Los distintos escenarios de contagio y las categorías que se aplican
Coronavirus y desinformación: Cómo es el protocolo para los contactos estrechos de casos sospechosos
De acuerdo a miembros del comité de infectólogos expertos de Alberto Fernández, "no existe" la categoría de "contacto de contacto estrecho" a pesar de lo que algunos medios intentaron instalar. Resaltaron que en la posibilidad de contagio no solo pesa el grado de cotidianeidad con la persona infectada sino también la aproximación casual o infrecuente pero concreta.
Por Adrián Figueroa Díaz
Imagen: Bernardino Avila
El covid-19 positivo del intendente Martín Insaurralde , la posibilidad de que el ministro Daniel Arroyo hubiera sido contagiado por haber estado con él días antes, y el riesgo de que el virus también pudiera llegar al presidente Alberto Fernández desató una serie de especulaciones y desinformaciones sobre cuántos eslabones tiene la cadena de probables contagios entre los contactos estrechos, y cómo debe ser el protocolo en cada caso.
Por definición, contacto estrecho se denomina al individuo “que haya tomado contacto con un caso confirmado durante más de 15 minutos y rompiendo la distancia social obligatoria de 2 metros aunque tuviera barbijo”, según apuntó a Página/12 Eduardo López, uno de los infectólogos miembros del comité de expertos que asesora al gobierno nacional sobre la pandemia.
Según esta definición, que es la que indica la autoridad sanitaria, en la posibilidad de contagio no solo pesa el grado de cotidianeidad con la persona infectada sino también la aproximación casual o infrecuente pero concreta. Lo que debiera hacer la persona que haya tenido ese tipo de vinculación con un paciente hasta 48 horas antes del inicio de síntomas y, a la vez, descuidado los resguardos sanitarios, es cumplir con una etapa de aislamiento de 14 días.
“No es necesario un hisopado, porque este testeo es solo para las personas con síntomas. Mientras tanto, lo que la persona puede hacer son pruebas, como oler vinagre, café o alguna otra sustancia que ponga a prueba el olfato”, ya que la pérdida de ese sentido y el del gusto también son síntomas del covid-19, recomendó en diálogo con este diario Pedro Cahn, miembro también del comité asesor.
En caso de que, por las razones que fueren, al contacto estrecho sin síntomas se le haya hecho un hisopado de covid-19 y este diera negativo, no es una prueba categórica de ausencia del virus. “Lo que el primer test da es una fotografía del momento. Pero si la persona desarrolla síntomas a las 48 horas o más, hay que estudiarla nuevamente. Por eso es necesario el aislamiento”, indicó López.
El contacto de contacto estrecho, una categoría inexistente
Ahora bien, ¿qué ocurre con la persona que estuvo en contacto con un individuo que a su vez estuvo cerca de un infectado e incumpliendo las medidas preventivas? Es decir, lo que varios periodistas categorizaron como un contacto de un contacto estrecho. En principio, nada. “Básicamente, porque no existe la categoría de ‘contacto de contacto estrecho’. Se es o no se es contacto estrecho de una persona que contrajo el virus. Se estuvo o no se estuvo con un infectado. Y el que lo estuvo, corre los riesgos” y por eso hay que aplicarle los protocolos correspondientes: 14 días de aislamiento, definió Cahn.
¿Qué ocurre después, si el contacto estrecho presenta síntomas? La cosa cambia para todos los que estuvieron con él sin los resguardos necesarios: pasan a ser contactos estrechos y factibles de estar contagiados. En términos gráficos, todos se corren un casillero. Y en este caso, deben cumplir con el aislamiento de 14 días a la espera de que desarrolle un síntoma para ser testeado.
El contagio puede ocurrir a pesar del barbijo, en ciertas condiciones
Tal como las autoridades sanitarias lo informaron desde antes de la cuarentena decretada a mediados de marzo pasado, el tema del barbijo sigue siendo una cuestión relativa. “Desde ya que ayuda a prevenir, pero no impide la infección”, puntualizó López. “Está dentro del paquete de prevención, como lo es el lavado de manos o el uso de alcohol en gel, pero el mecanismo más efectivo, lo fundamental, es el distanciamiento social”, insitió Cahn.
Pero para que una persona que estuvo en contacto estrecho con un infectado pueda contagiarse a pesar de tener puesto un barbijo, también deben darse otras condiciones además de la falta de distanciamiento. Dos de ellas son: “El tipo de ambiente, si estuvo cerrado o abierto, y la persistencia en el tiempo de la ruptura del distanciamiento, porque no es lo mismo estar con un infectado durante 10 minutos o 30”, señaló López.
