1 de noviembre de 2015

PARAGUAY.

Paraguay: campesinos de todo el país llegan a Asunción para pedir la renuncia de Cartes
Resumen Latinoamericano /29 de octubre 2015/ 

Integrantes del Partido Paraguay Pyahurâ se movilizan esta mañana en varios puntos e Asunción, para exigir la renuncia del presidente Horacio Cartes y luchar “por una patria nueva”. Mientras tanto, los automovilistas no pueden circular.

Los manifestantes llegaron desde diversos departamentos del país.

“Vamos a salir por Eusebio Ayala, General Aquino, Mariscal Estigarribia hasta llegar al Parlamento Nacional”, comentó Eladio Flecha, dirigente del Partido Paraguay Pyahurâ, en conversación con radio UNO.

El lema de la actividad reza “gran marcha por una patria nueva”, donde además solicitarán nuevamente la renuncia del mandatario Horacio Cartes.

“Lo que soñamos es un país donde haya trabajo, salud, educación, tierra, producción y vivienda”, dijo Flecha.

Desde este momento el tránsito se volvió caótico, debido a la presencia de los campesinos, quienes se instalaron desde tempranas horas para aguardar la hora de partida.

El lunes pasado, los adherentes de este partido se movilizaron frente a la vivienda de Horacio Cartes, sobre la Avda. España casi Augusto Roa Bastos.


Ha fallecido el secretario general del Partido Comunista Paraguayo y abnegado luchador anti fascista 
Resumen Latinoamericano/ 29 de Octubre 2015.-

Publicamos el texto del comunicado recibido de los militantes del PCP Casabianca murió para nacer por miles

Comunicamos a los pueblos del mundo que nuestro Presidente, camarada Carlos Luis Casabianca, ha fallecido en esta madrugada.

Casabianca, militante, dirigente, poeta, combatiente, en síntesis REVOLUCIONARIO, nunca se cansó de repetir la famosa frase del camarada Julius Fucik, aquella que dice

“POR LA ALEGRÍA HE VIVIDO, POR LA ALEGRÍA MUERO. QUE NADIE ASOCIE MI NOMBRE A LA TRISTEZA. ¡HOMBRES, OS HE AMADO! ¡VELAD!”

Rendiremos homenaje permanente al camarada Casabianca, porque estamos seguros de que él velará siempre por el triunfo de la alegría y el socialismo, junto a tantas camaradas, tantos camaradas que con su heroísmo siguen alumbrando el camino hacia la nueva sociedad de mujeres y hombres libres.

Debemos decir que lamentamos profundamente el fallecimiento del camarada Casabianca, porque es de los imprescindibles, porque el profundo dolor de su partida radica en que esa interminable energía envuelta de ingenio, lucidez, amor, firmeza y creatividad ya no saldrá de su cuerpo.

Es por esto que tanto nos duele.

Sin embargo, así como Antonio, Carmen, Ananías y tantas y tantos, el camarada Casabianca se convertirá en miles de militantes revolucionarios que multiplicarán ingenio para anular y superar el sistema capitalista de la manera más humanista, construyendo la patria socialista y comunista, en el máximo sentido Martiano de “Patria es Humanidad”.

Al camarada Casabianca lo estaremos velando desde las 7hs de esta mañana, en el Salón Velatorio San Blas, sito en la Avda. Mcal. López Nº 645 esquina Capitán Urbieta (entrando a Asunción por Mcal.

López es a cuatro cuadras de la Avda Perú), junto a su familia sanguínea y política.

En sus últimos días, el camarada Casabianca continuó militando, compartiendo las necesarias y vitales tareas -con quienes estuvimos acompañando su internación hospitalaria- para derrotar al imperialismo norteamericano que es el verdadero y mafioso gobernante del Paraguay y que tiene como operadores a Horacio Cartes y a las cúpulas colorada y liberal.

Tenemos la total convicción de que la militancia democrática y revolucionaria del Paraguay y del mundo honrará su vida y obra forjando la unidad, la organización, la combatividad, la solidaridad y la lucidez para que la vida, el pan y la paz sean una realidad para cada ser humano en cada rincón del Planeta Tierra.

