta popular despidió en Bariloche al primer satélite geoestacionario fabricado en
El satélite Arsat-1 comenzó su viaje hacia la Guayana francesa
Contenedores - El satélite fue desarmado y así lo cargaron ayer en el avión ucraniano Antonov.
Es un momento muy trascedente para la historia del país –dijo ayer el jefe de Gabinete de ministros de la Nación, Jorge Capitanich–. Es importante que el pueblo argentino sepa lo que hacen empresas estatales como INVAP y ARSAT, un orgullo para todos." El viento constante que soplaba en las afueras del Aeropuerto de Bariloche no alcanzaba a empañar la euforia del funcionario, que había viajado hasta esa ciudad rionegrina para presenciar la carga del primer satélite de comunicaciones de fabricación argentina en el gigantesco avión Antonov. Esa aeronave de fabricación ucraniana es el avión de carga más grande del mundo, diseñado especialmente para transportar locomotoras y equipos de gran tamaño, y transportará el satélite ARSAT 1 hasta la Guayana Francesa, desde donde se lo pondrá en órbita en octubre.

"Sólo ocho países en el mundo cuentan con esta capacidad –aseguró Capitanich–. El ARSAT-1 orbitará con apenas 350 satélites, es un logro que enorgullece a todo el país y se suma al tendido en marcha de 50 mil kilómetros de fibra óptica, que junto al satélite permitirán un salto extraordinario en materia de tecnología de las comunicaciones, la incorporación definitiva de Argentina a la era digital y el apagón analógico." El ARSAT-1 es el primero de los satélites del Sistema Satelital Geoestacionario Argentino de Telecomunicaciones, un plan que implica el diseño y fabricación de tres satélites propios, su puesta en órbita y operación por la Argentina.

El jefe de Gabinete explicó que ni la presidenta de la Nación ni el ministro de Planificación Julio de Vido (de cuya cartera depende gran parte de la inversión en ARSAT) pudieron viajar. No obstante, Capitanich estuvo acompañado por el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao; el secretario de Comunicaciones, Norberto Berner; el presidente de ARSAT, Matías Bianchi, y la intendenta de Bariloche, María Eugenia Martini, entre otras autoridades. "Construir nuevas empresas de fuerte contenido tecnológico es la mejor estrategia para que nuestro país demande mano de obra calificadísima –había dicho horas antes Barañao–, y Argentina se enorgullece de ser el foco de atracción para todos los países de la región que quieren capacitar a sus recursos humanos en tecnologías de punta, como en este caso, la actividad satelital."

"Este satélite que va en el avión a la Guayana Francesa es el primer escalón, pero ya ponemos la vista en el ARSAT II, próxima etapa de un proceso tecnológico que no se detiene", dijo Capitanich. El proyecto demandó una inversión de 270 millones de dólares que, según aseguró el funcionario, serán recuperados en tres o cuatro años, cuando comenzará un proceso de reinversión en los próximos satélites.
"Hay que prestar atención a que un kilo de auto cuesta de diez a quince dólares, cuando un kilo de satélite ronda los 100 mil dólares.–explicó Capitanich–. Este es el valor agregado de científicos y técnicos argentinos, cuya participación implica el 70% de la construcción."

La carga del satélite en el aeropuerto fue acompañada por una fiesta popular en el Centro Cívico barilochense, que contó con la actuación de La Mancha de Rolando, Científicos del Palo y Samba, el personaje de Paka Paka, entre otros.

CUIDAR LAS ÓRBITAS. El secretario de Comunicaciones de la Nación, Norberto Berner, aseguró que si el Estado nacional no hubiese tomado la decisión en 2006 de producir sus propios satélites de comunicaciones mediante la creación de la empresa ARSAT, "el país hubiese perdido las posiciones orbitales asignadas; por eso, el gobierno construyó soberanía satelital", reivindicó. "Esto va a incrementar las capacidades de nuestro país en materia de telecomunicaciones, defender las posiciones orbitales asignadas al país e impulsar el desarrollo de la industria espacial", afirmó el directivo.

