Durante los años más oscuros de la historia argentina, el Valle de Punilla albergó un centro clandestino de detención, clubes para el descanso de los represores y comisarías donde se realizaron numerosas torturas.
jueves, 25 de agosto de 2016
La Casa de la Dirección de Hidráulica Carlos Paz.
Durante los años más oscuros de la historia argentina, el Valle de Punilla albergó un centro clandestino de detención, clubes para el descanso de los represores y comisarías donde se realizaron numerosas torturas. La página negra que se escribió sobre sus cerros y ríos y a la vera del lago San Roque, cuando Punilla fue escenario de detenciones ilegales y secuestros. Por su cercanía con la Fuerza Aérea y con el Comando y varias unidades del Tercer Cuerpo de Ejército, Carlos Paz era un portal repleto de civiles más sádicos que militares, de informadores más "parlanchines" que loros, y de ciudadanos tan fríos que su indiferencia estaba a prueba de hacer rebotar una bomba atómica.
A ese portal se ingresaba nada más ni nada menos que, por la misma ruta que te llevaba a uno de los más sangrientos centros de detención, La Perla. Los testimonios que se encuentran en las investigaciones de la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) denunciaron la utilización de sitios como el Pan de Azúcar, en Cosquín, para los "aprietes" y para torturas, comisarías de diversas localidades, el hospital Colonia Santa María de Punilla y la Casa de la Dirección Hidráulica ubicada sobre el dique.
La lista de desaparecidos y detenidos en la zona es importante, pero los casos más resonantes fueron la desaparición del concejal peronista carlospacense Roberto Colomer (ocurrida en Mar del Plata) de Alfredo Horacio López Ayllón (ocurrida el 12 de noviembre de 1977 en la casa de de sus padres en el barrio Solares de las Ensenadas en Carlos Paz) y María Eugenia Irazusta Maffrand (quien también fue detenida en Carlos Paz) y fue torturada y golpeada hasta morir.
Asimismo, los testimonios presentados por los vecinos de Cosquín coinciden en la detención masiva de ciudadanos que hacían los efectivos militares con un inusitado despliegue bélico en el Hospital Colonia Santa María de Punilla. Los grupos de tareas se presentaron en el edificio fuertemente armados en varios vehículos y con respaldo de un helicóptero y llevaban allí a los detenidos de toda la zona, los coscoínos Reynaldo Wisner y Raúl Acosta (ambos médicos de Cosquín, Gaspar y Tito Noguez (comerciantes), Sergio Omar Poidori, un profesor de la Escuela Técnica ENET de apellido Luna, Nora Sendra, Keka Albornoz, Nemesio García, entre otros más. Incluso hay relatos del personal de enfermería y médicos del establecimiento que relataron que fueron atados y vendados y alojados en el Campo de la Ribera de la ciudad de Córdoba.
El cerro Pan de Azúcar, uno de los picos más atractivos para los turistas que visitan Cosquín, fue otros de los lugares elegidos por los militares para apretar a los detenidos. Así lo evidencia la declaración prestada por el señor F.R a la CONADEP: "Nos llevaban al Cerro Pan de Azúcar, donde nos ataban y nos decían que nos iban a tirar (...)
En ese lugar estuvimos veinticinco días al cabo de los cuales recuperamos la libertad". El Valle de Punilla albergó también un centro clandestino de detención, la Casa de la Dirección Provincial de Hidráulica (donde operaba el D2) y que estaba ubicada a metros del dique San Roque.
Durante las investigaciones que llevó a cabo la CONADEP en 1984, se reveló que se lograron extraer de las aguas del embalse tres vehículos que habían sido arrojados por los uniformados y los testimonios de los detenidos en dicho establecimiento concuerdan en que los encargados de trasladar a los secuestrados al lugar eran grupos de civiles armados, parapoliciales que respondían de la Policía de Córdoba. Además constituyó un centro de desarme de los vehículos utilizados en la represión o robados.
Fuente:ElDiarioPcial.
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