Miles marcharon a Plaza de Mayo en repudio al desalojo en Guernica
Resumen Latinoamericano 30 de octubre de 2020
fotos Julia Mottura
Miles de personas recorrieron este viernes el tramo que hay entre el Obelisco y Plaza de Mayo, en Buenos Aires, para expresar su repudio al gobierno por la represión contra las familias que recuperaban tierras en Guernica. De la marcha participaron numerosas organizaciones sociales de distintas expresiones de la izquierda, aunque también se hicieron presentes algunos militantes de la UTEP, ligada al gobierno, aunque frente a la represión expresaron su rechazo absoluto.
En la conferenia de prensa previa hablaron delegados de los cuatro barrios de la toma y también algunos vecinos. Todos ellos y ellas expresaron con dolor y rabia como se dio la irrupción violenta de los policías comandados por Sergio Berni, quien se trasladó hasta el lugar acompañado de tres periodistas, de esos que nunca faltan, dispuestos a entrar en los operativos represivos acompañando a las tropas de asalto. Uno de ellos, como no podía ser de otra manera era del canal TN, del grupo Clarín.
En los relatos los vecinos de Guernica contaron cómo la policía les quemó las casillas, desmintiendo categóricamente las mentiras del ministro Larroque, que en un programa televisivo señaló que las incendiaron los propios vecinos. Una mujer relató, que los policías no les dejaban sacar sus pocas ropas o incluso algunos libros escolares, e incendiaron todo.
Un niño expresó que a él le robaron una play station y no se la devolvieron más. Todos los relatos hablan de estar pasando necesidades y acusar a Berni, a Kicillof y al presidente Fernández de apalear a los pobres y dejar que «los Vicentín, la Bullrich o los Etchevehere hagan lo que quieran, mostrando que siempre saldrán impunes»
La marcha llegó hasta Plaza de Mayo, allí redoblaron los gritos de «asesinos» y exigiendo tierras para cultivar.


























Guernica: un relato que no puede
ser ignorado
Resumen Latinoamericano, 30 de octubre de 2020.
Lo escribió una piba que estaba en la Toma acompañando:
Nos detuvieron cuando estábamos refugiándonos de los perdigones en el fondo de una casa, su dueño nos dejó pasar en la corrida. Nos costaba respirar y agotades por la corrida que nos metieron por 4 cuadras sacamos las botellitas de agua y en eso estábamos cuando el vecino amable se convirtió en verdugo y gritó: «POLICÍA, POLICÍA!»
O sea, llamó a la policía para avisar que estábamos ahí. El mismo vecino que nos dijo «PASEN».
La policía entró con pistolas de grueso calibre, nos cagaron a patadas, a mí me agarraron del pelo y me arrastraron. Usaron mi pañuelo verde como esposa (diciéndome el oficial que lo hizo: «tengo una hija de 20 días y vos acá por el aborto, ya vas a ver lo que te va a pasar»). Nos llevaron a la calle y un hombre distinto, que no había entrado a la casa a detenernos, estaba afuera.
Sergio Berni.
Gritó «DE RODILLAS» y los oficiales que nos custodiaban personalmente, en algunos casos más de uno, nos hicieron arrodillar.
Luego de punta a punta de la fila de detenides, el Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, vociferó «NADIE HABLA CON NADIE DE NADA, QUEDA CLARO?»
Y con otra orden pero no audible nos levantaron y comenzó la marcha.
Todo esto no creo que haya alcanzado los diez minutos.
Publicado por Claudia Andrea Gotta
fuente: Red Latina sin Fronteras
La tristeza de acertar
Por Miguel Bonasso, Resumen Latinoamericano, 30 de octubre de 2020.
Tener razón en la Argentina no puede alegrar a nadie decente. Desnudé -hace ya 12 años- las debilidades del proyecto «nacional y popular» kirchnerista, por su debilidad ante los llamados «poderes fácticos», en un libro que me valió agravios, soledad y ostracismo. Hoy, algunos (pocos) que entonces me insultaron, salen a decir exactamente lo mismo: para los pobres y los ambientalistas, no hay ni reforma agraria ni precaución ecológica, sino goma entrerriana o goma bonaerense. Goma nacional y popular, tan dolorosa en las costillas como la añeja goma oligárquica. O más aún, porque te faja el que dice amarte.
Cuando anuncié en este mismo sitio que al final del túnel pandémico aguardaba el fascismo, me quedé corto: el fascismo ya rebosa vitalidad en medio del túnel. Como siempre tiene debilidad por lo escénico. Se hace notar, con la Bullrich yendo a rendir culto a los patroncitos Etchevehere (que al fin y al cabo son de su misma clase); con Berni comandando a la Bonaerense en la represión de los pobres de Guernica; con la selfi que se toma el fiscal Condomí Alcorta (dos apellidos chetones) tras comandar el desalojo con el nacional y popular Berni, con la Iglesia Católica Apostólica y Romana condenando la ocupación de tierras; con Eduardo Feinmann agraviando la memoria de los treinta mil desaparecidos y los 30 mil muertos a causa de la pandemia; con el gobierno nacional y popular anunciando aumentos de tarifas y mayor acopio de gases y balas de goma; con este gobierno que muestra autoridad ante los condenados de la tierra y le otorga impunidad a los incendiarios de campos que deberían ser condenados a prisión.
