2 de agosto de 2020

TROPEL 4 del 02.08.2020.

02 de agosto de 2020
El proyecto de producción de carne porcina para exportar a China 
Un debate sobre las granjas de cerdos: economía, salud y ambiente 
Ecologistas, productores, funcionarios y especialistas analizan la polémica. ¿Es una oportunidad de desarrollo o una falsa solución? ¿Hay que elegir entre economía y ecología?
Por María Daniela Yaccar
Imagen: Verónica Bellomo
Cerdos o no cerdos, ésa es la cuestión. El lunes 6 de julio un comunicado de Cancillería informó sobre un constructivo encuentro entre Felipe Solá y el ministro de Comercio de la República Popular China, Zhong Shan, en torno al avance de un proyecto de producción de carne porcina en estas tierras para su exportación al gigante asiático. De concretarse implicaría una duplicación de la producción del país durante los próximos cinco años. La noticia despertó un acalorado debate en el que se ponen en juego múltiples cuestiones: ¿Oportunidad o falsa solución? ¿La economía por sobre la salud y el ambiente? ¿Hay otra alternativa para una Argentina endeudada y su salida de la pandemia? ¿Se puede encarar un proyecto así sin daños sobre cuerpos y territorios? ¿En qué lugar quedaría ubicado el país en el mapa geopolítico mundial? ¿Se viene una nueva pandemia?
Demasiadas y ásperas las preguntas que dispara un proyecto que se encuentra en etapa de análisis y negociación entre ambos países. No se conocen demasiados datos concretos y todos los que opinan aclaran esto. Hay disconformidad con la poca información que transmite el Gobierno al respecto. Lo que circula es que se instalarían algo así como 25 granjas en el territorio nacional, que la inversión sería en dos o tres años de alrededor de 3.500 millones de dólares, que se trata de producir a cinco años unas 900 mil toneladas adicionales. Actualmente se producen alrededor de 700 mil.

Luego de que saliera a la luz el comunicado de Cancillería --al principio con una cifra de otra magnitud, por "error involuntario": 9 millones en lugar de 900 mil--, un numeroso grupo de intelectuales, científicos, artistas y organizaciones sociales encendió la alarma. “No queremos transformarnos en una factoría de cerdos para China ni en una fábrica de nuevas pandemias”, se titula un documento que emitieron. La periodista Soledad Barruti es una de las caras visibles del reclamo. Explicó los alcances de la iniciativa con didácticos videos en sus redes. Hubo un twitazo masivo con la consigna “Basta de falsas soluciones”. Los detractores del proyecto apuntan directamente al modelo agroindustrial por “cruel e insustentable” y pidieron una audiencia con Solá, que se concretará, según pudo saber Página/12, a comienzos de la semana próxima.

“Desde el comienzo buscamos trasmitir un mensaje de que estamos ante una problemática compleja, con muchas capas: un modelo de agroindustria social y ambientalmente insustentable (gran escala, alto consumo de agua, contaminación de agua y suelos, olores nauseabundos, afectación de la calidad de vida, impactos sobre la salud de los trabajadores y la población aledaña); un modelo que tiene altos riesgos sanitarios (los virus zoonóticos y su alta contagiosidad, agravado en tiempos de pandemia); un modelo en clave de explotación animal (exacerbado por la crueldad y la gran escala), entre otros”, sintetiza la socióloga e investigadora del Conicet Maristella Svampa.
También hay detractores de los detractores: fueron acusados de oponerse a todo, de no considerar una posibilidad de desarrollo, de "ambientalistas falopas", hasta de hacerle el juego a Estados Unidos en su puja con China, de no proponer alternativas. Se abrió una dicotomía, resumida en general como ecología vs. economía, ambientalismo vs. desarrollo. Aunque incluso los productores porcinos que ven el proyecto con buenos ojos dicen que deberían conocer mejor las condiciones para poder opinar sobre cuán beneficioso podría ser: temen que haya riesgos para la producción local. En líneas generales, quienes defienden la instalación de las megagranjas ponderan: la inversión, la generación de empleo –se habilitarían por lo menos 9500 nuevos puestos de trabajo--, el valor agregado a productos primarios como el maíz.

Los más optimistas sostienen que la Argentina –que actualmente exporta cerdo en cantidades menores y hasta hace poco, incluso, lo importaba de Brasil y Dinamarca--podría comenzar a ocupar una buena posición mundial. Se trata, en síntesis, de pasar de venderle a China la soja que alimenta animales a venderle carne congelada que vale diez veces más. Lo que sigue a continuación es un intento por recorrer las principales aristas de un debate actual, rico, necesario que va al corazón del modelo productivo argentino.

¿Por qué China instala megagranjas en otros países?

Una de las principales críticas de los intelectuales, científicos y movimientos sociales está en el origen mismo del proyecto. ¿Por qué China instala megagranjas en otros países? La explicación, en el medio de una pandemia de origen zoonótico, no puede no asustar. Dos años atrás China sufrió un brote de Peste Porcina Africana (PPA). Para evitar su propagación fueron sacrificados entre 180 y 250 millones de cerdos, lo que implicó una disminución de su producción entre un 20 y un 50 por ciento. De este modo busca garantizar a su población el consumo de carne de cerdo.
De acuerdo a la revista científica PNAS la gripe porcina tiene potencial pandémico. Su peligrosidad también fue advertida por la Organización Mundial de la Salud. El documento de intelectuales y científicos advierte que podría mutar y resultar infecciosa para los seres humanos. “China está buscando externalizar los riesgos. ¿Por qué pagaría más caro el cerdo de acá en más? ¿Por generosidad empresarial? Busca alejar los focos de infección. El Gobierno se cansó de decir que la prioridad era la salud frente a la economía. La naturaleza de este proyecto tiene que ver con la pandemia. Pero es como si no hubiera pasado nada”, expresa a este medio Guillermo Folguera, biólogo e investigador del Conicet.
Al calor del debate ocurrió que en Brasil hubo una alerta por una nueva cepa de gripe porcina con potencial pandémico . Los dos productores consultados para esta nota relativizaron este riesgo. Juan Uccelli, consultor del sector y expresidente de la Asociación de Productores de Cerdos, dice que “no se le puede poner a todo la palabra ‘pandemia’, que genera pánico”. “Lo que pasó en Brasil fue un caso de una chica que ni saben cómo se contagió, tuvo un resfrío leve… de eso a decir que va a haber una pandemia es dislocado. Cuando usan palabras de miedo generan una desconfianza en un montón de gente que puede perjudicar a la producción, que está haciendo bien las cosas y cumpliendo con condiciones”, añade.

