El senador fue mencionado dos veces en las audiencias. Lo acusan de pertenecer, en la UTN, a una agrupación vinculada a la Triple A.
miércoles, 16 de marzo de 2011
Por Laura Fiochetta
"Jamás he sido delator y mucho menos en cuestiones políticas". Así se defendió el senador Guillermo Amstutz (y posible candidato a intendente de Las Heras en un frente con el radicalismo), quien fue mencionado como miembro de una organización universitaria con vínculos con la Triple A en los juicios por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar que se está desarrollando en la provincia.
La primera vez que sonó el nombre de Amstutz fue en febrero cuando un testigo advirtió que el legislador había pertenecido a la CNU, una agrupación estudiantil de la Universidad Tecnológica Nacional que estaba vinculada a la Alianza Argentina Anticomunista, un grupo parapolicial que secuestró y asesinó durante la década del ?70.
El senador volvió a ser nombrado en los juicios el lunes por otro testigo.
"No tengo aún la declaración oficial del segundo testigo, pero el primero dijo que había escuchado que en la UTN había personas que delataban a organismos represores. Y que yo y Roberto Lucas (ex concejal de Las Heras) éramos miembros de la CNU, cuando no es cierto", dijo Amstutz.
El legislador relató a Los Andes que perteneció al grupo universitario llamado "Línea Nacional" que, según sostuvo "estaba enfrentado a CNU".
Amstutz se presentó espontáneamente a declarar ante el tribunal y dio su testimonio. "Nosotros estábamos en contra de esa agrupación mencionada, me he presentado a elecciones universitarias en una agrupación contraria. Soy peronista de siempre, e ideológicamente de centro. Tenía amigos de distinta línea ideológica, pero pero yo siempre fui peronista", se definió. "Nunca he delatado a nadie y menos en cuestiones políticas", agregó.
Amstutz estudió Ingeniería en Construcciones en la UTN y de acuerdo a su relato, terminó de cursar en diciembre de 1976 y en marzo del ?77 se recibió.
"En ese momento me puse a trabajar como docente en la UTN, en la Universidad Nacional de Cuyo y en el Pablo Nogués", recordó.
Luego, cargó contra los testigos que "hacen comentarios no fundados que entorpecen los juicios" y contra los medios de comunicación que no reproducen con fidelidad a esos testimonios.
Fuente:losAndes
16 de Marzo
LESA HUMANIDAD: EL JUICIO
“No me preocupé por la suerte que corrieron personas que militaban”
Así lo afirmó Guillermo Amstutz, quien asume “haber pecado de omisión” durante la época del proceso militar pero niega rotundamente haber sido un delator de los servicios de inteligencia
Por ALEJANDRA MOLINA
EN EL CENTRO. El actual legislador indicó que nunca estuvo del lado “de ninguno de los dos extremos”.
"Quizás haya pecado de omisión. Haciendo un mea culpa, puedo decir que a lo mejor no me preocupé por la suerte que corrieron las personas que militaban profundamente en política después del 76", reflexionó Guillermo Amstutz al ser consultado sobre el rol que asumió durante los años más oscuros de la dictadura militar. El actual senador, que lleva dos menciones en el juicio por delitos de lesa humanidad, negó rotundamente estar relacionado con los servicios de inteligencia militares y paramilitares de la época y afirmó que durante los años de plomo se dedicó "exclusivamente a trabajar y mantener a su familia". "Nunca estuve del lado de ninguno de los dos extremos, ni de la derecha ni de la izquierda, siempre me consideré un peronista de centro y disentí con ambas facciones por distintos motivos. Pero de ahí a decir que fui un delator, como se lo conoce en la jerga, o un entregador, es una falacia absoluta", enfatizó Amstutz. El ex intendente lasherino aseguró que durante el lapso más oscuro de la dictadura, entre los años 1976 y 1977, se dedicó exclusivamente al trabajo y a su familia.
"Me casé en tercer año de la facultad y tuve que salir a trabajar. Durante esos años, mi única prioridad fue recibirme. Hacía planos y diseñaba obras y me alejé mucho de la política universitaria", relató el senador. Igualmente, Amstutz explicó que su participación en política dentro de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) –de donde lo conocen los testigos que lo mencionaron durante el debate– fue para tratar temas propios de la facultad. "Yo discutía temas propios de la facultad, y si bien con esa postura sentaba posición sobre la política en general, nunca fui más allá sobre otros planteos", dijo el lasherino.
