9 de marzo de 2017

ROSARIO #8M: EXPLOTÓ EL MONUMENTO - DOCUMENTO COMPLETO - 20.000 PERSONAS EN LA MARCHA..

EL 8M EXPLOTÓ EN ROSARIO. DOCUMENTO COMPLETO LEÍDO EN EL MONUMENTO

“Impulsamos el primer paro en contra del gobierno conservador y represor de Macri”

08/03/2017
Marcha
Foto: Manuel Costa.
Con una multitudinaria demostración de fuerza enmarcada en una jornada de paro y movilización en más de 50 ciudades de todo el mundo, unas 20 mil mujeres marcharon en Rosario desde la plaza San Martín hasta el Monumento, donde se leyó un texto consensuado entre decenas de organizaciones feministas, sociales, gremiales y políticas.
Como ya se ha hecho una constante en la ciudad ante cada convocatoria del movimiento de mujeres, la masividad en la cantidad de manifestantes, y la creatividad, el color y la diversidad de consignas contra la sociedad patriarcal, la violencia machista y por la igualdad de género volvieron ha caracterizar una jornada de lucha que en incluyó como novedad la huelga (aunque se cumplió con distintas modalidades según resolvieron en cada lugar de trabajo y gremio). Entre consignas como “Ni una menos”, “Vivas nos queremos” y tantísimas otras, se destacó el pedido de “Libertad de Milagro Sala”, sostenida por cientos de carteles y llevada además como bandera en una de las columnas de la movilización.
Tras cubrir una larguísima cantidad de cuadras, la marcha llegó al Monumento donde se ley+o el texto redactado por la Asamblea de Mujeres de Rosario, espacio conformado por una amplia y heterogénea cantidad de organizaciones. “Nos ponemos de pie en contra de la falta de reconocimiento de las tareas de cuidado y del trabajo en el hogar; de la brecha salarial; del ajuste y los despidos masivos; de la violencia patriarcal y los femicidios; de la ilegalidad del aborto; de la trata, y de la inequidad de género en todos los ámbitos”, se escuchó en uno de los tramos del documento que fueron leyendo distintas voces.
Foto: FB.
Foto: Charly López/FB.
“Nosotras paramos porque, en Argentina, cada 18 horas una mujer es asesinada por el solo hecho de ser mujer, y se cometen 50 femicidios vinculados anuales. Paramos para denunciar que, entre enero y febrero de 2017, 57 mujeres fueron asesinadas por la violencia machista, y la provincia de Santa Fe ocupa el segundo lugar en el índice de femicidios del país. Exigimos al Gobierno Provincial la creación del Registro Único de Violencia de Género”, señaló el documento en otra de sus partes.
En el texto, se denunció que “2919 hijos e hijas quedaron huérfanos por femicidio en los últimos 9 años en nuestro país, de los cuales 1859 son menores”, y se exigió “asistencia integral, obra social y reparación económica para las hijas e hijos menores de edad de las mujeres asesinadas en contexto de violencia de género”.
Foto: Manuel Costa.
Foto: Manuel Costa.
También hubo lugar en el documento para homenajear la lucha de quienes fueron “vanguardia en lucha, reacción y organización”, como “las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que desde la década de los setenta luchan y marchan por la aparición de sus hijos, hijas, nietos y nietas”. “También fuimos las mujeres las impulsoras del primer paro en contra del Gobierno conservador y represor de Macri y la alianza Cambiemos y, en consecuencia, creemos que para seguir enfrentando esta política, necesitamos que las centrales sindicales convoquen a un paro nacional activo contra el ajuste y por nuestros derechos”, apuntó otro tramo del texto.
Luego de la lectura del documento, comenzó un festival artístico que contó con varios números de murgas, grupos de danza y bandas musicales de la ciudad. Entre número y número, se fueron leyendo una enorme lista de adhesiones al acto, que incluyó a organizaciones sociales, gremiales, políticas y a dirigentes de distintos espacios.