A estas dos se le suma una tercera, que es clave: la carga viral del denominado caso cero. “Cuando al caso índice se le hace el RT-PCR, uno ve cuántos ciclos tiene el virus. A menor cantidad, mucha carga viral; es decir, muchos virus. A mayor carga, pocos virus”, detalló López.
“Si da por encima de 40 –añadió-, se lo considera negativo, es decir prácticamente no infectante. Esto tiene que ver con cómo se reproduce el virus y cuánto hace el organismo para rechazarlo. Algunos especialistas reducen esa carga a 35 o 36.”
Lo que hay que saber es que el virus se transmite por cuatro acciones: respirar, hablar, toser o estornudar, que son las cuatro formas con mayor capacidad contagiante que el organismo tiene para eliminar el virus. De todas, toser y estornudar son las acciones más expansivas. Por eso hay que recordar lo importante que es mantener el distanciamiento social de 2 metros y utilizar tapabocas y demás elementos del paquete de prevención. Lo mismo que lavarse las manos, usar desinfectantes como alcohol en gel para las manos y lavandina para los objetos.
Lo que también hay que saber para definir las categorías de contactos estrechos y los protocolos a seguir es lo que los especialistas informaron desde un principio. Lo demás son especulaciones.
“Estamos en un momento en que todo el mundo está sensibilizado y por eso hay que ser muy cuidadosos con el manejo de la información”, recomendó Pedro Cahn. “No producir rumores porque se genera un clima que no ayuda. Bastante tenemos con el tema del distanciamiento social, que es una medida absolutamente necesaria, como para agregarle angustia a ese esfuerzo de la sociedad”, concluyó.
14 de junio de 2020
Para entender qué significa el cupón atado a la evolución de las exportaciones del agro
Cada vez más cerca de arreglar el desastre financiero que dejó Macri
El equipo económico presentará un ajuste de la oferta de canje de bonos en default virtual. Si se concreta el acuerdo, ambas partes habrán cedido la mitad cada uno para alcanzar un punto intermedio y cerrar este capítulo de crisis de la deuda.
Por Federico Kucher
Martín Guzmán, ministro de Economía.
Imagen: Télam
Imagen: Télam
La fecha de cierre de la reestructuración de la deuda volvió a prorrogarse el pasado viernes. El Gobierno diseñó una nueva propuesta mejorando la oferta inicial y los acreedores tendrán en las próximas semanas que decidir si aceptan o no la nueva versión del contrato.
El resumen de la negociación en los últimos meses puede hacerse de la siguiente manera: el equipo económico quiso firmar una reestructuración de la deuda con valor de recupero del 40 por ciento, los bonistas querían un piso del 60 y, entonces, no hubo acuerdo.
La segunda oferta llega con predisposición de ambos lados para ceder 10 puntos respecto de las expectativas iniciales y acercarse a un canje con valor de recupero de 50 por ciento. El trato no se encuentra firmado pero la suba de los bonos de más del 40 por ciento en el último mes y medio da un indicio de la Gelstat (percepción) del mercado.
La novedad es que el Gobierno evaluó entre los endulzantes para los bonistas un instrumento vinculado al resultado de las exportaciones. Es un mecanismo interesante que permite mejorar el valor de recupero en el caso que el país aumente su capacidad de repago.
La idea del cupón exportador se explicó en este suplemento hace algunas semanas y vale la pena repasar esa herramienta financiera.
El Estado se compromete a desembolsar en el futuro nuevos pagos de deuda en el caso que se cumplan ciertas condiciones en materia de exportaciones y, por tanto, de ingreso de dólares a la economía local. En otras palabras: se paga más si hay con qué hacerlo.
La modalidad es similar a la del cupón PIB pero reconociendo los problemas estructurales con los que se enfrenta de manera repetida la economía argentina. El planteo es que pagar más deuda cuando la actividad mejora puede ser contraproducente. El crecimiento económico implica un incremento de importaciones para comprar insumos que permiten abastecer a las industrias. El país necesita más divisas en la medida que crece. Por ello el compromiso de usar los dólares con los bonistas para gatillar el cupón PIB termina generando un cortocircuito en el mercado interno.
La estrategia de atar pagos futuros de deuda a un mejor resultado de las exportaciones resulta un salto de calidad en la estrategia de reestructuración. No se trata de un experimento argentino sino que existen casos de uso de instrumentos similares en el mundo.
