13 de marzo de 2011

COLECTIVO CULTURAL.

MURGAS
"LA MEMORIOSA"
La radio es un servicio público, y como tal no descuida a las agrupaciones y movimientos sociales y culturales que a diario trabajan en la provincia de Santa Fe para mejorar la vida de miles de santafesinos.

En Portavoz, hay un espacio para ellos

Entrevistamos a Celeste Montechiarini de la murga La Memoriosa que festeja el Carnaval en Rosario.
LA MEMORIOSA es Cultura popular a por medio de la murga

“Con pañuelos de las Madres y emblemas aborígenes, esta banda, integrada mayoritariamente por mujeres presas y torturadas durante la dictadura militar, canta para recordar a todos que todavía hay juicios pendientes ”
"gracias por querer conocernos"
"esta murga nace en agosto del 2009 por inquietudes que surgen a partir de compañeras que integran el Espacio Juicio y Castigo, en el marco de los juicios  que se están desarrollando acá en Rosario"...
Para escuchar la nota completa entrá a Portavoz-Nacional Santa Fe-AM540.

Carnaval frente a los Tribunales Federales
No pudieron
"Con los genocidas presos todo el año es carnaval" fue la consigna con la que convocó el Espacio Juicio y Castigo a una jornada de fiesta, memoria y carnaval, frente a los Tribunales Federales donde se juzga a los genocidas que actuaron en el Servicio de informaciones de Rosario, en la denominada causa Díaz Bessone. Allí, en una tarde soleada, las murgas rosarinas bailaron, entonaron sus críticas y cánticos y sonaron los repiques y las voces de los sobrevivientes que dan testimonio del terror que vivieron durante la última dictadura militar. enREDando comparte una fotogalería y además, invita a sus lectores a acompañar a los testigos y querellantes y recorrer las crónicas del Diario del Juicio.

Hubo alegría. A pesar del inmenso dolor, de la llaga que lacera en las heridas de cada uno de los querellantes. A pesar del mismísimo infierno que durante cada jornada del juicio, se revive, como recuerdos que vuelven y una otra vez a la memoria. Como necesarios destellos de una imagen que acuna, hoy, a más de 30 años, un grito de jusiticia que más tarde y más temprano, finalmente llegará.


Hubo fiesta. Como lo dicta el tiempo del carnaval. Máscaras y colores se adueñaron del tiempo, de la historia, de nuestro presente. Y bailaron. Los que ahogan sus voces frente a las caras del terror. Los que batallan con la esperanza en la mano. Los que revelan con firmeza, un testimonio que dará sentencia.

Y festejaron, y se abrazaron, y cantaron. Y también, recordaron a los compañeros que no están. Se hicieron presentes, con las levitas memoriosas, los cantos carnavaleros y murgueros. Con los parches de militancia política. Con los bombos y repiques que no cesan.


Hubo un aguante. Necesario y constante. Presente, cada día en que uno, dos, tres testigos o más querellantes se presentan a declarar frente al Tribunal Oral N 2. Ese aguante que con un mate caliente o una torta casera, abriga la más terrible desolación de quien atravesó un secuestro, una tortura o una violación.

A ellos, a quienes no dudan en mitigar tanto dolor con la verdad, el carnaval los recibió con una sonrisa, con el mismo reclamo de justicia, con la mirada atenta ante los pasos de los genocidas, que por esas cosas del poder judicial, atraviesan el proceso en libertad. Y ese día, entonces, hubo fiesta de carnaval.
Fuente:Enredando
GALERÍA DE IMÁGENES
Fuente:Enredando






