Un cura sin argumentos en el Concejo
Fue convocado por los ediles para acercar posiciones con el colectivo de ex presos políticos tras ordenar tapar el mural en el colegio que recuerda a los desaparecidos. Insistió con el carácter de "propiedad privada" del lugar para negarse a restituirlo.
A la salida de la reunión en el Concejo, el cura Sánchez evitó ser fotografiado.Imagen: Sebastián Granata
Por José Maggi
Si un gesto vale más que mil palabras, la publicación de la foto que ilustra esta nota bastaría para resumir lo que ocurrió ayer en la reunión convocada por la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Concejo Municipal. María Fernanda Gigliani intentó acercar posiciones entre el director del Colegio San José, sacerdote Víctor Sánchez y Mónica Garbuglia en representación del Colectivo de ex Presos Políticos y Sobrevivientes. La idea era avanzar en un acuerdo que restituya el mural pintado sobre la pared de calle España al 100, en el que se recordaba a mas de 400 desaparecidos durante la última dictadura, entre ellos seis alumnos de ese establecimiento y el Padre Nicolau, y que fuera tapado por orden de Sánchez. El sacerdote, desgranó ante los ediles el argumento de la "propiedad privada" por sobre cualquier otro, después intentó hacer valer la condición de patrimonio histórico del inmueble -excusa desbaratada por un mural pintado por la misma escuela con la cara de Don Bosco en la misma pared- y llegó hasta el ridículo al esgrimir que si él autorizaba a este grupo pintar algo, "mañana debería hacer lo mismo con una comisión de defensa de los pajaritos". Al retirarse, y como si se tratara de un gesto de vergüenza, salió tapándose la cara y exigiendo al fotógrafo y al cronista de este diario que no le hicieran fotos.
Garbuglia evaluó como "positivo" el encuentro. "No tanto por la posición del director del colegio que siguió haciendo eje en la 'propiedad privada', sino por la predisposición de los concejales a encontrar una salida, y por el apoyo de los ediles a nuestro trabajo de reivindicación de la memoria de los desaparecidos, que ya cuenta con más de 54 murales pintados en toda la ciudad".
La referente del Colectivo explicó que "en la reunión, que duró casi tres horas, se escucharon posiciones muy claras de los concejales, que se manifestaron a favor de los murales recordatorios". Y rescató a la concejala radical, María Eugenia Schmuck, quien dijo que "si hubiera sido el frente de su casa el elegido estaría orgullosa, pero que en su casa no había desaparecido nadie y en la escuela, sí".
Por su parte el concejal kirchnerista Roberto Sukerman, le recordó al director del Colegio, cuando alegaba a la propiedad privada, que recibe subsidios para los sueldos en un 100 por ciento del Estado.
Garbuglia recordó también que el colegio había sido elegido para pintar el mural "por el conocimiento del compromiso de la comunidad salesiana en nuestra historia reciente, por los alumnos desaparecidos que estudiaron allí, y por el cura Nicolau, también desaparecido de dicha comunidad", y consideró ese sitio como un lugar estratégico "para que todos los que pasan por ahí tengan a través de esta forma de relato popular, que es el grafitti, una dimensión del genocidio".
"Terminamos la reunión porque llegamos a un punto en el que el director planteaba su negativa a realizar el mural y solo aceptaba una placa", relató Gigliani, quien planteó un proyecto para colocar baldosas con los nombres de los desaparecidos. Tras la reunión se pasó a un cuarto intermedio hasta el miércoles próximo.
Fuente:Rosario12
Ediles con memoria
14/08/2012
Los representantes del Colectivo de ex Presos y Sobrevivientes estuvieron en el Concejo.
La Comisión de Derechos Humanos del Concejo Municipal de Rosario, convocó este martes a representantes del colegio San José y a integrantes del Colectivo de ex Presos Políticos y Sobrevivientes, para avanzar en un acuerdo que permita restituir el mural pintado sobre una de las paredes de la institución educativa, en el que se recordaba a los seis desaparecidos de ese establecimiento, y a todas las víctimas de la dictadura en la ciudad, y que fuera tapado por las nuevas autoridades de la comunidad salesiana. La reunión duró más de dos horas y se pasó a un cuarto intermedio.
Además de los integrantes de la Comisión del Concejo, estuvieron presentes en la reunión, la referente de la organización de derechos humanos, Mónica Garbuglia con el abogado del Colectivo, y el director del colegio San José, Orlando Sánchez, también con su abogado. “Del colegio nos pidieron que fuésemos sólo dos compañeros, y que no estén los medios”, señaló Garbuglia Luego de la reunión realizada este martes en el Concejo,
Garbuglia evaluó como “positivo” el encuentro. “No tanto por la posición del director del colegio –ilustró Garbuglia–, que siguió haciendo eje en la «propiedad privada», sino por la predisposición de los concejales a encontrar una salida, y por el apoyo de los ediles a nuestro trabajo de reivindicación de la memoria de los desparecidos, que ya cuenta con más de 54 murales pintados en toda la ciudad”.
