5 de octubre de 2009

JENEFES, ADALID DE LA LIBERTAD DE PRENSA. EN SUS MEDIOS LOS ORGANISMOS DE DD.HH.ESTAN PROHIBIDOS.

Quién es Guillermo Raúl Jenefes. Juez y parte en la Ley de Medios
Peligro de Cobos
El senador jujeño se ha vuelto clave. Sin su apoyo, el proyecto no podrá bajar al recinto. No se aparta del debate, aunque su familia es propietaria del poderoso multimedios Grupo Visión, que se verá afectado por los cambios.
Hoy ríe. Guillermo Jenefes es un hombre clave. Su familia es dueña del multimedios Grupo Visión.
Por Graciela Moreno
Cuando nadie lo esperaba, en los últimos días el nombre del senador Guillermo Raúl Jenefes, del Frente para la Victoria, saltó a la primera plana de los diarios. Se convirtió en un personaje clave. Es que sin su apoyo, el proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual no podrá obtener dictamen y, por lo tanto, no podrá discutirse en la Cámara alta
El jujeño no sólo preside la Comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión; además integra las de Presupuesto y Hacienda, y Asuntos Constitucionales. A menos que firme el despacho de mayoría “en disidencia parcial”, la ley corre peligro de no tratarse en el recinto. Hoy todas las miradas apuntan a Jenefes, justamente porque su familia es propietaria del poderoso multimedios Grupo Visión Jujuy, que él mismo presidió hasta el 2006, y la ley podría perjudicarlo en carne propia. Si prioriza sus intereses personales, podría provocarle al Gobierno una derrota similar a la que en el Senado sufrió por la 125 gracias a Julio Cobos.

