Elevan a juicio la causa por desaparición de Dagmar Hagelin
Los represores Alfredo Astiz, Ricardo Cavallo y Jorge "Tigre" Acosta serán sometidos a jucio oral y público por el secuestro y desaparición de la joven sueca, ocurrido el 27 de enero de 1977, durante la última dictadura militar.
15.03.2011
Por el secuestro y desaparición de Dagmar Hagelin serán juzgados Astiz, Cavallo y el Tigre Acosta.
Los represores Alfredo Astiz, Ricardo Cavallo y Jorge "Tigre" Acosta serán sometidos a jucio oral y público por el secuestro y desaparición de la joven sueca Dagmar Hagelin ocurrido el 27 de enero de 1977, durante la última dictadura militar, según dispuso hoy el juez federal Sergio Torres.
El magistrado dio por cerrada la investigación y envió las actuaciones al Tribunal Oral Federal 5 que ya está juzgando a los procesados en otro tramo de la megacausa, por delitos de lesa humanidad cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada, según la resolución de 272 carillas a la que accedió Télam.
"Se ha comprobado debidamente que Astiz comandaba el operativo que aquel 27 de enero de 1977 culminó con el secuestro de Dagmar Hagelin, previo haberla herido, disparando el arma de fuego que portaba", consideró Torres sobre el ex marino apodado "el ángel rubio" y ex integrante del grupo de tareas 3.3.2 de la ESMA.
Según declararon testigos de los hechos y sobrevivientes del centro clandestino de detención, Hagelin fue capturada por error ya que se buscaba a otra mujer pero igualmente se la llevó a la ESMA donde los represores le decían la "suequita".
Un sobreviviente del centro clandestino declaró haber visto a Hagelin "con un apósito en la cabeza, pero lúcida y coherente y ella preguntaba la razón por la cual estaba detenida si en verdad sólo había ido a ver a su amiga Burgos, a lo que Astiz le respondió que era una suerte que estuviera viva".
Y le dijo que "él había sido quien la detuvo y le disparó, aclarando que el disparo lo había hecho a matar porque se había confundido con María Antonia Berger", una referente de Montoneros a quien en realidad buscaba.
"Se encuentra comprobado por los dichos de los testigos que presenciaron el operativo que Dagmar Hagelin no portaba ningún arma de fuego, mientras que, como se sostuvo anteriormente sí lo hacía el grupode personas que la perseguía", agregó el juez.
Durante el accionar represivo "nunca mediaron órdenes de detención ni allanamiento expedidas por autoridades competentes y el cautiverio sufrido por las víctimas se caracterizó por el sometimiento de ellas a interrogatorios acompañados de tormentos y por circunstancias de vida ultrajantes a la condición humana", como fue el caso de Hagelin, sostuvo Torres en la elevación a juicio.
En cuanto a Acosta, el juez recordó que está probado que "ejerció entre abril de 1976 y principios de 1979 la "máxima autoridad" dentro del grupo de Tareas 3.3.2 de la ESMA integrado por Astiz entre otros y estuvo perfectamente al tanto de que Hagelin estaba detenida" en ese lugar.
La investigación reconstruyó en base a dichos de testigos de lo ocurrido y sobrevivientes del centro clandestino de detención que escucharon hablar de ella, que a Hagelin la secuestraron "por error" porque "buscaban a otra persona".
La joven resultó herida, quedó hemipléjica y permaneció en la Escuela de Mecánica de la Armada hasta que según testigos fue "trasladada" por orden de Acosta.
Los juzgados por "privación ilegal de la libertad agravada por haber sido cometida por funcionario público y sin las formalidades establecidas por la ley, en concurso real con homicidio simple en grado de tentativa, en concurso real con robo de automotor con armas consumado en calidad de partícipes necesarios" serán Astiz, Julio César Coronel, Oscar Montes, Pedro Santamaría, Francisco Rioja y Carlos Guillermo Suárez Mason.
El delito de robo de auto se les endilga porque tras disparar contra Hagelin y herirla, Astiz robó el auto de un particular que estaba en la zona para escapar.