El texto completo leído en el Monumento

El 8 de marzo es un día de lucha. Fruto de un largo proceso internacional que se remonta a principios del siglo veinte, es una jornada de reflexión, sensibilización y lucha por los derechos de las mujeres y en contra de todas las formas de la violencia patriarcal.
Entre los antecedentes que cimentaron la conmemoración de un Día Internacional de las Mujeres —impulsado por las socialistas rusas en 1914 y promulgado en 1975 por la Organización de las Naciones Unidas— están las sufragistas de Europa y Estados Unidos, que, además del derecho al voto, revindicaban los derechos de las mujeres al trabajo, a la ocupación de cargos públicos, a la formación profesional y a la no discriminación sexista. Están también las más de cien obreras neoyorkinas que, en 1911, murieron a causa de las pésimas condiciones en las que eran obligadas a trabajar. Están las trabajadoras rusas que, en 1917, se declararon en huelga para reclamar por el pan y la paz, en contra del régimen zarista.
Están asimismo las mujeres latinoamericanas –las originarias, mestizas, sambas y negras– que a lo largo de la historia han protagonizado los procesos de lucha por la liberación de nuestro continente.
Hoy, 8 de marzo de 2017, somos millones las mujeres movilizadas en todo el mundo. Salimos a las calles y nos unimos en un Paro Internacional de Mujeres para visibilizar la trascendencia del trabajo que hacemos dentro y fuera de casa; para exigir la igualdad de derechos en todos nuestros ámbitos de acción y la autonomía total sobre nuestros cuerpos, y asimismo para repudiar todos los tipos de violencia patriarcal de los que somos víctimas.
El mundo se ha convertido en un lugar hostil: las desigualdades aumentan, la riqueza se concentra en unos pocos poderosos. Los Estados de nuestra América y del mundo se cierran, ajustan y recortan políticas sociales; avanzan sobre los derechos conquistados, persiguen a migrantes y criminalizan a los sectores populares. Y la voz principal que se alza a nivel internacional en contra de todo esto es la de las mujeres. Somos el sujeto político más dinámico, organizado y, fundamentalmente, aglutinador de todos los sectores sociales: padecemos todas las opresiones —de género, raciales, de clase, de orientación sexual— y nos organizamos para luchar en consecuencia.
En nuestro país, el movimiento de mujeres es vanguardia en lucha, reacción y organización, con el notable ejemplo de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que desde la década de los setenta luchan y marchan por la aparición de sus hijos, hijas, nietos y nietas. Y también fuimos las mujeres las impulsoras del primer paro en contra del Gobierno conservador y represor de Macri y la alianza Cambiemos y, en consecuencia, creemos que para seguir enfrentando esta política, necesitamos que las centrales sindicales convoquen a un paro nacional activo contra el ajuste y por nuestros derechos.
Las mujeres del mundo y, particularmente, las mujeres argentinas y rosarinas, que venimos de protagonizar el Encuentro Nacional de Mujeres más multitudinario de la historia, hoy nos reunimos en una amplia e inclusiva articulación de todos los sectores y organizaciones sindicales, políticas y culturales; nos ponemos de pie en contra de la falta de reconocimiento de las tareas de cuidado y del trabajo en el hogar; de la brecha salarial; del ajuste y los despidos masivos; de la violencia patriarcal y los femicidios; de la ilegalidad del aborto; de la trata, y de la inequidad de género en todos los ámbitos, y declaramos que:
#Nosotras paramos porque cuando los Gobiernos nacionales, provinciales y municipales ajustan y aplican tarifazos, las más perjudicadas somos las mujeres. Porque la falta de autonomía económica nos deja más desprotegidas frente a la violencia machista.
#Nosotras paramos porque las mujeres ganamos un 27 % menos que los varones, y esa brecha alcanza un 40 % entre las trabajadoras no registradas. ¡Exigimos igual salario por igual trabajo!
#Nosotras paramos porque mientras el desempleo promedio en Argentina es del 9,3 %, para las mujeres crece hasta el 10,5 % y se duplica entre las menores de 30 años.
#Nosotras paramos para denunciar los despidos masivos y las suspensiones, y para exigir un aumento salarial de emergencia y paritarias sin techo para lograr un salario igual a la canasta familiar.
#Nosotras paramos porque las mujeres realizamos el 76% del trabajo en el hogar y de las tareas de cuidado no remunerados, un elemento esencial de la división sexual del trabajo propia del patriarcado, que no tiene visibilidad ni reconocimiento y sin el cual el sistema productivo sería insostenible.
