jueves 8 de septiembre de 2011
Corrupción, impunidad y crimen
Por Gerardo Fernández Casanova
“Que el fraude electoral jamás se olvide.
Ni tampoco los miles de muertos inocentes.”
Con el perdón de ustedes, hoy comienzo con una protesta en YO mayor: el señor Felipe Calderón pretende cambiarme el sexo y, además, lo hace por escrito y con singular alegría. Con fecha 1 de septiembre de 2011, recibí una carta personal firmada por Felipe Caderón Hinojosa por la que me dice que el IMSS me “ofrece atención médica para acceder oportunamente a la detección de cáncer cérvico uterino y cáncer de mama”. “Además, -me dice- si te encuentras en etapa de maternidad, tu bebé podrá recibir el tamiz neonatal…”.
En cambio, no dice ni pío de mi riesgo de padecer cáncer de próstata, normalmente asociado a mi condición sexual masculina de la cual, por cierto, me siento razonablemente orgulloso y que pretendo conservar por siempre. No se si deba encabezar una manifestación de orgullo macho, entablar una querella preventiva o esconder la carta para evitar posibles extorsiones con cargo a mi sexualidad. Se aceptan sugerencias.
Pareciera un chascarrillo y, en cierta manera, así lo tomo. Pero es sólo una más de las muestras de un crimen. Es un crimen el torrente de propaganda mentirosa con que el régimen nos atiborra el cerebro mañana, tarde y noche; por radio, televisión y prensa; por teléfono en la sagrada privacidad del domicilio; por cuanto medio se le antoje al Primer Corruptor del país, en su afán por esconder la realidad y hacernos creer los “logros de su gobierno”. Pero ya se agotó; la capacidad de engaño se gasta por exceso y se revierte: hoy, aunque se le ocurriera decir alguna verdad, nadie le cree.
Confiado en la supuesta capacidad de engaño, Calderón hace oídos sordos al clamor, rayano en alarido, que le exige enmendar el rumbo de “su” desgobierno. El estridente reclamo ante la inseguridad y la violencia provocada por el erróneo tratamiento del problema, ha colocado en segundo plano el que es causa anterior: el fracaso del modelo económico y, más aún, el que origina ambos: la corrupción y la impunidad que han dado al traste con las instituciones republicanas, comenzando por la ilegitimidad de la toma del poder. Una pirámide invertida que se sume hacia el inframundo mitológico, hoy muy parecido a la realidad.
Me queda claro que, para sus afanes oscuros, a Calderón le ha sido funcional el pánico en que vive la sociedad. No de otra manera puedo explicarme la desatención a las muy civilizadas y comedidas propuestas de cambio formuladas por amplios sectores de la sociedad, entre las que destaca por su autoridad moral y científica la presentada por la Universidad Nacional Autónoma de México, producto de la esmerada labor de sus investigadores, bajo el título: Elementos para la Construcción de una Política de Estado para la Seguridad y la Justicia en Democracia. Una reunión en el Museo de Antropología; la foto para los diarios; una palmada de agradecimiento y sanseacabó. El destinatario se mantiene en su macho y punto. Es claro: un cambio como el propuesto pudiera tener resultados exitosos, en cuyo caso, se abatiría el pánico y, entonces, el régimen se derribaría. Por eso le resulta inaceptable. También es posible que la desatención se deba a que la propuesta universitaria coincide en lo sustancial con el discurso de López Obrador y eso sí sería la negación de toda la sustentación mentirosa del gobierno espurio.
De corrupción e impunidad estamos hasta la madre, como nunca antes. Santana y Porfirio Díaz devienen en inocentes palomitas y hasta los priístas resultan santos frente al grado de deterioro alcanzado. Quise hacer una lista de los casos más sonados de crímenes de orden público que han quedado en el archivo muerto, escondidos por las cortinas de humo de un nuevo escándalo en lo que ya es una interminable cadena; desistí por falta de espacio. Sólo me quedo con uno de los últimos: las debilitadas finanzas de Petróleos Mexicanos empleadas en un turbio manejo especulativo en la española Repsol, como si fuera capital privado. ¡Es el colmo!
Así las cosas, cómo se puede combatir al crimen organizado.
