11 de febrero de 2019

ESPECIAL VENEZUELA PARTE 1

Venezuela: Nicolás Maduro encabeza puesta en marcha de Ejercicios Cívico Militares Bicentenario de Angostura 2019

Los ejercicios cívico militares de este año son considerados como los más importantes de la historia del país. | Foto: @PresidencialVen

 10 febrero 2019
El jefe de Estado venezolano lideró el inicio de las prácticas militares en el Fuerte Militar Guaicaipuro en Charallave, estado Miranda.
El presidente de VenezuelaNicolás Maduro, encabezó este domingo la puesta en marcha de los Ejercicios Cívico Militares “Bicentenario de Angostura 2019” en el Fuerte Militar Guaicaipuro en Charallave, estado Miranda (centro).
Allí, junto al ministro para la Defensa, Vladimir Padrino López, y el Comandante Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), Remigio Ceballos, el jefe de Estado supervisó el funcionamiento del sistema de defensa anti aérea IGLA-S y ZU-23 y pasó revista a las tropas de la Milicia Nacional Bolivariana.
“Han iniciado los ejercicios por los 200 años de Angostura, del discurso de nuestro Libertador Simón Bolívar donde fijó la doctrina de independencia, de República, de futuro. De lo que somos: la Patria”, indicó el mandatario venezolano.
“Aquí hay Fuerza Armada y aquí hay pueblo para defender el honor, la dignidad y el decoro de una Patria que tiene más de 200 años luchando por su futuro ¡Fuera Donald Trump, fuera sus amenazas!”, enfatizó.
Los ejercicios, que se extenderán hasta el 15 de febrero, tienen como objetivo poner a prueba el apresto operacional de la FANB y exponer sus capacidades operativas y técnicas junto al poder popular organizado, en momentos en que se cierne una abierta amenaza de intervención militar por parte del Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) en la nación suramericana.
Durante las prácticas se pondrán a prueba, entre otros, las acciones de comando y control, comunicaciones y de planificación militar, además de demostrar la capacidad de despliegue de la fuerza armada, explicó el titular del Comando Estratégico Operacional de la FANB (Ceofanb), Remigio Ceballos.
Previo a estos ejercicios, en el país se desarrollaron desde enero fases de planificación, preparación, y maniobras militares que fueron supervisadas por el presidente de la República y Comandante en Jefe de la FANB, Nicolás Maduro.
Los de este año fueron considerados por el mandatario venezolano como los ejercicios cívico militares más importantes de la historia de la nación suramericana.
Al prestar juramento como presidente de la República el pasado 10 de enero, Nicolás Maduro subrayó que durante su nuevo mandato como jefe de Estado (2019-2025) prestará particular atención a la consolidación y el afianzamiento de las capacidades militares venezolanas.
Los ejercicios cívico militares de este año son considerados como los más importantes de la historia del país.

En el marco de la Operación Cívico Militar Bicentenario de Angostura 2019, hoy  he supervisado el Puesto de Comando de Comunicaciones para la Región, observando un elevado apresto Operacional al momento de establecer contacto con las diferentes Unidades Militares.
Venezuela: La “ayuda humanitaria” consistirá en comida deshidratada, revelan periodistas opositores
Resumen Latinoamericano*, 10 de febrero 2019.
El programa “El Citizen”, que conduce el periodista de oposición Leopoldo Castillo en la televisora El Venezolano,  con sede en Miami, mostró el pasado 3 de febrero los paquetes de “ayuda humanitaria” que el gobierno estadounidense dice que entregará a 20 mil venezolanos, por solicitud del diputado Juan Guaidó, en un plan que el gobierno del Presidente Nicolás Maduro ha denunciado como parte de un “show” para justificar una intervención militar al país. Se trata de paquetes de comida deshidratada para países que sufren catástrofes, lo que desilusionó a quienes esperaban un “Clap mejorado” u otro tipo de alimentos más tradicionales.
En una entrevista a Casto Ocando, quien es presentado como “periodista de investigación”, éste muestra los paquetes que se entregarían de aceptarse la llamada “ayuda humanitaria”: Se trata de paquetes de comida deshidratada “con un contenido calórico de 2.500 calorías, lo suficiente para subsistir por un día”. Son entregados por la USAID (Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional), institución que recibe lineamientos del Departamento de Estado norteamericano.
La comida que entra mañana a Venezuela como ayuda humanitaria #ElCitizenEVTV SEG 04
“Son paquetes de unidad, se trata de comida disecada”, señala Ocando. “Se presentan con colores marrón o anaranjado”.
“Esta es la comida, espaguetti disecado con carne y salsa”, dijo Ocando abriendo los empaques plásticos y mostrando una cajita de cartón.
“Esta bolsa viene con una serie de químicos, que tú le echas agua al químico y calienta la comida en cuestión de segundos”. Trae algunos dulces, una bolsita con una salsa para la pasta, agua de emergencia, y puede conservarse 5 años sin refrigerarse. También trae una barra de proteínas con 6 porciones.