#Nosotras paramos porque cuidar niños, niñas, parientes enfermos y adultos mayores no es un trabajo de mujeres, sino una responsabilidad social. El derecho al cuidado es responsabilidad del Estado: necesitamos jardines maternoparentales, licencias por tareas de cuidados y extensión de las licencias por maternidad y paternidad de manera compartida durante el primer año de vida.
#Nosotras paramos porque cuando las tareas de cuidado no son una responsabilidad de toda la sociedad nos vemos obligadas a reproducir la explotación clasista y colonial entre mujeres. Para salir a trabajar dependemos de otras mujeres, para migrar dependemos de otras mujeres.
#Nosotras paramos para decirle NO al aumento de la edad jubilatoria que se nos impone con el único objetivo de incrementar la rentabilidad de los empleadores. Paramos por la continuidad de la moratoria provisional conocida como «jubilación para amas de casa», porque el 80 % de las personas beneficiadas son mujeres. Paramos para exigir el 82% móvil para las jubilaciones y el 75 % móvil para las pensiones.
#Nosotras paramos porque denunciamos la connivencia entre el Poder Político, Judicial, Empresarial, las Fuerzas de Seguridad y el negocio del Narcotráfico. Somos las mujeres quienes encabezamos la lucha contra este negocio criminal que atenta contra la vida de nuestros niños, niñas y adolescentes.
#Nosotras paramos para exigir que el Estado deje de criminalizar, perseguir y encarcelar a las mujeres que cultivan cannabis como medicina alternativa para sí mismas, sus hijos e hijas y familiares enfermos. El autocultivo garantiza la democratización del acceso a la salud y la calidad de vida. ¡No más presas por cultivar!
#Nosotras paramos para exigir la igualdad de derecho en el acceso a la tierra para vivir y trabajar, y repudiamos la concentración de la tierra.
#Nosotras paramos para defender la agricultura de subsistencia, las economías regionales y la soberanía alimentaria, y para denunciar la megaminería, el extractivismo, la sojización y el uso de agrotóxicos, que afectan profundamente la salud de mujeres, adolescentes y niñas. No a la Ley Bertero. Exigimos al Estado intervención y garantía del acceso al agua.
#Nosotras paramos porque, en Argentina, cada 18 horas una mujer es asesinada por el solo hecho de ser mujer, y se cometen 50 femicidios vinculados anuales. Paramos para denunciar que, entre enero y febrero de 2017, 57 mujeres fueron asesinadas por la violencia machista, y la provincia de Santa Fe ocupa el segundo lugar en el índice de femicidios del país. Exigimos al Gobierno Provincial la creación del Registro Único de Violencia de Género.
#Nosotras paramos porque 2919 hijos e hijas quedaron huérfanos por femicidio en los últimos 9 años en nuestro país, de los cuales 1859 son menores. Exigimos asistencia integral, obra social y reparación económica para las hijas e hijos menores de edad de las mujeres asesinadas en contexto de violencia de género. ¡Ley Brisa ya!
#Nosotras paramos para rechazar cualquier variante del falso Síndrome de Alienación Parental (SAP), que desoye a las niñas y los niños cuando relatan abuso sexual y garantiza impunidad de los violadores. ¡Basta de abuso sexual y violencia institucional contra los niños y niñas!
#Nosotras paramos porque a 8 años de la sanción de la Ley 26485 para prevenir sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, esta continúa sin el presupuesto necesario para su implementación.
#Nosotras paramos porque cada vez que llamamos a las líneas de ayuda para víctimas de violencia machista, no nos atienden ni nos dan respuestas efectivas.
#Nosotras paramos para exigir que se garantice la Ley 27010 de patrocinio jurídico gratuito y asesoramiento legal integral a personas víctimas de violencia de género.
#Nosotras paramos para exigir la separación definitiva entre la Iglesia y el Estado. Exigimos un Estado laico, que no financie ni privilegie a niguna institución religiosa ni permita que las Iglesias intervengan en las decisiones políticas sobre asuntos públicos.
#Nosotras paramos para exigir el derecho al Aborto legal, seguro y gratuito como política de salud pública, una deuda de nuestra democracia. Paramos para que no se obligue a ninguna mujer, adolescente o niña a enfrentar la maternidad no deseada o forzada, y para que cada una pueda decidir autónomamente sobre su propio cuerpo. ¡La ilegalidad y clandestinidad del aborto es femicido perpetrado por el Estado!
#Nosotras paramos para exigir al Congreso Nacional que apruebe el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, presentado en 2016 por sexta vez por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