En la jerga financiera tienen el nombre de vrr (value recovery rigths) y se usan para incrementar el atractivo de una negociación apostando a la evolución futura de alguna variable. Por ejemplo en países productores de crudo como México se usaron para vincular desembolsos de la deuda con el resultado de las exportaciones de petróleo.
El paso apropiado para el caso argentino parece ser ofrecer un "vrr" atado a los rendimientos del complejo agropecuario (comprometiendo pagos si mejoran las ventas externas de soja o de cereales). En este escenario puede pensarse que el Gobierno cedió 10 puntos en la expectativa inicial de valor de recupero y agregó como premio el cupón exportador.
Los bonistas habrán cedido 10 puntos de sus expectativas iniciales y se quedarán con el premio si las exportaciones argentinas repuntan. ¿Es un trato justo? La expropiación de Vicentin se pensó esta semana como un elemento distorsivo para la negociación de la deuda. Pero puede pensarse exactamente de la forma contraria. Como ese apretón de manos que marca el cierre de un acuerdo.
El Estado mejoró la oferta entregando a los privados más de lo que se pretendía en un comienzo. Pero recibe a cambio el control de uno de los jugadores del sector agropecuario. Puesto de otra forma: es la contraparte del cupón exportador. Los inversores y el sector público terminan en un trato que intenta ser equitativo y que tiene intención de coordinar incentivos.
El ministro de Salud afirmó que se están tomando todas las medidas evitar más contagios
Ginés González García no descarta el regreso "a fases anteriores de aislamiento"
González García admitió que "tal vez habría que haber empezado un poco antes con el rastreo".
Imagen: NA
Imagen: NA
El ministro de Salud, Ginés González García, afirmó hoy que no se descarta "volver a fases anteriores del aislamiento" en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), al tiempo que reconoció "que la gente está cansada" por la cuarentena pero pidió "no tirar por la borda el trabajo realizado".
El funcionario nacional mostró su preocupación por el crecimiento de la curva de contagios de coronavirus en el AMBA y la "explosión de casos" en lugares como Formosa y Necochea, y reconoció que "tal vez habría que haber empezado un poco antes con el rastreo", aunque remarcó: "Aprendemos de nuestros errores y de los errores de los demás".
Durante una conferencia de prensa virtual con la Red Argentina de Periodismo Científico, el ministro sostuvo que "el problema más grande hoy ocurre en el AMBA" y agregó: "Estamos preocupados y tomando todas las medidas para evitar más contagios".
Subrayó que "es por eso que no descartamos volver a fases anteriores del aislamiento. Siempre dijimos que si había que retroceder lo íbamos a hacer. Y por eso hay que ser hoy muy cuidadosos. Lo que no hagamos hoy se paga dentro de 14 días".
Al respecto, señaló: "Todo el esfuerzo que hicimos en cuarentena se puede dilapidar en pocos días. Yo sé que la gente está cansada. Llevamos más de 80 días de aislamiento y yo también estoy cansado, pero no debemos tirar por la borda el trabajo realizado e hipotecar nuestro futuro".
Por otra parte, el funcionario indicó que frente a la pandemia de Covid-19 "no hay libreto ni libretista" y que "pocas veces se vio tal fragilidad científica", tras lo cual realizó una evaluación sobre las cosas que podrían haberse hecho mejor.
"Quizás nos concentramos mucho en los insumos y descuidamos un poco organizar el rastreo. Lo que pasa es que al principio no había evidencias de circulación comunitaria. Tal vez habría que haber empezado un poco antes", reconoció. No obstante, puso de relieve la preparación que se llevó a cabo durante estos meses y aseguró que "lo que pasó en el sistema de salud en estos 100 días es extraordinario", al tiempo que resaltó que está "orgulloso de cómo está funcionando coordinadamente en todas las jurisdicciones".
"Ojalá que no hagamos de esto una cuestión político- partidaria, porque eso sería horrible. La gran ventaja que tuvo la Argentina no fue solo la oportunidad con la que actuó, sino la unidad. En un país federal, difícil", agregó.
González García afirmó que "las condiciones actuales del aislamiento y de las medidas a adoptar por los países, son las que determina la evolución de la pandemia" y remarcó que el Gobierno actuó "desde el principio sin ninguna especulación política, trabajando sin límites geográficos, jurisdicciones o políticas sanitarias aisladas".
