Resumen Latinoamericano / Aporrea / 5 de agosto de 2015 –
El 5 de agosto de 1939, el régimen del dictador Francisco Franco Bahamonde fusiló en Madrid, España, a trece mujeres que militaban en las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU).
Luego que el ejército franquista ocupara el territorio madrileño y terminara la Guerra Civil Española, las féminas agrupadas en las Juventudes Socialistas Unificadas intentaron reorganizarse clandestinamente, bajo la dirección de José Pena Brea, quien fue detenido, torturado y obligado a ofrecer información y nombres de quienes secretamente luchaban contra la dictadura franquista.
Entre quienes luchaban contra el régimen franquista estaban Carmen Barrero Aguado, Martina Barroso García, Blanca Brisac Vázquez, Pilar Bueno Ibáñez, Julia Conesa Conesa, Adelina García Casillas, Elena Gil Olaya, Virtudes González García, Ana López Gallego, Joaquina López Laffite, Dionisia Manzanero Salas, Victoria Muñoz García y Luisa Rodríguez de la Fuente, que tras su fusilamiento fueron conocidas como las Trece Rosas Rojas.
Las trece mujeres, cuyas edades oscilaban entre 18 años y 29 años, fueron detenidas y llevadas a instalaciones policiales, donde fueron torturadas, tras lo cual quedaron recluidas en la cárcel de mujeres de Ventas.
El 4 de agosto de 1939 se celebró el primer consejo de guerra sumarísimo en Madrid, donde fueron condenados a muertes 65 personas, todos miembros de las Juventudes Socialistas Unificadas y 13 de ellos conocidas como las Trece Rosas Rojas, al ser acusados de cometer actos delictivos contra el orden social y jurídico de España y condenados por adhesión a la rebelión.
La gran parte de los fusilamientos, incluso la de las Trece Rosas Rojas, se dieron en horas de la madrugada del 5 de agosto de 1939, junto a la tapia del cementerio de la Almudena de Madrid.
Durante los 39 años en el poder, Franco instauró una dictadura fascista, caracterizada por la represión contra el movimiento popular y su apoyo a la Alemania nazi.
Organismos defensores de derechos humanos han denunciado la desaparición de alrededor de 114.000 personas solamente entre 1936 y 1951.
La falta de castigo a quienes perpetraron estos crímenes durante el franquismo ha estado amparado por la Ley de Amnistía de 1977, que el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzosas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha pedido dejar sin efecto.
Este grupo de la ONU recuerda que las desapariciones forzosas son crímenes de lesa humanidad y por lo tanto no prescriben; no obstante, España se niega a tipificar estas acciones como tal y los considera delitos de derecho
Mordazas: cinismo y derechos humanos según el Reino de España
Fernando Vicente Prieto*/Resumen Latinoamericano/ 31 julio 2015 .-
Mientras el Estado español comienza a aplicar una reforma al Código Penal conocida como “Ley Mordaza” , el Ayuntamiento de Madrid -con el voto de Podemos- pide impunidad para los crímenes de la ultraderecha venezolana. Las mordazas de los medios de comunicación y el pragmatismo político.
El Reino de España es ese régimen político anacrónico que, aún con un presente repleto de problemas políticos, económicos y sociales, conserva añoranzas de la época colonial y se cree una voz autorizada para intervenir en los asuntos de los países latinoamericanos. Por su importancia estratégica, la ultraderecha franquista del llamado Partido Popular (PP) no ha dejado de atacar a la Revolución Bolivariana desde que Chávez llegó a la presidencia. Durante el efímero golpe de Estado de abril de 2002 -duró 47 horas-, el gobierno de José María Aznar reconoció al dictador Pedro Carmona Estanga, en línea con el gobierno de George W. Bush.
Expulsado de la presidencia, Aznar en persona viene liderando la cruzada colonizadora del siglo XXI, desde la Fundación de Análisis y Estudios Sociales (FAES). Lo acompañan en esta tarea el otro partido de la casta .denominado, contra toda evidencia, Partido Socialista Obrero Español (PSOE)-, sus centros de estudios (o think tanks) y todo el abanico del periodismo empresario.
A esta altura de la historia no sería políticamente correcto que un país europeo expresara abiertamente su rechazo a la independencia de América Latina. Por eso se requiere del uso de los eufemismos políticos.
En este campo, los expertos son las ONG, la alta diplomacia y los medios de comunicación, quienes sistemáticamente se han encargado de instalar en el imaginario social la idea de que el chavismo encarna un proceso autoritario, que coarta las libertades, vulnera la democracia y viola los derechos humanos.