En cuanto a Cavallo, Antonio Vañek, Julio Torti, Antonio Pernías, Jorge Radice, el Tigre Acosta y Raúl Scheller, entre otros, quedaron acusados por "privación ilegal de la libertad agravada" contra Dagmar Hagelin como partícipes necesarios.
Fuente:ElArgentino
EL JUEZ TORRES ELEVO A JUICIO ORAL EL CASO DE DAGMAR HAGELIN
Con las miradas sobre Astiz
En 1977, la patota de la ESMA asesinó a la estudiante sueca que estaba radicada en la Argentina. Su padre reconstruyó durante años el derrotero de ese homicidio. Ahora la Justicia consideró terminada la instrucción y empezará el juicio oral.
Astiz fue señalado por testigos como quien apostó su rodilla en el piso y disparó contra Hagelin.Imagen: Rolando Andrade
Los represores Alfredo Astiz, Ricardo Cavallo y Jorge “Tigre” Acosta, entre otros, serán sometidos a juicio oral por el secuestro y desaparición de la ciudadana sueca Dagmar Hagelin en 1977. El juez Sergio Torres señaló en su escrito que daba por probada la participación de los militares en el operativo sobre la joven de 17 años, por lo que dio por cerrada la investigación y envió las actuaciones al Tribunal Oral Federal 5 que lleva la megacausa de la Escuela de Mecánica de la Armada, el mayor centro clandestino de detención durante la dictadura militar por el que pasaron más de cinco mil personas.
“Se ha comprobado debidamente que Astiz comandaba el operativo que aquel 27 de enero de 1977 culminó con el secuestro de Dagmar Hagelin, previo a haberla herido, disparando el arma de fuego que portaba”, consideró Torres sobre el ex marino integrante del grupo de tareas 3.3.2 que operaba en la ESMA. Además el juez recordó que estaba probado que Acosta “ejerció entre abril de 1976 y principios de 1979 la ‘máxima autoridad’ dentro de la misma patota y estuvo perfectamente al tanto de que Hagelin estaba detenida” en ese lugar, según consignó en la resolución de 272 carillas en la que determina la elevación a juicio.
El crimen de Hagelin fue uno de los casos emblemáticos de la represión ilegal perpetrada por la dictadura que implantó el terrorismo de Estado entre 1976 y 1983. El padre de Dagmar, Ragnar Hagelin, comenzó un interminable camino para llevar a la cárcel y a juicio a quienes asesinaron a su hija, incluso después de que se dictaran las leyes de Obediencia Debida, Punto Final y los indultos que liberaron a gran parte de los represores que habían participado en la represión ilegal. Los marinos serán juzgados por los delitos de “privación ilegal de la libertad agravada y homicidio simple”, para los cuales está prevista la pena de prisión perpetua.
Hagelin fue capturada y desaparecida el 27 de enero de 1977 cuando iba a visitar a su amiga Norma Burgos, a su casa de El Palomar. La patota iba a secuestrar a Burgos pero la confundieron con Hagelin. En base a testigos, el juez Torres afirmó en su escrito que “Dagmar Ingrid Hagelin, al notar la presencia de las fuerzas armadas de seguridad prontas a apresarla, comenzó a correr velozmente, lo que motivó que Alfredo Astiz se agachara, apoyara firmemente su rodilla en el piso, apuntara con el arma de fuego que portaba en dirección a la víctima y efectuara un disparo que impactó en su cabeza”.
Un sobreviviente del centro de exterminio que funcionó en la ESMA la vio “con un apósito en la cabeza, pero lúcida y coherente y ella preguntaba la razón por la cual estaba detenida si en verdad sólo había ido a ver a su amiga Burgos, a lo que Astiz le respondió que era una suerte que estuviera viva”. A raíz del disparo que recibió Hagelin quedó hemipléjica y permaneció en el centro clandestino hasta que fue “trasladada” por orden de Acosta. Además de Astiz, Acosta y Cavallo, treinta marinos más enfrentarán el juicio oral.
Fuente:Pagina12
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