Por su parte, el presidente de la Unión de Producciones Regionales Intensivas y de la Asociación de Pequeños y Medianos Productores Porcinos de la provincia de Buenos Aires, Alejandro Lamacchia, sugiere que hay una “campaña” contra la instalación de las granjas y que las afirmaciones de intelectuales y científicos son “completamente ideológicas”. “La peste porcina viene del jabalí silvestre. Ataca a los animales, no al ser humano. No fue producto de aglutinar animales. En San Luis tenemos manadas de jabalíes sueltos, pero no tenemos descontrol como en otros países. Tenemos tierra suficiente. Estamos lejos de los virus”, sugiere. Enrique Martínez, coordinador del Instituto para la Promoción Popular y exdirector del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), opina que la idea de una nueva posible pandemia apunta a “deteriorar la imagen china” y responde a “usinas multinacionales”: “Me parece que Estados Unidos está detrás de esto”.

¿Qué riesgos implica el proyecto?

Aunque no es la dimensión más "común", Martínez dice que ya existen granjas de esta magnitud en la Argentina, “lo suficientemente tecnificadas como para que no haya riesgo sanitario”. “Decir que no podemos hacer este proyecto sería como decir que no podemos producir ganado vacuno porque te puede correr un toro y clavarte los cuernos. Ningún país compraría carne con dudas bromatológicas. Si los chinos promueven una industria acá es para que les vendamos sano”, explica. “La Argentina siempre ha tenido muchas objeciones sanitarias respecto de la producción de cerdos, tiene una historia de producción de cerdo en basurales, pero forma parte del pasado. Se está a punto de concretar un proyecto que convalida una modernización general de la industria, que siempre hemos reclamado. El riesgo no es el que se está objetando, sino que quede a cargo de dos o tres corporaciones”. Los productores, por su parte, afirman que Argentina tiene “uno de los mejores estatus sanitarios” del mundo y se amparan en la “bioseguridad”.
“China elige a Argentina dado que nuestro país presenta excelentes estándares sanitarios”, coincide el sociólogo Daniel Schteingart. Es el director del Centro de Estudios para la Producción, dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo. También el autor, en Twitter, del concepto de “ambientalismo falopa” –un cuestionamiento a los “enfoques que se oponen a todo lo que sea ‘desarrollo’”--, por el cual pidió después disculpas. “Las granjas están integradas --todo el proceso productivo se desarrolla ahí-- de modo que si existiera un problema en una de ellas la posibilidad de contagio a otras es muy bajo.” Según él, países con producción porcina superior a la nacional y con "buenos estándares ambientales" no han tenido problemas con esta actividad, como Dinamarca o Alemania.
En cambio, Silvia Vázquez, directora de Asuntos Ambientales de Cancillería y presidenta del Partido Verde --quien aclara que el proyecto todavía no pasó por su área--, advierte sobre los riesgos para el ecosistema y la salud. Vale la pena prestar atención a la experiencia española, donde también hay granjas chinas. Se organizó un “gran levantamiento popular” con los médicos a la cabeza, quienes alertaron sobre el impacto en la salud de los trabajadores de los establecimientos. También hubo consecuencias económicas: “El negocio quedó concentrado en pocas manos, los pequeños y medianos productores comenzaron a verse afectados, a ser absorbidos por las macrogranjas que se convirtieron en fijadores de precios”. “Así como nos ha servido mirar afuera en esta pandemia para estar armados para afrontar la situación, creo que es importante tomar de ejemplo el caso español”, propone.
Folguera agrega que los controles del Estado “son muy malos”, no “porque no se cumplan”, sino porque no son “protectores de la naturaleza y los cuerpos”. Prorizan “el negocio empresarial por sobre la salud”. “Aun cuando se mejoren esas normas y se cumplan me impresiona la no consideración de los riesgos. Se amparan en el progreso y la producción como garantía del bienestar colectivo. Estos chanchos van a estar al lado de la gente pobre. ¿Quién quiere vivir al lado de un chiquero?”, se pregunta.

Ingesta de carne y maltrato animal

“Capaz esto es porque no les gusta la carne”, sugiere Lamacchia. Esta semana hubo un debate organizado por la ONG Eco House del que participaron él y Folguera, entre otrxs, y el científico le respondió que había comido cerdo al mediodía. “Con este tipo de discusiones se arman muñecos de paja. Inventan un personaje: del otro lado hay veganos que simplemente no quieren comer carne. Hay una construcción, una persona de clase media urbana que no quiere comer chancho”, responde Folguera. “Los cubanos, con su medicina avanzada, sostienen que a los niños que tienen problemas intelectuales les recetan carne de cerdo. El problema de estas opiniones es que las puede escuchar un niño e influir en su comportamiento alimenticio. Son cosas riesgosas, el ser humano necesita proteína animal para desarrollarse”, desliza el productor.
En uno de sus videos, Barruti afirmó que las megagranjas porcinas son infiernos. “Hablan de las torturas en los criaderos; es falso. También dicen que se utilizan antibióticos en forma crónica. Son todas medias verdades. Se usan pero los receta el veterinario del establecimiento. Todo estimulante de crecimiento está prohibido en la Argentina. En los corrales los cerdos tienen juguetes. Cada animal tiene una cantidad de metros cuadrados libres por corral para que el ambiente sea amigable. Se desconoce la producción y se habla en desmedro de la misma”, plantea Lamacchia.