La referente del Colectivo, explicó a Redacción Rosario que “en la reunión, que duró más de dos horas, se escucharon posiciones muy claras de los concejales, que se manifestaron a favor de los murales recordatorios y el arte urbano de los grafittis”, y agregó: “La concejala radical, María Eugenia Schmuck, dijo que si hubiera sido el frente de su casa el elegido estaría orgullosa, y el concejal kirchnerista Roberto Sukerman, le recordó al director del Colegio, cuando alegaba a la propiedad privada, que recibe subsidios para los sueldos en un 100 por ciento del Estado”.
Mónica Garbuglia recordó que el colegio había sido elegido para pintar el mural “por el conocimiento del compromiso de la comunidad salesiana en nuestra historia reciente, por los alumnos desaparecidos que estudiaron allí, y por el cura Nicolau, también desaparecido de dicha comunidad”, y consideró ese sitio como un lugar estratégico “para que la población de la ciudad y todos los que pasan por ahí tengan a través de esta forma de relato popular, que es el grafitti, una dimensión del genocidio”.
Cuarto intermedio
Tras la reunión mantenida en el Concejo este martes, se pasó a un cuarto intermedio hasta el miércoles de la semana que viene, cuando los representantes del Colegio y los del Colectivo seguirán discutiendo posiciones junto a los ediles de la Comisión de Derechos Humanos.
Hasta este martes, las autoridades del San José se habían negado a recibir a los representantes del Colectivo. Fuera del recinto donde se realizó la audiencia, representantes de diferentes organismos de derechos humanos y ex presos políticos de la ciudad se congregaron para manifestar su apoyo al mural.
De la opción por los pobres a la opción por el olvido
El conflicto se originó tras el cambio de autoridades en el Colegio San José, que produjeron un retroceso a posiciones más conservadoras, muy lejos del compromiso de referentes históricos de la comunidad salesiana rosarina, como la encarnada por el padre Miguél Ángel Nicolau, cura desaparecido durante la dictadura, o el padre Edgardo Montaldo, de un trabajo social inmenso en el barrio Ludueña. Desde la llegada de los nuevos directivos del San José, no sólo se tapó el mural en el que se recordaba a los desaparecidos, sino que hubo otros episodios que dan cuenta de ese “corrimiento a la derecha”, que señalan los organismos de derechos humanos.
El otro ejemplo de esta nueva posición se hizo pública en octubre de 2010 cuando padres de un alumno del colegio, denunciaron que desde el San José les quisieron hacer firmar un documento de admisión, en que debían aceptar que el colegio promueva “una persona que acepta su corporeidad y su identidad sexual -varón- como camino de encuentro”.
El hecho provocó una fuerte polémica que incluyó el repudio de la responsable regional del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), Stella Maris Vallejos, quien calificó el texto de “inaceptable desde cualquier punto de vista” y reclamó que “se se retire inmediatamente”, así como el de la Dirección de Enseñanza Privada del Ministerio de Educación de la provincia, desde donde también intervinieron en el para exigir que se saque de circulación el documento.
En ese momento, el director del Orlando Sánchez, admitió que desde hace años se les pide a los padres que inscriben a sus hijos en el establecimiento que firmen un “compromiso de admisión, para que acompañen la formación de los chicos en el ideario de la escuela”, y remarcó que el colegio “no discrimina de ninguna manera, y si algún chico manifestara sus inclinaciones homosexuales, se lo seguiría apreciando, no se lo fusilaría ni se le harían pasar papelones”.
Fuente:RedacciónRosario
"Arderá la Memoria hasta que todo sea como lo soñamos"
Paco Urondo
Quedaron esperando fuera de la reunión los compañeros del Colectivo: Luis Megías, Carlos "Pucho" Arroyo, Horacio "Pollito" Dalmonego y Juan Pablo Bustamante.
Nuestro agradecimiento especial al Dr. Marcelo Abaca, que generosamente se dispuso a represetarnos en estas instancias, aclarando que en la historia del Colectivo a la fecha, nunca antes tuvimos necesidad de un asesoramiento legal.
Así mismo, agradecemos el esfuerzo de los integrantes de la Comisión de DD.HH. del Concejo, para llegar a un acuerdo y el apoyo recibido a la construcción de la renovación del Mural. Párrafo aparte corresponde a la entrega y compromiso de la Presidenta de la Comisión Fernanda Gigliani, quien hasta último momento, esto es consumidas casi tres horas de debate, trató de llevar a buenos términos la mediación.
Además agradecemos a los compañeros de distintas organizaciones político, sociales, culturales, universitarias, asesores de concejales, allegados al Colectivo, periodistas y fotógrafos que acompañaron la espera de casi tres horas que duró la reunión.
M.G.
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