EL ADIÓS A DAVID VIÑAS.
Una lectura de la Historia
Año 3. Edición número 147. Domingo 13 de marzo de 2011
Por Miguel Russo
Viñas: descendiente de andaluces y de una anarquista rusa y judía, un hombre de cruces culturales.
Sobre la muerte de David Viñas, un pensador indispensable para entender la Argentina David Viñas murió en la noche del jueves pasado. Tenía 83 años. O dos menos, si se tiene en cuenta que muchas veces bromeaba, cambiando la real fecha de nacimiento, un 28 de julio de 1927, plena alvearización derechosa del radicalismo, para decir que había sido en 1929, “sólo por la fantasía de haber nacido bajo el gobierno de don Hipólito Yrigoyen”. Una frase típica de este escritor que hace diez años rechazó la beca Guggenheim con certeza telegráfica: “Un homenaje a mis hijos. Me costó veinticinco mil dólares. Punto”. Dos hijos: Lorenzo Ismael y María Adelaida, desaparecidos por la dictadura. Punto. Un punto que resume buena parte de su historia y, al mismo tiempo, de la historia argentina. “Historia larga: puro Proust, no termina nunca”, decía Viñas.
Esa historia arrancó con Viñas Veneroso, un caballero de Ronda, Andalucía, contrabandista de tabaco que, problemas policiales de por medio, decidió abandonar España en 1850. Historia que David, el bisnieto, no se cansaba de contar en alguna mesa ventanera del bar La Paz mientras dejaba por un momento el subrayar frenético e indignado del diario La Nación, del pensamiento de los Mitre. “Este primer Viñas –contaba David– se puso a trabajar en lo previsible: una pequeña fábrica artesanal de cigarrillos. Y su hijo, Antonio José, lo acompañó hasta que decidió terminar con el tutelaje paterno y fundó una panadería: La Catalana”.
Con las ganancias de las flautitas y las medialunas, Antonio compró terrenos en Monte y levantó su casa, fundando una larga cadena de hijos, nueras, yernos, primos y sobrinos. “Y con el engrandecimiento de la familia –contaba, La Nación a un lado, subrayada, la seña de otro café con el brazo en el aire– mi abuelo se hizo rematador. Todo hace suponer que se vio favorecido, por decirlo de una manera culta, con la venta de terrenos en la zona, siempre operando desde el pueblo. El pueblo donde nació Dominga Macció, victoriana de típica familia clase media bonaerense, mi abuela”.
David Viñas: línea directa del contrabando español y la lectura criolla y folletinesca de Pérez Galdós y Tolstoi. De libros guardados en esa vieja casa de Monte con bibliotecas venidas (vaya saber uno de qué manera, aunque todo era indudable en la narración Viñas) de la Casa de Gobierno, con escudo nacional y madera lustrosa.
Antonio y Dominga tuvieron siete hijos. Los dos mayores se llamaron Ismael y Armando.
Y de esos dos nombres nacía otra de las historias inigualables de David, de la Argentina: “La zona de Monte, lanera, tenía varios ovejeros irlandeses. Y las tumbas del cementerio tenían versículos escritos en irlandés. Una vez, visitando ese cementerio con Rodolfo Walsh, pude saber qué decían esas lápidas gracias a su traducción. Pero antes, mucho antes, fui a ese mismo cementerio con mi papá y su hermano, llamados Ismael y Armando. Allí había una tumba común con sus nombres. Piedra tallada: Ismael y Armando Viñas. Le pregunté extrañado por qué habían comprado una tumba antes de morirse, ya que por entonces no se estilaba. Mi padre se reía: los dos hijos mayores de Antonio y Dominga se llamaban Ismael y Armando y habían muerto en alguna de las pestes de 1878, 1880. Estaban enterrados allí. Y cuando nacieron sus hijos siguientes, Antonio y Dominga les volvieron a poner Ismael y Armando. Homenajes, que le dicen. Insólita herencia”.
Una herencia que, como la historia del país, siempre se ampliaba un poco más: “Mi tío Antonio Viñas mató dos tipos en su vida. Cuando regresó de Francia, después de la Primera Guerra Mundial, consiguió un puesto de oficial de Gendarmería en la Patagonia. Una tarde notó que un oficial estaba haciendo trampa en un partido de naipes. Tuvo una discusión con el fullero, Antonio sacó primero y mató al gendarme. Para la segunda muerte, Antonio estaba de juez de cancha de paleta en un club de Monte. Tradición oral: hubo un incidente violento con un jugador mamado y el borracho le tiró un rebencazo. Antonio volvió a sacar y volvió a matar. La novela argentina: Mi tío rumbeó para su casa, se dio una ducha y se entregó a la policía. Pucha si lo habré explotado como personaje”.
Y sí, hablar con David era escuchar la Historia: “Mi padre, Ismael, me hablaba de la ciudad del 900, de la Patagonia y de los fusilamientos. De Anaya, Varela y sus miserias. Del cañadón de la Yegua Quemada. Eran el mundo del quilombo y la política. Mi madre, Esther: los pogroms, la huida de sus padres desde Odessa, el acorazado de Potemkim y sus tres hermanas sentadas en la famosa escalinata; Ana, Elisa y María. Y el puerto de New York: la bobe que se queda afuera por la conjuntivitis, el rancho negro del zeide y el pelo rojo de Simón Radowitzky que había venido con ellos, 18 años, aire bíblico, brazos demasiado largos, ojos transparentes para cargarse a Falcón. Ella, nacida en el Hotel de Inmigrantes en 1899, era el mundo de los afectos, de las artesanías, del alucinante mundo barrial zurdo. Y cómo: stalinistas, claro. Mi prima Sara, medalla de oro en la facultad de Química, tenía arriba de la cama una foto de Stalin con Gorki, y, más arriba, aviones soviéticos tirando paracaidistas. ¿Stalinistas? Sí, claro, años treintaytantos, más de medio siglo atrás: Victoria Ocampo diciendo Tío Pepe”.
Ismael, el padre, abogado de filiación radical, había sido enviado al sur por Yrigoyen para ver qué carajo pasaba ahí. Y se fue con su amante, mi vieja, esa rusa, judía y anarquista que fumaba. Era 1920, y tuvieron un primer hijo sin casarse: Ismael. Un hijo reconocido por la ley sólo después del matrimonio (“napas y napas de mierda de este país”, decía Viñas).
–¿Otro café?
–Meta. Mi viejo despuntaba el vicio de la escritura en el semanario Jurisprudencia del Trabajo. Mi primer recuerdo, seis años, es cuando nos llevan presos. A mi viejo, claro, y a Ismael y a mí, dos pijindrines, con él.
Y recitaba, orgulloso, solemne, la primer cuartilla que aprendió en su vida: “Radicales los que me oyen del auditorio presente: / el único presidente es el doctor Yrigoyen. / Son turros los que desoyen este llamado al laburo, / y desde esta noche juro / buscar el mejor momento para joderlo a Aramburu”. Según él, un auténtico Borges, de los años en que Jorge Luis cantaba loas a la revolución rusa y defendía la candidatura de Yrigoyen.
De ese mundo, contaba David, tuvo que rajar rapidito. A los siete, época de camisas pardas y saludos fascistas por las calles porteñas, cuando su mamá murió de cáncer y su padre, sin pareja que los cuidara ni mucha guita para subsistir –encima, contra a morir de Alvear–, metió a los dos pibes en un colegio de curas en Ramos Mejía, becados. “No era buen alumno: no leía. De pibe quería ser ingeniero agrónomo y veterinario. Primero, porque era largo: ingeniero agrónomo y veterinario. Pero se me fue pasando. Y el deporte, claro: era un wing izquierdo de primera. Veloz, grandote, pibe de campo. Pero los chicos de sexto grado me parecían hombrones y un poco arrugaba frente a ellos. Uno de ellos, se llamaba Cremades, era como Joe Louis. Pero el miedo mayor eran las hostias que te zampaban los curas por cualquier cosa. Eran brutísimos. Yo no recuerdo que hubiera toqueteos o manoseos de los curas, realmente, pero sí recuerdo los sopapos que pegaban. Había uno, que oficiaba de consejero, llamado Ratto, que era una bestia bruta. Medio me vengué de él en la novela Un dios cotidiano”.
Y de la primaria, al Liceo Militar, otra beca para paliar la mishiadura. David ya no quería ser ingeniero agrónomo y veterinario, sino el Mariscal Montgomery, un milico democrático y con boina: “En los noticieros de la guerra se veía que los nazis eran rígidos, brutos. Los otros andaban de pulóver. Uno, inolvidable: en el medio del desierto, Rommel de un lado y de acá los ingleses. En una entrevista, el jefe inglés matando moscas con una paletilla mientras charla amigablemente con los periodistas”.
–¿Y Perón, Viñas?
–Qué quilombo, ¿no? Qué notables confusiones. Aquí había una formación liberal hacia la izquierda. Liberal populista. La definición del peronismo se hizo entre el ’43 y el ’45. Y uno no tenía relación con Santiago Carrillo, sino con el ministro de Educación: Hugo Wast. Ésa era la imagen que daban: educación religiosa obligatoria, todo el mundo boca abajo. ¿Qué era Perón? El que vio que eso no iba y se fue corriendo. El ’45 estaba en quinto año de Liceo Militar. El impacto fue que echaron a los profesores que yo más quería: José Luis Romero, Vicente Fattone y algún otro. Los motivos eran simples: habían pedido todo el poder a la corte. De locos: todo el poder a la corte. Eran la democracia más ingenua y fenomenal del mundo. Los sacaron a patadas. Quedaron los burócratas, los pobres tipos que hacían lo que podían. Muchos amigos de mi viejo se pasaban al peronismo. No por Perón, sino por Mercante. La gente de Forja que entra al Banco de la Provincia de Buenos Aires y a los ministerios. La pueblada venía una vez al centro, está bien, pero uno veía a los curas disfrazados enseñando latín y barriendo todo en la universidad. Yo estaba en la edad justa, la edad de las grandes pasiones como para amar u odiar al peronismo. Y el campo cultural del peronismo fue muy flojo. ¿Marechal? Marechal era un funcionario que tuvo un éxito, Adán Buenosayres, que la gente hacía cola para leer en la calle. ¿Qué otro? Como estudiante, vacilaba entre Letras e Historia. Pero me acerqué a un tipo, un tal Puente, que venía del viejo nacionalismo, y le dije que no iba a poder ir al Archivo de Historia por un problema de horario de trabajo. “No es asunto mío”, me dijo. Y seguí Letras, donde no había ese tipo de exigencias.
Letras, decía Viñas, y la mano hacía una fantasía por delante de sus ojos que no dejaba lugar a las dudas. Después miraba ceñudo a los ojos o hacia la frenética estampida de la avenida Corrientes. Y seguía: “Yo estaba fascinado con la cultura sartreana: teatro, novela, ensayo, lo que quería. Y empecé a trabajar en Losada como corrector, de modo que devoraba todo. Todo menos el realismo socialista y su Así se templó el acero. No militaba en ningún lado, sólo en la Fuba. No había centro de estudiantes y nos reuníamos en un sótano de la calle Las Heras. Y protestábamos contra la barbarie de la policía”. ¿Militancia?, se preguntaba Viñas y hacía otro gesto inconfundible: “Para militar había que tener mucho tiempo, y yo me aburría cantidad. ¿Sabés qué? No sirvo para convencer”.
Ajá. Viñas. El mismo David Viñas que, como si se tratara de la cosa más normal del mundo, contaba: “Mi viejo fue candidato a diputado nacional por el radicalismo. En la parroquia donde se presentaba mi viejo, de Belgrano a Parque Centenario, figuraba el domicilio de Eva Perón. Evita, recién operada, estaba internada en el policlínico de Lanús. De acuerdo a la ley, no podía votar fuera de la circunscripción, pero mi viejo tenía el estilo romántico, y decidió que la Señora votara fuera de la Capital. Para eso había que buscar un fiscal que fuera hasta el hospital. Ahora, ¿quién se animaba a poner la cara para ser fotografiado como antiperonista? Caí yo. Y me fui a tomarle el voto a Evita como fiscal de la UCR. Me escracharon a fotos, pero comprendí lo que era el peronismo oficial y el peronismo popular. En la habitación estaban todos los olfas. Pero, en los pasillos estaban las enfermeras que pedían tocar la urnita con el voto de Eva como si se tratara del Santísimo. Y afuera, afuera la gente, el pueblo arrodillado pidiendo por la salvación de esa mujer”.
David y las historias. El Che y la revolución cubana, la mitología en torno a sus peleas con otros escritores, la amistad con Oscar Masotta y Carlos Correas, la fundación de Contorno y la lucha ideológica para cambiarlo todo (igualito que aquella revolución francesa que no dejó nombre ni cosa sin modificar), el amor con Adelaida Gigli: “Era como Jean Moreau, una mina de puta madre. Una mezcla ítalo-gallega-argentina de locos. Escribía genial”.
David y los sueños y las pesadillas de los ’70: “Viví el inicio de la guerrilla en la Argentina con simpatía, pero de manera conflictiva. No creía en los fierros nacionales. Eso lo pensaba en relación con mis hijos: María Adelaida y Lorenzo Ismael, ambos militantes montoneros. Recuerdo que por aquellos años me encontré con un viejo amigo, trosko hasta la médula, que me dijo ‘con el General, papita pa’l loro’. Pero, decime, a ver, quién era el loro y quién la papita. Todos creían que se comían al General, mis hijos también. Y yo no podía creer en Perón, en él como jefe. Fui con ellos a la manifestación de 1974 cuando Perón los echó de la Plaza de Mayo. Reculamos contra la catedral, Lorenzo Ismael con un cadenazo en la espalda, y todos como moscas sin cabeza. No era momento para reclamarles el ‘yo te lo dije’”.
Y el golpe del 24 de marzo de 1976 que lo agarra trabajando en la Universidad de California. Fue a México, a España, y no había caso; quería saber qué pasaba acá. David volvió al país el 9 de julio del ’76. Aguantó hasta el 15 de ese mismo mes. Todos los que lo cruzaba le avisaban que era boleta (“yo no había tenido militancia activa. Era zurdo, sí, dale que va. Pero para ellos todo era lo mismo”).
Miraba la avenida Corrientes, David Viñas, y decía, la voz baja, gruesa de la Historia: “Tuve dos hijos, a los dos los desapareció la dictadura militar, y no quiero decir nada más. Pude conocer a mi nieta cuando tuvo 23 años. Mataron a su madre, María Adelaida, y a su padre, Carlitos. Estaban los tres en el zoológico y los cercó un grupo de tareas. A ellos dos se los llevaron chupados y dejaron a la bebita en un banco del zoológico. La encontró un tipo de casualidad a las horas. Y menos mal que tenía una medallita que decía Lorenzo Gigli. Este tipo buscó en guías y encontró al Lorenzo Gigli, pintor, en su casa de San Fernando. La hermana de Lorenzo y su marido, burgueses a la raja, ciudadanos norteamericanos los dos, la adoptaron y se fueron a vivir a Nueva York. Por suerte, ella hizo una separación y se fue a estudiar a California, donde se recibió de especialista en Derechos Humanos”.
Se fue, David. Y tenía 83 años. Todavía se escucha su voz grave, como la de la Historia: “Tuve exilios, cartas marcadas, hijos desaparecidos y muertos, libros escritos. Pérdidas. Me queda la tradición oral, el recuerdo, lo que no pudieron sacarme. Es la Argentina, viejo, la voz de la Argentina”.
• GUÍA O VIÑAS BÁSICO
Autor de novelas, ensayos, cuentos y guiones de cine y teatro, entre sus obras figuran Cayó sobre su rostro, Los años despiadados, Los dueños de la tierra, Dar la cara, Las malas costumbres, En la semana trágica, Hombres de a caballo, Jauría, Cuerpo a cuerpo, Ultramar, Indios, ejército y fronteras, Anarquistas en América Latina, Claudia conversa, Menemato y otros suburbios, Tartabul


