6 de septiembre de 2011

VOLANTE QUE SE ENTREGA EN LA PUERTA DE FORD.

Carta abierta
36 años pidiendo por Memoria Verdad y Justicia

Durante la última dictadura los directivos de Ford Motor Argentina no se conformaron con entregar a sus delegados sindicales a los militares, sino que directamente participaron del montaje de un centro clandestino dentro de la fábrica de General Pacheco. El 24 de marzo de 1976 observábamos estupefactos como efectivos del ejército, con asiento en Campo de Mayo, copaban la empresa instalando dentro de la misma un cuartel militar. Cientos de soldados, suboficiales y oficiales circulaban por las calles interiores de la empresa, ingresaban a las plantas de montaje, estampado, motores y custodiaban la administración. Ford los proveía de vehículos usados y cero kilómetros, les daba la comida de los comedores del personal, también veíamos vehículos del ejercito entrando a los surtidores de puerta Uno para cargar combustible. Si todo esto no es prueba suficiente del compromiso de los directivos, entonces ¿qué más hace falta?
El golpe de las fuerzas militares contra la democracia en un operativo cívico-militar, que fue organizado para terminar con la vida sindical por un largo período. En Ford no hubo representación gremial aproximadamente por diez años.
Aquel 24 de marzo secuestran los militares a los primeros tres compañeros delegados y así veíamos como día a día iban capturando a más trabajadores. El 13 de abril se llevan los últimos cinco, en total fuimos 25 obreros los que estuvimos desaparecidos durante 60 días. Todo ese tiempo nuestras familias desesperaban porque no sabían donde estábamos.
Después fuimos puestos a disposición del PEN y trasladados a distintas cárceles del país.
La empresa fue quien confeccionó las listas con nuestros nombres. Tanto los capataces como los gerentes de planta observaban como nos levantaban, en especial el caso del gerente de montaje, un tal Leker, que se paró en medio de la planta para no perderse el espectáculo.
No solo no atendían los requerimientos que hacían nuestras familias, sino que nos mandaban al mismo tiempo telegramas diciendo que estábamos faltando sin aviso. Demostraban así su total cinismo y aberración.
El día que nos blanquean, tenemos el primer contacto con nuestros familiares y ellos se horrorizaron cuando se enteraron que estuvimos siempre a metros de ellos, en el maldito quincho del campo de deportes, dentro de la misma empresa. Ford Motor Argentina instaló un chupadero o centro ilegal de detención especial para torturar a sus propios obreros.
La justicia tiene una deuda muy grande con nosotros, los trabajadores, nuestras familias y todo el pueblo argentino, porque en la causa que se encuentra en el Juzgado Penal de San Martín, el expediente rebalsa de evidencias contra Ford y sus directivos.
Hay un dicho que todos sabemos: LA JUSTICIA CUANDO ES LENTA NO ES JUSTICIA.
Nuestro anhelo es que quede sentado un precedente con la condena a estas empresas multinacionales que en los años 1976/83 participaron en el golpe cívico-militar y que por lo mismo paguen los perjuicios que ocasionaron, en nuestro caso no pudimos ni cobrar el último sueldo.
Ford Motors Company con sede en Estados Unidos tiene una lúgubre historia en su país que trata de blanquear colaborando con entidades de Derechos Humanos a nivel internacional que le permiten ganar prestigio para su marca, pero aquí en argentina violo los derechos humanos sistemáticamente y esos hechos están considerados por la justicia como delitos de lesa humanidad, por lo cual debe ser juzgada y condenada, no importa el tiempo transcurrido.
Creemos que es muy positivo que los nuevos trabajadores de Ford sepan lo que pasó en aquellos años tan difíciles para el pueblo y la democracia Argentina.
Éramos delegados reconocidos por el ministerio de trabajo, el sindicato y la empresa. Luchábamos por condiciones dignas de trabajo. Para comentar sólo algunas: el plomo en sangre, compañeros que con saturnismo concurrían a revisarse y el parte medico lo negaba y lo volvían a sus puestos de trabajo; falta de personal en líneas de armado; luchar por sueldos que se los devoraba la inflación. El año 1975 éramos más de 6000 obreros y con lucha conseguimos uno de los mejores convenios de trabajo del país, conseguimos también el comedor de estampado, la rotación de los 3 turnos, las 100 horas que ahora son 180.
Pedimos como dice la Constitución en el Art. 14 bis participar en las ganancias, de lo que tanto se habla ahora, y si vieran el convenios del año 1975 se van a encontrar que se acordó el 1% del valor de las unidades, esa plata la iba a administrar el gremio para levantar una Obra Social que pretendía ser la mejor de Latino América. ¿Qué fue de todo ese dinero? Nunca se supo. También nos sentimos orgullosos por ayudar a los compañeros de los comedores y así afiliarlos al S.M.A.T.A, de esa forma tuvieron el primer convenio de trabajo, eligieron a sus primeros delegados, y así obtuvieron conquistas como cien por ciento de aumento en sus sueldos, el día femenino, la guardería para sus chiquitos, también se replantearon todas las categorías. Y ahora tenemos entendido que hasta la fecha no tuvieron mas representación gremial, lo mismo pasa con los administrativos a ellos también los afiliamos al S.M.A.T.A.
Por ultimo queremos decirles que a esta altura de los años muchas veces pensamos que fuimos discriminados, no por nuestros compañeros, sino por que el ejército y la empresa impusieron el terror, muchos tuvieron miedo y lo entendemos, pero hubo otros que podrían haber hecho algo y no lo hicieron. Esto le toca a los sindicatos y la CGT, a políticos de distintos partidos, a medios de prensa e iglesias. Pero muchos otros resistieron y pudimos recuperar nuestra libertad y la democracia. Ahora vemos que la situación es otra por que nos sentimos apoyados por nuestro abogado Tomas Ojea Quintana, y protegidos por entidades de derechos humanos como el SERPAJ de Pérez Esquivel, la Liga Argentina por los Derechos Humanos, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, etc. y hay que destacar que las leyes de punto final y obediencia debida fueron derogadas por este gobierno, todo esto es lo que nos permite mantener las esperanzas de que por fin habrá justicia.

Estos son los nombres de quienes fuimos perjudicados por tal brutal represión:

Juan Ballestero, Ismael Portillo, Guillermo Perrotta, Pedro Troiani, Pastor Murúa, Adolfo Sánchez, Carlos Propato, Juan Conti, Luis Degiusti, Jorge Constanzo, Carlos Garei, Alfredo Reposi, Eduardo Pulera, Fernando Groisman, José Chitarone, Juan Amoroso, Roberto Cantelo, Rubén Traverso, Roberto Nuñez, Héctor Zubarán, Luciano Bocco, Rubén Manzano, Ricardo Avalos y Robledo.
Fuente:Agndh

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