13 de noviembre de 2009

CÓRDOBA: JUICIO D2-"MIRAME, SOY EL GATO, TU TORTURADOR".

Mirame, soy el ´Gato´, tu torturador"
Isolina Tránsito Guevara declaró que eso le dijo uno de los imputados cuando estuvo presa en el D2.
Hoy, el acusado se acercó hasta la testigo en forma intimidante.

Gómez y Menéndez, los únicos acusados en la causa “Moyano”.
Por Federico Noguera

Una de las víctimas del Departamento de Informaciones de la Policía (D2), Isolina Tránsito Guevara, identificó como uno de sus torturadores al acusado Miguel Ángel "Gato" Gómez, quien durante el procedimiento llegó a pararse en forma intimidante a unos dos metros de la mujer.

La mujer trabajaba en la Clínica del Niño y era delegada gremial cuando el 19 de enero de 1977 dos policías se apersonaron en el lugar y le pidieron que la acompañara para hacerles “algunas preguntas, pero sin una orden”.

“Me suben a un (Ford) Falcon, dos personas adelante y otras dos atrás. Me tiran al suelo (del auto) y con un pie en el cuello. Bajamos en el D2”, relató.

Allí, la vendaron, la ataron y la sentaron a un banco en un lugar conocido como el “tranvía”. “Me pegaron puntapiés, con palos y me dijeron que no los reconociéramos por debajo de la venda porque íbamos a ser muertos”, aseguró y añadió que siempre les dijo que era delegada.

También declaró que le hicieron la pusieron una bolsa de plástico, la realizaron el “submarino” hasta que se desmayó y cayó, práctica que le fue practicada reiteradamente para interrogarla.

"Mirame, soy tu torturador". La testigo recordó que un hombre que cantaba “muy bien folklore” la quiso violar, y que un día la llevaron al altillo y un hombre le sacó la venda y le ordenó: “’Mirame. Quiero que sepas quién es tu torturador. Soy el ‘Gato’’. Me pegó, dijo que no me hiciera la ‘loca’ y me hizo preguntas”.

En el reconocimiento ante el Tribunal, identificó a Gómez como ese torturador y recordó a otro policía ("un tal Oyola"), y a uno que le decían el “Pampeano”, presuntamente militar.

“Era tanta la impunidad hasta que se podía jactar que ellos podían decirnos que nos vean”, lamentó. En el D2 estuvo entre 10 y 12 días, donde escuchó “la voz y los gritos” de dolor de su hermano, Ramón Hugo Guevara, también secuestrado y torturado.

Isolina dijo que llegó a ser acusada por tener una revista del "Che" Guevara y finalmente fue liberada tras 2 años y 11 meses de detención

Acusada por una revista del "Che"
Por Federico Noguera

Isolina Guevara fue traslada entre golpes en un camión a la UP1 (ahora Penitenciaría de San Martín), donde fue alojada en un pabellón de máxima seguridad de presos políticos. "Ahí se interesaban por mí, me sentía un ser humano", dijo.

Estando bajo el "poder del Ejército", en la cárcel las celadoras la llegaron a castigar por hablar con otras detenidas o por sólo "comer pan".

Tras dos años de permanecer desinformada de su casa fue trasladada al Tercer Cuerpo del Ejército, donde le realizaron un Consejo de Guerra que la acusó de la "tenencia de una revista del Che Guevara que había comprado en el kiosco".

"Allanaron mi casa, donde yo tenía la revista, y golpearon a mi padre, que lo detuvieron dos días en el D2". Según dijo, el Consejo "quería que confesara que pertenecía a un partido político" y agregó que cree que la detuvieron "tal vez porque querían justificar que éramos todos subversivos".

"También me peguntaron si era comunista y que confesara", precisó.

El Consejo se declaró incompetente y su caso fue derivado a la Justicia Federal, donde el secretario del Juzgado Nº2 Luis Rueda firmó la liberación tras dos años y 11 meses de detención.
Sobreviviente comprometió a uno de los imputados
El ex empleado de una empresa de seguridad Ramón Hugo Guevara fue torturado por el D2.

Dijo que el ex cabo “Gato” Gómez encabezaba las sesiones de tormentos.
Por Federico Noguera

El ex empleado de una empresa de seguridad Ramón Hugo Guevara aseguró hoy en el segundo juicio por la represión que reconoció Miguel Ángel "Gato" Gómez, cabo del Departamento de Informaciones (D2) de la Policía como uno de los cabecillas que lideraban las torturas.

Guevara narró que tres policías se presentaron en la Compañía de Vigilancia Integral ubicada en la avenida General Paz a mediados de enero de 1977. "Tuve que descargar mi arma porque trabajábamos con armas". Luego fue llevado al D2 de Pasaje Santa Catalina.

Apenas fue ingresado, vendado y atado, personal del D2 lo interrogó si tenía armas en su casa, que fue allanada, y luego lo golpearon brutalmente hasta que se desmayó.

"(Después) me hicieron el ‘submarino’, uno me tomaba el pulso y decía ‘basta’", narró y añadió: "Me pusieron en un elástico, pero tuve suerte porque no les andaba la picana".