En cuanto a su relación con Roberto Lucas, ex funcionario comunal suyo y cercano a su entorno político –quien también fue sindicado como miembro de la derecha peronista cercana a la Triple A–, el senador afirmó que en esos años era de discrepancia. "A Lucas lo conocí en la iglesia, ambos venimos del grupo católico Los Eslabones, de los círculos de la juventud católica, y después nos reencontramos en la UTN, pero éramos adversarios, no coincidíamos en nuestras ideas, justamente porque yo no estaba de acuerdo con las facciones extremas", indicó Amstutz.
"Ya cuando fui intendente lo convoqué a Lucas, como convoqué a otros peronistas de facciones distintas, como Montoneros, y hasta gente del PD. Lucas fue un excelente director de Gobierno, pero era otro contexto", aseveró el senador. En cuanto a Paul Bourlot, diplomático francés también sindicado como colaborador del gobierno militar, Amstutz afirmó conocerlo de la UTN. "A Bourlot lo conocí en la facultad, pero tampoco milité con él, sabía que hacía política en la UTN pero no pertenecía a su grupo.
En algunos temas coincidíamos y en otros éramos opuestos, pero siempre la discusión pasaba por temas universitarios, nada más", explicó el ex intendente. Para Amstutz, sigue siendo prioritario que el tribunal lo cite a fin de aclarar los dichos sobre su persona, idea que, por el momento, los magistrados encargados del tribunal parecen no tener en cuenta.
Fuente:ElSolDiario
16 de Marzo
Rúpolo: “Cuando nos trasladaron a la cárcel fue maravilloso”
Vilma Rúpolo, reconocida bailarina y hacedora de vendimias, le contó por más de dos horas al Tribunal cómo fue su paso por diversos centros de detención locales y nacionales
AMENAZA. Ya en la cárcel, Vilma dijo que si no le traían a su bebé se suicidaba.
Vilma Rúpolo, reconocida bailarina y hacedora de vendimias, le contó por más de dos horas al Tribunal cómo fue su paso por diversos centros de detención locales y nacionales. Rúpolo fue detenida el 1 de junio de 1976 en la casa de su madre, en el barrio Bombal de Capital. De allí fue trasladada al Casino de Oficiales del Ejército, desde donde era llevada a otro lugar para ser torturada. Luego la transfirieron a la cárcel de Devoto, y en agosto de 1976 la trajeron nuevamente a Mendoza, en donde la alojaron en el penal de Boulogne Sur Mer.
Con detalles escabrosos, Vilma Rúpolo relató al tribunal momentos de verdadero hostigamiento de parte de miembros de la fuerza militar. La reconocida artista mendocina contó cómo la torturaron en siete oportunidades y cómo fue que consiguió que el capellán de la cárcel le llevará a su hijo, de cinco meses entonces, a su lugar de detención.
"Nos colgaban desnudas de las muñecas con los pies colgando de unos alambres que pendían del techo. A mí nunca me pusieron tensión, pero a otras chicas que pasaron por el mismo lugar sí", afirmó la víctima. Rúpolo indicó que desde el Casino era trasladada a un predio de la calle Boulogne Sur Mer –donde en la actualidad funciona la VIII Brigada de Montaña– para ser indagada y torturada. "Yo me acuerdo de que eran como barracas y había siete escalones, los contaba cada vez que me llevaban allí para que declarara, y casi siempre terminaba golpeada", detalló la bailarina.
"Nos hacían simulacros de fusilamiento y ahogamientos con bolsas, nos golpeaban con dureza", contó Rúpolo. Pero, sin duda, el detalle más estremecedor de la historia fue cómo la mujer consiguió que le devolvieran a su pequeño hijo cuando ya estaba en la cárcel, de quien separaron a los días de nacer. "Le dije al director de la cárcel que me iba a suicidar si no me traían al bebé, entonces él llamó al capellán e intercedió. Llamé a mi casa y le dije a mi mamá que si iba un cura a mi casa se lo diera, y después, cuando el director Naman García me lo trajo, le hice firmar un documento de recibido", recordó la mujer. "Cuando nos trasladaron a la cárcel fue maravilloso, sabíamos que nos habían blanqueado, y eso nos daba algo de tranquilidad", dijo Rúpolo.
Fuente:ElSolDiario
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