La literatura llora la muerte de David Viñas

El prestigioso historiador falleció a causa de una complicación provocada por una neumonía; entre sus obras se destacan Un Dios cotidiano, Dar la cara y Jauría.

Viñas fue uno de los autores más prolíficos y versátiles de la literatura argentina.El escritor e historiador David Viñas murió anoche tras sufrir una complicación provocada por una neumonía.

Viñas había sido internado en una sala de terapia intensiva el 22 de febrero con síntomas de deshidratación como consecuencia de una infección generalizada que había causado la neumonía, según informaron fuentes médicas del Sanatorio Güemes a la agencia DyN.

Viñas fue uno de los autores más prolíficos y versátiles de la literatura argentina, porque abarcó tanto el teatro como el ensayo.

Durante su trayectoria recibió los premios Nacional de Literatura, de Teatro, de la Crítica y Gerchunoff, entre otras distinciones.

Entre sus mejores obras se destacan Un Dios cotidiano, Dar la cara, Jauría, Los dueños de la tierra y Cuerpo a Cuerpo.

En el período 1973 y 1983, se desempeñó como profesor de Literatura en universidades de los Estados Unidos, Alemania y Dinamarca. Con el regreso de la democracia, Viñas volvió a la Argentina para ser titular de la Cátedra de Literatura argentina de la Facultad de Filosofía y Letras, de la Universidad de Buenos Aires. Durante la dictadura militar, en tanto, fuerzas represoras secuestraron y desaparecieron a sus hijos María Adelaida y Lorenzo Ismael.

En 1991, Viñas rechazó la Beca Guggenheim en una decisión que consideró "un homenaje" a sus hijos.
Fuente:DiarioPanorama

OPINION
El segundo en partir
Por Osvaldo Bayer
Querido David: de nuestro “grupo de los cinco” sos el segundo en partir. El primero fue el Gordo Soriano, el más joven de todos nosotros. Ahora nos abandonás vos. Eras del ’27, igual que Walsh, igual que yo. Pero nos decías que eras del ’29, ¿te acordás? Y cuando te lo reproché y te dije: “No te hagas el coqueto”, me respondiste: “¿Y qué querés? Si en la solapa del último libro que editaron me pusieron que nací en el ’29... No los voy a desmentir ahora”. Una de tus tantas salidas simpáticas. Recuerdo nuestras reuniones en El Tugurio, los jueves. Siempre el Gordo Soriano llegaba más tarde. Lo hacía a propósito para tirar sobre la mesa el tema que se iba a discutir. Y siempre elegía un tema para que se agarraran vos y Rozitchner. Y acababan siempre ustedes a los gritos, parados. Era cuando Soriano sonreía, pícaro, viendo que los había hecho engranar. ¿Te acordás? Fue en la última mitad de los ochenta y en la primera del noventa. Empezábamos siempre bebiendo champán, como señoritos franceses. ¡Y que se jodan los socialistas! Como decía el Paco Urondo cuando iba a cenar a un restaurante de primera.

Te conocí a mediados de los cincuenta cuando volví de estudiar en Alemania. Por supuesto que nos presentó Rogelio García Lupo. ¡Qué tiempos aquéllos! Y nos empezamos a reunir para hablar del peronismo, discutirlo y observar todo ese movimiento creado por los Aramburu, los Manrique y compañía. Y así, Frondizi y la gran desilusión, las traiciones, las divisiones, pero siempre el ansia de lograr una Argentina mejor. Pero otra vez las dictaduras, las prohibiciones, las persecuciones. Y luego el injusto y largo exilio. Me acuerdo cuando me visitaste en Berlín, en mi bulín del barrio reo de Kreuzberg, cuántas anécdotas, cuántas vivencias... tu dolor infinito con la desaparición de tus hijos. Pero quedan tus libros. Esos estarán siempre presentes en la vida literaria argentina. No los podrán hacer desaparecer nunca. Bien, David, ya continuaremos el diálogo. Allá arriba, en los Campos Elíseos, y con el Gordo también. Y con champán, como en El Tugurio.
Fuente:Pagina12


INVITACIÓN.
1er.ENCUENTRO DE EX PRESOS POLÍTICOS LATINOAMERICANO.

Fuente:AexppCdba.



LIBROS
PRESENTACIÓN DE “HISTORIAS DE VIDA, HOMENAJE A MILITANTES SANTAFESINOS”
Sábado, 12 Marzo 2011

El Departamental invita a un acto formal y público repudiando el 24 de marzo, presentando el libro “Historias de vida, homenaje a militantes santafesinos”. Será el 21 de marzo a la hora 20 en el salón de la Sociedad Italiana. Contará con la presencia del Director Provincial de la Memoria Histórica Dr. Jorge Pedraza y cuenta con el apoyo de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Santa Fe.
Carlos (Cacho) Lucero, director del periódico adelanta detalles de los que será trascendental en la historia sancristobalense.
“El libro historias de vida del centro norte de la provincia, atiende la desaparición y la muerte durante la época de la dictadura de militantes del centro norte. El primer libro se hace en la última etapa del gobierno de Obeid, y es continuado por esta nueva gestión que deriva en este segundo libro en el Gobierno del Dr. Binner El libro es una recopilación de las vidas contadas por sus familiares y amigos de los militantes fallecidos en aquella época” comentó Lucero.
“Hemos participado en la construcción de este libro en algunas páginas, como Hugo Vargas, como en Ceres, Victorio Paulon , son relatos de personas que algunas ya no están pero que han escrito sobre sus afectos, parientes, militantes de esa época” destacó Lucero.
Está confirmada la presencia del director Provincial de la Memoria Histórica dr. Pedraza y también “comprometieron su presencia muchos funcionarios de aquella época, algunos hoy en día funcionarios, diputados, dirigentes, está comprometido un colectivo completo desde Ceres, el colectivo de ex presos políticos de Rosario, compañeros de mi hermano que vienen a este homenaje, este acto pretende ser un hecho de reflexión ideado con mucho cariño y alegría por el hecho de poder expresar esto en democracia” detalló el director del periódico.
“Nosotros siempre hemos estado cruzados por esta historia, perdí a mi hermano a los 16 años y es una marca que nunca más se borró, todo el que sufrió esa época ya no es el mismo, respecto a la línea editorial del diario siempre hemos sido coherente con esta línea hemos defendido la democracia , los derechos humanos, el sálvese quien pueda nunca corrió para nosotros” puntualizó.
Fuente:SanCristobalSantaFe


