11 de octubre de 2009

FERIA DE ARTE, MEMORIA Y DERECHOS HUMANOS EN LA PENITENCIARÍA.

Feria de Arte, Memoria y Derechos Humanos en la Penitenciaría
En el penal de barrio San Martín se realizó esta actividad organizada por Hijos, Familiares y amigos de los treinta presos políticos fusilados en 1976. El juicio, de la causa conocida como UP1, se realizará a mediados de 2010.

Por Katy García-Prensared

Foto:ACTA.
Fue el sábado pasado. La tranquilidad barrial trocó en alegría y emoción cuando empezaron a congregarse grupos de personas en una tarde soleada que reunió a más de 200 almas, de diferentes edades, dispuestas a participar del encuentro. Vecinos de la zona, militantes de derechos humanos y familiares de los internos alojados actualmente, compartieron la actividad programada y organizada por la Comisión de homenaje a los presos políticos asesinados en la ex UP1.

Carolina Vaca Narvaja –integrante de la Comisión de Homenaje -, tuvo a su cargo la conducción del evento. Al final se leyó un documento colectivo que reclama “condena perpetua y cárcel común para los genocidas y sus cómplices, sin admitir dilaciones en la iniciación del juicio”.

En el predio adyacente a la cárcel, entre la verja y el alambrado, a la izquierda de la puerta que conduce al interior del penal se montó un escenario por el que pasaron actores, músicos y bailarines. Así, la puesta de una obra de teatro, la alegría de la murga, y la destreza de los danzarines de Tsunami Tango fueron compartidas con los aistentes. Además, un grupo de artesanos y artistas instalaron sus puestos y ofrecieron sus producciones.

Este es el segundo encuentro que se realiza luego de que el gobierno manifestara la intención de trasladar a los presos y vender el predio. Hijos, familiares y amigos de las víctimas, asesinadas en simulacros de enfrentamientos, reafirmaron su voluntad de recuperar el lugar para mantener viva la memoria y además crear “un espacio público que atienda necesidades variadas para la comunidad donde los derechos humanos tengan un lugar primordial, atendiendo las problemáticas actuales”.

Concretamente proponen que se transforme en un sitio de aprendizaje donde se dicten talleres que ofrezcan salidas laborales y permitan que los habitantes de la zona puedan expresarse desde el arte.

Militantes, no terroristas

Un ex preso, homenajeó a los militantes presos y luego ejecutados. Un texto, cuyo pie de inicio fueron letras de canciones, evocó a los caídos y reivindicó la militancia de los 30 compañeros emprendida desde gremios, parroquias, partidos políticos y organizaciones armadas para desterrar la injusticia y la desigualdad social.

Así retrató la vida interna en el penal. “Porque el que muere peleando vive en cada compañero. Los sacaron de noche, amordazados, atados, cualquiera diría inermes. Pero no. Los mataron peleando, resistiendo el aislamiento, soportando torturas, vejámenes, haciendo poemas en jabones y papelitos para los compañeros y la familia y haciendo gimnasia para soportar los bailes”. También recordó momentos felices “presintiendo como serian los momentos cuando el pueblo derrotara a los dictadores”

“Tantas veces te mataron, tantas resucitarás. No los olvidamos, están en sus hijos y en nosotros sus compañeros de militancia. Los mataron porque intentaron fugarse dijeron y tal vez alguien lo crea. Pero no se mata solamente cuando la bala atraviesa un cuerpo. También se mata cuando se oculta y se miente”, expresó emocionado y destacó que “aún hoy los genocidas y sus cómplices siguen mintiendo, ocultando cadáveres y mantienen el vil secreto del destino de los niños apropiados”.

“Dijeron que eran terroristas a manera de justificación y tal vez haya hoy quienes lo creen. (…)¿Pero donde está la verdad? ¿Acaso se acabó la explotación? Interpeló. “No fueron terroristas ni delincuentes, eligieron la militancia para lograr el cambio político. Recordarlos es recordar lo que quisieron hacer, lo que amaron y decidieron y por eso los mataron. Nosotros, los que sobrevivimos los recordaremos: en las buenas y en las malas”, concluyó.

La movida cultural finalizó con la lectura de un documento en el que ratifican la posición asumida durante los 34 largos años de impunidad que median entre lo ocurrido y la realización del juicio y el castigo a los culpables, programado para el año próximo. (Video)

El documento

“En 2010, 34 años después, se realizarán los juicios a los militares y policías que fusilaron a los presos políticos de la cárcel de San Martín, en 1976. La persistencia en el reclamo de justicia de nuestros hijos, familiares y muchos otros, finalmente removió las piedras de la impunidad que los cómplices de ayer creyeron inamovibles.

En este camino, contribuimos en el 2009 trayendo a la memoria la deleznable actuación de jueces, secretarios, defensores y fiscales, hoy imputados. El Juez Otero Álvarez, que intentó lavarse la cara con la condena al genocida Menéndez, en el juicio del 2008, se vio forzado a renunciar antes que el Consejo de la Magistratura lo destituyera por complicidad con el terrorismo de Estado.

Los actos recordatorios de todos los años en el arco de entrada a la Penitenciaria; la colocación del mojón que perpetúa los rostros de los fusilados; la feria de Arte, Memoria y Derechos Humanos que promovimos desde la Comisión de Homenaje a los Presos Políticos de la UP1; el reconocimiento a la tarea de solidaridad de familiares, amigos y vecinos en la Plaza de Los Burros de barrio San Martín, fueron pilares de la memoria que sirvieron para mantener latente la exigencia de juicio, castigo y cárcel común a los militares y policías asesinos.

Y así rememorar no sólo la muerte cobarde de militantes populares, sino sobretodo vidas comprometidas en la lucha por una sociedad nueva, distinta, con lugar para todos, sin privilegios, sin exclusiones, con justicia, con libertad, con solidaridad…

La memoria del ayer tiene sentido si alienta a los que siguen luchando por transformar las situaciones de injusticia.

Esa memoria se completa trayendo a la escena del presente historias más recientes o más antiguas de violaciones a los derechos humanos.

Cuando en el 2009 dimos la batalla para que no se vendieran las sólidas instalaciones de la penitenciaria de barrio San Martín preservamos este patrimonio cultural que guarda en sus centenarios muros historias de torturas y muertes.

Pero, también de luchas por la libertad, de gestos solidarios y de lazos de amor creadores de vida. Sufrimientos y esperanzas. Y en esa mezcla de barro y vida, peleando para que gane lo humano, para que resplandezca lo positivo, para que se imponga lo que dignifica.

Seguimos reclamando condena perpetua y cárcel común para los genocidas y sus cómplices sin admitir dilaciones en la iniciación del juicio”.

Comisión homenaje UP1.
(Fuente:Cecilio M. Salguero).

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