Indicó que también habrá “una especie de tetero nutriente para niños malnutridos” y que, en el caso de los medicamentos, habrá “antibióticos y pastillas”.
Según Ocando, los paquetes que la USAID dice que entregará en Venezuela han sido entregados en el pasado en “otros países en conflicto” o “azotados por tragedias naturales”, y mencionó específicamente los ejemplos de Afganistán o Haití. Afganistán fue invadido por Estados Unidos en 2001 tras ser culpado por los atentados del 11 de septiembre de ese año, mientras que Haití sufrió en 2010 un devastador terremoto de magnitud 7,0 Mw, en el que murieron más de 316 mil personas y hubo 1,5 millones de desplazados.
Es importante notar que los periodistas no se atrevieron a mostrar la comida ni mucho menos a probarla frente a las cámaras, probablemente temiendo reeditar una famosa escena de Los

Acompañadas de fuerzas militares

Ocando explicó que la ayuda humanitaria, que tiene un valor inicial de 20 millones de dólares, “tiene que ir protegida” porque, según él, Venezuela está en “un estado de mucha anarquía”. Indicó que “tiene que haber una protección armada, naturalmente, lo que implica una protección militar. Todavía no sabemos exactamente los detalles, pero se producirá el ingreso con protección armada“.
Esto coincide con las denuncias del Presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien ha asegurado que la ayuda humanitaria no es más sino una excusa para intentar intervenir militarmente al país.
El pasado jueves 7 de febrero, agencias internacionales reportaron la llegada de dos contenedores de 50 toneladas y seis camiones con “ayuda humanitaria” a Cúcuta, Colombia, a un puesto cercano al puente Las Tienditas, una zona fronteriza entre Norte de Santander y el estado venezolano Táchira. El gobierno estadounidense afirma que está trayendo la ayuda por solicitud de Juan Guaidó, quien afirma ser “presidente interino” y quien dijo en un discurso reciente que la misma entraría por tres puntos: Colombia, Brasil y una isla del Caribe. La misma alcanzaría apenas para 20 mil personas, al menos en una primera etapa.
El video de la entrevista a Ocando fue presentado este viernes en el programa “Zurda Konducta” de Venezolana de Televisión, televisora del Estado venezolano, causando gran indignación entre sus conductores.