Una novela en clave de policial negro
Año 3. Edición número 147. Domingo 13 de marzo de 2011

Anticipo: un capítulo de El hombre ordinario, de Mariano Hamilton y Alejandro Marinelli
Marta se sentó enfrente de mí y yo me recliné en el sillón. Cuando puse los pies sobre el escritorio, sentí que estaba en condiciones de aceptar el trabajo, cualquiera que fuese.
–Mi hijo apareció muerto hace un mes en el camino que va hacia el refugio que está muy cerca del pico Frey, en Bariloche. No llegó a destino, una tormenta fuerte se desató cuando estaba subiendo y lo encontraron al día siguiente congelado y con muchos golpes.
Hice silencio mientras encendía un cigarrillo. Todavía no sabía cómo entrarle al asunto.
–De lo único que estoy segura es de que eso que dice la policía jamás le podría haber pasado a Luis.
–¿Por qué está tan segura, señora? –dije y largué el humo por la nariz.
Dudó unos instantes.
–Segura del todo no estoy, por supuesto. Pero hay razones que me hacen pensar que Luis nunca podría haber equivocado el rumbo ni habría asumido peligros innecesarios. No era una persona arriesgada.
–Los accidentes siempre se producen por situaciones imprevistas. Pudo pasar algo que lo distrajera, que lo apartara del camino, que lo llevara a una ruta desconocida… Y también está esa tormenta…
–Es que usted no entiende. Luis hacía ese camino todos los años, casi en la misma fecha, desde hace veinte años. Esta ceremonia, que para mí siempre fue una estupidez, comenzó allá por 1950 con Horacio, el padre de Luis, mi marido. Lo hicieron juntos hasta el ’59, cuando Horacio murió de un infarto, y Luis, después, repitió el rito cada fin de julio. Es imposible que se haya equivocado. Yo estoy convencida de que lo mataron.
No le veía demasiado futuro al tema. En realidad, sólo me parecía la especulación de una madre destrozada por el dolor. Sin embargo, había tres razones por las que iba a tomar el caso: porque era una enviada de Espiño, porque precisaba un asunto sencillo para entrar en ritmo y porque no tenía dinero.
–Siempre que se habla de asesinato debe haber alguna razón. Disculpe que sea tan brutal –dije–, ¿pero usted sabe de alguien que quisiera matar a su hijo?
La respuesta me desalentó todavía más.
–No. Mi hijo era una excelente persona. Con su socio instalaron una editorial que funcionaba muy bien y estaba felizmente casado con Virginia. Tenían un buen pasar.
–¿Hijos?
–Estaba en sus planes tenerlos, pero no.
Seguía sin encontrar el más mínimo conflicto. Apagué el cigarrillo tomándome todo el tiempo que hizo falta para dejarlo hecho una pelotita en el cenicero.
–Usted entiende que con esos datos no tengo mucho como para empezar –dije, ahora sí tratando de disuadirla.
–No importa. Espiño me dijo que usted me iba a ayudar y espero que lo haga.
Abrió la cartera y sacó un fajo de billetes. Sin tocarlos calculé que habría como cuatro mil pesos. No era demasiado pero sí lo suficiente como para hacer algunas averiguaciones durante lo que quedaba de la semana.
–Necesito hablar con la esposa de Luis. Voy a empezar por ahí. ¿Me pasa el teléfono y la dirección? –dije un poco más relajado.
Marta garabateó en un papel y me lo alcanzó.
–Se lo agradezco. Nadie quiere escucharme. Espiño había dicho que usted es un buen hombre.
No le dije a Marta algo que ya sabía: si avanzaba en el caso, muy a su pesar, iba a tener que investigar a la víctima.
Fuente:MiradasalSur


Tres argentinos entre los 15 finalistas del Premio Narrativa Planeta-Casamérica
Tres argentinos figuran entre los 15 finalistas del IV Premio Iberoamericano de Narrativa Planeta-Casamérica, que se dará a conocer el próximo martes en Santiago de Chile.


Se trata de Alfredo Angel Piccolotto, autor de "Biografía de una sombra"; del alias Martín Antolínez Camargo por la novela "Charles Moore, médico del Libertador"; y de otro escritor que figura con seudónimo, El Pilagá, autor de "El quitapenas", informaron los organizadores del certamen que este año se retoma en la capital chilena, tras el sismo que obligó a suspenderlo en febrero de 2010.

Junto a Argentina, México es el país que más candidatos presenta para la cuarta edición de este importante premio, dotado de 200 mil dólares.

"La memoria de las manos" es uno de los textos que compiten, de la ficticia escritora Susana C.; junto a "El evangelio según José", de Erlantz Gamboa Villapún; y "Downtown Paraíso", de otro escritor imaginario, Julio Escoto.

Chile y España completan la nómina de los más postulados con dos aspirantes cada uno: por el lado chileno son el enigmático Cosme Catiboratos, con "Los días del arcoiris", y Francisco Rivas, autor de "La paradoja final del resucitado"; mientras que por España figuran Víctor López Bachiller Riera con "Tanto ruido" y Apiano de Alejandría con "¡Estás pecando, señor!", otro escritor que optó por un apodo.

Venezuela, Colombia, Uruguay, Perú y Brasil cuentan, finalmente, con un aspirante cada uno al premio que contó con 639 postulantes de 33 países de América, Europa, Asia y Africa; sin contar los 30 textos recibidos en los que no se especificó la procedencia.

El venezolano Angel Mendoza quedó candidateado con "Positivo" y el colombiano Rafael López Jadraque con el texto "Sin pasado"; un uruguayo con mote de Jean de Mailly presentó "La sombra en el espejo" y, otro enigma, el peruano Diógenes y Alcidia, presentó "Diva"; mientras que el brasileño Juan Pedro Enríquez ingresó a las filas finalistas con "Las señoras de Paraná".

Este premio literario busca "promover la narrativa en lengua española en todos los países americanos", señalaron desde la editorial Planeta y Casa de América, creadoras de la distinción que en 2011 tiene a Chile como país organizador, una suerte de revancha tras la suspensión del último año en medio de la incredulidad que aún causa el tsunami que en estos días sacudió Japón y replicó en el Pacífico.

Este año, el certamen incluye la celebración de un encuentro iberoamericano de periodistas y escritores sobre literatura y nuevos medios, que tendrá lugar mañana en el Centro Cultural de España con sede en Santiago.

Los tres escritores que integran el jurado participarán de esas jornadas: la colombiana Angela Becerra -ganadora de la tercera edición del Planeta Casamérica de narrativa-, el argentino Guillermo Martínez y el español Alvaro Pombo.

Aunque no adelantarán palabra sobre el ganador de este año -es probable que el lunes sigan deliberando- Becerra, Martínez y Pombo tendrán carta libre para sus disertaciones: "¿Cómo leemos en el futuro?", en el caso de los dos primeros; y "Creación en red, ¿son los nuevos medios una oportunidad para los escritores?, para el último.

El premio será entregado el próximo martes a las 10 en la Biblioteca Nacional de Santiago, de manos de la titular de Casa de América, Imma Turbau, y Alberto Díaz, director editorial de Planeta.

Turbau y Díaz completan el jurado junto a Ricardo Sabanes, de la División Internacional de Planeta, quien participa sin voto, informaron desde la editorial.

Las obras presentadas para esta edición alcanzaron una cifra récord en este joven certamen y tuvo como sedes anteriores Bogotá (2007), Buenos Aires (2008) y México D.F. (2009).

