Aquellas interminables apuestas de la memoria
Siempre en nombre de la alegría, se recuerda a Paco Urondo
07.06.2011
La memoria, cada vez menos asociado a la idea de lo acabado, permite nuevas apuestas a que el recuerdo se filtra en el presente. Hablando tanto por lo sucedido como del por qué lo recordamos. La muestra que recorre la vida del militante, periodista y novelista Paco Urondo, a través de objetos y fotografías donadas por la familia, propone que puede relizarse ese ejercicio en alegría. Recobrando de este modo, además de su obra, su espíritu. Porque gracias al pensamiento esperanzador es que, citando al autor, "puedo imaginar el tiempo que desconozco / luchar por esa o por otra dulce aspiración."
La muestra que se inaugura a las 18 en Canal 7 (Figueroa Alcorta 2977), se podrá ver todos los días entre las 8 y las 20 hasta el 30 de junio, con entrada libre y gratuita. Surge como una iniciativa de la TV Pública, quienes a su vez convocaron a la Dirección de Cultura de la Universidad de La Plata y a la familia para el armado de la muestra. Al respecto el coordinador de la Dirección, Ricardo Petraglia, comentó que "no es casual que la inauguración sea el Día del Periodista. Sin dudas es una figura emblemática de lo que es el periodismo en la Argentina. Él junto a tantos otros resolvieron hace muchos años algo en discusión ahora: el rol del periodista independiente. Una de las principales falacias que se dice de esta profesión, como si no tomar posición tuviera un mérito mayor. En ese sentido, Paco Urondo es el ejemplo del periodista comprometido que busca la verdad en función de una idea y un proyecto de país. Porque la verdad no puede ser entendida de otra manera. Y por otro lado, el Estado teniendo esta inicitaiva con el agregado de que la muestra se emplaza en el mismo lugar donde funcionó una manera de hacer periodismo antagónica a la de Paco. Que se haga en este espacio es coherente con él, porque fue un tipo que ocupó espacios."
De la vida de Francisco "Paco" Urondo (1930-1976) se puede decir, en principio, que fue intensa y no evitó poner el cuerpo en sus distintas formas. En el ´58 , siendo aún muy joven, convocado por el Gobernador de Santa Fe (su provincia natal), ocupó el cargo de Director General de Cultura de la Provincia desarrollando un tejido cultural que alcanzó el interior de la provincia. A la par alimentó su carrera literaria y en 1960, decidió radicarse en Buenos Aires, donde se vinculó con Noé Jitrik, Emilio Alfaro, Rodolfo Kuhn, Sergio Renán, entre otros.
Petraglia rescata que la muestra da cuenta de sus múltiples tareas “porque su compromiso no era testimonial, se basaba en la militancia pero también ocupaba lugares. No sólo tenía el rol de intelectual comprometido, sino que siempre veía la manera de llevarlo a la práctica a través de la palabra o de hecho, cuando lo sintió necesario de la lucha armada. Manifestó su desacuerdo con lo que pasaba en la Argentina, pero sobre todas las cosas tomó cartas sobre el asunto."
Participó del suplemento cultural del diario La Opinión (1971), secretario de redacción del diario Noticias (1973) y autor de “La patria fusilada”, el reportaje a los tres sobrevivientes de la masacre de Trelew mientras estaba preso en la cárcel de Villa Devoto. A comienzos de los ´70, se integró a la FAR y aceptó su destino en Mendoza, donde en 17 de junio de 1976 muere asesinado después de una redada. O como lo recuerda Juan Gelman, justamente por su profundo desprecio por este mundo es que decidió darle la vida “para que nada siga como está”.
Fuente:Diagonales.
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