Maduro: La “ayuda humanitaria” es un robo

En contraste, el Presidente Nicolás Maduro ha destacado, en una rueda de prensa este viernes 8 de febrero, que la ayuda humanitaria “la han convertido en un show para justificar una intervención en el país. Es un show barato para humillar a los venezolanos. Nos bloquean casi 10 mil millones de dólares en el mundo, nos roban el oro, nos bloquean dinero del petróleo en el mundo, y después vienen a sacar 20 millones de dólares“, que a su juicio, se están entregando al país “como si fuéramos mendigos”.
Foto: Prensa Presidencial
Maduro se refirió al bloqueo de cuentas del Estado venezolano como parte de las llamadas “sanciones” contra su gobierno. En 2017, la proveedora de servicios financieros Euroclear bloqueó cerca de 1.650 millones de dólares destinados a la compra de medicinas y alimentos para la población venezolana. Días atrás, el gobierno estadounidense anunció el bloqueo de 7 mil millones de dólares en activos de Pdvsa en Estados Unidos, en enero el Banco de Inglaterra negó devolver a Venezuela más de 1.200 millones de dólares en oro. En total, el canciller Jorge Arreaza firma que las sanciones y el bloqueo le han costado al país más de 35 mil millones de dólares.
“¡No es ningún obsequio! ¡No nos están regalando nada! ¡Nos están robando! ¡Es un robo a nuestras riquezas!”, reiteró Maduro ante la pregunta de un periodista. “¡Cese el bloqueo! ¡Cese la persecución financiera! ¡Cesen las sanciones y dejen a Venezuela, tranquila, quieta!”, enfatizó Maduro.
En contraste, el Jefe de Estado venezolano explicó que su país entrega todos los meses 6 millones de cajas de alimento, conocidas como “CLAP”, a igual número de familias. Las cajas se entregan como forma de proteger y ayudar a las familias venezolanas ante lo que se conoce como “guerra económica”, es decir, la ola especulativa, hiperinflacionaria y de escasez que ha dificultado a las y los venezolanos poder conseguir alimentos y medicinas, y que Maduro ha denunciado que es una forma de coaccionar a los habitantes de la nación suramericana para que rechace su gobierno y apoyen el fin de la revolución bolivariana.
Cajas de alimentos CLAP que entrega el gobierno de Venezuela
“Tenemos la capacidad de trabajo, de producción para atender a 6 millones de hogares mensuales, permanentes, como no se atienden en ningún lugar del mundo”, dijo Maduro este viernes. “Tenemos capacidad para darle educación a nuestros niños y niñas, para darle salud a nuestro pueblo, para darle viviendaempleo y seguridad social a los venezolanos”.
Texto: Alba Ciudad (Luigino Bracci Roa)
Venezuela: Cruz Roja no participará en la distribución de la “asistencia” que llegará desde los EE.UU
10 febrero 2019
foto: El jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja en Colombia, Christoph Harnisch,
El jefe de la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja en Colombia, Christoph Harnisch, afirmó que esa institución no participará en  la distribución de la asistencia que llegará desde los Estados Unidos, al considerar que es ayuda de un Gobierno y no es humanitaria.
“Nosotros no participamos en lo que no es para nosotros una ayuda humanitaria”, puntualizó el jefe del CICR en Colombia.
“Hablamos de una ayuda que un gobierno decide”, puntualizó Harnisch y acotó que para el CICR  el término  “humanitario” debe ser protegido por los principios fundamentales  de esa organización como son la independencia, la  imparcialidad y la neutralidad.
“Para nosotros es importante que realmente haya un respeto para el término humanitario y un respeto para los principios eso es  fundamental”, reitero  Christoph Harnisch.
Vale la pena destacar que la Unidad para la Gestión del Riesgo reveló que las ayudas posiblemente lleguen el próximo viernes, y posteriormente se estará dando inicio al proceso de evacuación de alimentos y medicinas.
Igualmente se creó un Puesto de Mando Unificado que lo conforman la Cancillería, Migración Colombia, Ministerio de Salud, Gobernación, Alcaldía y Organismos de Socorro entidades encargadas de recibir, almacenar y proteger las ayudas procedentes de Estados Unidos.
Así mismo Gestión del Riesgo dijo que Colombia continuará entregando alimentos, servicio de salud y educación a la población migrante establecida en diferentes regiones colombianas.
Venezuela: Sobre las extrañas formas que puede asumir la “ayuda humanitaria”
Por Carlos Poó, Resumen Latinoamericano, 10 febrero 2019