La mayor parte de estos originales provienen de Argentina con 155 obras; seguida muy de cerca por los españoles, que completaron un total de 118 novelas presentadas; Colombia con 76 textos; México con 52; Uruguay y Chile muy cerquita con 43 y 42 obras respectivamente; y Estados Unidos con 36.

El Planeta-Casa de América de Narrativa, instaurado en 2007, cuenta entre sus listas con un ganador argentino; el mismo año de su inauguración fue Pablo de Santis quien se alzó con el premio por la novela "El enigma de París".

A De Santis lo siguió en 2008 un chileno, Jorge Edwards, quien había competido con "La casa de Dostoievski"; y en 2009 le llegó el turno a Becerra, quien había escrito "Ella, que todo lo tuvo".

En tanto que los finalistas, en orden cronológico, fueron Alonso Cueto (Perú) con "El susurro de la mujer ballena"; Fernando Quiroz (Colombia) con "Justos por pecadores"; y Pedro Ángel Palou (México) por "El dinero del diablo".

Esta distinción se otorga anualmente a un texto inédito escrito en castellano y, además de los 200.000 dólares estadounidenses previstos para el vencedor, cuenta con una dotación de 50.000 para el finalista.
Fuente:Telam


Los "ensayos lacanianos" de Oscar Masotta
Por Pablo Chacón

Oscar Masotta (1930-1979), el introductor de Jacques Lacan en la Argentina, publicó "Ensayos lacanianos" en 1976: la reedición que acaba de lanzarse al mercado es digna de celebrar por sí misma, y por hacer masivos dos textos que no estaban en la versión original del libro.


Los ensayos -editados por Eterna Cadencia- representan con exactitud teórica e histórica no sólo el momento político que se vivía en la Argentina sino también la mirada del exiliado que en 1974 salió del país después de amenazas recibidas por la Triple A.

Eso por un lado: también está la mirada sobre la política del psicoanálisis que Masotta ayudó a construir, dinamitando las expresiones más ortodoxas, las de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y sus variantes más o menos heterodoxas; y el uso que algunos médicos que se formaron con él hicieron de su herencia durante la última dictadura militar.

La reedición cuenta con un prólogo de Marcelo Izaguirre, que organiza estos avatares y aclara sobre los desencuentros que se produjeron, además de orientar sobre la actualidad de esa enseñanza y puntualizar la pertinencia de los textos de acuerdo a la fecha en que fueron escritos.

"Estos `Ensayos` son una cabal muestra de que la `producción lacaniana` en la Argentina es anterior al nefasto golpe de 1976 y una pequeña muestra de la incidencia argentina en la difusión de la enseñanza de Lacan en España", redacta el prologuista.

Masotta se instaló primero en Londres, luego lo hizo en Barcelona, donde fundó la Biblioteca Freudiana de esa ciudad, en 1977. Y antes de su exilio, presentó la Escuela Freudiana de Buenos Aires con una locución en París, frente al mismo Lacan, recordando el reciente golpe de Estado contra Salvador Allende en Chile.

Para alguien como él, formado en las lecturas de Jean-Paul Sartre, Karl Marx y Maurice-Merleau Ponty, cultor de un dandysmo aventurero, extraña cruza de intelectual y héroe cinematográfico (Jean Paul Belmondo, James Dean), autodidacta, eterno estudiante de filosofía, el descubrimiento de Louis Althusser, Claude-Lévi Strauss y Jacques Lacan estaba casi cantado.

"Nueve de los trabajos aquí recopilados fueron charlas o escritos producidos entre los años 1964 y 1973. Otros dos (`Psicosis` y `Aporte lacaniano al estudio del lenguaje y su patología`) fueron producidos en España en 1976, y el nexo entre ellos es la presentación de la Escuela Freudiana de Buenos Aires en la Ecole Freudienne de París (incluida aquí a modo de epílogo)", escribe Izaguirre.

Es conocida la anécdota que permitió al autor de este libro encontrarse con Lacan: Enrique Pichón-Riviére, pope de la psicología social -que compartía con el francés el amor por las mujeres, el champán y el conde de Lautremont- le propuso al "internado" (Masotta) que se recuperaba en su casa de un colapso nervioso posterior a la muerte de su padre, la lectura de una publicación lacaniana. El flechazo fue inmediato.

Masotta lo cuenta en el extraordinario "Roberto Arlt, yo mismo", suerte de prólogo a "Sexo y traición en Roberto Arlt".

Y cuenta también su intento por elaborar una teoría que reconciliara al psicoanálisis con el marxismo, por la vía de Althusser. Parecido recorrido al que estaban haciendo los universitarios de la Escuela Normal Superior (Jacques Alain Miller, Michel Tort, Jean Claude Milner) en los Cahiers pour l`analyse, revista casi pensada para el argentino.

Entre 1959 y marzo de 1964, cuando Masotta pronuncia la conferencia "Jacques Lacan o el inconsciente en los fundamentos de la filosofía", existen dos o tres referencias aisladas al psicoanalista francés en la Argentina: podría decirse que ese día se produjo su verdadera introducción.

Izaguirre también recuerda el libro de Carlos Correas sobre su ex amigo Masotta, a quien ama y destrata cuando lo trata de frívolo, snob, siempre "a la page", abusador de una clase media falsa, impostada y traidora. Pero no puede ignorar el deseo de saber que lo convirtió en maestro de una generación de semiólogos, psicoanalistas, antropólogos y hasta críticos de arte gracias a su exhaustiva lectura del estructuralismo.

Si este hombre, muerto a los 49 años, cultor de una prosa sofisticada, cristalina, clara, hubiera vivido más tiempo, quizá podría despejarse el enigma de su testamento, repartido hoy en infinidad de instituciones y escrituras (Leónidas Lamborghini, César Aira, Luis Gusmán), pero nadie podrá cuestionar que de sus vaivenes intelectuales, Lacan, el psicoanálisis del retorno a Freud, acaso sea su mayor logro. Este libro no hace más que recordarlo.
Fuente:Telam


Sobrevivir al horror
06.03.2011
Un libro compila doce testimonios de exiliados en Italia durante la dictadura. Estas historias habían sido grabadas para la televisión italiana, para un proyecto que no prosperó. Ahora Delia Ana Fanego las unió en "Quebrantos". La obra cuenta con prólogo de Juan Gelman.

En el prólogo del libro "Quebrantos", el poeta Juan Gelman habla de "una memoria recién salida del infierno" al referirse a los doce testimonios de exiliados en Italia durante la dictadura militar compilados por Delia Ana Fanego, que permanecieron olvidados hasta ahora.

Las historias fueron grabadas entre 1978 y 1979 para la televisión italiana, un proyecto que quedó trunco. En muchos casos, sin el nombre real de los entrevistados, que temían por su seguridad.

"Creo que el gran valor del libro es no haber sido mediado por la memoria. Por eso es tan fresco, los testimonios los grabé y ahí quedaron. Cuando recuperé el material algunos se encontraron con recuerdos ya perdidos, con historias que habían sepultado o se siguen abriendo hasta hoy. La memoria puede ser engañosa o una trampa", afirmó Fanego, en diálogo telefónico desde Roma.

DURA EXPERIENCIA
En la presentación del libro la compiladora define que "en los relatos prevalece el lenguaje áspero de quienes sobrevivieron al horror" y que continuaron desde el exilio su resistencia a la dictadura.

El poeta, en su prólogo, resignifica esa experiencia que quedó suspendida en el tiempo y señala "hasta qué punto los fusilamientos de Trelew, la Triple A (...) y la violencia imperante que impedía pensar con claridad, empujaron a la opción armada a jóvenes que a los veintitantos de edad nunca habían podido votar y sentían el padecimiento ajeno como propio".

Protagonizaron -señala Gelman- "una lección de ética y de moral cívica que las actuales polémicas al uso quieren envilecer; es que ellos son testigos insoportables para los que dejaron de soñar con una vida mejor para todos".

El libro, publicado por Fabro, incluye los relatos de Adelaida Gigli, Albertina Paz, Andrés Imperioso, Franco Castiglioni, Juana Bettanín, Lucía Torres, Teresa Cofferri, Walter Calamita y Wanda Fragale, además de tres testimonios identificados bajo los nombres de Daniel, Hugo y Jaime, algunos de ellos ya fallecidos, a quienes está dedicado el texto.

-¿Qué hacía en Italia en ese momento?

