La Habana, martes 15 de mayo de 2012.
Año 16 / Número 133
Brasil busca su verdad
Por LAURA BÉCQUER PASEIRO
Cumpliendo una de sus promesas electorales, la presidenta brasileña Dilma Rousseff promulgó la ley que crea la Comisión de la Verdad, que investigará violaciones a los Derechos Humanos en Brasil, incluyendo las cometidas durante la dictadura militar (1964-1985). Al frente de la misma se encuentran, entre otros, el exministro de Justicia, José Carlos Dias y el exprocurador general, Cláudio Fonteles. Mañana 16 de mayo quedará oficialmente constituida.
Miles de brasileños fueron asesinados bajo el régimen militar.
Aun cuando no tiene la facultad de castigar a los responsables de los crímenes —ya que no puede sobreponerse a la Ley de Amnistía de 1979, que impide el enjuiciamiento de los responsables de asesinatos, desapariciones y torturas cometidas por la dictadura—, sí puede citar a testigos bajo juramento y acceder a los documentos gubernamentales. Además, tiene dos años para escuchar los testimonios de las víctimas y testigos, y analizar toda la información que considere necesaria para esclarecer los hechos.
El punto de partida son las investigaciones previas de la Comisión de Amnistía, que estudia pedidos formales de disculpas del Estado a víctimas del régimen militar; y la Comisión de Muertos y Desaparecidos Políticos, encargada de reconocer a las víctimas del régimen castrense.
Con la iniciativa, el Gobierno espera que se permita reelaborar el relato de lo ocurrido durante el periodo dictatorial como una garantía de que la nación sudamericana no vuelva a vivir una situación similar.
Junto con esta medida, se sancionó la Ley de Acceso a la Información. Con la misma todas las esferas del poder público tendrán la obligación de divulgar las informaciones requeridas por los ciudadanos en lenguaje sencillo y directo, con facilidades para ser buscadas por Internet.
La norma también establece un plazo de confidencialidad de 25 años para documentos ultrasecretos, 15 años para aquellos que son secretos y cinco para los reservados. Tales plazos podrán ser renovados una sola vez.
Brasil se suma así a países como Argentina, Chile, Perú o Guatemala, donde se han creado comisiones similares para sacar a la luz los momentos oscuros de su historia.
"Esta es una fecha histórica para los brasileños. Se sancionaron dos leyes que tratan asuntos distintos, pero están conectadas; representan un paso decisivo en la consolidación de la democracia brasileña", expresó Rousseff, quien aclaró que el objetivo no es promover la venganza contra quienes cometieron los delitos, sino buscar la verdad.
Este tema toca directamente a la presidenta, quien vivió en carne propia la represión dictatorial. Rousseff militó en grupos guerrilleros como Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares o Comando de Liberación Nacional. Durante esa época fue conocida como la "Juana de Arco de la Guerrilla".
A causa de su militancia revolucionaria, fue detenida en 1970 y sufrió sesiones de tortura durante 22 días. Su cautiverio se prolongó por tres años. "Nadie sale de eso sin marcas", se limitó a decir en declaraciones a la revista brasileña Piauí, meses antes de ganar las elecciones del 2010.
Además, varios altos dirigentes políticos sufrieron persecución durante la dictadura, incluyendo el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), quien estuvo preso por enfrentar al régimen como dirigente sindical.
Su antecesor, Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), fue enviado al exilio en Chile, al igual que los cantantes Gilberto Gil y Caetano Veloso, quienes se asilaron en Londres.
La Comisión de la Verdad creada en Brasil es fundamental para que las nuevas generaciones conozcan su pasado reciente, cuando muchas personas fueron encarceladas, torturadas y asesinadas.
Fuente:DiarioGramma
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