A poco de autoproclamarse presidente encargado de un gobierno imaginario que nadie votó, el diputado venezolano en desacato Juan Guaidó, dio luz verde al intento de golpe de estado que dirige el gobierno yanqui de Mr. Donald Trump y su banda de halcones de la Casa Blanca encabezados por el Consejero de Seguridad Nacional, John Bolton, y el Secretario de Estado, Mike Pompeo contra la República Bolivariana de Venezuela.
Entre los rimbombantes y estridentes anuncios que realizó el diputado en desacato, devenido por voluntad y frondosa imaginación imperial en autoproclamado presidente, estuvo el de una supuesta “ayuda humanitaria” que el concierto de gobiernos satélites del injerencismo estadounidense “desinteresadamente” estarían dispuestos a enviar a Venezuela. Y no era de esperar otra cosa, ya que para muchos de los gobiernos satélites que orbitan y operan bajo la influencia de la fuerza de gravedad golpista del imperialismo, Venezuela afronta una sensible situación de emergencia humanitaria. Y no importa que la misma haya sido desmentida terminante y categóricamente por el gobierno legítimo y real que ejerce un no menos tangible Nicolás Maduro al declarar que “Venezuela no va a permitir ninguna ayuda humanitaria falsa, nosotros tenemos capacidad para darle comida, empleo y seguridad social a los trabajadores venezolanos”.
Allá por agosto de 1976 en la provincia de Río Negro, cuando ya se había instalado en Argentina la larga y oscura noche de la dictadura militar, en un paraje denominado Trapalco vivía una indígena mapuche llamada Gerónima con sus cuatro hijos: Paulino, Floriano, Eliseo y Emiliana. Sus condiciones de vida eran por demás extremas. A duras penas comían aquello que lograban cazar, dormían sobre un piso de tierra y el abrigo era escaso. Para colmo de males el agua y la nieve eran difíciles de contener para el modesto ranchito que habitaban los cinco. Y como si esto fuera poco, no recibían ninguna atención médica. A pesar de todo ése contexto de penurias, Gerónima y sus cuatro hijos afrontaban la vida y sus circunstancias. Hasta que un día una patrulla policial, a lo mejor motivada por el altruismo de las nobles causas oficiales, se llevó a Gerónima y sus hijos al hospital de Gral. Roca.
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“El imperialismo no ayuda a nadie en el mundo. Dime en qué lugar del mundo han llevado ayuda humanitaria. Lo que han llevado es bombas para destruir Afganistán, Iraq, Libia, Siria. Para provocar muertes. Es un show, así de sencillo. Venezuela no se va a convertir en un país dependiente, ni mendigo del mundo. Venezuela tiene la capacidad para producir lo que necesita, para importar lo que necesitamos (…) Nosotros vamos a seguir garantizando que nuestro pueblo tenga educación, salud, alimento, acceso al trabajo como hoy por hoy lo tiene. Todo lo demás es un show barato que pretende justificar una intervención y no voy a aceptar ningún tipo de intervencionismo” afirmo el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro ante un periodista que le realizó una entrevista.
Y Maduro acierta, ya que si bien la intención de la “comunidad” internacional aparenta ser buena, en esencia la opinión generalizada que los grandes medios de comunicación han construido e inoculado por doquier es que los venezolanos no pueden ni deben continuar viviendo así, como han decidido vivir. Con esa idea quimérica, por no decir loca, del socialismo del siglo XXI. Y por eso Mr. Trump, Mr. Bolton, Mr. Pompeo, el barrilete sin cola de la Unión Europea y los tristes gobiernos satélites del Grupo Lima han decretado que los venezolanos necesitan ayuda, buena alimentación y cuidados médicos. Para lo cual han resuelto enviar la tan mentada “ayuda humanitaria” ofrecida por la generosa y desinteresada mano del statu quo imperial. Casi como lo hicieron hace más de cuarenta años atrás, salvando las distancias, aquellos policías con Gerónima y sus hijos en la Patagonia.
Al igual que en aquella oportunidad nadie le preguntó a Gerónima si ella había pedido o si deseaba irse de Trapalco, en esta ocasión los amos del mundo tampoco tienen en cuenta lo que la soberana República Bolivariana de Venezuela necesita, solicita o quiere. “Más allá de las opiniones que se tengan sobre la Revolución Bolivariana o del socialismo del siglo XXI que nos empeñamos en construir, hay un derecho internacional, una justicia internacional que deja desnuda la intención de esa élite imperial dominante de la Casa Blanca de apoderarse de Venezuela por los recursos petroleros y grandes riquezas” denunció por enésima vez el presidente Nicolás Maduro.