Durante su detención escuchó el nombre de un policía alías "Pepona" y logró ver al ex cabo Miguel Ángel Gómez cuando se le corrió la venda: "Lo veo al ‘Gato’. Era 30 años más joven de lo que es ahora. Él daba las órdenes. Fue la única vez que lo vi".

En el centro de detención estuvo entre 10 y 12 junto a Manuel Nieva, Delia Lidia Torres de Nieva, luego pasó un día por la Policía Federal hasta su alojamiento en la UP1 (actual penal de San Martín).

Después de muchos meses, el Tercer Cuerpo, en cuya sede reconoció a Luciano Benjamín Menéndez, le realizó un Concejo de Guerra bajo la imputación de actividad subversiva. Sin embargo, el cuerpo se declaró incompetente y pasó la causa al Juzgado Federal Nº2, a cargo del juez Puga, quien dispuso su libertad a fines 1979.

Narró también que era afiliado a uno de los gremios del Correo, la Asociación Argentina de Telegrafistas y Radiotelegrafistas y afines (Aatra), pero que durante su detención no le mencionaron el sindicato como motivo de su secuestro.

“Borrate, porque si no te matamos”
El ex gremialista Carlos Jacinto Moyano dijo que el D2 lo secuestró y torturó ser “progresista”.

Por Federico Noguera

El ex gremialista Carlos Jacinto Moyano afirmó hoy que las personas de "posición progresista" eran desaparecidas o detenidas como él, que luego de ser torturado por el Departamento de Informaciones (D2) de la Policía tuvo que huir para no ser asesinado.

En uno de los testimonios más claros y contundentes por los hechos descriptos que ayudan a esclarecer el accionar del D2, Moyano contó que la noche del 19 de enero 1977 se encontraba en su casa de barrio Alto Alberdi junto a su amigo Manuel Reynoso y sus vecinos Rubén Gili y Carlos Antón.

De pronto, un hombre encapuchado se descolgó del techo y otros dos irrumpieron en la vivienda, tras lo cual fueron golpeados, especialmente Moyano. y cargados en un Falcon y una Renoleta.

Moyano que trabajaba en el Correo y era secretario de actas y vocal de la Asociación Argentina de Telegrafistas y Radiotelegrafistas y Afines (Aatra) junto a Reynoso había sido cesanteado de la empresa un año antes de su secuestro. Jamás imaginó lo que le sucedería después.

Una vez vendado en la sede del Pasaje Santa Catalina del D2, lo acusaron de pertenecer al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), cosa que negó pese a los interrogatorios sobre el "jefe de la ‘orga’ (por organización)".

Cautivo, lo ataron a una silla y lo picanearon: "Me pusieron electricidad y después un trapo en la cara y me hundieron en el agua. Eran terrorífico".

Además de un tal "Abuelo", rememoró cuando el policía de apellido Romano (sería Américo Pedro Romano, torturador de Ricardo Albareda) le puso una pierna en el pecho y le dijo: "Yo como que soy Romano te voy a hacer hablar".

Bajo tortura, Moyano debió acusar a Manuel Nieva, uno de los detenidos, como vendedor de libros de un partido político, lo mismo que a lo que fue obligado el apresado Ramón Hugo Guevara al decir que Moyano era del ERP.

"Con torturas ellos querían hacerle decir lo que querían", indicó Moyano, quien también estuvo detenido junto a Isolina Tránsito Guevara, hermana de Ramón.

Tras 10 días de terror, el D2 decidió soltarlo y uno de los guardias le advirtió: "Borrate que te van a matar". Se mudó a Buenos Aires y en 1979 retornó a Córdoba.

Sin embargo, en cierta ocasión, Moyano caminaba por avenida Vélez Sársfield cuando dos hombres se le acercaron y uno le disparó a centímetros del oído. "Bolche hijo de puta", le gritó uno.

Tras el hecho, ingresó clandestinamente a Paraguay, donde tuvo un hijo y permaneció hasta 1983 cuando Somoza fue asesinado en ese país y el dictador Stromer ordenó la persecución de argentinos residentes. De vuelta en Argentina, Moyano, que era afiliado a la Juventud Peronista "de la línea de Agustín Tosco", comenzó a trabajar como electricista.

Cuando el querellante Matín Fresneda le preguntó por qué creía que fue detenido, respondió: "Detenían a los que tenían posición progresista, de cambio, que pensaban en el bienestar. Les incomodaban esas personas: eran detenidas, desaparecidas".
Sigue el miércoles próximo

Marcelo Arrieta, abogado de los policías imputados Rodolfo Aníbal Campos y Miguel Ángel Gómez, dijo que el juicio continuará el próximo miércoles.

Según explicó, la intención también es realizar las inspecciones oculares a las sedes del D2, probablemente el jueves si el Tribunal lo dispone.

"La idea es alegar sucesivamente antes del 2, 3 y 4 de diciembre", anticipó.
(Fuente:Rdendh-Lavoz).

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