Fuente:Pagina12
Vicentín: las maniobras en Paraguay y Uruguay para lavar activos
La sede de la cerealera en el país guaraní tiene sólo 10 empleados y sin embargo es el segundo exportador de ese país. La sospecha sobre operaciones de triangulación para evadir impuestos. Cuál es el plan estratégico del gobierno que busca poner un pie en un sector clave.
(Foto: Télam)
Por Gimena Fuertes - @gimenafuertes
14 de Junio de 2020
No es solidaridad ni prejuicio ideológico. Es susto. La reacción de las empresas vinculadas al agronegocio se hizo sentir tras el anuncio de la intervención de Vicentin. No lo quieren al Estado husmeando en las actividades del sector agroexportador. Pero, desde el gobierno repiten que no hay vuelta atrás. Ahora las negociaciones se centran en qué forma legal tomará la expropiación de la cerealera que intervendrá en el mercado de cambios y en el de granos como un testigo incómodo para sus competidores que, cartelizados, manejaban los precios de los alimentos e intervenían en el precio de dólar. En tanto, el gobierno pretende incorporar al capital privado pyme y cooperativo, también acreedor y víctima de Sergio Nardelli y Sergio Vicentin.
El viernes por la noche, Nardelli, exdirectivo de Vicentin, en reunión con el ministro de Desarrollo Matías Kulfas, el interventor de la firma, Gabriel Delgado y el titular de YPF Guillermo Nielsen, insistió con la misma propuesta que le había llevado a Alberto Fernández a Olivos el miércoles y que el presidente había considerado inaceptable. Las tres propuestas de compra que había acercado Vicentin por parte de empresas extranjeras (Cargill, Dreyfus y Glencore) implicaban una pérdida de capital por parte de banca pública, la extranjerización del sector y la cesión del control empresarial. Si bien se dejó la puerta abierta para seguir conversando, la intervención ya comenzó a gestionar la compañía.
Ahora comenzó la etapa de revisión de los papeles de la empresa y del resto del grupo. Delgado, hombre al que Fernández le confió la tarea por sus conocimientos en el sector agrícola, mirará la documentación. El objetivo también es recuperar el prestigio perdido por la administración anterior. Desde el gobierno aseguran que Nardelli se comprometió a mostrar toda la documentación a Delgado. Según pudo saber Tiempo, el objetivo de la intervención es ir a fondo en la investigación sobre el fraude en Argentina, Paraguay, Uruguay, Panamá y Europa. Se teme que haya existido una derivación de fondos al exterior luego del pedido de dinero a la banca pública y una estafa a otros productores.
Es que Vicentin no paró de expandirse durante los años de la gestión macrista ya que fue beneficiaria directa de las políticas agroexportadorasy de liberación cambiaria. “No hay explicación sino triangulación” aseguró a Tiempo Claudio Lozano, director del Banco Nación y primer denunciante en la Justicia del desfalco.
Fraude y evasión
La Unidad de Investigación Financiera (UIF) se presentó como querellante en el expediente que en Comodoro Py tramita el juez federal Julián Ercolini, para evaluar si la empresa realizó una "fraudulenta cesación de pagos" en el país a la vez que habría efectuado "complejas maniobras de lavado de activos" con importantes giros de dinero al exterior. Además de los exdueños de la cerealera, quedaron involucrados en la causa el ex mandatario Mauricio Macri, al ex presidente del Banco Central, Guido Sandleris, y el extitular del Banco Nación, Javier González Fraga.
Según fuentes del caso, la empresa implementó dos tipos de triangulación, una con Paraguay y otra con Uruguay. Vicentin Paraguay tiene menos de una decena empleados, no tiene planta productora, pero es el segundo exportador de granos de Paraguay. Se estima que son 200 millones de dólares los evadidos gracias a la exportación de granos argentinos por la subsidiaria paraguaya, los que no pagan retenciones ni abultan las utilidades de la empresa en Argentina.
En cambio, en la operatoria con Uruguay, la cosa es distinta. La producción argentina sale hacia el país oriental y de allí al mundo, pero hay un proceso de facturación en el medio, aunque no se declare en Argentina. Por lo menos a través de Uruguay existe una declaración de exportaciones desde Argentina. En cambio, en Paraguay es todo en negro.
El Estado, testigo incómodo y pieza clave.