#Nosotras paramos para que no haya más muertas ni presas por abortar. ¡Absolución para Belén y Yamila!
#Nosotras paramos para reclamar Educación Sexual para decidir, Anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir, a fin de prevenir la altísima tasa de embarazo infantil y embarazo adolescente no planificado. También exigimos el cumplimiento del Programa de Salud sexual y procreación responsable.
#Nosotras paramos para exigir el cumplimiento efectivo de la Ley de Educación Sexual Integral y de la Ley de Protección Integral de la Niñez, para erradicar estereotipos desde la primera infancia, respetar la diversidad de identidades, garantizar los derechos sexuales y reproductivos y prevenir la violencia y la discriminación.
#Nosotras paramos contra la violencia obstétrica, porque siguen sin respetarse los derechos, tiempos y espacios de las mujeres en el preparto, parto y posparto.
#Nosotras paramos porque somos más de la mitad de la población y queremos igualdad en todos los ámbitos de representación: política, sindical, judicial, laboral. ¡Exigimos la Ley de Paridad ya!
#Nosotras paramos contra el homolesbobitransodio, para exigir medidas para prevenir y castigar los crímenes de odio y la violencia ejercida sobre el colectivo LGBTTTIQ y políticas públicas de visibilidad lésbica y de las personas LGBTTTIQ. ¡Justicia para Diana Sacayán, Pamela Macedo Panduro, Vanesa Zabala y todas las víctimas de crímenes de odio y violencia machista! ¡Libertad para Higui!
#Nosotras paramos por planes de inserción laboral, capacitación y cupo laboral trans en el sector público y privado.
#Nosotras paramos para exigir el desmantelamiento de las redes de trata, que mayoritariamente trafican mujeres, adolescentes y niñas para explotación sexual; presupuesto para la asistencia y reinserción de sobrevivientes de trata acorde a los decomisos realizados por el Estado, y cárcel efectiva para los proxenetas y sus cómplices, dentro y fuera del Estado. ¡Exigimos la aparición con vida de todas las personas secuestradas por las redes de trata!
#Nosotras paramos para exigir la derogación de los códigos contravencionales o de faltas que criminalizan y discriminan a las personas que se prostituyen y a las identidades de género no hegemónicas. Paramos contra la violencia institucional que se ejerce contra dichas personas y para exigir programas de inserción laboral para quienes quieren dejar de ejercer la prostitución.
#Nosotras paramos porque nuestras universidades no forman profesionales comprometidos con nuestras problemáticas. Exigimos incorporar la perspectiva de género, y los aportes de las mujeres y las personas LGBTTIQ en la formación académica, y la implementación de protocolos de actuación frente a situaciones de violencia machista.
#Nosotras paramos contra la violencia simbólica que ejercen los medios de comunicación y las agencias de publicidad, que perpetúa estereotipos de género, clase, raza y orientación sexual; invisibiliza y estigmatiza la diversidad corporal, y fomenta la cultura de la violación y la mercantilización de nuestros cuerpos.
#Nosotras paramos contra el racismo, la discriminación y la xenofobia hacia las mujeres de los pueblos originarios, afrodescendientes y afroindígenas.
#Nosotras paramos para exigir que se respeten los derechos humanos de las personas solicitantes de refugio, refugiadas e inmigrantes. ¡Rechazamos el DNU xenófobo del Gobierno de Macri y la alianza Cambiemos contra inmigrantes!
#Nosotras paramos para repudiar la criminalización de la protesta. Exigimos el desprocesamiento de todos los luchadores y las luchadoras populares ¡Libertad a Milagro Sala ya!
#Nosotras paramos para repudiar la propuesta de bajar la edad punible que está vigente en la agenda política actual, y que consideramos una medida que atentaría contra el sistema de protección integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes de nuestro país.
Nosotros paramos para denunciar la detención ilegal de las seis compañeras feministas de la ciudad de Buenos Aires que fueron agredidas por un grupo de machos ultracatólicos mientras realizaban actividades militantes en el marco de este PIM. ¡Exigimos ya su sobreseimiento!
¡NOSOTRAS PARAMOS Y, UNIDAS, HACEMOS TEMBLAR LA TIERRA! LAS MUJERES EN HUELGA DE PAISES DEL MUNDO DECLARAMOS: ¡SI NUESTRAS VIDAS NO VALEN, PRODUZCAN SIN NOSOTRAS! ¡LOS DERECHOS DE LAS MUJERES SON DERECHOS HUMANOS! ¡NI UNA MENOS, VIVAS NOS QUEREMOS!
¡VIVA EL 8 DE MARZO, NUESTRA LUCHA Y ESTE PARO INTERNACIONAL DE MUJERES!
Fuente:RedaccionRosario