¿Qué hará? Algunas de sus declaraciones a la prensa dejaron espacio para la duda. En el canal Todo Noticias, declaró: “Yo creo que el Senado tiene una responsabilidad histórica de poder ser realmente una Cámara revisora... y poder realizar modificaciones en la ley, con el propósito de mejorar muchas cosas que deben mejorarse y que no se debatieron en Diputados”. Estas mejoras, según dijo en el medio del Grupo Clarín, apuntan a la autoridad de aplicación y a la cláusula de desinversión. Música para los oídos de Clarín.
El jujeño es un personaje muy particular. Casi no se lo ve caminar por las calles norteñas, se maneja en un camioneta con vidrios polarizados, siempre muy bien custodiado. Su casamiento en 1978 con Eulalia Quevedo Carrillo, proveniente de una tradicional familia tabacalera, fue la puerta de acceso no sólo al mundo de los medios, sino también a la política. Hoy integra el directorio del Grupo Visión Jujuy, que tiene en la provincia el Canal 7 –abierto–, la radio AM 6.30, la FM 97.7, Radio Perico, Radio Libertador, además de Codivisión, un circuito cerrado por aire UHF destinado a las zonas rurales de la provincia. Además, cuenta con 15 repetidoras en Salta y Jujuy. Si la ley sale tal cual está planteada, el multimedios jujeño deberá desprenderse de por lo menos Radio Perico y Radio Libertador, además de la empresa Codivisión. Por lo que, obviamente, la ley afectaría sus intereses.
Pero el poder de los Jenefes en Jujuy va más allá de los medios. El holding también es propietario del lujoso Howard Johnson Plaza Jujuy Hotel. Dentro de la actividad agropecuaria, son los dueños de Fruitland: desde allí explotan el Establecimiento Agropecuario Visión –dedicado a la producción y comercialización de frutales–, y la Finca Los Troncos, productora de higos, paltas, uvas de mesa y verduras.
Con su mujer Eulalia tuvo tres hijos: Juan Sebastián, hoy revisor de cuentas en la Asociación de Radiodifusoras Privadas Argentinas (ARPA) en representación de Radio San Salvador de Jujuy (AM 6.30), quien sigue de cerca los pasos del senador en el tratamiento del proyecto de ley; Pablo Marcelo, miembro de la Cámara del Tabaco, que ya influyó cada vez que se votó algo relacionado con la industria de los cigarrillos, y Joaquín Guillermo. Jenefes mismo formó parte de la Asociación Telerradiodifusores de Argentina (ATA), una de las entidades más enfrentadas al proyecto oficial.
El poder de su multimedios le permitió, sin militancia previa, entrar por la ventana al Partido Justicialista. Lo hizo de la mano del fallecido gobernador Guillermo Snopek, quien lo sumó en 1995 a su lista como diputado provincial. Hasta ese momento, ejercía su profesión de abogado. Después, al tomarle el gusto a la política, siguió su carrera como diputado nacional y hoy ejerce su segundo mandato como senador.
En Jujuy también lo recuerdan por su paso como gerente de Asuntos Legales y apoderado del banco de la provincia. Cuando este se privatizó, Jenefes quedó como responsable de la cartera de morosos. “Fue implacable con los deudores. A fines de los ’90 se encargó de ejecutar a muchos productores que terminaron perdiendo sus fincas, en especial del sector tabacalero”, dicen quienes prefieren mantener en reserva su identidad.
Tampoco les hizo la vida fácil a los medios que intentaron entrar a Jujuy para hacerle competencia al grupo familiar. A fines de los ’80 y principios de los ’90, cuando proliferaban las radios de baja potencia, él mismo se encargaba de que les llegaran los telegramas y las intimaciones.
Todos en su pago saben que no es fácil enfrentarlo. El mismo senador radical Gerardo Morales, nacido también en tierras jujeñas, prefiere no criticarlo por lo alto y esperar a ver si puede sumar su voto en contra del proyecto. Sabe que no tener presencia en los medios del Grupo Visión es, hasta ahora, quedarse afuera de la política jujeña. Algo que no le conviene.
Jenefes también es presidente de la mesa ejecutiva del congreso provincial del PJ, puesto que alcanzó por su cercanía a Eduardo Fellner, actual presidente de la Cámara de Diputados, ex gobernador y presidente del PJ de Jujuy. Uno de los mediadores, que deberá acercar posiciones.
Los Jenefes en Jujuy siempre están en el centro de la tormenta. A comienzos del año pasado, su hermano, Sergio Marcelo, fue designado como integrante del Superior Tribunal de Justicia. Varias fueron las voces en contra: “Esta designación se hizo entre gallos y medianoche, a escondidas del pueblo. Sergio Jenefes fue funcionario en la provincia del gobierno de la dictadura militar. Durante su gestión ocurrieron los hechos más sangrientos. Basta recordar la noche del apagón, donde fuerzas de la policía, la Gendarmería y el Ejército, con el apoyo del Ingenio Ledesma, arrancaron de sus domicilios y detuvieron ilegalmente a más de 400 personas, de las cuales 30 continúan desaparecidas”, señaló en su momento la CTA jujeña. Unos años antes, muchos recuerdan aún el momento en que el actual juez fue baleado en su trasero en plenas calles céntricas, según dicen, por un productor desesperado que había perdido todas sus tierras.
No hace falta escarbar mucho para encontrar enemigos de Jenefes. Hasta tiene problemas en su propia familia política. Cuando murió su suegro, Marcelo Quevedo Cornejo, las acciones quedaron en manos de Eulalia (37%), Teresa (31%) y Marcelo (26%). Hoy Teresa y Marcelo enfrentan judicialmente a la esposa de Jenefes y la acusan de quedarse con acciones de forma fraudulenta.Jenefes también sufrió por la aparición en Internet de un blog llamado “senadorjenefesladron”. Si bien no duró más de cuatro meses, allí todos se despachaban contando anécdotas e historias del senador. Esto fue algo que lo enfureció, a tal punto que no dudó en presentar un proyecto en marzo pasado impulsando que los buscadores filtren los contenidos ofensivos hacia personas o empresas. Su iniciativa establecía un sistema para identificar a los usuarios de la red (algo que ya existe), pero esta vez buscaba responsabilizar con onerosas multas a los proveedores de servicios de Internet y a buscadores, como Google o Yahoo.
Sus actitudes siempre son polémicas. En 2007, el entonces ministro de Salud, Ginés González García, ya lo había acusado de ser uno de los principales lobbistas en el tratamiento de la Ley Antitabaco. A fines del 2008, por iniciativa de Jenefes, el Senado aprobó una modificación al Fondo Especial del Tabaco –con un costo fiscal de 200 millones de pesos–, iniciativa que iba en contra de un proyecto que ese mismo día había mandado la Presidenta al Congreso.No son pocos los intereses personales que Jenefes pone en juego con en el tratamiento de la Ley de Medios. Pero el senador dice que no participar de la votación es “como si un médico se abstuviera de votar una ley sobre salud, o como si un maestro se abstuviera de votar una ley de docentes”. Mientras algunos ya lo bautizaron como el “Cobos jujeño”, otros confían en que dejará sus intereses personales de lado y votará con la fórmula “en disidencia parcial”, permitiendo que el proyecto se debata en el recinto. La decisión final todavía es un enigma.
(Fuente:Revista23)