Según fuentes del sector, todas las cerealeras grandes hacen este tipo de maniobras. Al tener una empresa que opera en el mismo sector, pero con una mirada pública, será más fácil controlar a Cargill, la Louis Dreyfus Company, todas competidoras de Vicentin. La empresa estatal se podría convertir así en una de las grandes jugadoras del sector y a la vez en una herramienta de fiscalización que permita blanquear operatorias ocultas en el comercio de granos.
También la compañía estatal puede ser fuente de ingreso de divisas, incluso garantizar cantidades muy superiores a la que ingresaba hasta el momento, ya que la UIF también detectó fondos offshore.
Vicentin SAIC le debe al Estado, a través de la banca pública, unos 400 millones de dólares, de los cuales 300 son al Banco Nación y fueron otorgados bajo la firma del exdirectivo Javier González Fraga, ahora imputado en la justicia. A su vez, la empresa le debe a la Afip por lo menos 9500 millones de pesos, según se estableció en el marco del concurso de acreedores para establecer todas las deudas y maniobras de la firma.
Además, esta compañía también les debe otros 300 millones de dólares a proveedores y acopiadores rurales, que siempre vieron al gigante agrícola abusar de su posición dominante. Por eso ahora el gobierno maneja una hipótesis de gerenciamiento mixto que incorpore al capital privado y empodere a los sectores productivos medianos y chicos. El objetivo es mejorar y transparentar la relación entre las grandes cerealeras, que hacían abuso de posición dominante y les fijaban precios por debajo del valor que les correspondía. Es una forma también de obligar a los demás competidores a bajar los precios y regular los procesos comerciales y productivos. También se proyecta la creación de una empresa pública de producción de alimentos, un segundo paso en la cadena de valor, para dejar atrás la mera exportación de granos y pasar a un proceso de mayor industrialización.
La centralidad del acceso a los alimentos había sido una promesa de campaña del Frente de Todos. Ya en un escenario pre pandemia se había lanzado el plan Argentina contra el Hambre, bajo la tutela del ahora ministro de Desarrollo Daniel Arroyo, quien palpó de cerca los efectos de la cartelización de las empresas agroalimenticias cuando su ministerio tuvo que salir a comprar mercadería de urgencia para abastecer a los comedores durante la cuarentena. Con esta movida, el gobierno puso un pie en el sector estratégico del comercio exterior para generar así una forma genuina de conseguir dólares y financiar el gasto estatal en una etapa post pandemia. Movió la dama.
Los contagios se disparan en el Conurbano y piden que la Ciudad restrinja actividades
El crecimiento de contagios en el Área Metropolitana es hoy mayor en los 40 municipios bonaerenses que rodean a la Capital: allí la duplicación de casos ya se da cada 12,9 días. Una tasa que remite a la fase 2 del aislamiento.
(Foto: Xinhua)
Por Javier Borelli - @javiborelli
14 de Junio de 2020
“En la Provincia está habiendo un aumento considerable de contagios y el escenario que prevemos es complejo. Trabajamos en proyecciones que hoy nos dicen que en 40 días podría estar colapsando el sistema de salud. Por eso, desde un punto de vista sanitario, nuestra recomendación es incrementar el aislamiento: restringir salidas y actividades”. Quien analiza el escenario es Leticia Ceriani, la responsable de monitorear la situación epidemiológica en la Provincia de Buenos Aires. Las estadísticas le dan la razón a la subsecretaria de Gestión de la Información, Educación Permanente y Fiscalización de la cartera sanitaria. Los casos positivos por coronavirus en los 40 municipios del Conurbano se duplican cada 12,8 días, un número compatible con la fase 2 del aislamiento social preventivo y obligatorio. Y si bien esa región no flexibilizó los permisos en las últimas tres semanas, la movilidad de la población aumentó y con ella el nivel de contagios.
“Para volver a fase 2 hay que pensar el AMBA como un todo. De poco sirve que en el Conurbano restrinjamos absolutamente las salidas si la movilidad aumenta al lado. Es muy difícil que a la larga no genere contagios en la provincia”, añade Ceriani. “Nosotros estamos indagando dónde se contagia la gente y vemos que donde más están creciendo los casos es en los municipios donde más contacto hay con la Ciudad. Pero no sería lógico atribuirle la responsabilidad a eso solo. La única relación clara que vemos es que cuando hay más movilidad, aumentan los contagios”, sostiene.
