22 de agosto de 2012

COLOMBIA.

MARTES, 21 DE AGOSTO DE 2012 
Balance del gobierno de Santos a dos años de gestión 
REVISTA INSURRECCIÓN 
El balance presentado por el gobierno en su segundo año no deja satisfecha ni a la misma clase dominante,que al examinar los desarrollos de sus promesas encuentra que unas son demasiado pobres y otras contradictorias. La teoría santista del Pos conflicto, cada vez anda más embolatada mientras se profundiza el conflicto social y armado. 

La amenaza de la crisis económica de los países ricos cada vez asusta más a la oligarquía colombiana. Los niveles de inseguridad que se evidencian para el capital inversionista, no solo dejan mal parado al gobierno, sino que genera un impacto negativo en las trasnacionales que ven como aumenta y avanzan de las luchas populares contra las políticas de favoritismo a los intereses foráneos. 

Y si por el lado de la oligarquía llueve, por el lado del pueblo no escampa. Con el maquillaje en la presentación de cifras y diagnósticos, no se cambia la realidad; es posible que en el exterior algunos se confundan porque reciben la realidad distorsionada por los grandes medios de información, pero los nacionales impactados por las críticas angustias del día a día, captan la doble y contraria realidad entre lo que se dice y lo que se vive, entonces veamos: 
1- La Reforma a la Justicia que tumbaron los indignados colombianos y obligaron al gobierno a recular y lavarse las manos, es un estruendoso fracaso que no se supera con su hundimiento, porque precisamente se sustentó la urgencia de superar gravísimos problemas en la justicia que la hacen obsoleta e ineficaz. Dónde queda entonces su perspectiva? Pero más grave aún ¿cómo se supera la ilegitimidad del Congreso? 

2- Santos fracasó con su pretendida reforma a la educación y contrario a sus pretensiones, ahora coge fuerza y se reivindica una auténtica reforma a la educación, que es la aspiración de un movimiento estudiantil que levanta esa bandera y convoca además de los estudiantes a los padres de familia y a la sociedad en general. 

3- Que la salud está enferma, es la manera folclórica de hacer referencia al desastre resultado de la privatización de este derecho público y uno de los más sonados escándalos de corrupción que puede equipararse a crimen de lesa humanidad porque se ha jugado con la vida de los colombianos humildes y que ahora no se puede pretender resolver con paños de agua tibia, y el Presidente Santos lo sabe. 

4- El terrorismo de Estado sigue activo con graves consecuencias para el país y de gran impacto en el exterior; entre sus víctimas están luchadores por la tierra arrebatada por los narcoparamilitares; de éstas, algunas a las que el gobierno asignó un pedazo de tierra en su publicitada Ley de tierras, fueron asesinados. Esta situación tiene atemorizados a algunos campesinos que han dicho que no van a recibir la tierra y desisten de la reclamación que les marca la sepultura. Pero esto es solo una parte de la conflictiva ley, que además está resultando ser un globo mal inflado por el Presidente. 

5- El problema de los casi seis millones de desplazados por el conflicto social y armado (varios analistas dicen que esta cifra es muy conservadora) se agrava y aumenta con los desplazados por las intensas lluvias y las soluciones no aparecen, entre otras cosas porque el gobierno se empeña en priorizar el presupuesto para la guerra, y crear las mejores condiciones para darle vuelo a los proyectos minero energéticos y los mega proyectos que necesitan la tierra, hoy propiedad de los campesinos. 

6- El desempleo que solo baja mediante cifras artificiales, mantiene fuera de un empleo digno a millones de colombianos y colombianas; y esto junto al resto de lastres sociales que el gobierno ni quiere ni puede resolver y que generan fenómenos como la indigencia, la prostitución y la delincuencia. 

7- La salida militarista y de desprecio gubernamental por los pueblos indígenas, rebosó la copa de las comunidades del Cauca, que se cansaron de la represión y exigen que el gobierno los escuche pero ante todo que se les respete, se agrega a la lista de conflictos sociales y políticos que le están aguando la credibilidad del actual gobierno. 

8- El rechazo de una parte importante de la sociedad a las practicas capitalistas depredadoras, ha sido motivo de una lucha que se ha venido expresando de diversa manera, para decir que el camino de Colombia debe ser diferente a los planes neoliberales y al favorecimiento de los intereses imperialistas. Este es otro flanco que el gobierno no puede resolver porque sus compromisos no son con el país sino con las potencias imperialistas. El despertar frente a todo este panorama sombrío de sin salidas, lo está encontrando el pueblo mediante sus luchas y organización. 