¡Casabianca Presente, ahora y siempre! 
Partido Comunista Paraguayo
29 de octubre de 2015



Los seis presos políticos de Tacumbú 
Por Raúl García y Vanessa Pérez /Resumen Latinoamericano / LaHaine / 28 de octubre de 2015 – 

En una siniestra cárcel de Asunción, Paraguay, llamada Tacumbú, cumplen condena seis campesinos por un delito que no cometieron. Nosotros tuvimos el privilegio de conocerlos. Y decimos el privilegio porque haber conversado en varias ocasiones largo y tendido con estos gigantes es como entrar en una universidad de la que uno sale sin títulos pero ideológicamente más fortalecido.

Agustín Acosta, Roque Rodríguez, Simón Bordón, Arístides Vera, Basiliano Cardozo y Gustavo Lezcano son conocidos como Los Seis Campesinos del Paraguay. Fueron condenados a 35 años de cárcel de los que ya han cumplido nueve años y ocho meses, sumando los períodos de prisión en Argentina y en Paraguay. La querella sostuvo la presunta culpabilidad a partir de una supuesta reunión del comité político del partido Patria Libre en 2005, donde según la fiscalía se decidió el asesinato de Cecilia Cubas.

El 21 de septiembre de 2004, la hija del expresidente de la Nación, Raúl Cubas, es secuestrada. El 16 de febrero de 2005 fue encontrado su cadáver. En un primer momento fue uno el imputado, Osmar Martínez, en enero de 2005. Luego esta persecución se extiende a la militancia del partido Patria Libre. En mayo imputan a seis más, que luego pasan a ser ocho. Transcurrido un año en esta situación y dada la poca confianza que depositan en la justicia paraguaya, deciden pedir asilo político a varias embajadas: España, Bolivia, Argentina, México y Venezuela. El embajador de Argentina en Paraguay les recomienda que pisen suelo argentino y pidan asilo político. Dos de ellos van a Bolivia. Los seis optan por Argentina. Se equivocaron, pero lo sabrían más tarde. Demasiado tarde. Les conceden refugio político precario, condición en la que permanecen durante tres meses. “Un día fuimos a sellar a la oficina del CEPARE, la encargada de conceder el refugio y nos detienen a tres de nosotros. En el acta de detención apareció que fuimos detenidos en la calle”. Los otros tres son detenidos en sus casas. Después de estar presos les hacen firmar la denegación del refugio. “Decía el Che que no hay que subestimar ni sobreestimar al enemigo. Nosotros lo subestimamos”.

Pasan dos años y siete meses en cárceles argentinas. Pero la madre de Cecilia Cubas, la hoy senadora Mirtha Gusinky, viajó al país vecino para hacer campaña contra Los Seis, reuniéndose con Aníbal Fernández y presionando para que los extraditen a Paraguay. El mismo día que asume Lugo en Paraguay, ante la amenaza de extradición, inician una huelga de hambre que duró 68 días, reclamando el refugio. “No a la extradición, sí al refugio era el lema”. En octubre de 2008 se decide la temida extradición. El pasado 23 de octubre se han cumplido siete años de este hecho. “Nos trajeron el 2 de diciembre. La Corte Suprema de Justicia argentina es la que toma la decisión”. Llegan a Paraguay e ingresan en Tacumbú, donde permanecen hasta la fecha.

El juicio comienza en marzo de 2012, estando presos, ya con un trato de culpabilidad. “Nos condenan en julio, unos días después de que Lugo fuera destituido. Los de la querella, los fiscales, la madre, todos se felicitaban entre ellos cuando fuimos declarados culpables”. Con el país conmocionado ante el reciente golpe de Estado, en medio de un juicio plagado de irregularidades, son condenados a 25 años más 10 de aseguramiento.

“En enero fue la reunión en Caguazú. Se dijo que en esa reunión se decidió la muerte de la joven. Pero nosotros éramos dirigentes de base. ¿Cómo nosotros íbamos a decidir una cosa así? Además, nunca estaríamos de acuerdo con tal decisión. Allí se trataron los temas que aparecen en el acta de esta reunión”. Nos hablan del gran trabajo de la fiscalía para que todos fueran condenados como autores intelectuales. Son muchas las anomalías del planteamiento que sostiene la querella. El equipo forense dijo que llevaba muerta 60 días, lo cual desmonta la hipótesis de que en la reunión del 13 de enero se decidiera su muerte. “Pero todo eso no sirvió en el juicio”. Todas las pruebas para condenarlos se basan en un testigo que cambia su declaración hasta en tres ocasiones. Dionisio Olazar, testigo que a pesar de participar en la supuesta reunión curiosamente es indultado. ”Este testigo dio una entrevista en TV donde dijo que según su investigación murió en Navidad y según él Omar es el que decide todo. Esa era la defensa nuestra. Pero luego cambió toda su declaración. Hoy es asalariado de la fiscalía, con un sueldo mensual”.