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Gerónima y sus hijos fueron inmediatamente separados ni bien ingresaron al hospital. Y es que hay veces que la “ayuda humanitaria” no entiende de razones humanitarias y actúa con violencia. Las dos niñas y los dos niños necesariamente para bien de la humanidad debían ser atendidos en otro pabellón. Para Gerónima esto fue un golpe muy duro, pues ella nunca se había separado de sus hijos. Pero el problema no era la “ayuda humanitaria”, el inconveniente era Gerónima que no se dignaba a adaptarse a su nueva condición de asistida. El tiempo de internación transcurría y a pesar que le ofrecían una humanitaria y confortable cama Gerónima dormía en el piso. No contenta con esto hacía sus necesidades afuera del hospital aprovechando algún ocasional “descuido humanitario” del personal. Pero lo más grave, comenzó a apenarse porque no le permitían permanecer con sus hijos. Gerónima se afligió tanto y a tal punto que de repente se vio inmersa en una profunda crisis depresiva y se negó a comer. Al poco tiempo, su hija Emiliana también comenzó a rechazar la comida. Madre e hija se solidarizaban tanto en el sufrimiento como en una especie de protesta silenciosa.
Hay veces que la diplomacia se parece mucho a la medicina, tal como podemos apreciar en el caso de Venezuela, donde los Estados Unidos se han propuesto imponerle una cuarentena, un “aislamiento humanitario”. Diagnóstico compartido por el barrilete sin cola de la Unión Europea. Y es que ambos comparten una cosmovisión etnocéntrica, imperialista y colonialista respecto a Venezuela. Por eso han decidido -eso si, siempre “humanitariamente” hablando- bloquear acceso congelando cuentas y activos que son propiedad de la soberana República Bolivariana de Venezuela como hicieron con las reservas de oro venezolanas que se encuentran depositadas en Inglaterra o con PDVSA y CITGO en Estados Unidos.
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Cargada de dignidad, Gerónima enfrentó prejuicios y etnocentrismo de policías y médicos que habían decidido internarla junto a sus hijos. Medida que “naturalmente” no tuvo en cuenta la voluntad de Gerónima ni de sus hijos. “No quiero que me den una mano, quiero que me saquen las manos de encima”, la frase retumbó por las paredes del hospital como un grito ancestral, surgido con la fuerza originaria de los retoños de estas tierras. Los médicos ya no podían soslayar lo que estaba sucediendo y decidieron respetar la voluntad de Gerónima, Paulino, Floriano, Eliseo y Emiliana otorgándoles el alta de la institución médica para que pudieran regresar a Trapalco. Dice el saber popular, parafraseando al poeta, que el camino al infierno se encuentra empedrado de buenas intenciones. Dos meses después los cinco tuvieron que ser internados nuevamente. Sus estados eran delicados. Paulino, Emiliana y Floriano fallecieron tras haber contraído “coqueluche” durante la internación anterior. Los médicos lograron salvar la vida de Eliseo. Gerónima, compungida y atormentada, enloqueció.
Hoy Venezuela afronta esa visión etnocéntrica, cargada de prejuicios, que los grandes medios de comunicación propalan impunemente montando la escena, contando con el vértigo de la inmediatez como aliado, para pintar una situación que bajo ningún punto de vista es real: la de una catástrofe o crisis humanitaria. Ya que de esa forma se justificaría la intervención en territorio soberano de la República Bolivariana de Venezuela. Bajo la mascarada de la “ayuda humanitaria” el imperialismo pretende ingresar su caballo de Troya para sembrar el caos y de esa forma promover y darle fuerza al frustado intento de golpe de estado que llevó a cabo la marioneta Gauidó. Golpe que por otro lado, parece languidecer al no encontrar apoyo mucho más allá de las furiosas filas del antichavismo militante.
Y como para muestra sólo hace falta un botón, podemos citar como claro ejemplo de la “ayuda humanitaria” la que intentaron introducir, proveniente de Miami, el domingo 3 de febrero. Digo intentaron porque el Ministerio del Interior de Venezuela incautó fusiles, cargadores, porta fusiles, miras, munición de alto calibre, antenas de radio y teléfonos móviles provenientes de Miami en el Aeropuerto Internacional Arturo Michelena, ubicado en la ciudad de Valencia.
Las historias -tanto las personales como las colectivas- nos enseñan que la “ayuda humanitaria” a veces no resulta, ni tal ayuda y mucho menos humanitaria. Porque con buenas intenciones, ya sabemos adonde arribaremos. Y hoy Venezuela no precisa una mano, necesita que el imperialismo saque sus sucias, mugrosas y sanguinolentas garras de encima.
Editorial de La Jornada, de México: Venezuela y la politización de la ayuda humanitaria
Resumen Latinoamericano, 10 febrero 2019