Soluciones y perjuicios

Fuentes de Cancillería destacaron del posible acuerdo el ingreso de divisas, el mejoramiento de los términos del intercambio con China, el desarrollo en zonas postergadas del país para evitar un hacinamiento en el Gran Buenos Aires y grandes centros urbanos, el crecimiento de empleos directos e indirectos, la desojización (“se necesitarían más tierras para cultivar maíz para alimentar a los chanchos"), el beneficio para los productores en relación con la mayor disponibilidad de tecnología. No hubo funcionarios involucrados en el proyecto dispuestos a participar con nombre y apellido en este debate. Tampoco respondió a la consulta el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, quien había manifestado: "este acuerdo nos pone en alerta".
“Quiero generar valor agregado para producir dólares para los argentinos. Comparo la pandemia con las últimas dos guerras mundiales: Argentina tuvo un crecimiento muy importante gracias a la producción y venta de alimentos. Esta es una opción genial para crecer como país y dejar de ser una buena idea. Si no, podemos seguir exportando soja y dependiendo de ella”, opina Uccelli. Lamacchia cree que al sector no le cambiaría la ecuación económica, pero sí pondera la “oportunidad” para el país. “Esta alianza estratégica permitirá un crecimiento rápido en una situación de postpandemia, generando un número importante de fuentes de trabajo. Está la posibilidad de proyectos asociativos porcinos y agropecuarios.”
Los firmantes del documento no son para nada optimistas con que esta jugada ayude a  solucionar el tema de la pobreza. Dice Svampa: “Las élites políticas y económicas argentinas siguen sosteniendo una visión eldoradista. Siguen dispuestas a pagar costos altísimos con tal de sostener una ilusión de crecimiento aceleradoNo les importa sacrificar territorios ni mirar a mediano plazo las consecuencias sociales y ambientales. Así como Vaca Muerta era la solución a los problemas del país, ahora quieren presentar las granjas de cerdos a gran escala como la nueva solución mágica en tiempos de pandemia. La asociación con China tiene todos los elementos para transformarse en un enclave de exportación que beneficiará a los sectores más concentrados. Ya ocurre en México, Chile, España. Viendo lo que sucede aquí, con la muy mala experiencia que tenemos con el extractivismo minero, el fracking y el modelo sojero, no veo por qué debería ser optimista”.
“Lo que veo en estas políticas --dice Folguera-- es un espantoso presentismo. Vivir el presente. Reventar los territorios para obtener los dólares que necesitan y no proyectar en ningún caso ni a mediano plazo la forma de vida de las comunidades. No los veo evaluando consecuencias o diagnosticando experiencias anteriores que podamos tener como referencia ni transmitiendo en términos informacionales las cosas en función de beneficios y perjuicios. Sí, van a entrar dólares… ¿a costa de qué? Lo que se hace es trasladar recursos. Se los sacás a territorios y cuerpos y los mandás a la macroeconomía.”
Exportar más es fundamental para que las mejoras sociales sean sostenibles. Además, el Estado podría recaudar más a través de los ingresos fiscales”, define Schteingart, y agrega: "No es que este proyecto vaya a ser la panacea, la solución a los problemas del desarrollo, pero sí tiene mucho por aportar. Es fundamental un Estado que regule debidamente los procesos productivos y un sistema científico-tecnológico activo para que los riesgos ambientales sean los menores posibles."

Vázquez, por su parte, manifiesta: “La recuperación económica de la postpandemia tiene que ser mucho más virtuosa, con mucha mayor atención a los efectos del cambio climático, cuidado de biodiversidad y ecosistemas. Hace más de 50 años que el sistema científico viene advirtiendo sobre las consecuencias del calentamiento global y la destrucción del ecosistema y la biodiversidad por la acción humana. Ya no hay tiempo para seguir haciéndose el distraído o mirar para el costado. La Argentina tiene un enorme pasivo ambiental. No puede jugar una carta que lo empeore”. Tal vez la cuestión no sea cerdos o no cerdos, sino todas las preguntas que el proyecto disparó antes de ser hecho concreto.

La relación con China

Enrique Martínez opina que “no hay que darle tanto peso” al lugar que pasaría a ocupar Argentina en el escenario mundial de concretarse el acuerdo, porque los cerdos representarían “sólo el 5 por ciento” de las importaciones que China obtiene de las granjas. “China sueña con ser la potencia mundial líder, quiere llevarse bien con todos, armonizar con todo aquél que esté contra Estados Unidos, y con los que tienen una situación ambigua, híbrida, como Argentina. Esta es una oportunidad para cambiar la mirada sobre el sector, no es que nos cambia la geografía argentina en términos productivos.”
“China busca en otros lugares sus alimentos que hoy obtiene en gran parte de Estados Unidos. Estados Unidos, que históricamente domina la agroindustria en nuestro país, por un lado resiste y compite en el comercio, pero por otro se beneficia porque es el que domina gran parte de la cadena agroindustrial en nuestros países”, aporta Germán Mangione, periodista y director del Observatorio de Actividad de los Capitales Chinos en América latina. De acuerdo a su perspectiva, la relación histórica de Argentina con China suele ser presentada como “complementaria e igualitaria” pero ha demostrado “no ser muy diferente a la relación con las demás superpotencias”. Es una “relación de dependencia y complementariedad subordinada”. En los granos y también en la carne, “la relación se organiza desde las necesidades de China y no desde las de Argentina, y no hay ninguna señal de que en el negocio de los cerdos vaya a ser diferente”.


02 de agosto de 2020
La economía global se derrumba. El FMI promueve políticas expansivas. El objetivo de fortalecer y ampliar las medidas de emergencia 
La pospandemia es hoy 
La protección del tejido productivo, laboral y social es clave para una vigorosa recuperación. La movilización de la derecha en diferentes frentes, fomentada por la conducción política del poder económico, no debería inhibir la gestión de un proyecto de desarrollo nacional con inclusión social. Defensas contra el virus neoliberal.
Por Alfredo Zaiat
El viernes último se repitió el escenario político para anunciar la continuidad del imprescindible camino sanitario para enfrentar la pandemia. El coronavirus precipitó una crisis global inédita, que está haciendo estragos con más de 700 mil muertes en apenas siete meses y derrumbe fulminante de la economía mundial


En ese cuadro dramático, la Argentina se encuentra con mejores resultados relativos, pese a la persistente campaña de confusión de la amplia red mediática de derecha y de analistas y economistas que exponen con impunidad la soberbia de la ignorancia.
El presidente Alberto Fernández, acompañado del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el jefe de la Ciudad de Buenos Aires, Horario Rodríguez Larreta, exhibió con datos contundentes la efectividad de la oportuna cuarentena estricta de la primera etapa y la necesidad de insistir con la estrategia de salud pública que salva vidas.
Ese indispensable mensaje que atiende la problemática de la salud, dirigido a una sociedad aturdida por la campaña anticuarentena y fatigada por la pandemia, debería ser complementado con una conferencia similar de Fernández para detallar las medidas de emergencia que se ocupan de la economía, con el mismo tono enfático y didáctico de explicación.

CABA

En esa eventual presentación, de los tres protagonistas Rodríguez Larreta estaría en aprietos porque son insignificantes las medidas de emergencia económica dispuestas en el distrito más rico del país. No hay un IFE para los grupos vulnerables de la Ciudad ni un ATP para industrias y comercios ni fortalecimiento de la asistencia a barrios populares y otras zonas castigadas.
La obscena cobertura mediática y política al gobierno de Larreta permite ocultar que la Ciudad de Buenos Aires tiene los peores indicadores de contagios y muertes, que fue el foco de dispersión del virus a la Provincia de Buenos Aires y al resto del país, y que carece de una política económica de emergencia para cuidar su aparato productivo y circuito comercial.
Que haya que instrumentar una política sanitaria conjunta en el área del AMBA porque se trata de una unidad geográfica y que en una situación de crisis se requiere de cooperación política en diversidad ideológica, no implica que no deba indicarse la impactante debilidad en la gestión sanitaria y económica de la administración PRO en CABA.
En un ejercicio deductivo, si ese es el resultado con Rodríguez Larreta, considerado el mejor gestor del PRO, no hay que hacer mucho esfuerzo para vislumbrar lo que hubiese sido la administración nacional de la pandemia a cargo del turista domador de reposeras y experto en redes de escuchas ilegales.