“Hubo un supuesto guerrillero arrepentido que vino con la cara tapada, testificó sentado de espaldas. Pero él no reconoció a ni uno. Nos acusó de ser el Comité Político, según la fiscalía, el grupo decisor. De cualquier boludez ellos hacían un monumento”. “Ya ven, en Paraguay existen presos políticos”, comentan. “Nuestra lucha es política. Fuimos condenados de cualquier manera”. Hoy llevan cumplidos nueve años y ocho meses considerando el tiempo de prisión de los dos países, pero la justicia paraguaya no les reconoce el período que pasaron en Argentina. “Se dijo que estábamos en hoteles. Pero estábamos en cárceles de máxima seguridad”. Hoy se encuentran en prisión preventiva, porque la condena no es firme, a la espera de respuesta ante la apelación. “Eso no puede ser democráticamente. La presunción de inocencia es lo que más consagra el Estado de derecho democrático. Pero en nuestro caso ha sido violado”.

“Dicen que somos más peligrosos que las FARC, que todas las organizaciones del mundo. Así consta en la causa. Nuestros orígenes son campesinos, pueblerinos. Les resulta extraño que nosotros pensemos. ¿De dónde saca esta gente el razonamiento?, piensan. Nuestra universidad es la necesidad. La oligarquía es nuestra maestra. Ellos nos obligan a pensar y nos enseñan. En toda sociedad capitalista el enemigo es aquel que piensa”. Cinco de Los Seis Campesinos pertenecían a Patria Libre, un partido político vinculado al cristianismo de la teología de la liberación, creado a principios de los 90.

“Patria Libre logró afiliar a 17.000 jóvenes. Teníamos iglesias, capillas, asentamientos… ahí comienza el seguimiento”. “Se estaba enseñando una revolución diferente, que atendiera a los pobres. Nuestro único delito es practicar otra educación. Éramos dirigentes campesinos, y nos dedicábamos a la formación. Aquellos que se toman el coraje de enseñar y de luchar son peligrosos y o bien acaban muertos o bien en la cárcel”. Roque Rodríguez, en cambio, no era de Patria Libre, sino del Movimiento Agrario Popular. “Yo era dirigente gremial importante. Ellos lo sabían. A mí me metían en el proceso continuamente. La fiscalía para justificar la condena sacó lo que le interesaba, una filmación sin audio que ruló por la prensa. Fue un montaje, pues en esa reunión se trataban temas de salud. Manipularon mucho”. “Como decía el Che, si nos preguntan nuestros hijos por qué estamos así, que no les digamos: porque no luchamos. Luchamos, pero nos derrotaron. Prefiero decir eso a que no luchamos. Tenemos la idea bien clara. No estamos arrepentidos”.

Son muchos y amplios los temas que tratamos durante las visitas a la cárcel en nuestra estancia en Paraguay. Durante horas conversamos de su situación, de la desigualdad, de la importancia de la formación política, de las dirigencias, de Marx, de cristianismo y teología de la liberación, de lucha de clases, de Bolivia, Venezuela, Cuba. A pesar de lo contradictorio y complicado de visitar un lugar como la cárcel de Tacumbú, cada día de nuestras nueve visitas a esta cárcel salimos más fortalecidos. La fuerza que transmiten con sus ideas es contagiosa. Estos hombres son por encima de todo unos educadores. Uno pronto descubre en ellos una fuerte vocación de formadores. No pueden hablar sin enseñar. “Nosotros enseñábamos que existe otro tipo de sociedad, de enseñanza, otra sociedad más justa, más humana, donde no haya más esta marcada diferencia entre ricos y pobres. Ahí es cuando te encasillan como peligroso”. “Cuando el delito es político sí o sí se paga. La condena nuestra es ejemplificadora”. “Si te vas a la plaza puedes gritar, puedes escribir libros, hablar en los medios, decir ciertas cosas, pero cuando empiezas a crear recetas, accionar, ahí comienzan a tomar represalias”.