El ELN se suma a estas búsquedas, se compromete con ellas y está convencido que ese es el camino no solo digno sino eficaz, porque la clase gobernante solo piensa en acumular riquezas con el sacrificio de las mayorías. Al pueblo nadie lo reemplaza en sus luchas y propósitos libertarios y de justicia y equidad social. 

Su condición de sujeto es indispensable y por ello alentamos su disposición a la organización a la unión y a forjar su destino. Hoy, cuando nuevos esfuerzos por la paz y contra la guerra, se expresan desde diferentes organizaciones populares y sociales, y revolucionarias, el ELN las valora con disposición para que juntemos todos esos esfuerzos y se perfile una única propuesta nacional y coloquemos delante un proceso de paz incluyente, popular, social, insurgente que tenga como esencia la superación de los problemas que generaron y alimentan el conflicto social y armado, que tenga como objetivo una paz basada en la justicia y la equidad social, la democracia y la soberanía. 

A ese esfuerzo de paz nos sumamos y reiteramos que pueden contar con nosotros. 

MARTES, 21 DE AGOSTO DE 2012 
La muerte de sindicalistas en Colombia, para la historia universal de la infamia
PorRoberto Romero Ospina (ANNCOL) 
A propósito de la presentación del libro “Violencia contra el sindicalismo, 1984-2010”. 

Bueno, que el propio gobierno nacional participe en una investigación sobre los crímenes contra el movimiento sindical y además avale un libro de más de 400 páginas, donde se recopilan las violaciones a los derechos humanos en este sector en el periodo 1984-2010, ya es un paso importante. 

Foto: Roberto Romero 
Así lo registraron los investigadores Mauricio Archila y Ricardo Sánchez, el director de la Comisión Colombiana de Juristas, Gustavo Gallón y el presidente nacional de la CUT, Domingo Tovar en el evento de presentación del texto este 16 de agosto en el Cinep. 

Sin embargo, el resultado de la sesuda pesquisa, que embargó casi dos años de trabajo en los que fue parte fundamental el Programas de Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD y la Presidencia de la República, ya comenzó a ser cuestionado, incluso por los mismos que contribuyeron a la indagación. 

Los sectores más golpeados 
Foto: Domingo Tovar 
Antes de adentrarnos en el examen de las críticas, es conveniente una mínima presentación de la obra. Ella se divide en siete grandes capítulos que recogen las áreas laborales más violentadas en estos 26 años que resume el trabajo. 

Se trata de los sectores del banano, cemento, palma aceitera, alimentos, salud pública, magisterio y petróleo. 

Las cifras demuestran que el arrasamiento de los sindicatos bananeros y cementeros no ha tenido antecedentes en Colombia. Aquí está todo el drama de Urabá, que desde 1985 conoció la barbarie en centenares de plantaciones con decenas de muertos, en especial de líderes sindicales. Y qué decir de los trabajadores del cemento, en especial los del Magdalena Medio. 

En los dos casos, paramilitares, con el auspicio de grandes empresarios y agentes del Estado, orquestaron una razzia de exterminio sin nombre. 

Detenerse sobre lo que pasó en estas dos regiones demandaría decenas de página. La lista de los muertos, entre ellos los más destacados cuadros obreros, cuya preparación les demandó años, llenaría cuadernos enteros.

Un sindicalista asesinado cada 72 horas 

El libro señala que en el lapso escudriñado, las violaciones a los derechos humanos en el movimiento sindical fueron 4785 y los muertos 3000. Es decir, 125 atropellos, uno cada tercer día, y 115 asesinatos por año: un muerto cada 72 horas. ¿Habrá en el mundo un cuadro igual de aniquilamiento social? 

“Solo en lo que va corrido en 2012 ya van 13 sindicalistas muertos”, recordó en el foro, el presidente de la CUT, Domingo Tovar 

La torta de las cifras macabras que trae el libro da cuenta del reparto de los autores de estos crímenes y violaciones: 

Fuerzas Armadas y Policía 518 

Fiscalía 80 DAS 20 

Sin identificar 1874

Paramilitares 1932 

Guerrilla 207 

Grupos sin identificar 68 

Sicarios 71

Llama la atención que entre militares, policías, paramilitares, DAS y Fiscalía correspondan 2550 víctimas, el 52% del total. Pero llama aun más la atención que 1874 casos se remitan a un extraño: “sin autor conocido”. 
Foto: La planta de la fábrica de cemento en Yumbo del Valle 1988. En la chimenea, los obreros han pintado la frase: “Estamos en paro por el Derecho a la Vida”. El paro duró seis semanas. Pero el exterminio de los obreros sindicalizados a penas había comenzado. 