Fuente:Argenpress
jueves 8 de septiembre de 2011
En su punto más álgido, agresiones a mujeres migrantes
Por Guadalupe Cruz Jaimes (CIMAC)
En 10 años se agudizó la violencia contra las mujeres migrantes que cruzan México rumbo a Estados Unidos, ya que a las agresiones físicas y sexuales cometidas por autoridades se sumaron los secuestros y extorsiones de la delincuencia organizada coludida con los gobiernos locales.
“Cuando hay tanta impunidad y poco control de los gobiernos estatales y municipales, empeora el problema de transgresión a los derechos de las personas migrantes”, dijo a Cimacnoticias Gretchen Kuhner, integrante del Instituto para las Mujeres en la Migración (Imumi).
Kuhner sostiene que la violencia contra las mujeres en tránsito, originarias de Guatemala, Honduras y El Salvador, principalmente, empeoró hace poco más de 10 años, aunque el punto más crítico lo alcanzó durante la actual administración.
La agudización de la problemática se debió a varios factores, señaló. El primero es el cambio de ruta de las y los migrantes a consecuencia del daño que ocasionó en 2005 el huracán Stan a las vías de ferrocarril entre las ciudades de Tapachula y Arriaga, en Chiapas.
La ruta que desde entonces siguen los obliga a pasar por Tabasco y Veracruz, estados con importante presencia del crimen organizado.
La problemática se vuelve más compleja porque los gobiernos estatales y municipales están coludidos con los delincuentes para secuestrar y extorsionar a las mujeres y hombres migrantes.
“Antes la violencia física y sexual contra las mujeres en tránsito era ejercida por autoridades, civiles y traficantes. Ahora además de seguir expuestas a esas agresiones, son víctimas de secuestro, extorsión o son asesinadas”, explicó la investigadora.
Puso como ejemplo el asesinato de 14 mujeres y 58 hombres migrantes en San Fernando, Tamaulipas en agosto de 2010.
Según la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), de septiembre de 2009 a febrero de 2010 se registraron más de 10 mil secuestros de migrantes en el país; esta cifra rebasó los 9 mil 780 registrados en el mismo semestre de 2008 a 2009.
La CNDH advierte que mil 600 migrantes son víctimas de secuestro cada mes. No obstante, el gobierno federal puso en duda esta estadística y señaló, a principios de 2010 ante la CIDH, que en 2009 sólo recibió 15 denuncias de secuestros de migrantes.
Cuando las migrantes son secuestradas, sufren agresiones sexuales como parte de la tortura a la que son sometidas para que proporcionen a los plagiarios los datos de sus familiares en EU.
En este escenario, las organizaciones de la sociedad civil han alzado la voz en diversas ocasiones.
El próximo viernes diferentes asociaciones defensoras de Derechos Humanos caminarán junto a víctimas de violencia del crimen organizado o del Estado, integrados en la Caravana de la Paz o Caravana del Sur, para conmemorar la masacre de migrantes cometida en Tamaulipas hace un año.
Además de la movilización, el lunes pasado las organizaciones entregaron a la Secretaría de Gobernación (Segob) “comentarios generales” acerca de cuál debe ser el contenido del reglamento de la Ley de Migración.
“Hasta ahora no contamos con ningún compromiso por parte de la autoridad de que los tomará a consideración”, observó Kuhner.
De acuerdo con la integrante del Imumi, las organizaciones todavía no han tenido oportunidad de reunirse con las autoridades de la Segob para discutir sus observaciones, las cuales fueron hechas sin conocer el “borrador” del reglamento pues a pesar de que lo solicitaron no se los proporcionaron.
El reglamento, el cual deberá publicarse en el Diario Oficial de la Federación el próximo 21 de noviembre, es la parte operativa de la Ley de Migración por lo que “es importante que se acoten temas como la realización de operativos, con base en protocolos y el respeto a los Derechos Humanos de las y los migrantes”.
El documento también debe establecer los mecanismos y procedimientos que se deben llevar a cabo para que las personas en su tránsito por México tengan acceso a servicios de salud y a la visa de tránsito que menciona la Ley de Migración, aprobada por la Cámara de Diputados en mayo pasado.
A la par de la definición del reglamento, es urgente que se busque una “solución política” para que quienes transiten por el país lo hagan de forma segura y con acceso a servicios, como la salud, imprescindible sobre todo en el caso de mujeres que son agredidas física y sexualmente.
Fuente:Argenpress
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