“Hemos perdido todo. Hemos dejado nuestros proyectos personales. Hemos abandonado las comodidades de nuestras casas. Seguimos resistiendo. Estamos haciendo historia junto al pueblo. Hemos llegado a otros países, por eso están ustedes acá y ha llegado gente de otros lugares acá. Saber que otros conocen nuestra lucha gracias a nosotros nos motiva”. Uno de los abogados del caso, Francisco Benítez, de CODEHUPY, nos comenta que la principal dificultad de Los Seis se llama Mirtha Gusinky y Enrique Baqueta.

No parece descabellado afirmar que Mirta Gusinky, madre de Cecilia Cubas, utilizó el caso de su hija para hacer carrera política. Hoy es senadora. La presión que durante todo el caso ejerció sobre los tribunales fue brutal. Enrique Baqueta, mano derecha de Mirta, dependía del juicio de Los Seis para conseguir su trozo del pastel. Meses después de la condena, asume también como senador. Hoy, la presión que siguen ejerciendo estos señores del mafioso Partido Colorado, es, según Benítez, el principal escollo para nuestros campesinos. Para que el lector ajeno a la realidad paraguaya se haga una idea de cómo se las gasta la señora Gusinky, que paradojas de la vida presidió la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Alta, reproducimos unas palabras que pronunció refiriéndose al grupo guerrillero EPP, manto bajo el cual se criminaliza hoy a gran parte de la dirigencia social: “Una vez que hemos identificado a través de radares o de medios tecnológicos dónde están ellos, vamos a tener que tirar bombas o granadas y seguramente cuando los matemos a ellos va a tener que morir gente inocente”. Sobran las palabras. Según Benítez, es crucial llevar el caso a una instancia internacional. “Acá los jueces no son imparciales. La justicia no es independiente”, afirma el abogado.

“Hay una apelación a la condena de 35 años. Ahora aprobaron una ley de ejecución penal. Pero es muy difícil. Dependería de la presión de las organizaciones internacionales”, comenta uno de Los Seis. Cuando se reciba la contestación a dicha apelación, en caso de ser negativa, el siguiente paso será llevarlo a instancias internacionales. Cualquier observador objetivo de la realidad que analice un poco la historia más reciente de Paraguay, no podrá dejar de concluir que el caso de los seis campesinos es uno más de los procesos que se encuadran dentro del marco de la criminalización de la pobreza, la criminalización de la dirigencia y la lucha social. Lo mismo ocurre con el caso Curuguaty, hoy en el candelero mediático debido a la actualidad de su injusto proceso, así como el de los seis, un juicio más político que civil. Lo mismo ocurre con los más de 115 campesinos asesinados desde la restauración de la supuesta democracia, de la mano de las fuerzas de seguridad y de matones mercenarios de los grandes terratenientes. No son casos aislados. El problema y el origen es el mismo: la concentración de la riqueza en manos de una minoría de carácter oligárquico que opera de la mano del neoliberalismo mediante la alianza con las grandes transnacionales del agronegocio. Por no hablar de la mafia del narcotráfico: “Vivimos en un país donde domina la narcopolítica, narcooligarquía y hasta narcoeconomía”, comenta uno de Los Seis Campesinos.

El escaso control y la elevada corrupción convierten a Paraguay en un país muy atractivo para el narcotráfico. Es el primer productor de marihuana en Suramérica y el segundo a nivel mundial, además de ser la ruta por la que pasan grandes cantidades de cocaína que acaban en el mercado estadounidense y en el europeo. Este poder “narcooligárquico” que sigue haciendo y deshaciendo a su antojo de la mano del monstruo del agronegocio se muestra con cifras pavorosas. Paraguay es el país más desigual del mundo en cuanto a concentración de la tierra. Según el censo agropecuario de 2008, el 2,6 % de los propietarios concentra el 85 % de las tierras, mientras que el 91 % de los campesinos dispone del 6 % de la superficie agrícola.