Humanidad. Imparcialidad. Neutralidad. Independencia operativa. Según lo dispuso la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en sendas resoluciones de 1991 y 2006, esos son los cuatro principios que deben estar presentes en las acciones de ayuda internacional para que sean calificadas de humanitarias.
Los dos últimos se refieren específicamente a los envíos asistenciales a naciones azotadas por catástrofes naturales o de factura humana (guerras, enfrentamientos internos, sublevaciones y un largo etcétera), cuya finalidad, más que mitigar el sufrimiento de la población afectada –aunque eventualmente pueda hacerlo–, es llevar agua al molino de la política. No importa de qué signo sea esa política. Se trata, en cualquier caso, de poner en evidencia a quienes utilizan el daño y el dolor de las víctimas del desastre o el conflicto con el propósito de ganar simpatizantes para su causa. En
los términos del citado organismo internacional, el principio de neutralidad establece que los actores humanitarios no deben tomar partido en los enfrentamientos o controversias políticas, ideológicas,
raciales o religiosas que ocurran en los países que reciban la ayuda. Y el principio de neutralidad operativa prohíbe que la acción humanitaria esté ligada a los objetivos políticos, económicos o militares que el país que proporciona la ayuda pueda tener en las zonas donde ésta tenga lugar.
Lo anterior no pasa, sin embargo, de ser una declaración de buenas intenciones: en la práctica, cuando la ayuda está dirigida a estados donde ha habido o hay un conflicto de proporciones (Kosovo, Irak, Libia y Somalia son buenos ejemplos de 1999 hasta hoy), las naciones ricas, con Estados Unidos en primer lugar, se encargan de convertir lo que debía ser un acto de solidaridad en uno impúdicamente propagandístico.
La presunta –y muy promocionada– ayuda que Estados Unidos, Alemania y Canadá ofrecen a Venezuela sería, de concretarse, un acabado ejemplo de propaganda política, empezando por que ese país atraviesa por una severa crisis política, no humanitaria. Ésta última se define como una
situación de emergencia generalizada que exige ayuda masiva, sin la cual podría convertirse en catástrofe, escenario que no es actualmente el de la cuna de Bolívar, con todo y sus problemas.
La ayuda propuesta por Trump y sus aliados en este caso parece más producto de una preocupación por el reconocimiento de un gobierno paralelo y autoproclamado, que por el destino del pueblo venezolano.
En este contexto, las declaraciones del presidente López Obrador en su conferencia de prensa matutina del pasado viernes 8, en el sentido de no mezclar la ayuda humanitaria con los asuntos políticos, son una ratificación de la postura que la cancillería mexicana tiene sobre la delicada coyuntura en la que se encuentra Venezuela.
Noam Chomsky explica que las “ayudas humanitarias” esconden un acto agresivo
Resumen Latinoamericano / 10 de febrero de 2019
Para el filósofo Noam Chomsky, el concepto de ayuda humanitaria es casi todo un acto agresivo realizado por cualquier potencia que, desde el punto de vista del agresor es una ayuda humanitaria, pero no desde el punto de vista de las víctimas.
Según el también lingüista y politólogo, Estados Unidos (EE.UU.) lo reconoce públicamente y se entiende en el terreno del imperio tradicional. Así se desprende de un trabajo especial del portal de Cuba Debate.