09 de marzo de 2017
UNAS 20 MIL PERSONAS MARCHARON EN ROSARIO POR EL PARO INTERNACIONAL DE MUJERES 
Las mujeres encabezan la resistencia 
El documento consensuado por organizaciones de mujeres, sociales, políticas y gremiales reclamó "que las centrales sindicales convoquen a un paro nacional activo contra el ajuste y por nuestros derechos". El Monumento se tiñó de violeta.
Una columna incesante que hizo sentir su paso por la ciudad con cantos, colores y carteles. (Imagen: Alberto Gentilcore) 
Por Sonia Tessa 
Más de quince cuadras de marcha: mujeres de todos los colores, identidades políticas, las sueltas, las trans, las lesbianas con su bandera del arco iris, jóvenes y viejas, niñas y adultas, todas enredadas en reclamos y deseos a lo largo de una columna incesante que hizo sentir su paso por la ciudad con cantos, colores y carteles. Al grito de "Movemos el mundo, podemos detenerlo", la columna ingresó cuando anochecía al Monumento a la Bandera, que se fue volviendo violeta con la llegada de las 20.000 personas que se movilizaron para coronar el primer Paro Internacional de Mujeres, una medida inédita realizada en 57 países. Al llegar al Monumento, el documento consensuado recordó que "en nuestro país, el movimiento de mujeres es vanguardia en lucha, reacción y organización". "También fuimos las mujeres las impulsoras del primer paro en contra del Gobierno conservador y represor de Macri y la alianza Cambiemos y, en consecuencia, creemos que para seguir enfrentando esta política, necesitamos que las centrales sindicales convoquen a un paro nacional activo contra el ajuste y por nuestros derechos", se escuchó, antes de una larga lista de reclamos con la consigna "#NosotrasParamos". El texto fue producto de más de un mes de las más heterogéneas organizaciones feministas, sociales, políticas, gremiales y barriales. "El mundo se ha convertido en un lugar hostil: las desigualdades aumentan, la riqueza se concentra en unos pocos poderosos. Los Estados de nuestra América y del mundo se cierran, ajustan y recortan políticas sociales; avanzan sobre los derechos conquistados, persiguen a migrantes y criminalizan a los sectores populares", dice el documento, que recuerda: "Y la voz principal que se alza a nivel internacional en contra de todo esto es la de las mujeres. Somos el sujeto político más dinámico, organizado y, fundamentalmente, aglutinador de todos los sectores sociales".