El Artículo 44 de la Constitución de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) solicita a los Estados Miembros que tengan en cuenta que el espectro de radiofrecuencias y las órbitas de los satélites son recursos naturales limitados que "deben utilizarse de forma racional, eficaz y económica, de conformidad con lo establecido en el Reglamento de Radiocomunicaciones para permitir el acceso equitativo a esas órbitas y a esas frecuencias a los diferentes países o grupos de países, teniendo en cuenta las necesidades especiales de los países en desarrollo y la situación geográfica de determinados países". Las dos órbitas que nuestro país posee para la actividad satelital fueron asignadas por la UIT.

Capitanich recordó también que en 2005 había apenas cuatro radares secundarios en Argentina y que hoy "está todo el territorio cubierto con 22 radares, también fabricados por INVAP". Frente a una veintena de periodistas, el jefe de Gabinete destacó la calidad de todos los desarrollos científicos nacionales: "En el caso de este satélite –dijo–, el grupo de 25 aseguradoras que garantizó la vida útil por 15 años verificó su excelencia para el financiamiento del seguro correspondiente". En términos de política macroeconómica, el ex gobernador chaqueño subrayó el salto cualitativo en tecnología de las comunicaciones de nuestro país que permiten avanzar en "la sustitución de tecnología extranjera, ahorro e ingreso de divisas y un aporte cada vez mayor al desarrollo del país".

Cuatro gigantescos camiones llevaron por vía terrestre las partes del satélite que el Antonov trasladó hasta su plataforma de despegue. "Con esta decisión estratégica que tomó Nestor Kirchner en 2006, de crear ARSAT y que tenía como condición que los satélites se fabricaran en Argentina, tendremos posibilidad de salir al exterior  a brindar servicios. De hecho, ya hay países hermanos interesados en trabajar con nosotros", dijo más tarde Héctor Otheguy, gerente general y CEO del INVAP. "La idea es acortar la brecha digital, eso le sirve mucho a nuestros científicos, saber que no hacen cosas en el aire, sino que aportan a un desarrollo socioeconómico de nuestra población."

Marcelo famá: “la tecnología es una política de estado”
"El acceso a la información es parte de las necesidades básicas de los seres humanos y constructor de ciudadanía junto a la educación, la salud o la seguridad. Como Estado hay una responsabilidad  de que los servicios lleguen a todos, y donde hay falencias, esta es una opción técnica concreta de resolución", le dijo a Tiempo Argentino Marcelo Famá, gerente general de CEATSA (Centro de Ensayos de Alta Tecnología).
Famá es un físico formado en el Instituto Balseiro, que obtuvo su doctorado en el mismo centro y fue parte de INVAP durante unos años, antes de dedicarse a la actividad privada y trabajar fuera del país. "No volví por el programa Raíces, pero sí convocado por el proyecto científico de Argentina", dice. CEATSA se creó en 2010 producto de un acuerdo entre ARSAT e INVAP, con el objetivo de brindar servicios de ensayos ambientales a la industria satelital, aeronáutica, electrónica, automotriz, de defensa, de energía y de bienes de capital en general.

–¿Por qué es tan importante el ensayo que necesita que se cree un centro específico?
–Poner un satélite en órbita tiene tres etapas: el diseño y la construcción es la primera, el ensayo es la segunda y el lanzamiento la tercera. Argentina tiene las primeras dos etapas, lo cual no es poco. Los ensayos son una etapa que si no sale, o sale mal, no se puede avanzar. No sólo le interesa al dueño, que sabe que lo va a tener a 36 ml kilómetros de la Tierra y durante 15 años, sino también a las compañías aseguradoras, y además al lanzador; no te lo lanzan si las pruebas no salieron exitosas.

–¿Qué opinión le merece que un gobierno proyecte una estrategia espacial que claramente superará en el tiempo los alcances de su gestión?
–Insistimos en que la tecnología es una política de Estado. No hay que ser muy inteligente para darse cuenta de lo que hacen los países del Primer Mundo. Si vos frenás un proceso científico, provocás grandes dificultades para retomarlo. Yo agradezco que la gestión en estos últimos años haya asumido el rol que le corresponde y le haya dado capacidad a la ciencia
Fuente:TiempoArgentino

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