-No estaba exiliada, llegué a Italia en el 75 porque me casé con un italiano. Cuando comenzó el accionar de la triple A y la represión con cuatro argentinos que estábamos acá, en Roma, nos organizamos y fundamos un comité de denuncia. Escribíamos para los diarios con el objetivo de que se conociera la situación a nivel internacional. Antes del golpe, llegó Juan Gelman con Lili Mazaferro. Ella vino por la organización de los derechos del hombre y se puso a trabajar con nosotros; el comité comenzó a crecer enormemente y fue el referente para el exilio, sobre todo en Roma. Después hubo algunos comités más pequeños en Milán, Turín y en otras ciudades.

-¿Cómo surgieron los testimonios?

-Un día estaba muy shockeada porque me enteré que habían "levantado" de una manera terrible a Alberto Camps, uno de los sobrevivientes de Trelew, él vino a Italia y después volvió a la Argentina y a los dos años me enteré que había caído. Yo lo comenté en una cena, al poco tiempo me llamaron para hacer una película sobre el exilio argentino y me pidieron que grabara historias de vida, algo que hice con Julia Constela. Con el tiempo elegí algunas de esas historias y luego de muchas negativas de distintas editoriales tuve un encuentro con Fabián D" Antonio, de Ediciones Fabro. Cuando llegué a Buenos Aires en noviembre del año pasado me encontré que estaban las pruebas del libro y en diciembre lo presentamos en el Centro Cultural Haroldo Conti, en la ex Esma.

EL APORTE DE GELMAN
-La intervención del consulado italiano para que muchos detenidos pudieran exiliarse se evidencia a lo largo de todas las historias...

-Sí, la actitud del consulado fue increíble, a muchos les salvaron la vida como hizo el vicecónsul Enrico Calamar, que es muy conocido. Hugo menciona también a un cónsul de Rosario que lo alojó en su casa y le pagó el pasaje a Río de Janeiro. Hay más personas que hablan de este diplomático y no pudimos saber como se llamaba.

-Otra de las cosas interesantes es que las historias abarcan toda la sociedad argentina...

-Sí, desde la clase alta como el caso de Albertina Paz hasta personas de extracción muy humilde como Lucía Torres. Los primeros años del exilio fueron muy duros para todos. El exilio borró las barreras sociales. Lucía nació en Metan, en la provincia de Salta, y cuando llegó a Roma nunca había estado en una ciudad. Se sienta en el aeropuerto y dice: "Que hermoso, hay sol y soy libre". Ella toma conciencia de sus derechos en la cárcel, allí comienza a formarse en contacto con otras compañeras. Cuando presentamos el libro el director del Centro Haroldo Conti, Eduardo Jozami, relató que al leerlo se impresionó porque le traía recuerdos de gente conocida. El estuvo preso en algún momento con Eduardo Anguita, a quien le llegaban las cartas de su mujer Wanda Fragale y las compartía con sus compañeros, porque -decía- era como un soplo de libertad.

-¿Cómo lo convenció a Gelman para que le escribiera el prólogo?.

Juan es un luchador. El me dio mucho aliento para el libro, le llevé las historias a México y me contó que no hacía más prólogos. "Pero a vos te lo voy a escribir", me dijo. El no baja las banderas.
Fuente:DiarioLaPrensa



07/03/11
La literatura de hoy y los años 70: Piglia dio clase en una presentación
En un diálogo con el autor de la novela, el teórico y escritor abordó el tema con brillo.
POR Julián Lópeza

DIALOGO. LOS ESCRITORES RICARDO PIGLIA Y ERNESTO SEMAN EN LA PRESENTACION DEL LIBRO DE ESTE ULTIMO.
Una buena novela tiene capacidad radioactiva, ramifica los sentidos, permite asociar lo que se está narrando con historias paralelas y siempre cuenta algo más de lo que está contando. En este sentido, la novela de Semán me parece admirable, toma riesgos altísimos y logra transmitir una gran emoción”. Con esta introducción de Ricardo Piglia largó la presentación de Soy un bravo piloto de la nueva China (Mondadori), la última novela de Ernesto Semán, un argentino de 41 años que vive en Estados Unidos y estudia Historia Latinoamericana en la Universidad de Nueva York. En el patio de la librería Eterna Cadencia, los autores mantuvieron una charla que el numeroso público siguió con silencioso interés.

“La novela está estructurada en cinco partes y un epílogo y traza el derrotero de un hombre en busca de su historia, con un padre desaparecido; búsqueda mediada por la relación con su madre. Es lo más poderoso de la novela”, manifestó Piglia. Y agregó: “Es una historia muy conmovedora, contada con energía y en la que queda dicho que llegar al padre es también escuchar el relato de la madre”.

En un ágil amarre con la literatura argentina Piglia recordó a la madre de Silvio Astier, de El juguete rabioso de Roberto Arlt, que manda a su hijo a buscar trabajo cada vez que lo encuentra leyendo; a la madre de La traición de Rita Hayworth , de Manuel Puig, que todas las tardes lleva a su hijo al cine del pueblo y de esa manera funda una mitología que va a cruzar toda la obra de Puig. Y también está la madre de Tomatis, el personaje de Juan José Saer, que es una especie de madre negativa que siempre está mirando televisión y en el universo de Saer no puede haber nada peor.

“En Soy un bravo piloto …, en cambio, la madre es el acceso a una historia compleja, la historia de un desaparecido, que Ernesto cuenta trayendo a la discusión una nueva perspectiva que ha comenzado con el relato de los hijos. A partir de ahí veo una notoria conexión con la película Los rubios , de Agustina Carri y la obra de teatro Mi vida después , de Lola Arias, que tienen en común el modo en que los chicos miran esa situación política, una mirada kafkiana: el chico no entiende y las explicaciones de los adultos son disparatadas. ¿Por qué no están, por qué hay que cambiar de casa, por qué hay peligro?”, explicó Piglia.

“Yo nunca pretendí escribir una biografía”, asomó Semán, “intenté escribir una novela acerca de un tipo que mira las cosas que pasan. Esa distancia me permitía una separación en la que el personaje explora actitudes distintas en terrenos reales pero termina corriendo los límites hasta producir situaciones que no resisten un escenario real; sin ese contexto no sería posible la confianza que se establece entre el torturador y el torturado. En un momento de la escritura me preocupó que no existiera ningún tipo de sugerencia moral, pero al mismo tiempo eso llevaba al máximo la posibilidad de empatía entre los personajes. En el fondo, lo que intenta hacer el protagonista es descentrar su tragedia y su memoria y ponerlas a dialogar con otras, similares, distintas y hasta opuestas”.

“Desde luego estas son cuestiones muy tensas, la cuestión de la memoria privada y la memoria colectiva”, retrucó Piglia, “y es un desafío literario: ¿cómo aborda uno el mal, qué hace uno con los personajes que encarnan el mal? Me parece que en tu novela hay una solución para eso: hacés cotidiana la relación entre esos personajes. Por otra parte, y creo que esto está olvidado en la discusión argentina, hay que decir que los militantes de los 70 transitaban una vida llena de intensidad, como pocas generaciones han vivido”.

“Pero para mi personaje, esa misma intensidad es un problema”, interpeló Semán, “lo que él intenta es recomponer su vida, volver a esa verdad primaria de la infancia, un lugar en el que todo está por delante. Por otra parte yo no era conciente de que la novela podía ser leída como una mirada sobre los 70 y nunca me interesó, ni tuve un mayor respeto intelectual por esa década que por otras. Sin embargo, las consecuencias están siempre presentes”.

A propósito, Piglia citó al filósofo Ludwig Wittgenstein: “¿qué podemos hacer con la ética? Sólo podemos mostrar algunas escenas en las que se puede discutir sobre eso, pero no podemos decir nada sobre la ética.” Como en un gag de cierre, los dos escritores acordaron entre risas que semejante referencia era un altísimo final.
Fuente:RevistaÑ


TEATRO
Continúan las funciones de Canillita
Con más de 20 actores y músicos en escena, Canillita ,de Florencio Sánchez, realiza 3 nuevas funciones, este fin de semana en La Comedia.

Con dirección general de Alicia Zanca y Hernán Peña. Producción general: Teatro Municipal La Comedia, Artes Escénicas Secretaría de Cultura y Educación. Municipalidad de Rosario.

La obra fue muy bien recibida por el público rosarino que, en cada presentación, desde su estreno en 2010, se acrecó a la sala con entusiasmo. También las crìticas de los principales medios de la ciudad reflejaron la importancia de esta gran puesta. Una obra llena de música y color que homenajea a los grandes géneros rioplantences.