La larga enumeración de los motivos del #Nosotras Paramos la leyeron algunas periodistas de la ciudad. Igual salario por igual trabajo, legalización del aborto, políticas públicas contra la violencia machista, fueron algunos de los reclamos. "#NosotrasParamos porque, en Argentina, cada 18 horas una mujer es asesinada por el solo hecho de ser mujer, y se cometen 50 femicidios vinculados anuales", fue una de las decenas de reclamos leídos desde el escenario. "Ni una menos, vivas nos queremos", fue otra de las consignas que quedó largo rato reverberando en los oídos, como así también "anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir".

La marcha tuvo lugar para el conflicto social más candente del momento. Al salir, un grupo de trabajadores de General Motors se situó detrás de la bandera del 8M. El reclamo por los 350 despidos encubiertos en la automotriz fue un dato ineludible de la manifestación. "Unidad de las trabajadoras, y al que no le guste, se jode, se jode", cantaron las mujeres. Durante toda la marcha, organizaciones de mujeres, feministas, sindicatos, partidos políticos, el Comité por la libertad de Milagro Sala, fueron algunos de los cientos de identidades congregadas. También hubo carteles escritos a mano, e impresiones caseras. "Macri es peor que los agrotóxicos", era uno de esos. "Si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras", otro cartel improvisado.

Todo el día la ciudad fue otra, con una cotidianidad marcada por la jornada histórica que se vivía en el mundo. Actos, homenajes, anuncios, inundaron ayer el día de la mujer hasta que al mediodía, el Paro hizo sentir su contundencia. Antes, de 11 a 12, habían parado las mujeres bancarias. En la intendencia, la propia Mónica Fein y las concejalas participaron del acto del Sindicato Municipal y se sacaron una foto en las escalinatas del palacio de los Leones. En el Centro Científico y Tecnológico de Conicet hubo asamblea, algo que según dijo una de las participantes, Nora Pellegri, era "impensable hace unos años". En la Facultad de Humanidades y Arte, en el Ministerio de Cultura de la provincia, en Radio Nacional, en la Legislatura provincial, la adhesión al paro fue orgánica pero también se diseminó en la ciudad con la fuerza de una convocatoria que interpela más allá de las estructuras.
Fein y edilas participaron del acto frente a la intendencia. (Imagen: Sebastián Joel Vargas) 
Desde los gobiernos provincial y municipal tomaron nota de la trascendencia histórica de la jornada. Bien temprano, en un acto en la plaza López, el gobernador Miguel Lifschitz anunció que enviará el proyecto de ley de paridad de género en el poder legislativo, que tiene media sanción, a sesiones extraordinarias. Más tarde, en el horario del paro, Fein y las mujeres de su gabinete se unieron con concejalas y empleadas municipales para adherir a la medida de fuerza. "8M, #MujeresEnHuelga, #NosotrasParamos", decían los carteles. La foto fue multitudinaria. "Trabajamos por la igualdad, y hoy en este mismo momento hay un paro internacional de mujeres, y queremos ser parte de ese mundo que pide igualdad entre varones y mujeres", dijo la intendenta.

Si bien la Asociación Empleados de Comercio no adhirió a la medida de fuerza, en algunos comercios, las mujeres hicieron saber que se sentían convocadas. "Nosotras paramos", decía un cartel de la librería Paso de los Libros, en Córdoba al 800. En Salta y Alvear, un negocio de ropa anunciaba con un afiche escrito a mano que cerraría de 12 a 15.

Por la noche, el Monumento unió lucha y fiesta: la masiva movilización terminó en el Festival del que participaron Locas Margaritas, Murga Modestia Aparte, Zapatitos de Charol, Alto Guiso y Girda y las del Alba. Fue una semilla del porvenir porque, como decía la remera de una de las manifestantes: "El futuro es feminista".
Fuente:Rosario12 



8 M EN EL MONUMENTO 
"Las mujeres hicimos temblar la tierra" 
ESCRITA POR: VIRGINIA GIACOSA

Las mujeres de Rosario hicimos historia. Este miércoles pisamos las calles .Fuimos más de 20 mil las que nos encontramos para llenar el Monumento a la Bandera y hacer oír nuestra voz para que la tierra tiemble. Y tembló. En nuestro día paramos y, vaya paradoja, también movimos el mundo. Hermanadas en manada con miles de mujeres de 57 países nos rebelamos impulsadas por una consigna: el #ParoInternacionalDeMujeres. Y encontradas en un mismo deseo: el de hacer historia. 