Lo triste, además, es que esta queja no va a tener ninguna repercusión porque los medios, (como ocurre con los patroncitos Etchevehere y el Diario de Paraná) también están ligados a los dueños de la tierra.
Lo más triste aún, ha sido ver que algunos dirigentes con los que se podía haber intentado la construcción de un proyecto político opuesto al extractivismo criminal, se sumaron al carro de los Fernández amparados en lo obviamente desastroso que había sido el gobierno del garca Macri.
Lo triste es comprobar que la destrucción total de media sociedad argentina, con la secuela de ignorancia y anomia que las condiciones sociales imponen a los descartados del sistema, seguirán obligando a elegir entre lo muy horrendo y lo menos siniestro.
En la falsa circular de la democracia liberal. ¿Cómo no ser escépticos ante la consagración total con los viejos medios y con las nuevas redes sociales del cinismo y el individualismo, como única opción para los jóvenes?
Si, es muy triste tener razón. Preferiría, lo digo de corazón, estar absolutamente equivocado.
Guernica: ¿La culpa es del chancho?
Por Marcelo Valko, Resumen latinoamericano, 30 de octubre de 2020.
Es evidente que el Ministro de Seguridad de la provincia de Bs. As. tiene distintas varas de medir y de actuar en consecuencia. A algunos la vorágine informativa donde un tema tapa al otro y tanto da el los spots publicitarios del rambo Berni, el burofax de Messi al Barcelona, las elecciones en Bolivia, un nuevo asesinato aberrante o por ejemplo lo ocurrido con el motín de la policía bonaerense a comienzos de septiembre. Duró varios días, utilizaron móviles del Estado e incluso se dedicaron a dar vueltas por la Quinta de Olivos sonando las sirenas y todo lo que se vio por televisión que me exime de enumerar. Más allá del escaso salario que reclamaban, escaso salario que perciben la casi totalidad de los argentinos el desacato a sus mandos superiores y utilización de bienes del Estado no culminó en ningún tipo de sanción. Todos los que desde el arco político oficial reclamaban la cabeza de Berni se fueron con la cabeza gacha por no decir con la cola entre las patas. Ahora se produjo el desalojo de Guernica al mando de Sergio Berni. Todos vieron las imágenes de las precarias casillas ardiendo en ese terreno anegadizo. Todos vieron la doble vara.
Hace muy poco vecinos de El Chaltén, allá en la provincia de Santa Cruz en el lejano sur, me pidieron solidaridad con su reclamo de tierras. Reclamos y conflictos que se producen en otros puntos de la Patagonia y del NOA nos llevan a preguntarnos cómo es posible que un país tan extenso como Argentina con una población tres veces menor al Japón que posee un territorio un poco mayor que la provincia de Misiones tenga “problemas de tierra” más que paradójico resulta incomprensible. Y evidentemente tiene que ver con la construcción de un país por y para una elite que siempre gozo de toda clase de privilegios comenzando por la tenencia de la tierra que en tantos casos se trata de latifundios improductivos como se aprecia en el caso de Guernica. Dirán: “bueno… estamos en un sistema capitalista que obviamente privilegia el capital, la propiedad privada y que si el dueño quiere tener el campo “en reposo” está en su derecho para eso es el propietario”. Y el sistema judicial que no en vano esta simbolizado por una figura que tiene sus ojos vedados siempre termina fallando en favor del capital. Pero nada es eterno, y nada es imposible de modificar y más cuando hablamos de la justicia, la verdadera justicia para las personas concretas, no una justicia de las estatuas.
Volviendo a Berni y su accionar para nada errático tanto durante el motín policial y en el desalojo de Guernica nos lleva a ese sabio refrán popular: El chancho no tiene la culpa sino quien le da de comer.
Guernica: «Quedate en casa»
dijeron, y quemaron la casa
Por Claudia Korol. Anred /Resumen Latinoamericano, 30 de octubre de 2020.
“Bernica”, de Tomás Müller
“Quedate en casa”, dijeron… Y quienes no tienen casa comenzaron a construir una en la toma de Guernica. Una casa para quedarse… Como dijeron.
“Quedate en casa”, dijeron… Para cuidar tu vida y la vida de todos… Y quienes nada tienen dijeron que sí, que quieren vivir, pero que no tienen casa donde quedarse. Tomaron las tierras y empezaron a hacerla. Llegaron más y más personas que querían quedarse en casa, y que para eso la hicieron.
“Quedate en casa”, dijeron, y amenazaron con meter presos a quienes salían de ellas. Por salir de la casa sin permiso desaparecieron a Facundo y lo mataron. Por salir de la casa sin permiso, muchos pibes y pibas pasaron noches en puestos policiales.