En ese marco de hegemonía (y chatura) política, la opinión publicada no permite más que un único pensamiento, el que corresponde al interés del capitalismo español, dominado por el capital financiero internacional y subordinado geopolíticamente a EEUU. Los tanques mediáticos locales se encargan de señalar a quien se corra un centímetro de la línea. Así se construye la mordaza invisible, que señala lo que se puede decir y lo que no.
Un caso de disciplinamiento político
El miércoles 22 de julio, los concejales del PP en el Ayuntamiento de Madrid presentaron una propuesta de declaración que exige a las autoridades venezolanas, entre otros puntos, “que liberen inmediatamente a Antonio Ledezma, Leopoldo López, Daniel Ceballos y a todos los manifestantes pacíficos (sic), estudiantes y líderes opositores detenidos arbitrariamente por ejercer su derecho a la libertad de expresión y sus derechos fundamentales” y “que respeten a la oposición democrática y permita el ejercicio de las libertades de expresión y de manifestación, así como la libertad de prensa”.
La propuesta del PP, con algunas modificaciones para guardar las apariencias, fue apoyada por la bancada del PSOE y también por la alcaldesa y 18 de los 20 concejales de Ahora Madrid, la alianza que integra Podemos. Mauricio Valiente y Yolanda Rodríguez se rehusaron a sumarse al coro imperial.
“Queremos que se respeten las libertades y derechos de las personas sometidas a la vulneración de los derechos humanos”, sostuvo la nueva alcaldesa, Manuela Carmena, haciendo propios los argumentos de la FAES y el conjunto de la derecha internacional.
La declaración apoyando al campo golpista venezolano sucede en el mismo momento en que la Asamblea Nacional de Venezuela se solidariza con el pueblo español ante la puesta en marcha de la Ley Mordaza, que endurece los mecanismos de persecución social y política.
Vale la pena prestar atención al tratamiento dirigido a la denominada “opinión pública”: el sentido de las palabras que usan, su relación con los actores visibilizados. La noticia, según ellos, no es que el órgano parlamentario de Madrid se inmiscuya en los asuntos internos de otro país, pidiendo impunidad para crímenes políticos, sin tomarse siquiera el trabajo de fundamentar y contrastar la versión con otras fuentes. No. La noticia es que dos concejales osaron desafiar el consenso derechista.
El periódico El Mundo titula “Dos ediles de Ahora Madrid votan ‘no’ a la liberación del alcalde de Caracas”. La Razón acompaña: “Dos ediles de Carmena, en contra de pedir la liberación del opositor venezolano Ledezma”. El monárquico ABC expresa: “Dos ediles de Carmena, en contra de pedir la libertad de los presos políticos venezolanos”. Llamativa similitud, como si hubieran sido dictados por el mismo cerebro.
Se trata así de clausurar el campo de lo posible, moldeando “lo que debe ser”, tanto respecto a las relaciones internacionales como a las políticas internas.
Consultado por su opinión Fernando Buen Abad Domínguez respondió que esta estrategia no es nueva. “Ya hemos visto, hasta la náusea, el fracaso de financiar campañas bobas como esta con acento reporteril de españoles lebreles de la mentira. Ya los vimos en Venezuela intentar la misma maniobra ideológica para sembrar el miedo. Entonces y ahora jugaron a la falsificación de la realidad fabricando un relato bobalicón en el que lo falso es real y lo real es mentira”, dijo el filósofo mexicano.
También destacó que vivimos una época de crecimiento en la conciencia: “Ya hemos visto sus manías cotidianas camufladas de ‘periodismo’ que todos los días (ver Globovisión Televisa, Grupo Clarín,Mercurio, O Globo, Caracol, CNN) insisten en sembrar miedo, con el sueño de disociar la relación entre ver y pensar, oír y pensar. Y cada día, al ritmo de su desespero, empeora su calidad y crece su tontería”.
Buen Abad es integrante de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad, organización que criticó el voto de Podemos: “Actuar a remolque del neofranquista Partido Popular supone cuanto menos una incoherencia para cualquier fuerza mínimamente democrática. Pero que además se haga para atacar de manera traicionera a la revolución bolivariana y chavista, permanentemente hostigada por el imperio y la derecha internacional, carece de cualquier justificación política o ética en fuerzas que se consideran en el campo de la izquierda”.
¿Serán capaces los movimientos emergentes de quitarse la mordaza? ¿Se atreverán a liderar los cambios que demanda el pueblo español? ¿O asumirán, sin más, el lugar que les reserva la extrema derecha en la batalla de ideas, ahí donde no existe ningún espacio para la solidaridad entre los pueblos?
* Corresponsal de Notas en Caracas
Envío:ResumenLatinoamericano
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