9 de julio de 2017

MILAGRO SALA.

09 de julio de 2017 
Un mundo en cuatro líneas

Milagro Sala.
Tanto el fiscal general Javier De Luca como la defensora de Milagro Sala Elizabeth Gómez Alcorta presentaron sendos recursos extraordinarios contra el fallo de la Cámara de Casación Penal Federal que confirmó la condena a la dirigente de la Organización Barrial Túpac Amaru por el episodio ocurrido en octubre de 2009 en el que otras personas arrojaron huevos contra el entonces senador y ahora gobernador de Jujuy, contador Gerardo Morales. El escandaloso fallo de la Casación ordenó al Tribunal Oral Federal de Jujuy que ampliara la condena a tres años, que es de cumplimiento condicional, al agregarle una pena por amenazas coactivas. Tanto De Luca cuanto Gómez Alcorta consideran que la sentencia parece escrita de antemano, ya que no responde a los agravios que ambos presentaron por escrito y durante la audiencia pública del mes pasado. La mañana de la audiencia el operador legal de Morales, Ricardo Gil Lavedra, caminó por el piso de Comodoro Py donde tienen su despacho los tres jueces.

El principal agravio desoído es la forma acrítica en que fue convalidada la declaración de los únicos dos testigos contra Milagro y empleados en el gobierno de Morales, René El Cochinillo Arellano y su compañera Cristina Noemí Chauque, ambos denunciados por falso testimonio. El fiscal y la defensa coinciden en que el Tribunal Oral basó su sentencia en afirmaciones de Orellano prestadas en la etapa de instrucción pero no repetidas en el debate oral, que es donde se adquieren las pruebas que luego los jueces ponderan al fallar, incluyendo las preguntas y/o réplicas de las partes. Los jueces Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Juan Gemignani (h) afirman que la declaración de Arellano fue incorporada por lectura al debate y “en consecuencia es prueba válida”. Esto es falso, lo cual transgrede el objetivo de un juicio penal, que es la búsqueda de la verdad. Lo único que se leyó en la audiencia de diciembre de 2016 fueron cuatro líneas de una foja de la instrucción, para establecer si Cochinillo admitía o negaba haber participado del escrache, porque sus dos declaraciones eran contradictorias. Lo que no se incorporó y el Tribunal Oral tomó directamente de la instrucción es la declaración de que Graciela López estuvo en la reunión en la que Milagro habría dicho que fueran a “romper sillas, pegarle a Morales si podían llegar a él y tirar huevos”. Si el más alto tribunal penal del país puede mentir en forma tan alevosa para justificar el encarcelamiento de una dirigente social, hay pocas esperanzas en esta etapa de la vida nacional. En una situación normal, podrían depositarse expectativas en la Corte Suprema o en el Consejo de la Magistratura. Pero esta no es una situación normal y el gobierno de Pro y su aliado radical hacen y deshacen a su antojo en una justicia que se pliega sin pudor a sus operaciones políticas.

El jueves la Corte Suprema de Justicia hasta ordenó cerrar las puertas de los tribunales casi una hora antes de que se cumpliera el horario, para no recibir miles de cartas en las que personas de todo el mundo les reclamaban que se pronunciaran sobre la libertad de Milagro Sala, solicitada en dos recursos extraordinarios, que están en la Corte desde febrero. Sólo la insistencia de Eduardo Tavani, suaviter in forma fortiter in re, consiguió que se permitiera el paso a una delegación. La Procuración General dictaminó a favor de Milagro en abril, pero la Corte Suprema es el único tribunal que no tiene plazos impuestos ni asumidos por voluntad propia y ostenta un mayestático desprecio por la libertad de las personas. Milagro fue privada de la suya hace un año y medio, en forma arbitraria según el grupo de trabajo de Naciones Unidas.

La semana pasada medio millar de trabajadores estatales, encabezados por el secretario general de la seccional Capital de ATE, Daniel Catalano, manifestaron frente a la sede nacional para exigir la renuncia de Ernesto Suárez, vocal del gremio y candidato de Cambiemos en Jujuy. Suárez forma parte del Instrumento Electoral para la Unidad Popular (IEUP), el microemprendimiento de Víctor De Gennaro, Claudio Lozano y Hugo Godoy, que se colgó de la alianza que en Jujuy encabeza Gerardo Morales. Frente a la sede nacional de ATE Catalano leyó unas líneas manuscritas por Milagro Sala desde la prisión de Alto Sufridero. “Hace rato que mantengo diferencias con la conducción nacional de ATE pero nunca imaginé que iba a tener que ver como algunos de ellos acompañaban a los que me encarcelaron, a los que persiguen a los tupaqueros y empobrecen a los jujeños. Además son los mismos que ya despidieron a miles de estatales y les descontaron los salarios por defender sus derechos”, dijo.
Fuente:Pagina12

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