Jueves 8 de Septiembre, 2011
Ushuaia
Capital de la Provincia de Tierra del Fuego, A. e Is. del A. S. República Argentina.
POLÉMICO TESTIMONIO EN EL PROGRAMA PUNTO SCOTIA, DE CANAL 11
Las confesiones del supuesto represor subirán de calibre
EDFM accedió a fragmentos de las próximas emisiones del ciclo televisivo donde fue entrevistado, con reserva de identidad, un sujeto que vive en Ushuaia y confiesa haber estado vinculado con la represión ilegal en la Argentina. Allí cuenta detalles aberrantes sobre el nacimiento de bebés en cautiverio y sobre el perfil de quienes ejecutaban a detenidos. Describe el centro de detención y las veces que vio a Astiz, y despotrica contra los ex combatientes de Malvinas porque “no son mejores que yo”.
Lo que el presunto represor entrevistado por el programa de Canal 11 de Ushuaia Punto Scotia manifestó el lunes en la primera de tres entregas dedicadas a la dictadura militar, no se compara con lo que aparecerá diciendo en las dos próximas emisiones del mismo ciclo televisivo.
De espaldas a la cámara, con voz distorsionada y un gorro azul en la cabeza, el sujeto que la Justicia Federal trata de identificar, contará todo tipo de aberraciones supuestamente ocurridas en un centro clandestino de detención ubicado en la provincia de Córdoba, donde él intervino, de acuerdo a sus dichos, en calidad de “custodia” y como subalterno de la Fuerza Aérea.
EDFM accedió ayer a fragmentos del material que saldrá al aire el próximo lunes 12 a las 22, donde volverán a intercalarse testimonios de víctimas de la represión ilegal, como la actual legisladora de EP Elida Deheza, con partes de la entrevista realizada a este sujeto que vive en la capital fueguina desde hace casi dos décadas, pero que por primera vez confiesa su participación en delitos de lesa humanidad.
“Algunos de los torturados no podían tener más hijos. No son más reproductores. Porque en particular, la tortura era en los testículos, todo con electricidad de bajo voltaje que los dejaba estériles”, había contado el ex militar en el primer capítulo del programa de Yámana Producciones. Y había descripto que “a las mujeres les metían en su vagina determinados aparatos que por lo general eran todos hechos de madera y de plástico”.
Pero en la segunda entrega irá aún más lejos. Mencionará que el centro clandestino de detención donde cumplió funciones era conocido en la jerga militar como “La casa del pueblo”, y que allí pudo ver varias mujeres embarazadas, todas ellas menores de 25 años.
En ese contexto, narrará en detalle el momento en que pudo presenciar el parto de una de estas mujeres detenidas en la clandestinidad. Y sin inmutarse dirá que vio el momento en que un militar le cortaba el cordón umbilical a un recién nacido con “la bayoneta de un fusil FAL”, antes de que la criatura fuera envuelta “en ropa militar” y tanto la madre como el hijo fueran trasladados del lugar para “no ser vistos nunca más”.
Sobre el centro de detención, el sujeto aclarará que estaba ubicado en el subsuelo de una casa “común, de familia”, rodeado por un perímetro de guardias que custodiaban las tres puertas de acceso durante todo el día. Insistirá en que era un lugar pequeño, y en que había un salón donde cabían cinco personas tiradas de cada lado y quedaba un espacio en el medio por donde “caminaba una custodia que ejecutaba gente si le pedían ir al baño”.
Y en relación a los “ejecutores”, que en el primer programa identificó por los apodos de “tarado”, “loco” y “caco”, agregará que siempre “limpiaban de noche”, que habitualmente “usaban barba” y que por la falta de luz “era difícil identificarlos”.
Además, contará que “algunos disfrutaban cuando le quitaban la vida a otros”, y que cuando ello no era así, como el caso de un hombre “de unos 35 ó 40 años al que le temblaba el arma en la mano”, entonces “lo ejecutaban a él”.
Astiz y Malvinas
En otro pasaje de la entrevista para el programa Punta Scotia, que aún no salió al aire, el supuesto represor revelará que en dos oportunidades vio en persona a Alfredo Astiz en Córdoba, y lo definirá como “frío, soberbio y calculador. Alguien que parecía no tener sangre y al que todos le tenían mucho respeto”.
El hombre que en el primer capítulo del programa recordó que su historia ligada a las fuerzas armadas comenzó cuando tenía 22 años, y que después pasó a revestir como suboficial en un área de “inteligencia y logística” dependiente de la Fuerza Aérea, hablará el miércoles de varios casos de desaparición forzada de personas durante la dictadura.
Enumerará entre ellos el del “cura de la parroquia con quien yo me confesaba y terminó siendo un montonero” y el de “dos médicos de apellidos Busi y Medina, que tenían armas en su casa”.
A diferencia de lo observado en el programa de este lunes, donde parecía adoptar una postura imparcial sobre los sucesos históricos, el sujeto usará la palabra “guerra” para referirse a la lucha antisubversiva, y justificará las muertes cuando “había que elegir entre la vida del otro y la propia”.
Por su parte en la tercera emisión del programa, que se pondrá al aire el lunes 19, el polémico personaje realizará una reflexión de tono peyorativo hacia los ex combatientes de Malvinas.
Dará a entender que muchos de los militares que daban órdenes de exterminio o mataban gente durante la dictadura, se convirtieron en héroes tras participar en el conflicto bélico de 1982.
“No quiero ofender a nadie. Pero no son mejores que yo”, atacará el hombre por ahora sin identidad, antes de admitir que “paso muchas noches sin dormir” a raíz de esta experiencia de vida.
Fuente:DiariodelFindelMundo
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