28 de marzo de 2017

MUESTRA EN LA UNC:"PAPELES DE LA MEMORIA"

Muestra "Papeles de la memoria": Las palomas de Alejandro Deutsch 
27 de marzo de 2017, 
Por Alejandro Mareco




Desde la Cárcel de San Martín, Alejandro Deutsch creó un sistema para que él y sus compañeros pudieran enviar mensajes a sus familiares, además de sus propias pinturas. El caso motivó una controversia entre Videla y Jimmy Carter. Una muestra en la UNC reúne esas imágenes y cartas.

"A pesar de los días grises que de vez en cuando tengo, no estoy vencido ni derrotado. Aquí en realidad me llegué a conocer mejor que en los muchos años que viví hasta ahora. Y también a apreciar a la gente que me rodeaba afuera. Les digo que no sirve ser indiferente frente al mundo que nos rodea…".

Estas palabras escritas en el reverso de un papel que envolvía el paquete de tabaco Mariposa eran como una bandada de palomas que habían atravesado los ladrillos y los barrotes del encierro, pero por caminos invisibles, clandestinos, lejos del aire de esos días en los que hasta la respiración estaba sitiada.

Alejandro Deutsch era uno más de los habitantes del pabellón de presos políticos de la cárcel San Martín. La dictadura había tomado su destino y lo había arrojado en una oscura pendiente de catacumbas, en la otra dimensión de la realidad argentina de los años ’70. A él, a su esposa, a sus hijos, a su familia, a la maravillosa versión de la fecundidad de la vida que había logrado construir.

Todo comenzó la noche del 27 de agosto de 1977, cuando un grupo de tareas fue a su casa de barrio Parque Vélez Sársfield a buscar a su hijo Daniel. No estaba, entonces se llevaron consigo a todos los que estaban: Alejandro, su esposa Elena, sus jóvenes hijas Elsa ("Betty"), Susana y Liliana. Primero fueron a parar al centro clandestino Campo de la Ribera; luego, a La Perla. Torturas, vejaciones, simulacros de fusilamientos… el menú que ofrecía el terrorismo de Estado.

El caso de la familia Deutsch encontró sus propias palomas (Robert Cox, que publicó la historia en el Buenos Aires Herald, una prima que trabajaba con un legislador demócrata en Estados Unidos) y llegó muy lejos: el mismísimo presidente de Estados Unidos Jimmy Carter pidió por ellos personalmente y por carta ante el dictador Jorge Rafael Videla

En paralelo a esta historia tan conocida y tantas veces contada (en los documentos que Estados Unidos desclasificó el año pasado apareció otra vez el caso), hubo otra muy silenciosa que revela la estatura humana de Alejandro. El escenario fue la cárcel de San Martín, adonde trasladaron a la familia ante las presiones.

"Papeles de la memoria" 
"Papeles de la memoria", se llama una muestra que se expone en el Hall Central del Pabellón Argentina, organizada por Cultura y Coordinación General de Programas de DDHH, de la Secretaría de Extensión Universitaria de la UNC. Se trata de medio centenar de minúsculas cartas de Alejandro y de sus compañeros de presidio, y de dibujos y pinturas con los que él dio testimonio de lo que sus ojos y su corazón apuntaron en aquellos días. 

"Era un tipo muy inteligente. Observó cómo entre los presos comunes funcionaba un sistema de comunicación que llamaban 'la paloma': envolvían un pequeño objeto pesado con un mensaje y lo arrojaban con una media a través de las ventanas de las celdas. Así, preguntó si alguno estaba dispuesto a sacar papeles afuera. Uno de esos presos, respondió, y empezó a funcionar el sistema. Alejandro le pasaba las cartas a él, quien se las entregaba a su esposa para que las sacara".

El que cuenta es Antonio "Cascote" Granero, yerno de Alejandro (esposo de Susana), quien ante esta situación se ocupó de asuntos de la familia, como del negocio de aire acondicionado y calefacción de la calle Entre Ríos (Casa Deutsch), adonde la esposa del preso común llevaba las cartas y dibujos.

Para ese entonces, Daniel, el hijo que buscaban originalmente, ya se había exiliado en Estados Unidos, donde luego se verían obligados a terminar todos: Alejandro, su esposa, sus hijos y sus yernos (el esposo de Elsa es Francisco Romero, "Romerito", legendaria primera voz de Los Trovadores).

"Papá tenía 8 años cuando desde Hungría llegó llegó a Uruguay. Allí conoció después a mi mamá, también inmigrante de esa parte de Europa, se casaron y se vinieron en busca del buen aire de Córdoba porque mi abuelo tenía asma. La pintura era su pasión y su mejor amigo era Enrique Mónaco. Recuerdo que tenía algunas simpatías por el radicalismo, pero no hablaba de cuestiones políticas partidarias. Sí de las desigualdades de este mundo; era un ávido lector". Así lo describe Susana, la hija del medio. Y añade: "Cuando estábamos en La Ribera y en La Perla, lo que más nos pesaba era que ellos, nuestros padres, estuvieran pasando por eso después de todo lo que les había costado hacer la familia".

"Betty", la mayor, recuerda: "Estábamos tirados y vendados; pero nos sentíamos muy cerca. Nos comunicábamos a través de toses". Luego subraya la entereza de su madre, una luchadora que fue capaz de recibirse de médica siendo ya madre de cuatro hijos.
Las hijas de Alejandro Deutsch: Liliana, 'Betty' y Susana (Sergio Cejas)
Mariano Cognigni, el curador de la muestra, asumió la tarea de hacer visible el contenido de las pequeñas cartas, cuatro décadas después. "Están escritas en los papeles del envoltorio de los paquetes de tabaco y algunas en etiquetas de cigarrillos. Varios presos dejaban su mensaje, por lo que debían hacer letra muy pequeña".

Y se vuelve a conmover con los relatos: "Casi todos empiezan diciendo que están bien, pero después cuentan cosas bravas,incluso, las torturas. Uno le pide a su esposa que le enviara un pañuelo con un corazón bordado para tener a qué aferrarse".

En principio, el encargado de pasar por la casa de los destinatarios y leerles su parte era "Cascote", el yerno. "Había tantas escenas de dolor, de situaciones tan increíbles, que necesariamente uno necesitaba volverse un poco inmune", evoca.

Las pinturas y cartas que Alejandro envió a su esposa e hijas (que fueron liberadas antes que él) retratan la sensibilidad y el compromiso del hombre al que le torcieron el destino cuando tenía ya 57 años, y que moriría en 2001 en Los Ángeles, dos meses después que Elena, su amor, su compañera.

"No dejen que vuestras almas se llenen de odio. Que esta vivencia las temple, que sacuda la indiferencia por el dolor ajeno y que las sensibilice para ayudar a todo ser que sufra tanto el mal de la salud como el de la injusticia", en esa pequeña carta a sus hijas, con esa pequeña letra, estaba la grandeza de su alma. La muestra "Papeles de la memoria". 55 reproducciones de dibujos y pequeñas cartas enviadas por Alejandro Deutsch y otros presos políticos alojados en la cárcel San Martín entre 1977 y 1978. En el Hall Central del Pabellón Argentina. Hasta el 17 de abril. Lunes a viernes de 8 a 20. Entrada libre y gratuita.
Fuente:LaVoz

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