Esfuerzo

A esta altura, con cuatro meses y medio de coronavirus en el país, sólo terraplanistas sanitarios o económicos siguen planteando la existencia de la opción salud o economía. Es un dilema falso . Ambos frentes van de la mano en la pandemia, por lo tanto merecen el mismo esfuerzo de convencimiento para que la población pueda comprender y sobrellevar las consecuencias globales del coronavirus.
Es tan importante el cuidado de la salud como preservar el tejido productivo, social y laboral. El gobierno de Alberto Fernández lo entiende y despliega medidas en ambos sentidos.
Para este recorrido largo y fatigoso, se requiere de una perseverante campaña de información sobre lo que se hizo y sobre lo que hubiera pasado si no se hacía lo que se hizo.
Kicillof ofreció un ejemplo extraordinario para acorralar a la militancia anticuarentena: si al comienzo no se hubiese ganado el tiempo de la cuarentena estricta para ampliar la estructura sanitaria hoy el sistema de camas de terapia intensiva habría colapsado.
En materia económica se requiere el mismo esfuerzo explicativo.

Cuidar

La pandemia seguirá hasta que aparezca un tratamiento médico efectivo o una vacuna. Cuanto más se cuiden durante este período crítico el aparato productivo y comercial y el mercado laboral mejor será el tránsito de la recuperación cuando comience la pospandemia.
Por eso la mejor política económica pospandemia es desplegar ahora un amplio dispositivo de protección a empresas, trabajadores y sectores vulnerables.
Para hacerlo se requiere de políticas fiscal y monetaria expansivas sin temores y mucho menos a la defensiva por los cuestionamientos desvariados de economistas ortodoxos advirtiendo sobre la magnitud de la emisión de dinero.
Esto significa que la estrategia pospandemia más efectiva es la continuidad y profundización del paquete económico-social de emergencia: ATP, IFE, Repro, Tarjeta Alimentaria, bonos a jubilados y AUH, moratoria impositiva, previsional y aduanera, créditos al 24 por ciento para pymes y al 0 por ciento para monotributistas y autónomos.
Los economistas explican que las salidas de recesiones pueden ser, en forma sintética, de tres formas representadas en tres letras.
V: fuerte caída y veloz recuperación.
U: fulminante derrumbe y alza importante pero previamente un período de leve suba.
L: derrape vertical y salida con estancamiento.
La forma que tendrá la recuperación de la pospandemia económica se define entonces en la pandemia. O sea, en la calidad, magnitud y efectividad de la intervención pública para resguardar el tejido productivo, social y laboral.

Derrape

No es misterio que el grado de destrucción que habrá en estos meses determinará si la salida económica es en V, U o L. Por eso es necesario desplegar medidas para limitar el alcance de esa destrucción.
Momentos extraordinarios requieren de acciones extraordinarias. No existe margen para la tibieza ni para tomar en cuenta dogmas de la logia de economistas. La extensión del ATP hasta fin de año para pymes es una respuesta que desafía las restricciones.
La crisis global que se está viviendo es inédita. No tomar en cuenta esa característica dramática de estos tiempos, con derrumbes insólitos de las potencias mundiales , implicaría profundizar costos que ya son inmensos.
El Producto Interno Bruto de Estados Unidos cayó el impresionante 32,9 por ciento interanual en el segundo trimestre. La economía de la zona del euro retrocedió 12,1 por ciento en el mismo período, con el siguiente desagregado: España (-18,5), Portugal (-14,1), Francia (-13,8), Italia (-12,4 por ciento), Bélgica (-12,2), Austria (-10,7) y Alemania (-10,1).
Existe la demanda de un plan pospandemia y se entiende ese pedido en relación a que la sociedad necesita tener la esperanza de una pronta salida. Pero la pospandemia es hoy y consiste en la política de emergencia para atender la pandemia.
El actual paquete económico se puede fortalecer con más créditos al consumo popular, extensión de los plazos de pago, más financiamiento barato a pymes de producción nacional y comenzar la recuperación del salario real.
Hasta el conservador FMI promueve ese sendero, lo que refleja cuán a la derecha se ha corrido el debate en materia sanitaria y económica con la ortodoxia local y la militancia anticuarentena de las corporaciones mediáticas.

Kristalina

En el blog del FMI, la directora gerente, Kristalina Georgieva, escribió "La próxima fase de la crisis". Además de la descripción de la profundidad de la debacle, detalla la necesidad de mantener las medidas de emergencia e insiste en proteger a las personas y a los trabajadores.
"Las redes de seguridad para los trabajadores deben mantenerse según sea necesario y, en algunos casos, expandirse: desde la licencia por enfermedad remunerada para familias de bajos ingresos, hasta el acceso a la atención médica y el seguro de desempleo, transferencias monetarias y en especies más amplias para el sector informal", señala.
Advierte que muchos empleos perdidos nunca volverán porque esta crisis desencadenó cambios en los patrones de consumo. Por lo tanto, propone que los trabajadores deben continuar recibiendo apoyo, incluso a través de capacitación para orientarlos hacia los sectores en expansión.
Respecto al apoyo a las empresas, indica que debe continuar la exención de impuestos o contribuciones a la seguridad social, subvenciones y subsidios de tasas de interés. Remarca que en gran parte de los países esas medidas se dirigieron a las pymes, lo que "es especialmente importante ya que son un motor importante de empleo".
Señala que los costos fiscales de esas medidas son elevados y que el consiguiente aumento de la deuda es preocupante, pero "en esta etapa de la crisis, sin embargo, los costos del retiro prematuro (de las medidas de emergencia) son mayores que continuar" con las políticas fiscal y monetaria expansivas.
El FMI estimó que la acción excepcional adoptada por muchos países a través de medidas fiscales suma aproximadamente 11 billones de dólares, que junto a inyecciones masivas de liquidez de las bancas centrales pusieron un piso al derrumbe de la economía global. "Este esfuerzo extraordinario no debe subestimarse", dice Georgieva. Para agregar que "es probable que la pandemia aumente la pobreza y la desigualdad, exponiendo aún más dolorosamente las debilidades en los sistemas de salud y la precariedad del trabajo".