“En números globales estamos en un momento de muchos casos diarios. Hubo un salto en los últimos días que tiene que ver con la mayor capacidad de detección y la permanencia de la enfermedad en el territorio de la Ciudad”, reconoce el viceministro de Salud porteño, Daniel Ferrante. Sin embargo, trata de imprimir cautela. “Tenemos que ir viendo qué nos marca el R0, que es el índice que te dice a cuántas personas contagia cada caso positivo. Habíamos arrancado arriba de dos y fuimos bajando. Pero todavía estamos arriba de uno, así que cada caso contagia más personas de las que quisiéramos”.
En línea con el planteo de Ferrante, el ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós, dedicó un tiempo largo de su conferencia de prensa del viernes a detallar la evolución del virus en los distintos barrios de la Capital a través de dos variables: el R0 y los días de duplicación de casos. Allí destacó que el nivel de contagio bajó en abril por efecto de la cuarentena estricta (fase 1), pero subió con la detección de casos en instituciones cerradas y barrios populares. Claro que allí donde los nuevos casos crecen abruptamente, luego son los primeros en caer.
Hoy se da la paradoja de que el Barrio Padre Mugica (Villa 31) tiene un R0 de 0,6 y proyecta una duplicación de casos cada 83 días. Mientras que Balvanera, un barrio no considerado “vulnerable” y donde se inplementó el operativo Detectar la última semana, tiene un R0 de 1,4 y una proyección de duplicación cada 10 días. Esto es una situación aún peor a la del Conurbano. “Por eso hay que ir mirando el serrucho que dibuja la curva de casos diarios y no dejarse llevar por un solo día”, añade Ferrante.
El foco en el Conurbano
“El foco de atención más importante hoy lo tenemos puesto en el Conurbano”, aseguran a Tiempo desde el área de epidemiología del Ministerio de Salud de la Nación. Desde allí se monitorea la situación de todos los distritos del país y se generan las estadísticas utilizadas para la toma de decisiones en políticas públicas. Allí se ideó, por ejemplo, el plan Detectar, dedicado a la búsqueda activa de casos con el fin de cortar la cadena de contagios. Comenzó en los barrios populares de la Ciudad y hoy se usa en Provincia de Buenos Aires, Chaco, Río Negro y fuera de los asentamientos más vulnerables.
Desde Nación también identifican al AMBA como un distrito que debe pensarse en su conjunto por el elevado nivel de movilidad que tiene su población entre jurisdicciones. Por eso, un primer nivel de análisis muestra la diferencia entre el Área Metropolitana y el resto del país. Mientras que el virus tarda 15,7 días en duplicar la cantidad de contagiados en el AMBA, en el resto del país eso sucede cada 28,5 días.
Una lupa con mayor nivel de detalle muestra que la Ciudad, que hasta la semana pasada era la zona con mayor crecimiento de infecciones, hoy duplica cada 19 días. Mientras que en los 40 municipios del Conurbano la duplicación se da cada 12,9 días. El correlato se observa en la tasa de positividad diaria. Según detalló Carla Vizzotti, de cada 100 tests realizados el último día en cada jurisdicción, 29 fueron positivos en la Ciudad y 39 en la Provincia.
La situación no sorprende al gobierno bonaerense y por eso, el titular del Ejecutivo provincial, Axel Kicillof, siempre se manifestó más reacio a las flexibilizaciones que su par porteño Horacio Rodriguez Larreta. Tan alta es la circulación entre ambos distritos que la expansión del virus inevitablemente iba a correr de un lado al otro de la General Paz. Y allí el escenario parece más complejo de de controlar.
Entre los 40 municipios que rodean la Capital viven más de 13 millones de personas, el cuádruple de los que residen en territorio porteño. El Conurbano también cuenta con unos 1100 barrios populares, mientras que la Ciudad tiene sólo 29 villas. Y algo más sensible aún: en esos distritos bonaerenses se acumulaba, a fines del año pasado, el 54% de los hogares pobres y el 64% de los indigentes de todo el país. Datos que seguro se incrementaron producto de la crisis económica generada por la pandemia. Por si fuera poco, la respuesta estatal en la Provincia debe articular el trabajo de municipios conducidos por distintas fuerzas políticas.
“Entre los últimos casos detectados estamos teniendo muchos casos leves, que podrían pasar desapercibidos porque no estamos acostumbrados a ir al médico ante un dolor de garganta. Más bien nos movemos con la noción de 'seguir produciendo' y entonces nos bancamos un resfrío. Por eso pasamos de una vigilancia pasiva a una activa. Ha bajado la percepción del riesgo y eso es un problema”, concluye Ceriani.
Fuente:TiempoArgentino





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