Nota de Pagina 12 del 4 de enero del 2008
EL PAIS
De la dictadura a la Suprema Corte jujeña
Por Julián Bruschtein
La designación del abogado Sergio Jenefes en el Tribunal Supremo de Justicia jujeño generó el rechazo de organismos de derechos humanos que denunciaron su pasado como funcionario de la intervención militar durante la dictadura. Este hecho se sumó al reclamo presentado por el nombramiento como director de Seguridad Ciudadana en la intendencia de San Salvador de Luis Alberto Morales, chofer y custodio del coronel Carlos Néstor Bulacio, que bajo el régimen militar estuvo a cargo de la zona, como jefe del área 323.
“A más de 31 años del último golpe de Estado que sufrió nuestro país, hoy vemos con profunda preocupación cómo algunos funcionarios del antiguo proceso intentan reciclarse en democracia, con la osadía de aspirar a ocupar cargos públicos en este proceso de renovación democrática y que pretenden hoy ser representantes del pueblo ante la justicia provincial.” El texto dado conocer esta semana lleva la firma de Madres y Familiares de desaparecidos en la provincia de Jujuy y la Red por el Derecho a la Identidad. Tiene como objetivo denunciar los nombramientos de funcionarios de la dictadura en cargos de gobierno, tanto provincial como municipal.
Sergio Jenefes fue incluido por la gobernación en la terna para formar parte del Tribunal Supremo de Justicia de Jujuy y su expediente fue aprobado en la última sesión del año pasado en la legislatura local. Eva Arroyo, activista de la organización HIJOS de la regional Jujuy, aseguró a Página/12 que las organizaciones de derechos humanos habían detectado que “Jenefes ocupó dos cargos como funcionario durante la dictadura. Primero, el 21 de mayo de 1976 fue designado por decreto como director de Administración de Tierras Fiscales en el Ministerio de Desarrollo Social. Y después, un mes más tarde, le dieron el cargo de Subsecretario de Promoción y Asistencia a la Comunidad en el mismo ministerio”. Las designaciones de Jenefes –hermano de Guillermo, actual senador del Frente para la Victoria– se produjeron durante la intervención militar a cargo del general Fernando Urdapilleta y están documentadas por los decretos del Poder Ejecutivo provincial nº 166-BS del 21 de mayo de 1976 y por el 402-BS del 26 de junio del mismo año. Los dos llevan la firma del militar.
El paso del expediente por la legislatura también fue polémico. “El pliego del nombramiento de Jenefes lo envió (el nuevo gobernador Walter) Barrionuevo el último día que sesionaban los legisladores antes del receso. El proceso normal es que pase por la comisión de asuntos institucionales, quienes se reúnen con el postulante mientras revisan su currículum. A diferencia de casos anteriores, con Jenefes esto no ocurrió.” Incluso, el diputado radical Pablo Baca se retiró del recinto en disconformidad, argumentando que “dadas las impugnaciones efectuadas por los organismos de derechos humanos, el pliego debía ser analizado”.
El abogado Pablo Pelazzo, integrante del equipo que lleva adelante las causas de derechos humanos en la provincia, aseguró que “al menos existen tres presentaciones para que se revoque la decisión por inhabilidad ética”, y agregó que en Jujuy “todavía quedan muchos personajes de la dictadura”, especialmente en el sistema judicial. “Acá te los cruzás por la calle todos los días, uno tiene un restaurante, otro tiene una radio.” El otro caso que denunciaron las organizaciones sucedió en la Municipalidad de San Salvador de Jujuy. Cuando terminó de dirimirse a favor del radical Raúl Jorge la disputa en torno de quién debía ser el intendente, fue designado Luis Alberto Morales como director de Seguridad Ciudadana. Morales se desempeñó como chofer y custodio personal del coronel Bulacio, jefe operativo en Jujuy durante la dictadura y quien participó en el Operativo Independencia desplegado por los militares en 1975. El mismo Morales fue llamado a declarar en los juicios de la verdad que se sustancian en la provincia, en particular por el caso de la desaparición en 1976 de Julio Rolando Alvarez García. En su testimonio, describió cómo había visitado Famaillá “16 veces o 18” y cómo en una de esas oportunidades vio a Alvarez, ya secuestrado, con vida.
La trama de la complicidad
El comunicado de prensa que hace referencia la nota de Pagina 12 no se pudo publicar en ningun medio de Jujuy por orden del senador nacional Guillermo Jenefes. Inclusive ni pagandolo como solicitada.
No solo ese comunicado, todo lo relacionado a los juicios a los represores y la impunidad de los genocidas se puede leer o escuchar en sus medios de comunicacion.
Una situacion que jamas fue denunciada, por ejemplo, por el senador nacional y presidente del Comite Nacional de la UCR, su coteraneo Gerardo Morales. Ni el ni ninguno de los diputados nacionales radicales de Jujuy.
Un manto de silencio cómplice en el que también está el presidente de la Cámata de Diputados de la Nación, el justicialista Eduardo Fellner. No es para menos, su jefe de policia en su segundo mandato, el militar Eduardo del Valle Carrizo Salvadores, es uno de los principales imputados en el fusilamiento de la Masacre de Palomitas.
No le va en zaga su hermana, la senadora nacional y antes diputada nacional justicialista Liliana Fellner, quien en más de una oportunidad se opuso a los homenajes a los desaparecidos en el la sede el PJ, organizado por la JP.
Tampoco el diputado nacional justicialista Carlos Snopek es adicto a pronunciarse sobre la represion y la morosidad de los juicios a los represores. Marta Liliana Snopek, jueza del Tribunal Oral Criminal Federal de Jujuy o el fiscal federal Mario Snopek pueden dar fe de ello.
(Fuente:Rdendh).

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