Roubini

La destrucción y heridas en el tejido productivo, social y laboral que dejará la pandemia serán muy profundas. Detallar las medidas de emergencia dispuestas por el gobierno de Fernández para amortiguar esos costos ineludibles, como también las que demandará la reconstrucción, es una tarea imprescindible para que la confusión no sea la puerta de regreso de la derecha.
El economista estadounidense Nouriel Roubini, conocido como el Doctor Doom (por su escepticismo), describió un horizonte muy complejo para los próximos años para la economía mundial. En un reportaje realizado por Tim Bartz en la revista española XLSemanal, afirmó:
* "La actual debacle es mayor que la de la década del '30. La dimensión de esa crisis se empezó a vislumbrar años después del crac bursátil del '29. Comparada con la situación actual, fue una caída en cámara lenta. Esta vez la economía mundial ha colapsado en cuestión de semanas".
* "Todos apuestan a que la recuperación será igual de rápida, pero eso es una falacia. La economía se ha desplomado de tal manera que es prácticamente inevitable que acabe repuntando otra vez, pero esa recuperación no compensará en absoluto la caída. Esto significa que a fines de 2021 la economía (estadounidense) todavía seguirá por debajo de los niveles de 2020, puesto que es demasiado lo que se ha venido abajo".
* "La globalización permitió costos laborales y de producción muy bajos durante las últimas décadas (deslocalización y trabajadores baratos, en India y China). Pero esa globalización alcanzó su punto máximo en 2008, cuando estalló la crisis (subprime), y la pandemia aceleró esa tendencia. Hay renacionalización de produccióndesmantelamiento de cadenas de suministros y aumento del proteccionismo con el conflicto entre China y Estados Unidos".
* "Es positivo que los gobiernos hayan reaccionado en forma rápida y enérgica a la pandemia. La próxima década va a estar marcada por la ruina y el desastre. Puede que al final la economía global acabe siendo más sostenible, pero por el momento lo que va ser es más sombría".
Con este perturbador escenario económico mundial, resulta fundamental no caer en las trampas de distracción de la derecha. En estos tiempos de pandemia y en los que vendrán, las cacerolas y las movilizaciones, fomentadas por la conducción política del poder económico, serán habituales para oponerse a cualquier iniciativa que altere un poco la estructura económica e institucional que reproduce la desigualdad y la injusticia.
Serán manifestaciones de grupos reaccionarios pero que no deberían inhibir la gestión para construir un proyecto de desarrollo nacional, porque los costos para trabajadores, pymes y grupos vulnerados serán devastadores si regresa el virus del neoliberalismo.


02 de agosto de 2020
Las recomendaciones de dos especialistas para no relajarse 
Coronavirus: cómo extremar los cuidados en la calle
La distancia social, el barbijo y la higiene de manos continúan siendo la norma. El transporte público todavía representa el principal desafío. El foco en los individuos “supercontagiadores”.
Por Pablo Esteban
Imagen: Bernardino Avila
Con la flexibilización en el AMBA y el tedio social, cada vez son más las personas que circulan por las calles. El problema, según sostienen los expertos desde el inicio de la pandemia, resulta concreto: a más movilidad mayor propagación del virus. Al correcto uso del barbijo (debe cubrir la boca y la nariz de manera permanente), los otros mandatos que la ciudadanía debió interiorizar fueron el de la distancia social (2 metros como mínimo) y el de la higiene de manos (constituye la principal barrera para enfermedades virales respiratorias como la covid-19). Ahora bien: ¿cómo evitar los lugares cerrados, concurridos y con contactos cercanos? ¿Quiénes son los individuos supercontagiadores? ¿Por qué el transporte público es el peor de los problemas? Sobre todo esto ofrecen su punto de vista Leda Guzzi, médica infectóloga, y Soledad Gori, doctora de la UBA e Investigadora del Conicet.

Distancia social (no personal)

“La clave es mantener una distancia social de al menos dos metros y evitar transgredir ese espacio físico. En los sitios cerrados, cumplir con esta norma es realmente importante”, recomienda Leda Guzzi, médica infectóloga de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y referencia en el área. Guzzi habla de evitar las 3 C, una regla mnemotécnica que puede ser útil a los efectos de cumplir con las normas. “No hay que frecuentar lugares Cerrados, Concurridos y con Contacto cercano porque aumentan las chances de contagiarse con coronavirus. Cada C por separado incrementa el riesgo, imaginate si las tres confluyen. Y si además de estar en un salón confinado lo estás compartiendo con una persona que --por alguna razón que todavía desconocemos-- es 'supercontagiadora', se complejiza mucho más”, plantea.
Los “supercontagiadores” son aquellos individuos que pueden diseminar el virus a una cantidad mayor de personas de lo que habitualmente ocurre. No pueden ser identificados previamente y usualmente se hallan en fase presintomática o asintomática y detentan una elevadísima carga viral en su faringe. Los supercontagiadores, dice Gori, son personas que contagian a decenas. “En un trabajo se observó este fenómeno a través de estudios del árbol filogenético del virus y su impacto en la población. No se sabe aún pero podrían ser personas con mayor carga, mayor incubación, síntomas más leves y mayor liberación de secreciones”, apunta la doctora de la UBA e Investigadora del Conicet. Desde aquí, comenta: “Hay sujetos que tienen más carga viral que otros y no se sabe por qué. Hay muchas preguntas que nos seguimos planteando desde la ciencia y lo seguiremos haciendo por mucho tiempo. Pensemos por un segundo si alguno de los supercontagiadores asistió a las marchas anticuarentena de hace un tiempo”.
Lo complejo de las manifestaciones públicas es que cuando la gente grita, salta, canta o jadea puede diseminar el patógeno con mayor fuerza, de manera que la barrera de los dos metros deja de ser suficiente. De forma similar sucede con aquellos que realizan actividad física, generan un incremento en su frecuencia respiratoria y producen aerosoles. “Éstos, eventualmente, pueden persistir un poco más en el aire. Existen determinadas situaciones, sobre todo en ambientes cerrados, que podrían favorecer el desarrollo de aerosoles y hay que prestar atención”, advierte Guzzi. Desde esta perspectiva lo entiende Gori cuando destaca: “A los individuos supercontagiadores se suman los eventos de esta clase. Me refiero a fiestas, donde evadir el contacto físico es prácticamente imposible. Cuando uno canta o grita se ve muy claro: en un estudio sobre un contagio en un coro de EE.UU. se comprobó cómo un puñado de personas propagó el coronavirus a todos los presentes”, expresa y continúa con su ejemplo para ilustrar el argumento: “Sus gotas fueron más lejos porque salieron despedidas con fuerza. Con la actividad física en los gimnasios, ambientes cerrados por excelencia, podría suceder algo parecido. Hay gente agitada que expulsa gotas por todos lados y sin darse cuenta”.
La distancia social, no obstante, no implica distancia personal. A nivel general, la ciudadanía se ha adaptado a esta nueva normalidad y ha aprendido a relacionarse por múltiples canales que la virtualidad ofrece. Es cierto: no es la mejor opción, la presencialidad difícilmente sea reemplazada. El calor de un abrazo y la complicidad ante un gesto son escenas que se extrañan aunque ya regresarán.