La Fiscalía o el reino de la impunidad

¿Cómo es posible que la Fiscalía, en un casi 40% de los atentados contra el movimiento sindical no tenga la más remota idea de los autores? Así como no la tiene tampoco en materia de muchos crímenes contra la población. El reino de la impunidad que precisamente alienta a los criminales a perpetuar su ronda de la muerte. 

Otro dato aterrador registra la obra: la tasa de sindicalización pasó del 9.3%, del total de la población trabajadora en 1984, al triste 4.2% en 2009. La más baja en Suramérica y una de las peores del mundo entero. 

Colombia ostenta, pues, el mayor índice de sindicalistas asesinados en el planeta y la más baja tasa de afiliaciones sindicales. La cifra de trabajadores que hoy hacen parte de sindicatos, corresponde al número de asociados que había en 1944. Como si el país se hubiera estancado en 70 años.

Todo esto se puede explicar por la política integral, sostenida y sistemática, encaminada a demoler toda expresión organizada de los trabajadores, para que no se integren a la lucha por sus derechos. Lo dicen los mismos cuadros sobre las luchas sindicales en estos años: una baja en flecha de las movilizaciones y sobre todo, de las huelgas. 

Las objeciones razonables 

Y de ahí las razonables objeciones al libro. El profesor Ricardo Sánchez, ex decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional y hoy director de estudios de posgrado de Historia en el mismo centro, y quien, como la CUT, la CGT, la CTC , y el CINEP, fueron invitados a participar en los trabajos de investigación, señaló los grandes vacíos. 

Indicó que allí no se esclarecía el carácter de los crímenes contra el sindicalismo que para él corresponde a un eje sistémico dirigido a aniquilar al movimiento obrero, desde el empresariado y el aparato del Estado. Puso como ejemplo el DAS como institución y no solo a sus agentes como establece el libro. 

“Esto no se dice en ninguna parte de la obra, como si los crímenes correspondieran a autores aislados, separados de toda una política programada para arrasar al movimiento sindical”, enfatizó. 

Gallón, de la Comisión Colombiana de Juristas, tras señalar que si bien las críticas de Sánchez eran para tener en cuenta, saludó el resultado final de la investigación como un paso importante que debe llamar la atención del mundo sobre lo que está pasando en el país contra el movimiento sindical. 
Foto: Robinson Olivero, fue impuesto por el jefe paramilitar como presidente del sindicato bananero en Ciénaga después que Carlos Tijera ordenara el asesinato de José Guette como presidente. 

Así hicieron las AUC también en la otra región bananera en Colombia, Urabá. Es más barato pagar a un sicario Cerró el panel Domingo Tovar, quien subrayó que la CUT no quiso involucrarse en este trabajo de investigación por no compartir algunos elementos metodológicos de la misma y anuncio que la central muy pronto publicará su propio estudio sobre las violaciones de los derechos humanos al movimiento sindical. 

“Las violaciones aquí presentadas hacen parte del conflicto interno. Son sistémicas, continúas y programadas, con el fin de implementar el modelo de ganancia de los grandes capitalistas, auspiciado desde el propio gobierno. El que se atraviese, lleva”, denunció. Tovar declaró que es tan perverso este sistema que los empresarios prefieren pagar a un sicario para que se elimine a un dirigente sindical, atemorizando a toda la organización, lo que le sale mucho más barato, que embarcarse en una negociación con un sindicato.

En el foro quedó claro que las tesis iniciales de un sector del PNUD y del gobierno, que planteaban que la muerte de sindicalistas también tenía que ver con una supuesta vinculación a las guerrillas, no tenían ningún asidero y bajo la firmeza de los investigadores, terminó siendo rechazada frontalmente y por lo tanto no se registra en el texto.

La polémica sobre esta investigación, apenas comienza. Los trabajadores tienen la palabra para esclarecer, ahora que se habla tanto de reparación, estos crímenes que bien podrían hacer parte de la obra de Jorge Luis Borges, La historia universal de la infamia. Los lectores interesados en ver los videos que recogen el panel del CINEP pueden ir a: http://www.cinep.org.co
Fuente:Argenpress

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