Las madres caminaban con las hijas del brazo, empujaban cochecitos y de a ratos llevaban en hombros a sus crías. En ese rumor de la tierra unas denunciaban la injusticia económica que las desampara en el cuidado de los hijos. Otras pedían por el derecho a abortar y a decidir sobre sus propios cuerpos. Las más jóvenes relataban que en un año perdieron su primer empleo y advertían que la precarización laboral recrudece la violencia de género. Las docentes –que van por su tercer día de huelga– pidieron que una asignatura aún pendiente, la de la educación sexual integral, se aplique al fin en todas las escuelas. 
Todas envueltas en una marea de abrazos, emoción, muchas risas y también algunos llantos. Las que se cruzaban con las que comparten trabajo, las que se reencontraban con viejas amigas, las que se fundían en un cuerpo a cuerpo con las compañeras de militancia. Y aún aquellas que se conocen a través de sus hijos y comparten algo tan mínimo como el grupo de wasap de mamis de la escuela pero esta tarde entre la lista de útiles y el inicio de clases de mañana se congeniaron, cómplices, para marchar en el #8M. 

“Pienso que hoy podemos decirnos feliz día. Porque estar acá a mí me hace un poco más feliz, sobre todo porque me hace sentir menos sola y más acompañada. Esta es la celebración de la lucha. Que es resistente pero no por eso menos alegre”, suelta Luciana mientras camina con sus compañeras de oficina.

Hasta que me quieras viva, te paro. Lo que llaman amor son tareas de cuidado no remuneradas. Movemos el mundo, podemos detenerlo. Me falta cartel para tanto reclamo. Las pintadas caseras se leían en pedazos de cartón, en hojas A4 impresas con computadora y también en la piel de muchas mujeres que llevaban tatuada alguna de las consignas en su propio cuerpo. Las frases se mezclaron con el #VivasNosQueremos #NiUnaMenos y #NosMueveElDeseo –que invitaban a parar y movilizarse este #8M– y se pasearon desde la plaza San Martín al Monumento a la Bandera. Recorrido que se pobló de mujeres rubias, morochas, altas, bajas, flacas y con curvas, de todas las edades, del centro de la ciudad pero también de los barrios. Porque trabajadoras formales e informales, desocupadas, profesionales, artistas, beneficiarias de un subsidio, entre muchas otras, estaban invitadas a ser parte de esta historia que se cocina a fuego lento y no tanto entre muchas, entre todas.

A Rosa se la ve recostada y temblorosa en la puerta de un edificio de San Lorenzo al 1000. Tiene 84 años y cuenta que no marcha porque ya no le dan los pies. Su voz se quiebra cuando escucha corear: “Mujer, escucha y únete a la lucha”.

“No me hagas emocionar, si hablo lloro”, dice y enseguida los ojos se le vuelven acuosos. “Salir a la calle aunque sea a saludarlas es una forma de participar. Es tanta la humillación que pasamos, años de no ser respetadas. Si volviera a nacer sería todo tan diferente en mi vida”, confiesa en voz baja y no quiere explicar qué tan distinta podría ser su vida luego de ver a esta corriente de mujeres que se mueve como un río revuelto por la puerta de su casa. 

Si bien había varones que acompañaron la movilización –y hasta en algunos casos intentaron tomar un poco más de protagonismo– las mujeres fueron el centro y no dejaron que nadie les marcara la cancha. “No queremos que nadie nos conduzca”, dijo una de las periodistas integrantes del #NiUnaMenos Rosario desde el escenario arengando a una multitud que se derramaba por las escalinatas y no paraba de llegar aún iniciado el acto.

En el Monumento, ya caída la tarde comenzaron a escucharse las distintas adhesiones, luego la lectura de un comunicado contundente y amplio que fue amasado por las que participaron de la asamblea multisectorial al frente de la organización del #8M. Y el cierre fue con un festival de murgas y bandas locales. 

Algo de este feminismo que se vuelve inclusivo y de intersección, y que hace que entremos todas, todos, todes se hizo carne en las calles. Ya lo decía un cartel de los empleados suspendidos de General Motors: “Entramos todos o no entra nadie”. Los suspendidos que son 350 –de los cuales sólo tres son mujeres–ocuparon con su columna buena parte de la marcha. 