Una obra para disfrutar en familia.

Funciones :
Viernes 11, 18 y 25| 21:30 h | Sábados 12, 19 y 26 | 21:30 h | Domingos 13, 20 y 27 | 20:30 h
Funciones para Escuela móvil | Martes 15 y 22 | 19.00 h
La Comedia. Teatro Municipal de Rosario | Mitre y cda. Ricardone | Tel. 54 (341) 4802597 |
Fuente:PrensateatroLaComedia


CINE
De la cárcel de mujeres a un festival internacional en España
Miércoles 9 de Marzo de 2011
El documental de Fernando Korstanje, "La cárcel de Bernarda Alba", fue filmado en un instituto de rehabilitación, y ahora competirá en un encuentro
ENSAYO. Un grupo de actrices presas en Banda del Río Salí, durante una de las escenas en la obra "La casa de Bernarda Alba". GENTILEZA FERNANDO KORSTANJE
No pudo entrar al Tucumán Cine 2010, pero fue seleccionada para competir en el Festival Internacional de Cine Documental sobre Género, MujerDoc, que se realizará en las próximas semanas en la ciudad de Soria, en España.

Se trata de la controvertida película "La cárcel de Bernarda Alba", que dirigió Fernando Korstanje, un documental que se realizó dentro de la cárcel de mujeres y relata la lucha de un grupo de teatro de mujeres presas (Gente Común) para poder estrenar la obra "La casa de Bernarda Alba". En el filme trabajan Martina Chacón, Gloria Berbuc, Dominga Gómez, Alejandra Ávila, Silvia Fernández, Silvia Lai, Norma Palavecino, Mariano Quiroga y el mismo Korstanje, entre otros. "La realidad es la protagonista, que se presenta como la señora gorda que nos dice cómo son las cosas. Para los que entramos y salimos de las cárceles y conservamos algo de ’sana indignación’ cuesta bastante identificar a los responsables de que se haya naturalizado la injusticia. Nadie fue. Nadie es. Cuando veo esta situación me imagino a la realidad como a una señora gorda sentada arriba de la Constitución y de todos los derechos que supimos conseguir. Esa señora gorda se alimenta de las pequeñas y grandes claudicaciones diarias de muchos, de las vistas gordas de otros, del no te metas de varios y como postre; se embriaga con la esperanza de los que desisten del intento de moverla de su injusto lugar", relata Korstanje sobre el filme.

García Lorca
En un tramo del documental dice Silvia Fernández, la actriz que representó a Bernarda: "la casa de Bernarda Alba es una versión minimizada de la cárcel: la dictadura, la soberbia, muchas veces la imbecilidad, la tozudez…parece que el gran Federico García Lorca lo hubiera escrito para nosotras".

El documental describe un taller de teatro en la cárcel de mujeres y el crecimiento artístico y personal de las internas involucradas. Se plantea un contrapunto entre los textos de García Lorca y las condiciones de la realidad intramuros, para señalar las injusticias y absurdos del sistema carcelario. En el mismo se intercalan los discursos represores y libertarios de los textos de Lorca (representados desde la cárcel por las internas) con imágenes de los carteles que prohiben ingresar al penal "material de adiestramiento subversivo o de ideología política", las largas colas para ingresar a las "requisas" en días de visitas y la situación de los niños en las cárceles. También se ven entrevistas al director teatral Mariano Quiroga, a la actriz Gloria Berbuc (madrina artística del grupo) quien contextualiza la obra de Lorca y al propio coordinador del proyecto y director Korstanje.
Fuente:LaGacetaTucuman


Pantalla Pinamar 2011 y los Premios Cóndor de Plata
07-mar-2011
Por Carlos Herrera Ortega
Ezequiel Tronconi
En el marco del Festival de Cine Pantalla Pinamar 2011, la Asociación de Cronistas Cinematográficos anunció a los nominados para el Premio Cóndor de Plata.

Cóndor de Plata es la denominación del premio que anualmente otorga la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina a los diferentes rubros de la producción de cine estrenada durante el año próximo anterior.

Dentro de las actividades del Festival de Cine Pantalla Pinamar 2011, la citada organización periodística convocó a rueda de prensa para proclamar a los nominados por las películas estrenadas durante 2010.

La entidad
Asociación de Cronistas Cinematográficos desarrolla desde que fue fundada en el año 1942 una continua e intensa actividad para promover la difusión y el fortalecimiento de la industria cinematográfica en la Argentina.

Está integrada por cronistas, periodistas, críticos, teóricos e investigadores de todo el país quienes emiten sus votos para la elección de los premiados..

Socios en el exterior
Cuenta también con asociados en el exterior (Uruguay, Paraguay, Brasil, Perú, Cuba, España e Italia) quienes contribuyen con su voto en los Premios Cóndor en los rubros Mejor Película Extranjera y Mejor Película Iberoamericana

Principales rubros del premio
Mejor Película es el rubro más importante porque abarca la factura integral de una obra cinematográfica.

Este año las nominadas son: “Carancho” que toca el tema de los abogados de poco vuelo con rondan a los accidentados en los hospitales públicos y “El hombre de al lado” con una inquietante trama relativa a la incomprensión, la invasión y la inmisericordia.,

Otra nominada es “La mirada invisible” con una historia dentro del Colegio Nacional de Buenos Aires que en realidad simboliza la vigilancia que ejercían las fuerzas militares sobre los ciudadanos durante la época de la dictadura en la Argentina.

También están nominada la película “El mural” que muestra la disipada vida del empresario periodístico Natalio Botana y su forma de manipular las noticias en 1933 cuando contrata al artista mexicano David Alfaro Siqueiros y “Por tu culpa” un filme que alerta sobre el desborde al que llegan muchas madres jóvenes al no saber cómo manejar la crianza de sus hijos

Mejor Película Iberoamericana
Rubro muy cercano al primero, las películas candidatas son: la portuguesa “Aquel querido mes de agosto”, “Gigante” que es una producción uruguaya y de Brasil “Santiago”.

De México hay dos producciones nominadas: “Cinco días sin Nora” de Mariana Chenillo que tuvo un gran éxito de taquilla en la Argentina y “Luz silenciosa” de Carlos Reygadas, director que tiene muchos seguidores argentinos.

Mejor película hablada en otro idioma
Este ítem abarca a las producciones del resto del mundo.

Están nominadas para el premio: “La cinta blanca” de Austria, “El escritor oculto” dirigida por Roman Polanski con producción de Gran Bretaña y “Vincere” del realizador italiano Marco Bellochio.

Además las producciones francesas “Entre la fe y la pasión” y “Las playas de Agnés” de Agnés Varda que tuvo una permanencia en cartel de cerca de 6 meses.

Los directores
Quienes hacen y son responsables de las películas tienen el segundo rubro en importancia.

Los nominados son: Anahí Berneri por “Por tu culpa”, Gastón Duprat y Mariano Cohn por “El hombre de al lado”, Diego Lerman por “La mirada invisible”, Natalia Smirnoff por “Rompecabezas” y Pablo Trapero por “Carancho”.

Los actores
En este rubro están nominados Daniel Araoz por “El hombre de al lado”, este actor ya ganó por esta película el Premio Sur.

Lo acompañan Ricardo Darín por “Carancho”, Antonio Gasalla por “Dos hermanos”, Osmar Núñez por “La mirada invisible” y Luis Machín por “El mural”.

Los actores de reparto nominados en este nivel son: Luciano Cáceres por “La mosca en la ceniza”, Omar Fanucchi por “El piano mudo”, Arturo Goetz por “Rompecabezas”, Willy Lemos por “Paco” y Federico Luppi por “Sin retorno”.

Las actrices
Para Mejor Actriz están nominadas Graciela Borges por “Dos hermanos”, Martina Gusmán por “Carancho”, María Onetto por “Rompecabezas”, Erica Rivas por “Por tu culpa” y Julieta Zylberbeg por “La mirada invisible”, actriz ésta última que ganó con la misma película el premio Sur.

En el nivel de actriz de reparto se encuentran: Ana Allende por “La Tigra, Chaco” (es su primer trabajo como actriz), Ana Celentano por “El mural”, la legendaria Elena Lucena por “Dos hermanos”, Cecilia Rossetto por “La mosca en la ceniza” y Henny Trailes por “Rompecabezas”.

Revelaciones, con un ex funcionario
Es el rubro que señala y da brillo a actores que hasta este momento tuvieron un perfil bajo en sus carreras pero que se destacan en sus trabajos estrenados en 2010.