Bombardeo a Serbia en 1999

Este se constituye como, el primer ejemplo de ayuda humanitaria.
En ese periodo las Fuerzas de Albania cometieron ataques terroristas en territorio serbio para provocar una respuesta de su Gobierno que le sirviera como justificación a la OTAN (alianza militar intergubernamental Organización del Tratado del Atlántico Norte ), para entrar al país, es decir, una intervención de EE.UU.
Las pérdidas estimadas fueron altas en ambos lados: dos mil víctimas. Cuando asumieron la invasión, el general estadounidense a cargo, Wesley Clark, le informó a Washington que el resultado del ataque de EE.UU. intensificaría las atrocidades, porque Serbia no era capaz de responder militarmente bombardeando a los EE.UU. Serbia respondió por tierra, expulsando de Kosovo a los albaneses terroristas, justo después del bombardeo norteamericano.
Pero la gran cobertura mediática fue la de Slobodan Milošević (expresidente serbio) llevado a la Corte Penal Internacional por una acusación sobre crímenes masivos, todos con una sola excepción, fue después del bombardeo que ejecutó Estados Unidos contra su población.
Todo lo narrado anteriormente fue una intervención humanitaria, apuntó Chomsky.

La intervención militar de Estados Unidos en Serbia provocó miles de muertes. (Foto: Archivo)

¿Son legales las intervenciones por ayudas humanitarias?

Con respecto a la legalidad de las intervenciones para llevar “ayuda humanitaria”, la Asamblea General de las Naciones Unidas, tiene una resolución sobre la responsabilidad de proteger, que dice explícitamente que no puede ejecutarse un acto no militar a menos que esté autorizado por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Se utiliza para asegurarse de que los gobiernos no repriman a sus propias poblaciones.
No obstante, el activista estadounidense explicó que hubo otra comisión, presidida por el exprimer ministro australiano Garreth Evans, que debatió sobre la “responsabilidad de proteger”, muy parecida a la versión de la ONU, pero con una diferencia, “que así el Consejo de Seguridad no esté de acuerdo en autorizar una intervención, agrupamientos regionales pueden intervenir a la fuerza por su cuenta, ¿qué agrupamiento regional es capaz de una intervención? Hay uno solo y se llama OTAN”.
La “responsabilidad de proteger” es legal porque la Asamblea General de la ONU lo autorizó, pero lo que rige actualmente es la versión autorizada de Evans, un buen ejemplo de cómo funciona una propaganda en un sistema poderoso, agrega Chomsky y  que además se puede ver en los medios de comunicación.

Otro ejemplo de ayuda humanitaria: El bombardeo a Libia en 2011

La intervención militar de Estados Unidos en Serbia provocó miles de muertes. Foto Archivo.
Una resolución de la ONU en 2011 hizo un llamado a la creación de una zona de exclusión aérea en Libia, a excepción de aquellos cuyos fines sean “humanitarios”, que pasó a términos diplomáticos para solucionar el problema, y que Muamar Gadafi aceptó, declarando un cese el fuego contra fuerzas opositoras a su Gobierno.
Finalmente Washington optó por apoyar una resolución mucho más amplia que la de la simple zona de exclusión aérea, y apostó por una ocupación militar del país.
“Reino Unido, Francia y Estados Unidos se convirtieron en la fuerza aérea de la oposición. Uno de sus ataques terminó sepultando a Gadafi y matando a 10 mil personas, dejó a Libia en lo que es hoy día, en manos de milicias”, rememoró  Noam Chomsky.
A partir de ese momento, hubo un gran flujo de yihadistas armados en Asia occidental y África occidental, lo que se convirtió en la fuente principal de terrorismo radical en el mundo“una consecuencia de la mal llamada intervención humanitaria en Libia”.