Melany participó por primera vez de un 8 de marzo. Es tímida y se la veía emocionada. Vino con su beba de cuatro meses en brazos y acompañando a Víctor uno de los cesanteados de la planta automotriz. “Nunca vi algo así, es muy fuerte”, dijo señalando la calle repleta de mujeres”. Mientras que Víctor aprovechó un silencio de su compañera y tomó la palabra: “En esta siento que nos acompañamos todos. Nosotros a ustedes y ustedes a nosotros. Basta de decir que detrás de una mujer hay un hombre. Detrás de un hombre muchas veces hay mujeres que sostienen más que uno, cómo todas estas”. 

En ese sostén, que por cierto no es remunerado, del que habla Víctor y también de su realidad personal con los despidos masivos del último año es que hizo eje el comunicado que el movimiento de mujeres vivó en el Monumento. Como también que: en el contexto de crisis actual, los ajustes y tarifazos que sabemos perjudican más y más a las mujeres, en la brecha salarial entre varones y mujeres que existe, en la urgencia de las paritarias sin techo para lograr un salario igual a la canasta familiar. En el trabajo no remunerado (el 76% realizado por mujeres) dentro del hogar que no tiene visibilidad ni reconocimiento. En el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.

En que cada 18 horas una mujer es asesinada por el sólo hecho de ser mujer y en que a 8 años de la sanción de la ley para prevenir sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, se sigue sin el presupuesto necesario para ponerla en marcha. En que la violencia obstétrica a la hora de parir está a la orden del día. En que la violencia institucional, la persecución y la protesta de la lucha social también se ensaña con las mujeres. Y por eso se pidió por la libertad de Milagros Sala y se repudió la detención de seis militantes feministas en la vigilia del #8M.
“No queremos ser iguales a los varones, queremos tener igualdad de derechos”, advierte María Luisa escoltada por su pañuelo verde de la Campaña por el Aborto Legal y Seguro como si acaso aún hiciera falta explicar eso. Y agregó con un poco de enojo que acumula de sus largos años de activismo: “El tema es que muchos se acuerden de nosotras sólo en este día, mientras que los 364 del año nos ningunean”. 

Entre esa manada de mujeres, Ingrid –colombiana y estudiante de Medicina– opinó que esto que sucede en Argentina debería replicarse en muchos países más, sobre todo en el suyo, donde las mujeres aún siguen siendo las más desprotegidas por el Estado y el eslabón más débil de la guerra narco. Ella contó que al llegar al país y mostrar su pasaporte enseguida la hicieron a un costado de la fila de pasajeros y le dieron vuelta su maleta de pies a cabeza. “Revolvieron todo al ver mi nacionalidad. Es que siempre nos asocian con el negocio del narcotráfico cuando una identidad no es sinónimo de un delito. Estoy orgullosa de mi país y ahí tenemos mucha diversidad que a veces se ignora. Desde el café, a las flores más exóticas, pasando por una cantidad inmensa de especies de mariposas que no se encuentran en otras partes del mundo. Pero parece que sólo nos conocieran por la droga”.

“Nosotras las mujeres del mundo hacemos temblar la tierra. Si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras”, cerró el documento leído a varias voces en un Monumento que respondió al grito de #VivasNosQueremos y #NiUnaMenos. 

Mónica estaba a un costado del escenario. Había llegado hasta ahí con una ilusión: que pongamos fecha. Lo que en otro tiempo podría haber sido la premura de una chica esperando a que su comprometido le pusiera el anillo de bodas, hoy es otra ansia: la fecha de un paro general. “Quizás las primeras seamos nosotras, porque por lo visto ellos, los varones, no se animan”, dijo soltando una sonrisa. Y si es por eso el paro a Macri las mujeres ya se lo hicimos. Desde el mediodía en que decidimos parar con las tareas rentadas y las que no lo son. Mucho camino hemos recorrido. Mucho queda por recorrer. No sabemos lo que vendrá. Pero sabemos que queremos más. Queremos la mitad del mundo que nos corresponde. Ya no nos conformamos con menos. El deseo nos mueve. Y el deseo no conoce de fronteras ni medidas.
Fuente:RosarioPlus

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