Tapabocas (y narices)

Aunque desde hace varios meses se dispone de información basada en evidencia científica, algunas veces, a parte de la ciudadanía le cuesta cumplir con las recomendaciones sugeridas por la comunidad de expertos. “Todavía vemos a mucha gente que no se coloca el barbijo de la manera adecuada. Debe cubrir tanto la nariz como la boca y utilizarse de manera consciente. No sirve si lo usamos por debajo del mentón, como collar o bufanda. Es clave que se trate de una prenda cómoda y que se ajuste como es debido ya que si dificulta la respiración no es muy efectivo que digamos”, relata Guzzi.
Es natural que la incomodidad emerja con una prenda que hasta hace unos meses solo era privativa de un puñado de trabajadores de la salud y en el presente se extendió hacia toda la sociedad. La internalización de conductas lleva tiempo: “La gente se lleva mucho las manos a la cara, hay que tratar de suprimir este comportamiento”, asegura la médica infectóloga. “Si estás en el comedor de tu laburo es necesario estar el menor tiempo posible sin cubrebocas. No sobrecargar las mesas y tratar de administrar turnos. No compartir el mate ni otro tipo de bebidas también debe ser regla”, opina Gori. Desde este punto de vista, lo ideal es que los barbijos se utilicen solo un día y los descartables se desechen y los reutilizables sean lavados de manera correcta, a mano o en lavarropas.

Transporte público: el peor de los males

“Desafortunadamente remite a un modelo de hacinamiento con el que costará mucho luchar. Se requiere de planificación, pero hay condicionantes por todos lados. En la medida de lo posible habría que evitarlo durante la pandemia y reemplazarlo por otras opciones, ya sea la caminata o la bicicleta”, afirma Guzzi. Ahora bien, también es cierto que en muchos casos las personas tienen que tomar colectivos, trenes o subtes para acercarse a sus empleos. “Si no queda otra, la alternativa que se me ocurre es evitar transportes que estén colmados de pasajeros. De cualquier manera, si solo viajaran pasajeros sentados, lo cierto es que la distancia entre asientos es mínima, así que la situación es muy difícil. Realmente el transporte público representa el principal desafío para la pandemia”, asegura la experta de la SADI.
“Depende mucho de cómo se viaje, pero a priori lo que se puede decir es que son ambientes cerrados, con poca circulación de aire. La ventaja, a diferencia de una fiesta o un gimnasio, es que uno no suele moverse por todo el vagón o por todo el colectivo. Encuentra su lugar y trata de desplazarse lo menos posible. Convendría que no estuvieran colapsados pero hay algunas imágenes circulando que exhiben lo contrario”, señala Gori al respecto. Lo que aún empeora las cosas es que, al problema de subir al transporte y compartir un lugar con mucha gente, también debe sumársele el tiempo de espera en las estaciones. Los lapsos muertos suelen ser de mucha aglomeración y diseminación viral. Mantener la distancia socias se vuelve una misión difícil de cumplir en la práctica.
Una sugerencia adicional de los especialistas es mantener las manos limpias (con alcohol en gel o cualquier otro producto sanitizante) al subir y bajar de los vehículos. Rozar superficies como manijas, picaportes o barandas que otros pasajeros tocaron antes y podrían tener al patógeno, también es una práctica peligrosa. Las manos son los vectores principales de los virus y bacterias, así que mantenerlas limpias puede funcionar como una práctica saludable que trascienda a la pandemia de la covid-19 y contribuya a combatir otras en el futuro.


02 de agosto de 2020
El escenario después del decreto que dejó sin efecto la intervención 
Vicentin, la estrategia del tero y la cuestión de quién va a pagar la deuda 
El directorio de la empresa difundió un comunicado donde habla de "persecución política". Desde el gobierno de Santa Fe advirtieron que el juez y los empresarios deberán responder a las demandas de los trabajadores y proveedores. "Esta gente creyó que las cosas seguían igual, y que sucedería lo mismo que cuando le pedían plata al Banco Nación, que se la daban por teléfono", ilustró un funcionario de la gobernación.
Por Pablo Feldman
Imagen: Sebastián Granata
Desde que anunciaron "estrés" financiero --eufemismo acuñado para decorar la cesación de pagos-- una semana antes del cambio de gobierno, los directivos de Vicentin --que coquetearon con la candidatura a gobernador de Santa Fe entusiasmados por Mauricio Macri-- se abocaron a desarrollar la "estrategia del tero", ave de buen porte conocida por su costumbre de cacarear en un lugar y poner el huevo en otro.  Así fue que durante meses el tándem Alberto Padoan-Gustavo y Sergio Nardelli tensó la cuerda, postergando el pago a sus trabajadores, paralizando sus plantas y dejando de pagar a los corredores y acopiadores de granos los cereales entregados, para no hablar de los gigantescos clavos enterrados en el sistema financiero, en especial con el Banco Nación. "Defendamos los trapos", fue la consigna que apuntaba a presentar la defraudación como una "persecución política" que los sacaría de escena y, a la vez, dejaba que el Estado se hiciera cargo del quebranto, mientras ellos se llevaban además una buena suma de dinero.
El DNU que dejó sin efecto la intervención a Vicentin tras fracasar la "reunión de conciliación" convocada por el juez de Reconquista, Fabián Lorenzini, obligará al magistrado a conducir lo que por ahora es un concurso de acreedores en manos de Padoan y los hermanos Nardelli, que al negarse a la cesión de acciones para la administración del fondo fiduciario propuesto por el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, generaron el retiro de la propuesta de salvataje de la empresa y la consiguiente vuelta a foja cero.
"En un concurso normal, los administradores van intentando salvar la empresa, pero este no es un concurso normal, con lo cual el juez que confió tanto en la probidad de los empresarios deberá seguir adelante con ellos", dijo a este diario una alta fuente del gobierno provincial, que agregó: "Vamos a ver cuando no se cobre y empiece a hacerse más intenso el ¿qué van a hacer... qué van a hacer? Será responsabilidad del juez que se dé a conocer el plan de negocios, cómo se les paga a los trabajadores, cómo se cumple con las obligaciones y se hace funcionar la empresa", dijo la fuente.
La empresa dio a conocer ayer a la tarde un comunicado en el que sostiene que aceptar "el plan de recuperación de la Provincia y la Nación equivaldría a consentir una expropiación sin precio indemnizatorio" y agrega que "no puede pedirse razonablemente que voluntariamente claudiquen su responsabilidad y abandonen su propiedad anhelando que haya suerte", y concluyen que "resulta objeto permanente de hostigamientos políticos que no contribuyen a ninguna solución".
Traducido en otros términos, el réquiem que firma "el Directorio" va en consonancia con la consigna difundida entre sus principales ejecutivos que era "aguantemos los trapos". Es decir, no otra cosa que trasladar la cuestión al terreno de la discusión política antes que a la auditoría contable que demostraría el desfalco. "Desde el inicio de todo esto, la actitud de los directivos fue victimizarse. No solo decir que eran perseguidos sino salir de escena con más plata, que tenía que poner el Estado", dijo la fuente y agregó que "si querían honrar sus deudas, como dicen, lo primero que deberían haber hecho era ceder las acciones para generar confianza y no que el Estado se haga cargo y los deje a ellos", remató.
La propuesta presentada por el gobierno de Santa Fe, en consonancia con los lineamientos de la Casa Rosada, tenía dos punto centrales : intervención/ administración y fideicomiso. "El Presidente cumplió su promesa de escuchar ofertas superadoras, y el viernes después del nuevo decreto dejó en claro que, con la necesidad de fondos que aportaría el Estado, sería absurdo dejarlos en manos de los mismos que llevaron a la empresa a la situación que tiene ahora", dijo uno de los participantes de las reuniones que concluyeron anteayer.
"Esta gente creyó que las cosas seguían igual, y que sucedería lo mismo que cuando le pedían plata al Banco Nación, que se la daban por teléfono", graficó otro integrante del gobierno.
Lo cierto es que tanto Nardelli como Padoan --que enfrentan ya demandas penales-- no podrán recurrir a Mauricio (así se refería el extitular de la Bolsa de Comercio de Rosario cuando hablaba del expresidente Macri), ya que a la misma hora que ingresaban los federales a la sede de Vicentin en el norte santafesino el beneficiario de los agrodólares de campaña (la cerealera fue el principal aportante en pos de la reelección) recorría la manga rumbo a las butacas de primera del avión de Air France que lo llevó a París.

