martes 5 de abril de 2011
Sube la tensión entre Nicaragua y Costa Rica
Por Alfredo G. Pierrat (PL)
Lejos de apaciguarse, la tensión sube entre Nicaragua y Costa Rica y la confrontación podría agravarse si el gobierno de San José incursiona hoy en el diminuto territorio en disputa por los dos países.
Tras el salomónico dictamen emitido por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, el 8 de marzo último, todo parecía indicar que el diferendo fronterizo surgido en octubre del pasado año caminaría hacia la búsqueda de una solución mediante el diálogo y la negociación bilaterales.
En su sentencia, la CIJ dictaminó que "Cada parte se abstendrá de enviar o mantener en el territorio en disputa, incluido el caño, a sus agentes, sean civiles, policías o efectivos de seguridad".
Pero la CIJ estableció seguidamente una excepción al expresar que Costa Rica podrá enviar a la zona en disputa a personal civil encargado de la protección del medio ambiente, "en la estricta medida en que sea necesario para evitar un perjuicio irreparable causado a la zona húmeda de ese territorio".
Para acogerse a esa excepción, Costa Rica deberá consultar a la Convención Mundial sobre Humedales (Convención Ramsar) e informar previamente a Nicaragua, con quien debe, además, hacer todo lo posible para encontrar soluciones comunes, según el tribunal de La Haya.
Sin embargo, el gobierno de Costa Rica pretende enviar a sus emisarios a la zona, acompañando a representantes de Ramsar, en una visita anunciada para comenzar hoy y continuar hasta el viernes.
Esa pretensión fue rechazada de inmediato por el gobierno nicaragüense desde que fue anunciada y contra ella se pronunciaron la semana pasada el canciller, Samuel Santos, el jefe del Ejército, General Julio César Avilés, y el director jurídico de la Cancillería, César Vega.
No obstante, la presidenta costarricense, Laura Chinchilla, ratificó ayer en San José la decisión de visitar la zona y calificó los reclamos nicaragüenses de amenaza, porque -afirmó- la resolución de la CIJ les da derecho a ingresar en el territorio en disputa.
En opinión del canciller Santos, si desde que la CIJ emitió ese dictamen hasta ahora no se ha encontrado ni demostrado un daño irreparable en la zona en disputa, solo podría justificarse el envío de personal si existiera una necesidad surgida con posterioridad a la ordenanza del tribunal que la hiciera imperativa.
No basta con una simple notificación dos días hábiles antes de hacerse la visita y sin explicación alguna de las razones urgentes para realizarla, argumentó el ministro nicaragüense de Relaciones Exteriores en carta enviada el viernes pasado a su homólogo de Costa Rica, en la que comunicó la oposición del gobierno de Managua.
Ese mismo día, el general Avilés calificó de provocación las intenciones ticas de visitar la zona, y lo reiteró este lunes aquí en un encuentro con periodistas, al afirmar que las intenciones de Costa Rica atentan contra las medidas indicadas por la Corte de La Haya.
Por su parte, el jefe de la Dirección Jurídica de la Cancillería nicaragüense, César Vega insistió anoche en que Costa Rica está interpretando de manera antojadiza el dictamen de la La Haya y ratificó, en respuesta a Prensa Latina, que ya fue presentada una protesta formal ante la CIJ.
En medio de esta delicada situación que enfrenta a los dos países vecinos por un minúsculo territorio pantanoso de apenas tres kilómetros cuadrados de superficie, para las autoridades nicaragüenses resulta muy cuestionable la actuación de la Convención Ramsar.
A juicio de Vega, Ramsar se encuentra en una posición bastante delicada y pareciera que quiere favorecer a Costa Rica, algo por lo que también se disponen a presentar una protesta formal.
Con Vega coincidió Roberto Araquistain, vicetitular del Ministerio nicaragüense del Medio Ambiente y los Recursos Naturales (Marena).
Expertos de la Convención Ramsar estuvieron en Nicaragua del 7 al 12 de marzo último y recorrieron la zona en disputa, a donde no fueron acompañados por personal nicaragüense, en cumplimiento de lo establecido por la CIJ. Desde entonces, el gobierno nicaragüense espera el informe con las conclusiones de ese recorrido, durante el cual, los expertos de Ramsar se manifestaron sorprendidos por el excelente estado del ecosistema en territorio de Nicaragua, en contraste con el deterioro observado en la parte costarricense, comentó anoche Araquistain.
Al pronunciarse el pasado viernes en contra de la visita de funcionarios costarricenses a la zona en disputa, el canciller Santos propuso que los mecanismos para que personal de uno u otro país puedan acceder a ese territorio se aborden en la reunión que representantes de los dos gobiernos sostendrán el próximo 12 de abril.
Mientras, en las cercanías del territorio disputado, en la parte nicaragüense, varias decenas de jóvenes ambientalistas del Movimiento Guardabarranco acampan desde el pasado domingo y realizan allí actividades culturales y de preservación de la ecología local.
El objetivo es preservar y mejorar el medio ambiente y ratificar con su presencia la soberanía nicaragüense sobre el río San Juan y sobre el territorio disputado, aunque sin adentrarse en el, dijeron carios de esos jóvenes a Prensa Latina durante una visita realizada la víspera al lugar donde están acampados.
Fuente:Argenpress
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