No olvidemos que hablamos del último país de América Latina en haber sufrido un golpe de Estado por medio de un juicio político a Fernando Lugo, retomando así el poder la derecha más rancia y perversa, el Partido Colorado, fiel heredero de las formas dictatoriales de Alfredo Stroessner. La justicia en Paraguay no solo no goza de independencia política con respecto a los otros poderes, sino que su miseria se muestra con la evidencia del poder más autoritario y nauseabundo. Pero el caso de Los Seis Campesinos ya no dispone de la necesaria presencia mediática, mínimo imprescindible para volver a tener posibilidades de que se haga justicia. Por este motivo, como observadores internacionalistas y a petición de ellos hacemos un llamado internacional para no dejarles de lado, para defender su derecho a un juicio justo, para defender su inocencia y su causa que no es otra que la de tantos hombres buenos que quieren un mundo más justo y hacen algo por ello, un Paraguay verdaderamente libre de oligarquía e intereses rapaces, una tierra para el que la trabaja, para los campesinos, para los suyos.

A quien le quepa alguna duda o tenga la curiosidad de comprobar la grandeza de estos sabios campesinos, no tiene más que acercarse a la cárcel de Tacumbú, en Asunción, y conocerlos. No solo ellos lo agradecerán enormemente, también la maltratada palabra justicia, en Paraguay mancillada. Por desgracia la justicia no es un ente que con su halo inmaculado ejerza su voluntad liberadora independiente de las mujeres, hombres e instituciones que se encargan de aplicarla. Y en Paraguay los hombres y mujeres que gozan de poder en las instituciones son de una casta rancia, oligárquica y corrupta que huele demasiado a podrido. De modo que mientras no hagamos algo para que se haga justicia, nos encontraremos en un eterno círculo vicioso, porque en una siniestra cárcel de Asunción, Paraguay, llamada Tacumbú, cumplen condena seis campesinos por un delito que no cometieron. Nosotros tuvimos el privilegio de conocerlos.


Promueven amparo para reprimir a estudiantes
Resumen Latinoamericano / E´a/ 26 octubre, 2015.- 

El director de la Facultad de Filosofía de San Pedro, Santiago Duarte Chilavert, promovió un amparo ante el juez Guillermo Lezcano para que las fuerzas policiales ingresen al predio de la institución y desalojen a los estudiantes que están resguardando los documentos de la facultad a fin de que las autoridades y funcionarios no intenten hacer desaparecer las pruebas de nombramientos irregulares realizados a favor de la clientela política del Partido Colorado y otros hechos de corrupción.

Para levantar la medida, los estudiantes exigen la renuncia de Duarte Chilavert, quien llenó el plantel de funcionarios con su parentela y correligionarios. La denuncia fue realizada contra el dirigente universitario José Miguel Espínola y otros estudiantes.

Duarte Chilavert recurrió a los estrados judiciales y pide que los estudiantes, mediante la intervención judicial y policial, “no entorpezcan el libre funcionamiento de la casa de estudios” con el fin de salir impune de los actos de corrupción que lo comprometen, informó el sitio La Voz del Norte.

Espínola había denunciado además ante la prensa que luego de iniciarse las manifestaciones exigiendo la renuncia de Duarte Chilavert, efectivos de la Fuerza de Tareas Conjuntas (FTC) se desplegaron en las cercanías de la casa de estudios, en la ciudad de San Pedro del Ycuamandyyú, con vehículos blindados y tanquetas con el fin de amedrentar a los estudiantes.

Asimismo, refirió que el pasado 5 de octubre sufrieron el ataque de personas pagadas por el oficialismo, muchos de ellos alcoholizados, que intentaron entrar a la sede de la institución para imponer el “orden”.

De este hecho responsabilizaron al gobernador Rodríguez, al intendente colorado de San Pedro del Ycuamandyyú Juan Carlos Rodríguez y al presidente de la seccional de la zona y funcionario del Instituto de Previsión Social (IPS), Cornelio Blanco.

Espínola repudió que las autoridades que responden al gobierno de Horacio Cartes apelen a prácticas propias de la dictadura para atacar una lucha legítima por mejor educación y en rechazo a la corrupción imperante en la universidad.

“No se puede criminalizar de esa forma una lucha por mejor educación. Ya no estamos en dictadura”, afirmó.
Envío:ResumenLatinoamericano

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