“Quedate en casa”, dijeron. Muchas mujeres intuyeron que cuando se ocupa una tierra y se hace una casa, también es posible escapar de la violencia cotidiana que convierte los llamados hogares en infiernos. Se escaparon de la violencia del día a día, y se reunieron en la toma, hicieron talleres, asambleas feministas, muchas mateadas. Comenzaron a nombrar la violencia machista como patriarcado, y a tejer una trama colectiva para cuidarse, porque eso era lo que querían, que nadie las lastime, ni a ellas ni a sus hijos e hijas. Y así lo hicieron, hasta que volvieron a sentir el golpe. Fue el policía el que la golpeó, y en el dolor se acordó de todos los golpes que había recibido en otros tiempos. Al policía lo mandó el fiscal. Le pegó el poder con cara de Berni, de Axel, de Alberto.
“Quedate en casa”, dijeron. Desconfiaron de ellos que lo decían (porque no había donde quedarse), pero confiaron en ellas mismas, porque aprendieron lo que necesitan para vivir, y desaprendieron lo que las mata. La propiedad privada mata. El patriarcado mata.
“Quedate en casa”, dijeron. Y cuando la casita iba pareciendo un territorio colectivo, dijeron que ya no, que ahí estaba la policía para desalojar, para mandar a la gente a ningún lugar.
“Quedate en casa” dijeron. Tiraron balas, tiraron gases, tiraron desde carros hidrantes, arrasaron el territorio y lo destrozaron como a ese cuadro de horror al que le decían Guernica.
“Quedate en casa” dijeron. Ahora está en la intemperie, lastimada, con los niños y niñas preguntando donde dormirán esta noche, preguntando a alguna vecina qué dijo el Ministro de Salud sobre andar tragando gases y durmiendo sin casa. Qué dice el Alberto que nos cuidaba como una madre, qué dice el Ministro de la Mujer de todas estas mujeres muertas de frío, de hambre, de miedo, de rabia.
“Quedate en casa” dijeron. Y quemaron la casa.
Los verdaderos usurpadores de
Guernica
Luego de veinticuatro horas, tras el brutal desalojo de las familias en los predios de Guernica al fin pudimos saber el nombre de los verdaderos usurpadores de Guernica. Curiosamente no se encontraban entre la treintena de detenidos.
La lista de estos delincuentes está lejos de ser extensa: Gervasio Pérez Pesado, José Alfredo Pizone, Diego Guillermo Aidenbaum, Tomas Francisco Pizone y Jorge Daniel Szuster, junta directiva de la firma inmobiliaria El Bellaco S.A. en representación de Ricardo Cardelwood, titular y ex presidente de la compañía de bienes raíces. Cardelwood es además miembro honorario y vitalicio de la Sociedad Rural Argentina, la mayor asociación ilícita e usurpadora de nuestra historia.
Tras la ocupación de las tierras en julio pasado los principales titulares y accionistas de la firma, se arrogaron el derecho de ser representantes de Cardelwood presentando un boleto de compraventa sin certicación alguna y menos aún la escritura. La propiedad fue avalada como propia mediante un trámite exprés por orden de la intendenta electa en 2019 por el Frente de Todos, Blanca Cantero (pareja del burócrata sindical de la CGT, Carlos Acuña).
Cantero facilitó hace algunos meses la estructura de la Secretaría de Obras Públicas del municipio de Guernica, ordenando al ingeniero agrimensor de dicha área a registrar los planos catastrales de la mayor parte de los terrenos del predio desalojado brutalmente a nombre de Cardelwood quien dice ser propietario de los lotes desde el año 1983, no tributando ni registrando impuestos desde ese entonces hasta el día de la fecha. Este tipo de maniobras es más que conocida dentro del negocio de especulación inmobiliaria . Presuntos dueños de la tierra sin títulos de propiedad ni antecedente de ocupación alguna aparecen de la nada, arrogándose un derecho
lejos de toda legalidad jurídica, incluso dentro de la propia jurisprudencia burguesa.
Por otra parte «El Bellaco S.A.» no se encuentra en mejor situación que su ex titular: Acumula 24 meses sin movimientos bancarios en su única cuenta bancaria del Banco Supervielle y registra importantes deudas tributarias en ARBA.
El gobernador Kicillof reconoció acatar el falló de la justicia para no incurrir en el desacato judicial en las últimas horas. Berni como » buen soldado» estableció que su principal trinchera de combate es defender la propiedad privada.
Sería bueno que como garantes de la normativa liberal a la que juran fidelidad, Berni y Kicillof apliquen el mismo accionar represivo con los «usurpadores de guante blanco» para que después las «malas lenguas» dejen de reproducir el chusmerío que el capitalismo solidario al que apuntan como modo de producción es una falacia sin sustento alguno.
que protege a mas de 1190 inmobiliarias usurpadoras de terrenos fiscales en las mismas condiciones que «El Bellacos S.A.»
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