Los actores son: Tomás Fonzi por “Paco”, Diego Reinhold por “Miss Tacuarembó”, Martín Slipak por “Sin retorno”, Ezequiel Tronconi” por “La Tigra, Chaco” y el ex integrante del Congreso Nacional y ex ministro Antonio Cafiero que incursionó como actor en la película “Pájaros volando”.

Las actrices en este rubro son: Emilia Attias por “Matar a Videla”, María Laura Caccamo por “La mosca en la ceniza”, Guadalupe Docampo por “La Tigra, Chaco”, e Isabelita Sarli, por “Mis días con Gloria” donde trabajó con su madre, la internacionalmente célebre actriz argentina Isabel Sarli, famosa en todo el mundo por sus osados desnudos en la década de los ´60.
Fuente:Suit101.net


MUESTRAS
Las Madres y el intendente de Morón inauguraron una muestra fotográfica

FuenteFoto:ElNoticialista
La presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, acompañada por el intendente de Morón, Lucas Ghi, inauguró hoy la muestra fotográfica “La vuelta al mundo en un barco de amor”.

La exposición, realizada en el marco del Mes de la Memoria, se desarrollará durante todo el mes de marzo en la Sala Azucena Villaflor de Vicenti de la Casa de la Memoria y la Vida, ubicada en Santa María de Oro 3530, de Castelar.

“Estamos muy orgullosas de la oportunidad que nos dan de traer la muestra a este lugar tan emblemático que inauguró Martín Sabbatella", afirmó Bonafini.

"Este lugar ayudó a que la gente conozca lo que pasó, es un lugar maravilloso en el que se realizan tantas actividades y está tan cuidado. Muchas gracias a todos los que hicieron posible la muestra; sigan viniendo acá; sigan apostando a este lugar lleno de vida, maravilloso, el mejor lugar de Castelar”, enfatizó.

El intendente Ghi, por su parte, consideró “un honor para Morón recibir a Hebe y a las Madres, y contar con esta muestra en la Casa de la Memoria y la Vida".

"Un lugar que representa el homenaje de la comunidad y el Gobierno de Morón a las Madres, a las Abuelas, a los hijos, a los familiares, a los compañeros y compañeras de distintos organismos defensores de los derechos humanos, es nuestro homenaje a los 30.000 desaparecidos y desaparecidas por la dictadura militar", sostuvo.

Agregó que "por eso, no podemos dejar de resaltar que desde el Municipio siempre se privilegió la memoria por sobre el olvido, la verdad por sobre la mentira, la justicia por sobre la impunidad”.

"La vuelta al mundo en un barco de amor" recoge imágenes que dan cuenta de la gran cantidad de viajes que realizaron las Madres por diferentes países, recibiendo el apoyo internacional en la búsqueda constante de sus hijos desaparecidos, y en el reclamo de justicia y castigo a los criminales de la última dictadura.

Durante el Mes de la Memoria, el Municipio realizará otras actividades para conmemorar los 35 años del golpe de Estado de 1976.

El próximo domingo 20 tocará el cantante y compositor León Gieco, junto a D-mente y Las Guitarras del Amora Casa de la Memoria y la Vida.

Además, desde las 15 hs. habrá talleres, muestras y proyecciones y se presentarán Kevin Johansen+The Nada+Liniers y Mitimaes y, a las 20 horas se realizará el acto central.

El sábado 19, a las 9.30 se llevará adelante la “Caravana por la Memoria, la Verdad y Justicia”. Se trata de un recorrido por los Centros Clandestinos de Detención y Tortura de la zona Oeste.

El miércoles 23 a las 19, por su parte, habrá una charla abierta sobre justicia y crímenes de lesa humanidad, a cargo de jueces federales que juzgaron a represores de la última dictadura militar.

El encuentro, abierto a toda la comunidad, será en el Salón Mariano Moreno del Palacio Municipal, ubicado en Almirante Brown 946, 1º piso.

La Casa de la Memoria y la Vida es actualmente la sede de la Dirección de Derechos Humanos del Municipio de Morón, y es el primer espacio latinoamericano dedicado a recuperar y ejercitar la memoria colectiva, emplazado en el mismo lugar donde funcionó el centro clandestino de detención y torturas Mansión Seré. bajo la responsabilidad de la Fuerza Aérea Argentina.
Fuente:Telam



HOMENAJE
Escritores argentinos y chilenos homenajearon a Pablo Neruda

Cada año se realiza un encuentro en cercanías del paso Ilpela, por donde pasó el escritor Pablo Neruda camino a San Martín de los Andes y con el objetivo de exiliarse en Europa, en febrero de 1949. Los escritores locales Ana María de Mena y Rafael Urretabizkaya participaron de esta nueva edición junto a ocho pares de Chile.

El evento es organizado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile. Fue en 1948 cuando el poeta permaneció varios días en Futrono, ocultándose del gobierno de Gabriel González Videla quien declarara su detención por su condición de militante comunista. Allí planeó su fuga hacia Argentina, la que concretó en febrero de 1949, cruzando a caballo la cordillera. Ese recorrido marcó a Neruda para toda su vida. Tanto es así, que se refirió a esa vivencia y no a otra cuando recibió en 1971 el Premio Nobel de literatura, en Estocolmo. . También dedica varias página de su libro “Confieso que he vivido” relatando esta vivencia.

La ruta clandestina de Neruda hacia la libertad marcó fuertemente a los habitantes de la comuna. Uno de ellos, el maestro y escritor Ramón Quichillao Figueroa, organiza cada año un encuentro de poetas en Futrono, recordando aquel episodio. Desde 2009 el encuentro cuenta con la presencia de escritores de San Martín de los Andes.

Este encuentro tuvo por primera como objetivo reunir a poetas argentinos y chilenos en febrero de 1999, cuando se cumplieron 50 años de este paso. Fue así que luego de compartir varios días de poesía y recorridos históricos, los escritores hicieron caminando el corto paso en unen ambos países a través de la Cordillera de los Andes.

Este año se encontraron 8 escritores chilenos y 2 de nuestra ciudad. Se inició en Valdivia el viernes 5 de marzo, con presencia de autoridades chilenas y por parte de San Martín de los Andes, estuvo presente Gustavo Santos, Subsecretario Municipal de Cultura.

Luego, durante el sábado y domingo, los escritores realizaron lecturas en cada uno de los sitios más representativos del paso de Neruda, finalizando en las termas de Chihuio.

Como en años anteriores, el encuentro tendrá un cierre el día 26 de marzo, cuando un grupo de escritores y vecinos de Futrono y de San Martín de los Andes se reúnan en el hito del paso Ilpela, el que usó Neruda en su paso hacia la libertad.

Rafael Urretabizkaya participó por ser el ganador del concurso del Centro Editor Municipal del año pasado. Ana María de Mena, por su parte, fue invitada para que leyera pasajes de su libro “Hostería Parque Los Andes”, editado recientemente. Fue en esa hostería donde pernoctó Neruda cuando pasó por nuestra ciudad, luego de cruzar la cordillera.

La Ruta de Neruda es un proyecto cultural que también interesa a operadores turísticos, ya que se trata de un producto de gran atractivo. Complementa la reapertura del paso de Lago Hermoso, ubicado unos kilómetros al sur de Ilpela.

Está abierta la inscripción para participar en la caminata a Ilpela, el sábado 26 de marzo.
Los interesados pueden inscribirse en la Subsecretaría de Cultura. Deben tener en cuenta que se trata de una caminata de 7 horas, ida y vuelta. La actividad se iniciará a las 8 de la mañana en el camping de lago Queñi. Este año el encuentro consistirá en un intercambio de obsequios, lecturas poéticas y la inauguración del cartel de la laguna “Pablo Neruda”, ubicada cerca de la frontera, del lado argentino; así bautizada en el encuentro del año 2009
Fuente:Noticiasonline.org


TELEVISIÓN.
CANAL 7- LA TV PÚBLICA.
Especial por el DÍA DE LA MUJER

"MARÍA ELENA WALSH, POESÍA HECHA CANCIÓN".
Con canciones de María Elena interpretadas por Fontova, Raly Barrionuevo, Susana Rinaldi y Jairo junto con la Orquesta de la Radio Televisión Pública de Argentina.
Domingo 13 de marzo de 2011 a las 15 hs. por Canal 7 -Tv Pública (HD).

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