El poder de EE.UU. ahora, con Donald Trump como presidente

Por otra parte Chomsky también explicó que la sociedad debe repensar lo que significa el poder. Estados Unidos, a su parecer, sigue siendo supremo. Su poder es dañino, pero desde el punto de vista de la oligarquía, ese poder les da todo lo que piden, asevera el filósofo.
Además sólo en términos militares,  esta nación maneja el 25 por ciento de la economía mundial,  y también está mucho más avanzado en tecnología que el resto del mundo.
Agrega que pese a que la economía estadounidense haya estado en declive, sería un error pensar en que han perdido su dominio.
“La multinacionales estadounidenses son dueñas de la mitad del mundo, están integradas con el Estado, tienen todos los sectores: industria, venta, comercio, finanzas”.
Explica que desde su elección como presidente, no sólo es Trump quien representa el peligro, sino el liderazgo republicano completo, que niegan el fenómeno del calentamiento global, por mencionar apenas un problema.
“El partido republicano es una de las organizaciones más peligrosas en la historia de la humanidad, suena escandaloso, pero pensemos al respecto por un momento, Hitler no quería destruir el futuro de la existencia humana, nadie tenía la intención”, agregó que, no son personas ignorantes ni fundamentalistas religiosos, sino las mejores educadas y apoyadas del mundo, quienes ponen a la sociedad en peligro.
Según Chomsky, para finalizar aseveró que las políticas más peligrosas apenas se discuten, son amenazas existenciales que enfrentamos, esta generación tiene que decidir si la existencia humana continuará, no es un chiste, es el calentamiento global o una guerra nuclear y las acciones de Trump empeoran ambas. /BG
Venezuela. Luis Britto García: Están tratando de quebrar la voluntad de la gente con las peores medidas
Resumen Latinoamericano / 10 de febrero de 2019
Se está tratando de quebrar la voluntad de la gente con las peores medidas, robándose las reservas en el exterior, embargando los bienes del país, informó el escritor Luis Britto García.
Durante un programa Especial transmitido este sábado por Venezolana de Televisión, el escritor mencionó que esa acción  “está prohibida en la convención de la Organización de las Naciones Unidas sobre bienes de los Estados”.
Expresó que esas acciones las efectúan con la finalidad de crear escasez,  y que el pueblo deje de apoyar al gobierno “y sin embargo llevamos cuatro elecciones que el pueblo ha respaldado al bolivarianismo”.
Aseguró que los que quieren intervenir el país buscarán “eliminar a los pobres porque la riqueza de Venezuela no puede ser para ellos, sino para los invasores, saqueadores y destructores”.
El escritor, mencionó que el pueblo venezolano fundamentalmente quiere tener un futuro y trabaja para ello a través de la educación y el estudio. Además tiene un gran sentido de solidaridad con el prójimo.
Aseveró que en el país existe una democracia en el que se respeta la posición política de las personas.
Además resaltó que las personas pueden disentir del Gobierno y expresarlo en cualquier medio de comunicación libremente: “80% de los medios de Comunicación en el país son privados y opositores”.
Respecto de la xenofobia contra los venezolanos, comentó que en los años 50, de los 5 millones de habitantes en el país, 800 mil personas eran extranjeros y nunca hubo un episodio xenófobo, siempre hemos sido un país de inmigración.
Actualmente tenemos más de 5 millones 600 mil personas de un país vecino cuyo gobierno, no su pueblo, a veces han sido hostil.
Aseveró que ciertamente más de millón y medio de venezolanos han emigrado del país, “pero esa cifra no tiene parangón con toda la gente que ha inmigrado hacia Venezuela”.
El historiador expresó que el venezolano es sumamente laborioso y asume horarios de trabajo inconcebibles, “existe una serie de calumnias en contra del venezolano”.
“Pero los líderes de la oposición sienten esa distancia contra el pueblo venezolano y lo ven con desprecio, como si fueran terceros”, explicó.
En su libro El Verdadero Venezolano, el dramaturgo intenta dilucidar la verdad sobre la serie de difamaciones y atropellos contra los venezolanos.
“Cuando oprimes a alguien tienes que demostrar que tiene razón de oprimirlo y quienes dicen esas cosas son las personas de la clase dominante, de la oligarquía”, aseguró.
Resaltó que actualmente para aniquilar una víctima tienes que hacerlo intelectual y conceptualmente primero para no dejarla vivir, “esa es la premisa”.
Durante la entrevista, el ensayista certificó que Venezuela es el primer país en erradicar el analfabetismo en América Latina y donde 2 de cada 3 venezolanos están estudiando y 3 de cada 9 están cursando en educación Universitaria. /BG 
Fuente: VTV
Envío:RL

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