02 de agosto de 2020 ​
Suman 196.543 los casos positivos en el país 
Coronavirus en Argentina: se registraron 5.241 nuevos contagios y 53 muertes 
El Ministerio de Salud confirmó en su informe vespertino que se registraron 38 nuevas muertes desde el último reporte, que elevaron la cifra total de decesos a 3.596. En tanto que la ocupación de camas de terapia intensiva se mantiene por debajo del 70 por ciento, tanto en el AMBA (64,5%) como en todo el país (55,1%).
Imagen: EFE
El Ministerio de Salud confirmó 5.241 nuevos casos de coronavirus en el país, por lo que el total de positivos asciende a 196.543 desde el inicio de la pandemia.
En las últimas 24 horas, se registraron también 53 muertes, 38 fallecimientos desde el último informe, 21 hombres y 17 mujeres. Al momento la cantidad de personas fallecidas asciende a 3.596.
El reporte vespertino precisó que, del total de casos positivos, ​1.123 (0,6%) son importados, 55.946 (28,5%) son contactos estrechos de casos confirmados, 107.909 (54,9%) son casos de circulación comunitaria y el resto ​se encuentra en investigación epidemiológica.
Según datos del ministerio de Salud, hay 1.128 pacientes internados en Unidades de Terapia Intensiva. En tanto, el porcentaje de ocupación a nivel nacional es del 55,1% y llega al 64,5% en el AMBA.  Ayer, durante la conferencia de prensa en Olivos , en donde se anunció la continuidad sin cambios del aislamiento social, preventivo y obligatorio para el AMBA, el presidente señaló que "si no se hubieran duplicado las camas de terapia intensiva, la provincia (de Buenos Aires) estaría estallada".

Detalle por provincia (No de confirmados | No de acumulados)*:

- Buenos Aires 3.586 | 118.159
- Ciudad de Buenos Aires 968 | 60.676
- Catamarca 0 | 61
- Chaco 59 | 3.638
- Chubut 10 | 285
- Córdoba 91 | 2.347
- Corrientes 25 | 193
- Entre Ríos 14 | 827
- Formosa 0 | 79
- Jujuy 85 | 2.341
- La Pampa 29 | 146
- La Rioja 3 | 340
- Mendoza 84 | 1.299
- Misiones -1 | 50
- Neuquén 8 | 1.195
- Río Negro 60 | 2.007
- Salta 22 | 281
- San Juan 0 | 20
- San Luis 2 | 28
- Santa Cruz 49 | 503
- Santa Fe 78 | 1294
- Santiago del Estero 2 | 46
- Tierra del Fuego** 47 | 504
- Tucumán 20 | 224


02 de agosto de 2020 
Cómo se escuchaba y grababa a los ex funcionarios presos, paso por paso 
Las pruebas del espionaje ilegal : pinchaduras, micrófonos, seguimientos, celulares clonados 
El abogado de las víctimas de espionaje ilegal mientras estuvieron detenidos hizo una completa presentación sobre cómo se llevó a cabo. El papel de la AFI, del Servicio Penitenciario y hasta Patricia Bullrich. 
Por Raúl Kollmann
Entrada de la Cárcel de Ezeiza, donde se cablearon las celdas de empresarios y ex funionarios. 
Parte del espionaje ilegal funcionaba así. Al llamado rey de la efedrina, Mario Segovia, le armaron una causa porque supuestamente quería mandar un libro-bomba. Con esa excusa ordenaron intervenir los cuatro teléfonos del Pabellón I del Módulo 1 del penal de Ezeiza, además de instalar micrófonos en las áreas comunes y en la celda de Segovia. Cuando llevaron a Ezeiza a Amado Boudou, lo mandaron al pabellón C del módulo 6. A los pocos días, enviaron hacía ahí a Segovia, con todos los artefactos de espionaje. No sólo eso: usaron argumentos delirantes para espiar también a los visitantes, a quienes se les copiaba el contenido de sus celulares cuando los dejaban antes de entrar al penal. Cuando Boudou fue excarcelado, lo seguían y fotografiaban en actos. Nuevamente encarcelado en Ezeiza, fue otra vez al pabellón C. Sin embargo había también ex funcionarios en el D. Como Segovia jugaba al ajedrez con un narco de Los Monos, Juan Granelli, ordenaron escuchas en el D. Con esa metodología tenían pinchados nueve teléfonos públicos y todos los espacios comunes de tres pabellones. En toda la causa contra Segovia no fue incorporada ni una frase del narco ni una sola escucha. Y las transcripciones, todas de ex funcionarios o empresarios, se hicieron  en la Agencia Federal de Inteligencia, pero no en Contrainteligencia o Terrorismo (por el libro-bomba), sino en el área de Jurídicas. El espionaje político se usó para armar causas judiciales y pasárselas a los programas amigos.
Los datos surgen de una investigación presentada el viernes ante el juzgado de Juan Pablo Auge por el abogado Alejandro Rúa, que defiende a Boudou, a Roberto Baratta y a otros imputados que estuvieron en el penal de Ezeiza. Rúa pide ser querellante en el expediente por espionaje ilegal y trabajó en base a los datos de la causa y las declaraciones que hicieron los agentes y directores de la AFI, tanto en el juzgado de Lomas como en la Bicameral de Seguimiento de los Servicios de Inteligencia.

La mano (derecha) de Bullrich en el espionaje

Para espiar a los ex funcionarios y empresarios se empezó por armar una causa contra Segovia. La denuncia la hizo Pablo Nocetti, mano derecha de Patricia Bullrich, y protagonista del caso del asesinato de Santiago Maldonado. Se involucró a Segovia en el supuesto armado de un libro-bomba en Paraguay. De esa manera, Contrainteligencia de la AFI, la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (Dajudeco), dependiente de la Corte Suprema, y el área de inteligencia del Servicio Penitenciario Federal, libraron una orden de "seguimiento a través de video-vigilancia, la utilización de elementos ocultos de filmación, la intrusión técnica del mismo en la celda así como en ámbitos de usos comunes". De esa manera, por orden del jefe de Inteligencia penitenciaria, Cristian Suriano, se intervinieron los tres teléfonos públicos de su pabellón, se detectó que tenía un celular y una tablet, y también las intervinieron.
En la famosa detención del ex vicepresidente, fotografiado en pijama, lo llevaron al pabellón C del módulo 6 de Ezeiza, el 3 de noviembre de 2017. Pocos días después, el 10 de noviembre, trasladaron a Segovia al mismo pabellón, junto con todos los aparatos de espionaje en las celdas, los lugares comunes y los teléfonos públicos. Allí funcionaba el programa conocido como IRIC, de "reducción de la corruptibilidad", donde estaban los ex funcionarios y empresarios. En el argot penitenciario les decían "los mediáticos".
Trasladando a Segovia, entre la AFI, la Dajudeco y el SPF tenían pinchados ya siete teléfonos públicos y todos los lugares de reunión de los detenidos con sus abogados. Y a la causa judicial del libro-bomba enviaban la siguiente frase: "No surgen de las tareas realizadas elementos concordantes con la carátula de la causa"Pero, además, empezaron a transcribir diálogos del vicepresidente basándose en que Segovia -el objetivo de la investigación- dijo en una conversación: "Ayer estuve con Boudou, se caga de risa, entrena".

Tres pabellones y nueve teléfonos públicos

En enero de 2018, Boudou fue excarcelado por la Cámara Federal y, tras el fallo de la causa Ciccone, volvió a Ezeiza en agosto, en tiempos en que Claudio Bonadio ordenó la detención de numerosos empresarios --Fabián De Sousa, Cristóbal López- y ex funcionarios --Roberto Baratta, Carlos Kirchner--, todos en el pabellón C del módulo 6. También hubo detenidos en el pabellón D, como Lázaro Báez, Rafael Llorens, Jorge Chueco y otros. 
En ese momento, se argumentó que Segovia jugaba al ajedrez y estaba mucho tiempo con un integrante de Los Monos, Juan Granelli. De esa manera se justificó la intervención de los dos pabellones, el C y el D. A esa altura el SPF tenía "cableado" los pabellones A, C y D, nueve teléfonos públicos, todos los lugares comunes y numerosas celdas.
En septiembre de 2018, el SPF y la AFI informan al juez que "no hay conversaciones de interés, pero resulta conveniente mantener la vigilancia". A la causa no se agregó una sola frase de todo el espionaje, pero cuando apareció el expediente de Dolores, con el falso abogado Marcelo D'Alessio como protagonista, utilizaron las escuchas ilegales para sostener que todo fue producto de un complot de los detenidos en Ezeiza: lo que se conoció como Operación puf puf, que no revelaba ninguna conspiración. La jugarreta evidenció que, por ejemplo, grababan y transcribían llamadas entre Baratta y su hijito, entre Báez y su abogada, entre Schiavi y su amigo Eduardo Valdéz
En su escrito, Rúa hace un resumen de las investigaciones realizadas en Lomas de Zamora y de las declaraciones de los agentes de inteligencia y directores de la AFI ante la Bicameral. Entre otras cosas queda acreditado que "en una unidad del SPF situada en la calle Varela había pantallas para monitorear los pabellones C y D del módulo 6 donde estaban los presos kirchneristas". En la acusación formulada en Lomas dice también que "entre los celadores hay quienes reportan información, infiltrados entre los detenidos y presos que aportan datos a cambio de beneficios".

Además de los micrófonos, seguimientos

En diciembre de 2018, Boudou volvió a recuperar la libertad y entró en acción el grupo Super Mario Bros, liderado por el director de Operaciones Especiales de la AFI, Alan Ruiz. Del teléfono de uno de los agentes, Leandro Araque, se recuperaron mensajes dando cuenta que el ex vicepresidente ya salía y realizando un seguimiento casi permanente. Boudou es registrado, por ejemplo, en un acto en San Martín, por el lanzamiento de la candidatura de Hernán Lechter y las fotos fueron tomadas por una integrante de Super Mario, Mercedes Funes. La instrucción a todos los agentes consta en un mensaje enviado por Jorge Sáez y Martin Terra, los que impartían las órdenes: "sigamos monitoreando esto, por favor".
La Cámara de Casación ordenó una nueva detención de Boudou en febrero de 2019. Lo que surge de la causa de Lomas es que en ese momento los penitenciarios, siguiendo instrucciones de la AFI y de Inteligencia del SPF, debían seguir un protocolo de información respecto de todos los ex funcionarios y empresarios presos. Entre otras cosas, había que consignar con quién se juntaban dentro de las cárceles, si había quiebres en sus parejas o en sus familias, si había discrepancias en sus empresas, cuáles eran sus vínculos políticos, con quién compartían abogados. Se trató de un protocolo de espionaje político puro y duro.
No fue únicamente llenar papeles, también hubo seguimientos a familiares, abogados y socios, a lo que se agregó la maniobra grotesca de clonar los celulares de las personas que iban de visita y dejaban sus aparatos en la custodia al entrar a la cárcel. "Vamos a armar un equipo técnico, lo vamos a poner a Joni con el gordo, para hacerle forensia a todos los celulares que pasan por ahí", es el texto de un mensaje. Hacerle forensia a un celular es aplicarle un software forense para extraer todos los datos, desde los contactos hasta los mensajes de whatsapp.
Con todos esos datos, Rúa le pidió al juez Augé ser tenido como querellante, en representación de Boudou, Baratta y otros. El objetivo del letrado es, además, constatar la existencia de espionaje ilegal en otros penales, como el de Marcos Paz. Lo que expresa en forma nítida cuáles fueron los objetivos fue el crecimiento descomunal del área de Jurídicas de la AFI, que empezó a incluir hasta grupos operativos. En la causa original, la de Segovia, no se reflejó ni una letra de la montaña de escuchas e imágenes, pero Jurídicas y la conducción de la AFI y el SPF usaron la excusa del rey de la efedrina y otros narcos para quedarse con las transcripciones de las escuchas, sin una orden judicial auténtica, y para usar el material contra los opositores. Todo se volcó en causas judiciales armadas y en los programas de los periodistas amigos. 

Facsimil de la presentación del abogado Alejandro Rúa
Fuente:Pagina12

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